martes, 18 de agosto de 2020

18.08.2020 - Santa Misa Presidida por el P. Pedro Luis López, emitida por 13 TV






18.08.2020 - Santa Misa Presidida por el P. Pedro Luis López, emitida por 13 TV




Camino Católico

18 de agosto de 2020. (Camino Católico). Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la 20ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. Pedro Luis López, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa



00:14
Coro Parroquia de la Encarnación - Madrid:

JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA
(Gabaraín)

Juntos cantando la alegría
de vernos unidos en la fe y el amor.
Juntos sintiendo en nuestras vidas
la alegre presencia del Señor.

Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,
somos un pueblo que camina sin cesar,
entre cansancios y esperanzas hacia Dios.
Nuestro amigo Jesús nos llevará.

Hay una fe que nos alumbra con su luz,
una esperanza que empapó nuestro esperar.
Aunque la noche nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo Jesús nos guiará.

Es el Señor: nos acompaña al caminar.
Con su ternura a nuestro lado siempre va.
Si los peligros nos acechan por doquier
nuestro amigo Jesús nos salvará.

00:42
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  En el Nombre del  Padre y del  Hijo y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión del
Espíritu Santo estén
con todos vosotros.

℟.  Y con tu espíritu.

00:58
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Juntos cantando la alegría de vernos unidos en la Fe y en el Amor. Es lo que ha dicho ahora el Canto Procesional de Entrada. Aunque a veces no tenemos demasiados motivos, para la alegría y menos en estos momentos tan trágicos y tan dramáticos, que estamos viviendo, en el mundo en general. Y aquí en nuestra Nación en particular, pero bueno para nosotros la alegría, nos la da, no lo externo, no el mundo. No la alegría del mundo, sino nos la da el Señor, con su Espíritu. La Alegría del Espíritu que es la que fortalece nuestra Fe y la que da consistencia también a nuestra esperanza. Para que no caminemos sin ton ni son.

01:42
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Sino con un sentido, un gran sentido, es lo que hoy nos va a decir el Evangelio del día. Como siempre antes de comenzar, antes de sentaros aquí en torno a la Mesa del Señor, para descansar de las fatigas de cada día. Nos preparamos con un momento de silencio profundo y abriendo nuestros corazones decimos: «pues mira Señor, esta es mi vida, este soy yo, apiádate de mí, apiádate de nosotros, Señor».

02:28
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Tú la plenitud de la Verdad
y de la Gracia.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Tú que te has hecho pobre
para enriquecernos.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Tú que has venido para hacer
de nosotros, Tu Pueblo Santo.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:50
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.

02:59
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Oremos.
Oh Dios que has preparado bienes
inefables para los que te aman
infunde la ternura de tu amor

en nuestros corazones
para que amándote en todo
y sobre todas las cosas

consigamos alcanzar tus promesas
que superan todo deseo.
Por Nuestro Señor Jesucristo

Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los Siglos de los Siglos.

℟.  Amen.



LITURGÍA DE LA PALABRA



03:44
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura de la profecía de Ezequiel 28, 1-10 1ª lectura: Eres hombre y no dios; pusiste tu corazón como el corazón de Dios.


03:48
Primera Lectura

Me fue dirigida esta palabra del Señor:

«Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios:

Se enalteció tu corazón, y dijiste: “Soy un Dios y estoy sentado en el trono de los dioses en el corazón del mar”.

Tú que eres hombre y no Dios, pusiste tu corazón como el corazón de Dios.

Te dijiste: “¡Si eres más sabio que Daniel, ningún enigma se te resiste!

04:18
Primera Lectura

Con tu sabiduría e inteligencia, te has hecho una fortuna; acumulaste tesoros de oro y plata”.

Con tu gran habilidad para el comercio acrecentaste tu fortuna; y por tu fortuna te llenaste de presunción.

Por ello, así dice el Señor Dios:

“Por haber puesto tu corazón como el corazón de Dios, por eso, haré venir contra tí extranjeros los más feroces de entre los pueblos.

Desenvainarán sus espadas contra tu brillante sabiduría y profanarán tu belleza.

04:53
Primera Lectura

Te hundirán en la fosa, y perecerás de muerte violenta en el corazón del mar.

¿Podrás seguir diciendo delante de tus verdugos: ‘Soy un dios’? Serás un hombre, y no un dios, en mano de los que te apuñalen?

Morirás con muerte de incircunciso, a manos de gentes extrañas.

Porque lo he dicho yo” - oráculo del Señor -»

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te Alabamos Señor.

05:32
Lectura de los Salmos:


Salmo: Dt 32, 26-27ab. 27cd-28. 30. 35cd-36ab Yo doy la muerte y la vida.

05:33
Lectura de los Salmos:

℣.  Yo doy la muerte y la vida.
℟.  Yo doy la muerte y la vida.

℣.  Me dije: «Los aniquilaría,
y borraría su memoria
entre los hombres». Si no temiese

las burlas del enemigo
y la mala interpretación
del adversario.  ℟.

℣.  No sea que digan:
«Nuestra mano ha vencido,
no es el Señor quien ha hecho todo esto».

Porque es gente que ha perdido
el juicio, y que carece
de inteligencia.  ℟.

℣.  ¿Cómo puede uno persigue a mil,
y dos poner en fuga a diez mil,
si no fuera porque los ha vendido
su Roca y el Señor los ha entregado?.  ℟.

℣.  El día de su ruina se acerca,
y se precipita su destino.
El Señor hará justicia a su pueblo
y tendrá piedad de sus siervos.  ℟.

06:35
Aclamación del Evangelio:


Aleluya 2 Cor 8, 9 Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriqueceros con su pobreza.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Jesucristo, siendo rico,
se hizo pobre para enriqueceros
con su pobreza.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

07:17
Lectura del Santo Evangelio:


  Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 23-30 Evangelio: Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.

07:17
Lectura del Santo Evangelio:

℣.  El Señor esté con Vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟.  Gloria a ti, Señor.

07:32
Lectura del Santo Evangelio:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: es más fácil le es a un camello entre por el ojo de una aguja, que a un rico entre en el reino de los cielos».

Al oírlo, los discípulos espantados, dijeron:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

08:16
Lectura del Santo Evangelio:

«Es imposible para los hombres, pero Dios, todo lo puede».

Entonces Pedro, dijo a Jesús:

«Señor, ya ves que nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».

08:37
Lectura del Santo Evangelio:

Jesús les dijo:

«En verdad os digo: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Porque muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús.

09:40
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

«Maestro ¿que he de hacer de bueno para heredar la vida eterna?» Escuchábamos ayer en la Primera parte de este Relato del Evangelio. Este Pasaje que hoy hemos proclamado, que acabamos de programar. Es la continuación o la conclusión de lo que escuchábamos ayer. Que comenzaba con este interrogante, que es verdad, que en un primer momento en el Orden Cristiano, que un hombre, un hombre. Pero luego aclara que parece ser, que era joven, un joven. Es decir, una persona que está empezando a vivir su vida y que quiere darle un sentido y no un sentido cualquiera, sino un sentido trascendental.

10:18
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Todos sabemos que podemos entender la vida de dos maneras. Yo digo siempre: «o de tejas para abajo, -bueno pensar que somos un accidente biológico, que nacemos, crecemos nos desarrollamos y morimos, antes o después. De una forma u otra y se acabó todo, bueno-. Es como las plantas, o las flores, que nos adornan, vale. Pues es una manera de entender la vida y la existencia humana». Pero hay otra manera, otra forma de entender la vida, que es la forma trascendente. Es decir, no, no, «somos criaturas, somos creación, hemos sido creados, somos un regalo del Dios de la Vida, del Dios Amor».

11:00
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Ah, parece ser que este joven, quería darle a su vida ese carácter trascendental, la vida eterna. No sólo vivir por vivir, aquí y ahora, sino un poco más. Y el Señor pues recordemos que decía: «bueno, pues mira, ahí tienes la Ley Santa de Dios, ahí tienes los Mandamientos, cumplelos. Pero parece ser que este chico, los cumplía, le dijo no, no, los he cumplido, pero sentía un vacío. Y ahí es donde hoy va el Señor, con esa frase tan rotunda, tan contundente, acerca de los ricos y de la riqueza.

11:37
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Y de quién va a entrar o no en el Reino de Dios. Cuando le dice claro hijo, pero es que sabes, sabes, estás muy lleno de ti mismo, estás muy lleno de tus cosas, de lo tuyo. Tienes un yo tan grande, tan grande, que no te cabe en tu cuerpo. Y con ese yo tan grande, ¿dónde está el tú?, ¿dónde dejas el tú? -Eso es-, lo que nos quiere decir el Señor y -eso es-, lo que tenemos hoy nosotros que pensar y reflexionar. Por eso el Señor, luego insistirá mucho, en lo de negarse uno, a sí mismo. Nada que ver con el masoquismo, no, no, no. Sino simplemente es que si yo entiendo mi vida, no como un accidente biológico, si yo entiendo mi vida, como creación, criatura en las manos, de este Gran Creador, de este Gran Dueño y Señor.

12:42
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Si yo me siento siervo, de este Gran Señor, entonces tengo que anteponer lo suyo a lo mío. Y en eso mío, entra, pues las riquezas, los bienes materiales. No porque sean malos, en sí mismos, -el dinero-, ¿es malo o bueno? No, ni malo ni bueno. El problema no es el dinero, el problema no son las riquezas en sí mismas, el problema soy yo, el problema somos nosotros. El mismo Señor nos lo dice: «ay qué difícil, va a ser eso». Participar en esa Vida Eterna, en esa vida que se prolonga, más allá de la muerte biológica. Que difíciles es esto, a los que han hecho de lo pasajero, de lo material, el fundamento de todo.

13:38
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Eso es la clave, eso es lo que quiere decirnos hoy el Señor. Y eso es lo que nos tenemos que interrogar, ¿yo donde pongo mi confianza? ¿mi confianza es el Señor?, ¿mi fuerza y mi poder es el Señor?, ¿la fuente de mi alegría y de mi esperanza es el Señor?, mi Dios, nuestro Dios, ¿o no?. O recelo, no me fío, desconfío y por tanto necesito muletas, las muletas del poder, del tener, del ser más. Y por tanto claro, cuanto más grande sea mi yo, nuestro yo, más se empequeñece el Tú, con mayúsculas. Es lo que nos decía también tan expresivamente y tan bellamente hoy la Primera Lectura del Profeta Ezequiel.

14:40
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Pero de qué vas, pero si tú eres hombre y yo soy Dios, dice el Señor. Pero no, somos tan, tan orgullosos, tan engreídos, tan arrogantes y cambiamos el orden. Y claro, eso es nefasto, es la permanente tentación, que está ya escrita en la primera página, del Libro Sagrado. Es la tentación permanente, -¿pero para qué necesitas a Dios?, ¿para que Dios?, si tú puedes ser Dios. Si tú tienes inteligencia, si tú tienes unos medios materiales, no necesitas a Dios para nada, tú puedes ser Dios. Ese endiosamiento que tantos disgustos nos causa.

15:36
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Fijaos, perdonad que haga una vez más alusión a todo esto que está pasando ahora, desde principios de año. Sobre todo a partir del mes de marzo, ese maldito virus que pulula todavía por ahí. Veis qué cosas, es cuándo se supone que los hombres, los seres humanos, tendríamos que darnos cuenta. Señor y seguramente que ahora es cuando muchos, pues estamos rezando, no, como Santa Bárbara, decimos así jocosamente. Que nos acordamos de Santa Bárbara, cuando truena, pero cuando pasa la tormenta ya, volvemos otra vez a lo nuestro, no. No, no, no podemos utilizar a Dios como un comodín, no podemos utilizar a Dios, como un instrumento, como un salvavidas.

16:27
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Lo tengo guardado en el armario y solo para, cuando me vio mal, lo saco, no. Y mientras tanto lo mío, lo mío, mis bienes, mi poder, mi prestigio, mi, mi, mi, no. No, no, no, no es, tenemos que desechar esa tentación permanente. No podemos endiosarnos, ves, cuanto más nos endiosamos, peor. Nos dividimos, nos enfrentamos, que nos está pasando. En la vida social, en la vida política, pues eso, que es el poder lo que mueve, esas ansias, esa cosa tan enfermiza patológica, del poder, del poder ya está. No, no, que no es el poder, que es el servicio, que es la disponibilidad, como hizo el Señor, hemos dicho en esa Antifonilla antes del Evangelio: «Jesucristo siendo rico, Él sí que podía, Él sí que era Dios y se abaja, se humilla, se hace hombre y lo da todo y nos enriquece».

17:33
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Esa es la Dinámica Divina, quitarnos de nuestra cabeza esa obsesión enfermiza de ser Dios. Y por tanto de andar siempre en busca del poder, del prestigio, de las riquezas, del dinero del.. y endiosarnos. Porque esto no sirve para nada, eso es letal y dejar a Dios ser Dios. Y entonces sí, entonces es cuando pasamos por el ojo de la aguja y por cualquier sitio. Cuando ponemos cada cosa en su sitio y claro entenderme no trato yo a Dios de cosa, sino es cuando las cosas encajan. Cuando entendemos que solo Dios, es Dios y que Él es, el Dueño y Señor de la Vida y nosotros somos criaturas en sus manos.

18:29
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Y que de Él venimos y hacia Él caminamos, eso tan manido, que repetimos tantos sobre todo los curas de San Agustín. «Nos hiciste Señor para Ti y estaremos inquietos hasta que descansemos sólo en Tí Señor». Bueno pues eso, o lo «del sólo Dios basta de Santa Teresa», frases tan preciosas, que repetimos y las ponemos en nuestros cuadros, para adornar. Hacerlas realidad, realidad, es lo que hoy nos dice el Señor, -eso-.

18:55
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Si somos capaces de vaciarnos con valentía, vaciarnos, cuanto más nos vaciamos, más hueco, más sitio, le dejaremos a ese Tú. Que es el Señor y esa es nuestra riqueza, ese es nuestro tesoro, que da sentido a la vida, que nos la planifica, que nos la eterniza y que nos hace auténticamente felices.

19:35
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Con toda confianza, Oremos
ahora a Nuestro Dios
Padre, Dueño y Señor de todo.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los hombres y mujeres
que se han Consagrado a Dios
en la Vida Monástica
para que el Señor los Bendiga
y los llene con Su Gracia.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por la Santa Iglesia de Dios
para que el poder de la Cruz
Salvadora y la fuerza
de la Resurrección de Jesucristo
la purifique de todas sus faltas
y le conceda el Don de la Unidad
y la Alegría de la Fe.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los gobernantes y los políticos
de todos los países, para que Dios
mueva sus corazones
y les inspiren sentimientos
de fraternidad y todo
lo que se gasta en armas o instrumentos
de destrucción, pueda emplearse
en combatir el hambre y la pobreza.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por nuestro país
para que mejoren la situación económica
y tengamos prosperidad
en la agricultura, la industria
y los demás trabajos.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por todos los presentes
para que Dios nos conceda su perdón
y haga de nosotros Fieles
seguidores de Jesucristo.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

21:02
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Escucha Padre la Oración
que con toda confianza te dirigimos
míranos bondadosos, no rechace
a los que en Tí confían

y concédenos abundantemente
cuánto con Fe te hemos implorado.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

21:53
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

22:46
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

23:03
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Señor acepta nuestras Ofrendas
en las que vas a realizar
un admirable Intercambio
para que al ofrecerte

lo que nos diste merezcamos
recibirte a Ti Mismo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

23:16
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

23:23
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

En verdad es justo darte gracias
y deber nuestro glorificarte
Padre Santo, porque Tú Eres
el Único Dios, Vivo y Verdadero

que Existe desde siempre
y Vives para siempre
Luz sobre toda luz
porque solo Tú Eres Bueno

y la Fuente de la Vida
por eso hiciste todas las cosas
para colmarlas de Tus Bendiciones
y alegrar así su multitud

con la claridad de Tu Gloria
por eso innumerables Ángeles
en Tu Presencia, contemplando
la gloria de Tu Rostro

te sirven siempre y te glorifican
sin cesar y con ellos
también nosotros llenos de alegría
y por las ...bodas de las demás criaturas
aclamamos tu nombre diciendo sin cesar:

24:02
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

24:20
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Te alabamos Padre Santo
porque eres Grande
porque hiciste todas las cosas
con Sabiduría y Amor

a Imagen Tuya Creaste al hombre
y le encomendase el universo entero
para que sirviéndote sólo a Tí
Su Creador, dominará todo lo creado

y cuando por desobediencia perdió
Tu Amistad, no lo abandonaste
al poder de la muerte
sino que compadecido tendiste la mano

a todos, para que te encuentre
el que te busca. Reiterastes además
Tu Alianza a los hombres
por los Profetas los fuiste llevando

con la esperanza de la salvación
y tanto Amaste al mundo, Padre Santo
que al cumplirse la plenitud
de los tiempos, nos enviaste

como Salvador a Tu Único Hijo
el cual se Encarnó por Obra
del Espíritu Santo,
Nació de María, la Virgen

y así compartió en todo
nuestra condición humana
menos en el pecado
Anunció la Salvación a los Pobres

la Liberación a los Oprimidos
y a los Afligidos el Consuelo
para cumplir Tus Designios,
Él mismo se entregó a la muerte

y Resucitando destruyó la muerte
y nos dio nueva vida
y porque no vivamos ya
para nosotros mismos

sino para Él, que por nosotros murió
y resucitó, envió Padre
desde Tu Seno al Espíritu Santo
como Primicia para los Creyentes

a fin de Santificar todas las cosas
llevando así a plenitud Su Obra
en el mundo.
Por eso Padre te rogamos

que este mismo Espíritu Santifique
estas Ofrendas para que se conviertan
en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo
Tu Hijo y Señor Nuestro

y así Celebremos el Gran Misterio
que nos dejó como Alianza Eterna
porque Él mismo llegada la hora
en que había de ser Glorificado

por Tí Padre Santo, habiendo Amado
a los suyos que estaban en el mundo
los Amó hasta el extremo

y mientras Cenaba con Sus Discípulos
tomó Pan, te dio gracias, te bendijo
lo partió y se lo dio diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

26:46
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, lleno del fruto
de la vid, te dio gracias de nuevo,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

27:19
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Éste es el Sacramento de nuestra Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

27:29
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Por eso Padre, al Celebrar
ahora el memorial de nuestra redención
recordamos la muerte de Cristo
y su descenso al lugar de los muertos

proclamamos su Resurrección Gloriosa
y su Ascensión a tu derecha
y mientras esperamos su Venida
Gloriosa, te ofrecemos su Cuerpo

y su Sangre, Sacrificio Agradable
a Ti y Salvación para todo el mundo
dirige tu mirada sobre esta víctima
que Tú mismo has preparado

a Tu Iglesia y concede a cuantos
compartimos este Pan y este Cáliz
que congregados en un solo cuerpo
por el Espíritu Santo, seamos

en Cristo, víctima viva
para alabanza de tu gloria
y ahora Señor acuérdate
de todos aquellos, por quienes

te ofrecemos este Sacrificio
de tu servidor el Papa Francisco
de nuestro Obispo Carlos
y de sus Obispos Auxiliares

del Orden Episcopal,
de los Presbíteros y de los Diáconos
de los Oferentes
y de los aquí reunidos

de todo Tu Pueblo Santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón
recuerda hoy Señor a tus hijos

... y ... y acuérdate también
de todos los que murieron
en la Paz de Cristo
y de los demás difuntos

cuya Fe solo Tú conociste
Padre de Bondad que todos
tus hijos, nos reunamos
en la Heredad de Tu Reino

con María la Virgen
Madre de Dio,s
con San José su esposo
con los Apóstoles y los Santos

y allí junto con toda
la Creación libre ya del pecado
y de la muerte te glorifiquemos

por Cristo Señor Nuestro.
Por quien concedes al mundo
todos los bienes.

29:22
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:41
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Y llenos de alegría por sabernos hijos de Dios, porque en verdad lo somos y con la total seguridad y confianza de que nuestras vidas están en sus manos. Que en Él vivimos y hacia Él caminamos, decimos ahora juntos la Oración de los hijos de Dios. La Oración que el Hijo, Jesucristo, nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

30:26
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

30:46
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

31:00
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  La paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Intercambiad un signo de paz y fraternidad entre vosotros hermanos.
℟.  La Paz esté contigo

31:30
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

30:51
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

℣.  Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados
a la Cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

32:34
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Os recuerdo que para la Comunión preferentemente en la mano, pero con dignidad. Haciendo un trono con esas manos para recibir el Cuerpo del Señor e inmediatamente a la boca, sin irnos a nuestro lugar. Y las personas que quieran Comulgar en la boca, pues esperen al final de todo, para respetar estas medidas elementales, que nos están recomendando. Para que este maldito virus, desaparezca de una vez y el Amén sonoro lo decimos ahora todos juntos y luego ya no decimos nada.

℣.  «El Cuerpo de Cristo os guarde para la Vida Eterna»
℟.  Amén.

33:23
MÚSICA de la BASÍLICA:

EL CÁLIZ QUE BENDECIMOS
Autor: Francisco Palazón


EL CÁLIZ QUE BENDECIMOS
ES LA COMUNIÓN
DE LA SANGRE DE CRISTO.

1.  Cómo pagaré al Señor
el bien que me ha hecho;
alzaré la copa de la salvación
invocando su Nombre.

2.  Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles;
Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava,
rompiste mis cadenas.

3.  Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia del pueblo;
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

35:24
Rvrndo.: P. Pedro Luis López:

Oremos.
Después de haber participado
de Cristo, por estos Sacramentos
imploramos humildemente

Tu Misericordia Señor
para que configurados aquí
en la tierra a Su Imagen
merezcamos participar también

de su Gloria en el Cielo
Él que vive y reina
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  Y la Bendición de Dios Todopoderoso
 Padre,  Hijo y  Espíritu Santo
descienda sobre todos vosotros.

℟.  Amén.

℣.  En el Nombre del Señor,
Podéis ir en paz

℟.  Demos gracias a Dios.


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