jueves, 20 de agosto de 2020

20.08.2020 - Homilía del P. Heliodoro Mira y lecturas de Misa






20.08.2020 - Homilía del P. Heliodoro Mira y lecturas de Misa




Camino Católico

20 de agosto de 2020. (Camino Católico). 20 de agosto de 2020.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, jueves de la 20ª semana de Tiempo Ordinario, San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia, presidida por el P. Heliodoro Mira, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa



LITURGÍA DE LA PALABRA


Lectura de la profecía de Ezequiel 36, 23-28 1ª lectura: Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu.


00:03
Primera Lectura

Esto dice el Señor:

«Manifestaré la santidad de mi gran nombre, profanado entre los gentiles, porque vosotros lo habéis profanado en medio de ellos.

Reconocerán las naciones que yo soy el Señor - oráculo del Señor Dios -, cuando por medio de vosotros les haga ver mi santidad.

Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra.

00:33
Primera Lectura

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.

Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios».

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te Alabamos Señor.

01:18
Lectura de los Salmos:


Salmo: Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19 No olvidéis las Acciones del Señor.

01:18
Lectura de los Salmos:

℣.  Derramaré sobre vosotros
un agua pura que os purificará
de todas vuestras inmundicias.
℟.  Derramaré sobre vosotros
un agua pura que os purificará
de todas vuestras inmundicias.

℣.  Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.  ℟.

℣.  Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.  ℟.

℣.  Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto,
no lo querrías. El sacrificio agradable

a Dios es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.  ℟.

02:33
Aclamación del Evangelio:


Aleluya Cf. Sal 94, 8a. 7d No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

03:18
Lectura del Santo Evangelio:


  Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14 Evangelio: A todos los que encontréis, llamadlos a la boda.

03:18
Lectura del Santo Evangelio:

℣.  El Señor esté con Vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟.  Gloria a ti, Señor.

03:32
Lectura del Santo Evangelio:

En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:

«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda”.

Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.

04:25
Lectura del Santo Evangelio:

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego dijo a sus criados:

“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

“Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de boda?”.

05:09
Lectura del Santo Evangelio:

El otro no abrió la boca.

Entonces el rey dijo a los servidores:

“Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.

Porque muchos son los llamados pero pocos los elegidos».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús.

05:45
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

El Señor nos estimula a través de su Palabra. Para que de verdad, «nos dé un corazón nuevo», como pedía y profetizaba Ezequiel.

«Os daré un corazón nuevo
y os infundiré mi espíritu».

Y nos dará una agua pura
que nos purifica de todas
nuestras inmundicias

y arrancaré de vuestra carne
el corazón de piedra
y os daré un corazón de carne.

06:12
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Es precioso y además nos tiene que servir para de renovar nuestros ánimos. Porque el Señor está haciendo esto y lo hace con el Espíritu Santo:

Os infundiré mi Espíritu
y haré que caminéis
según mis preceptos
y que guardéis y cumpláis
mis mandatos.

06:29
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Por eso ante todas las dificultades, como las que tuvo San Bernardo para empezar toda esa tarea de renovación Europea. Pues ante todas las dificultades de la Pandemia y de lo que tenemos cada día entre nuestras manos. Hemos de pensar que el señor va a hacer y nos va a dar un corazón nuevo. Y siempre con optimismo y siempre aunque pasen muchos años, aunque pasen muchos días, con una visión positiva, pues muy positiva. Y hoy nos quiere decir el Señor que vale la pena valorar lo que vivimos ahora, en este momento de ese Gran Banquete, que es la Eucaristía.

07:07
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Podría sonar demasiado extraño este Evangelio. Porque ¿cómo es posible que alguien rechace la invitación a una Boda, donde habrá vino y música y buen ambiente? Al menos hoy día, son pocos los que rechazarían esa oferta tan especial. Pero a la vez, parece claro que Cristo nos dibujó esta Parábola así, para que comprendiésemos que todos estamos invitados a participar, del Gran Banquete que se Celebra en el Cielo. Así es nuestra Salvación, así es el Paraíso, es un Gran Banquete, es la imagen que pone el Señor.

07:44
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Por eso yo tengo que saber a ¿dónde voy? y en la Eucaristía conecto y vivo, ahora, en ese Gran Banquete. Solo nos hace falta cumplir un requisito, -uno-, que el Evangelio pone en algo externo. Pero que en realidad se le da mucha importancia en las bodas y es el vestido. Así es necesario, e indispensable entrar con el Ajuar apropiado al Gran Banquete, que Cristo nos invitará. Y este Ajuar es la Vida de la Gracia. Por eso expulsaron de la boda al hombre que no llevaba el traje apropiado. Porque no estaba en Gracia, es decir, con la Vida Divina en su alma.

08:28
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Ya sabemos lo que es, y la Gracia como le llama Santo Tomás de Aquino es: «nicius anime» o sea «esplendor del alma», Presencia de Dios en nuestra alma. Cuando una persona está en Gracia, se le ve, si es que tiene la cara iluminada. Esto lo explicaba el Santo Padre y diciéndonos: «que este Banquete es muy importante, tiene muchos matices en la explicación que da el Señor». La Lectura del Evangelio de hoy decía: Jesús nos habla de la respuesta que se da a la invitación de Jesús. Representado por un Rey a participar en un Banquete de Bodas. La invitación -decía el Santo Padre-, tiene tres características, tres.

09:11
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

«La gratuidad» que es gratis, «la extensión», que es para, se extiende a todos los países y a todas las circunstancias, y a todos los años de la historia. Y «la universalidad», pues en la Pandemia lo tenemos que difundir, sí. ¿Porqué?, porque es muy importante, porque claro, si lo vivimos y lo sabemos y no hacer Iglesias pequeñitas. Yo con mi grupito, con mi Iglesia, con mi Parroquita, con mis gentes, con, no, no, no. Esto es para todos, veamos un poquito porque el Santo Padre explica la gratuidad o sea el cielo.

09:51
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

La Salvación, que es con lo que estamos viviendo, en la entrega de Cristo por la Salvación, en la Eucaristía conectamos con el cielo. El cielo que es el final de esta emigración, sí, de este pasaje que tenemos por la tierra. La Salvación es gratuita -y no me entero-. Los invitados son tantos, pero sucede algo sorprendente -dice el Santo Padre- «ninguno de los elegidos acepta participar de la fiesta». Dicen que tienen otras cosas que hacer, es más, algunos muestran indiferencia, extrañeza, e incluso fastidio.

10:28
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Dios es muy bueno con nosotros, nos ofrece gratuitamente su amistad, nos ofrece gratuitamente su alegría, nos ofrece gratuitamente la salvación. Pero muchas veces no recibimos sus dones, porque ponemos en primer lugar nuestras preocupaciones materiales, nuestros intereses y también cuando el Señor llama a nuestro corazón y tantas veces parece como si nos molestara. Es gratis, así que abramos el corazón y tengámoslo dispuesto. Segundo «la extensión», el cielo, la salvación se extiende a todas partes. Algunos invitados incluso, -explica la Parábola-, maltratan y matan a los servidores, que les entregan las invitaciones.

11:11
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Pero a pesar de las adhesiones que faltan por parte de quienes fueron llamados, ¿qué hace el Señor? Pues el Plan de Dios no se interrumpe, frente a la negativa de los primeros invitados, el no pierde el ánimo, no suspende la fiesta. Sino que vuelve a proponer la invitación extendiéndola, más allá de todo el límite razonable. Y envió a sus siervos, a las plazas, a los cruces, a las calles, a reunir a todos aquellos, al primero que me encuentre. Se trata de gente común ¿y quienes son?, pobres, abandonados y desheredados, incluso buenos y malos.

11:47
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

También los malos son invitados, el Señor nos da una lección de que nosotros empequeño toda la realidad. Este no viene por la Iglesia este no vive la vida, este es un pagano, este no hace lo que debe. Esta persona se ha apartado, éste vive de mala manera, pues es apartado. Pero quién eres tú para descartar a nadie, no podemos hacer eso, además nosotros lo sabemos, todos los Cristianos. Ayer lo predicaba el Santo Padre, lo primero es, el Amor Primordial, el Amor en primer lugar, por los pobres y eso hay que vivirlo, todos.

12:21
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Ya lo vive la Parroquia no, no, no, ya lo vive la Institución a la que pertenezco, no, no, no. Tú, tienes que vivirlo, en el trato con la gente que tienes alrededor. Los más necesitados, los primeros, a los que tengo que cuidar, claro. Sin distinción y el salón, lo -dice el Santo Padre-, el salón está en la Parábola, se llena de excluidos. El Evangelio rechazado por algunos, encuentra una acogida inesperada en muchos otros corazones. Es precioso eh, es lindisimo, no me digáis, tenemos que abrir un poco el corazón y ser mucho más abiertos y salir a las periferias.

12:57
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Que es la tercera condición «la universalidad», la tercera característica. ¿A quien descartó yo en la Pandemia?, ¿por qué? La bondad de Dios no tiene fronteras y no discrimina a nadie. Por ello el Banquete de los Dones del Señor, es Universal, es Universal para todos. E insiste el Papa, a todos les es dada la posibilidad de responder a su Invitación, a su Llamada. Nadie tiene el derecho de sentirse privilegiado o de reivindicar la exclusividad. Esto es exclusivamente para los buenos y tú eres mala, tú eres malo, tú eres malísimo, tú no te estás portando bien.

13:35
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Un momento, un momento, eso no se puede hacer, nosotros debemos abrirnos a las periferias. Reconociendo que también quien está en los márgenes, incluso aquel que es rechazado y que es despreciado por la sociedad es objeto de la generosidad de Dios. Todos estamos llamados a no reducir el Reino de Dios a los confines -decía el Papa-, de la Iglesita, de nuestra Iglesia pequeñita. Ojo que esto nos pasa, eh, esto no sirve. Estamos llamados a ampliar la Iglesia en las dimensiones del Reino de Dios. Solo hay una condición ¿cuál es la condición? Ponerse el Traje de Fiesta, es decir, testimoniar la Caridad concreta a Dios y al prójimo, estar en Gracia.

14:20
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Ya solo que tenemos que ayudar a la gente, claro. Bueno, pues es claro, que Jesús no puede habitar en un lugar en donde no tiene amigos. Y tampoco nosotros nos deberíamos atrever a presentarnos a la boda que él organiza. Cuando no le tenemos por Amigo, porque estamos en pecado y hay que ir a Confesar. Esto es la Vida de la Gracia, conservar su amistad y por lo tanto rechazar enérgicamente todo lo que pudiese ofenderle de pensamiento. Lo decimos todos los días, en la Eucaristía también, «de palabra, de obra u omisión».

14:50
Rvrndo.: Don Heliodoro Mira:

Vamos a pedírselo a la Virgen, vamos a pedirle que esta realidad de la «gratuidad y la extensión y la universalidad» del Reino esté en nuestras vidas, empezando por los pobres. Se lo pedimos a Santa María, Madre es difícil conservar esta Amistad con Tu Hijos, sí. Con Tu Hijo Jesús, pero si realmente lo tenemos por Amigo, no nos atreveremos a ofenderle. Sino que al contrario, nos esforzaremos por ser cada día, mejores Amigos de Él. Ayúdanos a extender Su Reino, que así sea.


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