09.08.2020 - Santa Misa desde Catedral de Córdoba Presidida por Mons. Demetrio Fernández González
Juan Casta
09 de agosto de 2020. (Juan Casta). Santa Misa desde la Catedral de Córdoba Presidida por Monseñor Don Demetrio Fernández González, Obispo de Córdoba.
Inicio de la Santa Misa
El Señor nos ama y nos reúne
somos un pueblo signo de unidad
él está en medio de nosotros
sirve a la mesa nos reparte el pan
01:36
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. En el Nombre del ✠ Padre, y del ✠ Hijo y del ✠ Espíritu Santo
℟. Amen
℣. La Paz esté con vosotros.
℟. y con tu espíritu.
01:48
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Sed bienvenidos queridos hermanos, a la Misa del Domingo. A participar de la Victoria de Cristo sobre la muerte y sobre el pecado. Los habitualmente Fieles en esta Santa Iglesia Catedral de Córdoba, los que estáis de paso, en vacaciones o de viaje. Y especialmente vosotros queridos Seminaristas, que concluye así el Curso de Verano, durante estos últimos 15 días en Córdoba en el Seminario Mayor San Pelagio. Y a todos los que nos siguen a través de la televisión. Nos disponemos a participar en la Misa del Domingo, para escuchar la Palabra y para Adorar a Jesucristo. Que viene al Altar y ofrecernos con Él al Padre y comerle vivo y glorioso, en la Comunión.
02:44
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Para Celebrar estos Santos Misterios,
nos disponemos pidiendo
humildemente perdón
de nuestros pecados.
somos un pueblo signo de unidad
él está en medio de nosotros
sirve a la mesa nos reparte el pan
01:36
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. En el Nombre del ✠ Padre, y del ✠ Hijo y del ✠ Espíritu Santo
℟. Amen
℣. La Paz esté con vosotros.
℟. y con tu espíritu.
01:48
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Sed bienvenidos queridos hermanos, a la Misa del Domingo. A participar de la Victoria de Cristo sobre la muerte y sobre el pecado. Los habitualmente Fieles en esta Santa Iglesia Catedral de Córdoba, los que estáis de paso, en vacaciones o de viaje. Y especialmente vosotros queridos Seminaristas, que concluye así el Curso de Verano, durante estos últimos 15 días en Córdoba en el Seminario Mayor San Pelagio. Y a todos los que nos siguen a través de la televisión. Nos disponemos a participar en la Misa del Domingo, para escuchar la Palabra y para Adorar a Jesucristo. Que viene al Altar y ofrecernos con Él al Padre y comerle vivo y glorioso, en la Comunión.
02:44
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Para Celebrar estos Santos Misterios,
nos disponemos pidiendo
humildemente perdón
de nuestros pecados.
Confiteor Deo...
Confiteor Deo omnipotenti et Vobis, fratres,
quia peccavi nimis
cogitatione, verbo, opere et omissione:
mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.
Ideo precor beatam Mariam semper Virginem,
omnes Angelos et Sanctos,
et vos, fratres, orare pro me
ad Dominum Deum nostrum.
Monseñor Demetrio Fernández González:
Misereatur nostri omnipotens Deus
et, dimissis peccatis nostris,
perducat nos ad vitam æternam.
℟. Amen.
Confiteor Deo omnipotenti et Vobis, fratres,
quia peccavi nimis
cogitatione, verbo, opere et omissione:
mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.
Ideo precor beatam Mariam semper Virginem,
omnes Angelos et Sanctos,
et vos, fratres, orare pro me
ad Dominum Deum nostrum.
Monseñor Demetrio Fernández González:
Misereatur nostri omnipotens Deus
et, dimissis peccatis nostris,
perducat nos ad vitam æternam.
℟. Amen.
Yo Confieso...
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa
por eso ruego a Santa María, siempre Virgen
a los Ángeles, a los Santos
y a vosotros hermanos
que intercedaís por mí ante Dios nuestro Señor.
Monseñor Demetrio Fernández González:
Dios Todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amen.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa
por eso ruego a Santa María, siempre Virgen
a los Ángeles, a los Santos
y a vosotros hermanos
que intercedaís por mí ante Dios nuestro Señor.
Monseñor Demetrio Fernández González:
Dios Todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amen.
03:33
Canto del Kyrie:
Coro de la Catedral de Córdoba
℣. Kyrie eleison.
℟. Kyrie eleison.
℣. Christe eleison.
℟. Christe eleison.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison.
Canto del Kyrie:
Coro de la Catedral de Córdoba
℣. Kyrie eleison.
℟. Kyrie eleison.
℣. Christe eleison.
℟. Christe eleison.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison.
03:33
Canto del Kyrie:
Coro de la Catedral de Córdoba
℣. Señor, Ten Piedad.
℟. Señor, Ten Piedad.
℣. Cristo, Ten Piedad.
℟. Cristo, Ten Piedad.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad.
Canto del Kyrie:
Coro de la Catedral de Córdoba
℣. Señor, Ten Piedad.
℟. Señor, Ten Piedad.
℣. Cristo, Ten Piedad.
℟. Cristo, Ten Piedad.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad.
Gloria en Latín
04:30
La Asamblea - Gloria:
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris.
℟. Amén.
04:30
La Asamblea - Gloria:
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris.
℟. Amén.
Gloria en Español
04:30
La Asamblea - Gloria:
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
℟. Amén.
04:30
La Asamblea - Gloria:
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
℟. Amén.
07:53
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos.
Dios Todopoderoso y Eterno
a quien instruidos
por el Espíritu Santo
nos atrevemos a llamar Padre
renueva en nuestros corazones
el Espíritu de la Adopción Filial
para que merezcamos acceder
a la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo tu hijo
que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
LITURGÍA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a.11-13a 1ª lectura: Permanece de pie en el monte ante el Señor.
09:02
Primera Lectura
En aquellos días, cuando Elías llegó hasta Horeb, el monte de Dios, se introdujo en la cueva y pasó la noche. Le llegó la palabra del Señor, que le dijo:
«Sal y permanece de pie en el monte ante el Señor».
Entonces paso el Señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante del Señor, aunque en el huracán el Señor no estaba el Señor. Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor. Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor.
Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se mantuvo en pie a la entrada de la cueva.
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
10:15
Lectura de los Salmos:
Salmo: Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
10:15
Lectura de los Salmos:
℣. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
℟. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
℣. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo
y a sus amigos». La salvación está cerca
de los que lo temen y la gloria
habitará en nuestra tierra. ℟.
℣. La misericordia y la fidelidad
se encuentran, la justicia
y la paz se besan; la fidelidad
brota de la tierra, y la justicia
mira desde el cielo. ℟.
℣. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. ℟.
13:17
Comentarista - xxx: - A continuación será la Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos: «desearía ser un proscrito, por el bien de mis hermanos».
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9,1-5 2ª lectura: Desearía ser un proscrito por el bien de mis hermanos.
13:36
Segunda Lectura
Hermanos:
Digo la verdad en Cristo, no miento - mi conciencia me atestigua que es así, en el Espíritu Santo, - : siento una gran tristeza y un dolor incesante en mi corazón; pues desearía ser yo mismo un proscrito, alejado de Cristo, por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne: ellos son israelitas y a ellos pertenecen el don de la filiación adoptiva, la gloria, las alianzas, el don de la ley, el culto y las promesas; suyos son los patriarcas y de ellos procede el Cristo, según la carne; el cual está por encima de todo, Dios bendito por los por los siglos, Amén.
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
14:34
Aclamación del Evangelio:
Aleluya Cf. Sal 129, 5 Espero en el Señor, espero en su palabra.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Espero en el Señor,
espero en su palabra. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
14:45
Comentarista - xxxx: - Proclamación del Santo Evangelio según San Mateo: «mándame ir a ti sobre el agua».
15:31
Lectura del Santo Evangelio:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-33 Evangelio: Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
15:31
Lectura del Santo Evangelio:
℣. El Señor esté con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟. Gloria a ti, Señor.
16:04
Lectura del Santo Evangelio:
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».
Pedro le contestó:
«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua».
Él le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame».
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo:
«Realmente eres Hijo de Dios».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús.
18:01
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Queridos hermanos, venimos a la Eucaristía del Domingo porque queremos encontrarnos con Dios. Y hoy a la Luz de la Palabra, que hemos escuchado, podíamos preguntarnos: ¿pero dónde está Dios?, ¿cómo se manifiesta?, ¿dónde? Para poder buscarlo y encontrarlo, no vaya a ser que le busquemos donde no está. La Primera Lectura, es una lección y una respuesta a esta pregunta ¿dónde?, ¿cómo?, ¿de qué manera se manifiesta Dios? Elías, el buscador de Dios, el Contemplativo y modelo de Contemplativos para la Historia de la Humanidad.
18:59
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Se fue al Monte Horeb, aquel Monte Sagrado donde Dios había hablado con su Pueblo y había establecido Alianza con su Pueblo. Pensaba Elías que Dios se le iba a manifestar en el huracán, un huracán que azotaba las piedras y resquebrajaba el monte. Pues allí no estaba Dios en ese momento, porque antes, en otras circunstancias Dios se había aparecido en el gran huracán, que secó el Mar Rojo. Y pudieron pasar los Israelitas a pie enjuto, en medio de las aguas. Y después vino como un terremoto, nos dice la Lectura, tampoco allí estaba Dios, en ese momento.
19:55
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Porque en el Monte Horeb, en una Teofanía anterior, había sido a base de relámpagos y truenos y terremoto. Y allí estuvo Dios presente con su Pueblo. O en el Fuego, recordamos todos como a Moisés Dios se le revela en la Zarza Ardiente. Dios tienen maneras y momentos diversos, diferentes de manifestarse. Pero en esta ocasión, se le manifiesta a Elías en la Suave Brisa. Inesperada, quizá Elías esperaba que Dios se pudiera manifestar de las otras muchas maneras. Que habitualmente se ha manifestado, pero en esta, le sorprende con la novedad.
20:49
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
De manifestarse en la Suave Brisa, lo importante es que nosotros estemos atentos. Porque Dios puede manifestarse en nuestras vidas de múltiples maneras. Y si no, vayamos al Evangelio, como se le manifiesta Jesús a Pedro. Podía haberle contado su vida y abrirle su corazón, en aquellas praderas, de las del Monte de las Bienaventuranzas. Ya lo hizo en otro momento, pero en el Evangelio de hoy, Jesucristo se aparece a los Apóstoles y concretamente a Pedro en medio de las Turbulencias del Lago. Parece según cuentan los expertos, que se las traía a que el Lago cuando se alborotaba.
21:42
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y podía zozobrar la barca y Jesús aparece al principio les da miedo, no lo reconocen. Pero es Jesús el que da una señal «Soy Yo, no tengáis miedo». Nuestra transposición a la vida personal sería, pero ¿cómo va a estar Dios en este revuelo?, ¿en este alboroto?, ¿en esta Tempestad que agita mi corazón?, ¿mi alma?, ¿que agita la sociedad? Momentos como los que vivimos, ¿cómo va a estar Dios ahí? si Dios es Paz, Dios es Serenidad, Dios es Alegría. Porque tanto dolor, porque tantas turbulencias, sin embargo Jesucristo se aparece y se manifiesta en ese momento para hacer ver que también ahí está Él.
22:38
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y quiere manifestar su Gloria y Pedro entonces le dice: «si eres Tú, dime que vaya hacia Ti». Y Jesús le dice con un imperativo divino: «¡ven!». Y Pedro va sobre las aguas. Pacémoslo a nuestra vida, ¿cómo es posible que Jesucristo, esté en mi vida? También en los momentos de alboroto y de turbulencia. Volvemos a escuchar, queridos seminaristas especialmente vosotros y todos. Jesús te dice: «tú ven y sígueme». Y las turbulencias, ya se calmaran, que para eso estoy Yo aquí.
23:30
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y mientras Pedro mira a Jesús, camina sobre las aguas, cuando su atención y su corazón están puestos en Jesucristo. La vida es fácil de vivirla, incluso en las turbulencias y en la tormenta. Pero cuando Pedro empieza a mirarse a sí mismo, no nos ha pasado, muchas veces a nosotros. Nos damos cuenta de lo inconstante es que somos, de los vicios y de los pecados de nuestro corazón. De las pasiones desordenadas, nos damos cuenta de todo y a veces se junta todo a la vez. Y al mirarnos nos hundimos, porque nuestra vida no tiene arreglo, si nos miramos a nosotros mismos.
24:20
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Hay que mirarle a Él y hay que escuchar su voz, qué nos dice: «¡ven!». Y de esta manera será posible caminar sobre las aguas, será posible como el mismo Jesús, termina el relato diciendo: «subid a la Barca». La Barca es la Iglesia, en esta y en otras Parábolas o Milagros o Pasajes del Evangelio. Es verdad que tu vida puede estar alborotada, por lo que sea. Cuando venimos a la Misa, cada uno viene con su propia historia a cuestas. Pero Jesucristo te dice: «¡ven!». Y aquí Jesucristo se hace presente, como en el Lago: «Soy Yo, no temáis». Y nosotros le miramos y pensamos «si eres Tú el que me llamas, yo te seguiré, a donde me llames y a donde tú vayas».
25:20
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y Él sostendrá nuestra vida e irá curando nuestras heridas, irá Sanando nuestro corazón, irá purificando nuestra alma. Irá haciéndonos un hombre nuevo, una persona nueva, porque Jesucristo ha venido para eso, para cambiar nuestra vida y para cambiar el mundo. Sigamos a Jesucristo y Él nos hará constatar, que Él está en nuestra vida, incluso en las turbulencias. En los momentos, como más secos, en donde no percibimos para nada la presencia de Dios. Aguanta un poco, está ahí Él, no se dejará esperar y te mostrará su rostro o en la brisa suave o en el huracán o en el fuego o en el terremoto o en el dolor y el sufrimiento, o en la soledad, o en la alegría.
26:21
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Él está ahí, espera y verás como se te aparece y se calmará en tu vida, esas turbulencias y podrás vivir en la Barca, con Pedro, con Jesús, con los demás Apóstoles y los demás Discípulos. Antes de este Milagro, Jesucristo nos dice el relato, se retiró en la noche, a solas. Y permanecía Él solo dos veces se subraya, esa soledad. Una soledad que es compañía, la Oración de Soledad con Dios, es soledad para escuchar a Dios. Es silencio para un diálogo más hondo, el tiempo de vacaciones, nos ayude a todos a intensificar y aumentar esos momentos de soledad, de silencio, donde uno experimenta que está solo y de esta manera, abrir su corazón, de par en par al Señor.
27:30
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Porque también en la Oración y sobre todo en la Oración, Jesucristo se hace presente. Nos muestra Su Rostro, nos abre Su Corazón, nos muestra Su Misericordia. Como hemos Cantado en el Salmo «muéstranos Señor, Tu Misericordia y danos Tu Salvación». ¿Tú de qué vives?, hay quienes dicen yo tengo una buena paga, el otro yo tengo una herencia, el otro, tu responde «yo vivo de la Misericordia de Dios». Que no se agota y que día tras día, me perdona y que día tras día, me anima y me impulsa a vivir una vida nueva.
28:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Una vida nueva que va haciendo el Espíritu Santo, en nuestro corazón, si le dejamos, si nos abrimos de par en par a su Acción Todopoderosa. Por tanto, no temas, la soledad, ni el huracán, ni el fuego, ni el terremoto, ni tampoco la brisa suave, cuando no pasa nada, ahí está Jesús. También en las turbulencias de la vida, pero si Él te ha dicho «¡ven!» síguele. Sigamos a Jesucristo y Él nos dará todo lo que su corazón rebosa de Amor y de Misericordia para todos nosotros. Pero no querría terminar sin hacer alusión a la Segunda Lectura de la Carta a los Romanos.
29:02
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Donde San Pablo expresa uno de los dolores más intensos de su corazón de Apóstol y de buen Judío. Es el texto de todo el Nuevo Testamento, donde mejor se expresa esa cercanía del Cristiano con el Pueblo Judío. Porque de ellos son los Patriarcas, la Ley, de ellos es Dios y de ellos han nacido Cristo, Dios bendito por los siglos. Y San Pablo dice: «a mí me gustaría incluso ser proscrito», -dice el texto original- «ser anatema», es decir: «ser como rechazado sufrir lo que hiciera falta, por los de mi Raza, por el Pueblo Judío».
29:47
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Hagamos nuestra esta Oración, el Pueblo Judío no es un pueblo errático y ajeno. Son nuestros hermanos mayores y este texto de la Carta a los Romanos nos lo ha traído en este domingo. Que sea una Intención y una Oración, que también ellos puedan contemplar el Rostro de Cristo, como el Mesías, el Salvador, el que tenía que venía al mundo. Y de esta manera, unos, otros y todos, podamos encontrar en Cristo, al Único Salvador y el Salvador de todos los hombres. Que mediante su muerte redentora y su resurrección, ofrece esta Salvación a todos los hombres continuamente.
30:34
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
También a ti, a mí y a cada uno «muéstranos Señor, Tu Misericordia y danos Tu Salvación», que Así Sea.
31:09
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
En Comunión con toda la Iglesia procesamos juntos nuestra Fe.
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos.
Dios Todopoderoso y Eterno
a quien instruidos
por el Espíritu Santo
nos atrevemos a llamar Padre
renueva en nuestros corazones
el Espíritu de la Adopción Filial
para que merezcamos acceder
a la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo tu hijo
que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
LITURGÍA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a.11-13a 1ª lectura: Permanece de pie en el monte ante el Señor.
09:02
Primera Lectura
En aquellos días, cuando Elías llegó hasta Horeb, el monte de Dios, se introdujo en la cueva y pasó la noche. Le llegó la palabra del Señor, que le dijo:
«Sal y permanece de pie en el monte ante el Señor».
Entonces paso el Señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante del Señor, aunque en el huracán el Señor no estaba el Señor. Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor. Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor.
Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se mantuvo en pie a la entrada de la cueva.
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
10:15
Lectura de los Salmos:
Salmo: Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
10:15
Lectura de los Salmos:
℣. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
℟. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
℣. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo
y a sus amigos». La salvación está cerca
de los que lo temen y la gloria
habitará en nuestra tierra. ℟.
℣. La misericordia y la fidelidad
se encuentran, la justicia
y la paz se besan; la fidelidad
brota de la tierra, y la justicia
mira desde el cielo. ℟.
℣. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. ℟.
13:17
Comentarista - xxx: - A continuación será la Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos: «desearía ser un proscrito, por el bien de mis hermanos».
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9,1-5 2ª lectura: Desearía ser un proscrito por el bien de mis hermanos.
13:36
Segunda Lectura
Hermanos:
Digo la verdad en Cristo, no miento - mi conciencia me atestigua que es así, en el Espíritu Santo, - : siento una gran tristeza y un dolor incesante en mi corazón; pues desearía ser yo mismo un proscrito, alejado de Cristo, por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne: ellos son israelitas y a ellos pertenecen el don de la filiación adoptiva, la gloria, las alianzas, el don de la ley, el culto y las promesas; suyos son los patriarcas y de ellos procede el Cristo, según la carne; el cual está por encima de todo, Dios bendito por los por los siglos, Amén.
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
14:34
Aclamación del Evangelio:
Aleluya Cf. Sal 129, 5 Espero en el Señor, espero en su palabra.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Espero en el Señor,
espero en su palabra. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
14:45
Comentarista - xxxx: - Proclamación del Santo Evangelio según San Mateo: «mándame ir a ti sobre el agua».
15:31
Lectura del Santo Evangelio:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-33 Evangelio: Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
15:31
Lectura del Santo Evangelio:
℣. El Señor esté con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟. Gloria a ti, Señor.
16:04
Lectura del Santo Evangelio:
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».
Pedro le contestó:
«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua».
Él le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame».
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
«¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo:
«Realmente eres Hijo de Dios».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús.
18:01
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Queridos hermanos, venimos a la Eucaristía del Domingo porque queremos encontrarnos con Dios. Y hoy a la Luz de la Palabra, que hemos escuchado, podíamos preguntarnos: ¿pero dónde está Dios?, ¿cómo se manifiesta?, ¿dónde? Para poder buscarlo y encontrarlo, no vaya a ser que le busquemos donde no está. La Primera Lectura, es una lección y una respuesta a esta pregunta ¿dónde?, ¿cómo?, ¿de qué manera se manifiesta Dios? Elías, el buscador de Dios, el Contemplativo y modelo de Contemplativos para la Historia de la Humanidad.
18:59
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Se fue al Monte Horeb, aquel Monte Sagrado donde Dios había hablado con su Pueblo y había establecido Alianza con su Pueblo. Pensaba Elías que Dios se le iba a manifestar en el huracán, un huracán que azotaba las piedras y resquebrajaba el monte. Pues allí no estaba Dios en ese momento, porque antes, en otras circunstancias Dios se había aparecido en el gran huracán, que secó el Mar Rojo. Y pudieron pasar los Israelitas a pie enjuto, en medio de las aguas. Y después vino como un terremoto, nos dice la Lectura, tampoco allí estaba Dios, en ese momento.
19:55
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Porque en el Monte Horeb, en una Teofanía anterior, había sido a base de relámpagos y truenos y terremoto. Y allí estuvo Dios presente con su Pueblo. O en el Fuego, recordamos todos como a Moisés Dios se le revela en la Zarza Ardiente. Dios tienen maneras y momentos diversos, diferentes de manifestarse. Pero en esta ocasión, se le manifiesta a Elías en la Suave Brisa. Inesperada, quizá Elías esperaba que Dios se pudiera manifestar de las otras muchas maneras. Que habitualmente se ha manifestado, pero en esta, le sorprende con la novedad.
20:49
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
De manifestarse en la Suave Brisa, lo importante es que nosotros estemos atentos. Porque Dios puede manifestarse en nuestras vidas de múltiples maneras. Y si no, vayamos al Evangelio, como se le manifiesta Jesús a Pedro. Podía haberle contado su vida y abrirle su corazón, en aquellas praderas, de las del Monte de las Bienaventuranzas. Ya lo hizo en otro momento, pero en el Evangelio de hoy, Jesucristo se aparece a los Apóstoles y concretamente a Pedro en medio de las Turbulencias del Lago. Parece según cuentan los expertos, que se las traía a que el Lago cuando se alborotaba.
21:42
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y podía zozobrar la barca y Jesús aparece al principio les da miedo, no lo reconocen. Pero es Jesús el que da una señal «Soy Yo, no tengáis miedo». Nuestra transposición a la vida personal sería, pero ¿cómo va a estar Dios en este revuelo?, ¿en este alboroto?, ¿en esta Tempestad que agita mi corazón?, ¿mi alma?, ¿que agita la sociedad? Momentos como los que vivimos, ¿cómo va a estar Dios ahí? si Dios es Paz, Dios es Serenidad, Dios es Alegría. Porque tanto dolor, porque tantas turbulencias, sin embargo Jesucristo se aparece y se manifiesta en ese momento para hacer ver que también ahí está Él.
22:38
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y quiere manifestar su Gloria y Pedro entonces le dice: «si eres Tú, dime que vaya hacia Ti». Y Jesús le dice con un imperativo divino: «¡ven!». Y Pedro va sobre las aguas. Pacémoslo a nuestra vida, ¿cómo es posible que Jesucristo, esté en mi vida? También en los momentos de alboroto y de turbulencia. Volvemos a escuchar, queridos seminaristas especialmente vosotros y todos. Jesús te dice: «tú ven y sígueme». Y las turbulencias, ya se calmaran, que para eso estoy Yo aquí.
23:30
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y mientras Pedro mira a Jesús, camina sobre las aguas, cuando su atención y su corazón están puestos en Jesucristo. La vida es fácil de vivirla, incluso en las turbulencias y en la tormenta. Pero cuando Pedro empieza a mirarse a sí mismo, no nos ha pasado, muchas veces a nosotros. Nos damos cuenta de lo inconstante es que somos, de los vicios y de los pecados de nuestro corazón. De las pasiones desordenadas, nos damos cuenta de todo y a veces se junta todo a la vez. Y al mirarnos nos hundimos, porque nuestra vida no tiene arreglo, si nos miramos a nosotros mismos.
24:20
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Hay que mirarle a Él y hay que escuchar su voz, qué nos dice: «¡ven!». Y de esta manera será posible caminar sobre las aguas, será posible como el mismo Jesús, termina el relato diciendo: «subid a la Barca». La Barca es la Iglesia, en esta y en otras Parábolas o Milagros o Pasajes del Evangelio. Es verdad que tu vida puede estar alborotada, por lo que sea. Cuando venimos a la Misa, cada uno viene con su propia historia a cuestas. Pero Jesucristo te dice: «¡ven!». Y aquí Jesucristo se hace presente, como en el Lago: «Soy Yo, no temáis». Y nosotros le miramos y pensamos «si eres Tú el que me llamas, yo te seguiré, a donde me llames y a donde tú vayas».
25:20
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Y Él sostendrá nuestra vida e irá curando nuestras heridas, irá Sanando nuestro corazón, irá purificando nuestra alma. Irá haciéndonos un hombre nuevo, una persona nueva, porque Jesucristo ha venido para eso, para cambiar nuestra vida y para cambiar el mundo. Sigamos a Jesucristo y Él nos hará constatar, que Él está en nuestra vida, incluso en las turbulencias. En los momentos, como más secos, en donde no percibimos para nada la presencia de Dios. Aguanta un poco, está ahí Él, no se dejará esperar y te mostrará su rostro o en la brisa suave o en el huracán o en el fuego o en el terremoto o en el dolor y el sufrimiento, o en la soledad, o en la alegría.
26:21
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Él está ahí, espera y verás como se te aparece y se calmará en tu vida, esas turbulencias y podrás vivir en la Barca, con Pedro, con Jesús, con los demás Apóstoles y los demás Discípulos. Antes de este Milagro, Jesucristo nos dice el relato, se retiró en la noche, a solas. Y permanecía Él solo dos veces se subraya, esa soledad. Una soledad que es compañía, la Oración de Soledad con Dios, es soledad para escuchar a Dios. Es silencio para un diálogo más hondo, el tiempo de vacaciones, nos ayude a todos a intensificar y aumentar esos momentos de soledad, de silencio, donde uno experimenta que está solo y de esta manera, abrir su corazón, de par en par al Señor.
27:30
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Porque también en la Oración y sobre todo en la Oración, Jesucristo se hace presente. Nos muestra Su Rostro, nos abre Su Corazón, nos muestra Su Misericordia. Como hemos Cantado en el Salmo «muéstranos Señor, Tu Misericordia y danos Tu Salvación». ¿Tú de qué vives?, hay quienes dicen yo tengo una buena paga, el otro yo tengo una herencia, el otro, tu responde «yo vivo de la Misericordia de Dios». Que no se agota y que día tras día, me perdona y que día tras día, me anima y me impulsa a vivir una vida nueva.
28:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Una vida nueva que va haciendo el Espíritu Santo, en nuestro corazón, si le dejamos, si nos abrimos de par en par a su Acción Todopoderosa. Por tanto, no temas, la soledad, ni el huracán, ni el fuego, ni el terremoto, ni tampoco la brisa suave, cuando no pasa nada, ahí está Jesús. También en las turbulencias de la vida, pero si Él te ha dicho «¡ven!» síguele. Sigamos a Jesucristo y Él nos dará todo lo que su corazón rebosa de Amor y de Misericordia para todos nosotros. Pero no querría terminar sin hacer alusión a la Segunda Lectura de la Carta a los Romanos.
29:02
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Donde San Pablo expresa uno de los dolores más intensos de su corazón de Apóstol y de buen Judío. Es el texto de todo el Nuevo Testamento, donde mejor se expresa esa cercanía del Cristiano con el Pueblo Judío. Porque de ellos son los Patriarcas, la Ley, de ellos es Dios y de ellos han nacido Cristo, Dios bendito por los siglos. Y San Pablo dice: «a mí me gustaría incluso ser proscrito», -dice el texto original- «ser anatema», es decir: «ser como rechazado sufrir lo que hiciera falta, por los de mi Raza, por el Pueblo Judío».
29:47
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Hagamos nuestra esta Oración, el Pueblo Judío no es un pueblo errático y ajeno. Son nuestros hermanos mayores y este texto de la Carta a los Romanos nos lo ha traído en este domingo. Que sea una Intención y una Oración, que también ellos puedan contemplar el Rostro de Cristo, como el Mesías, el Salvador, el que tenía que venía al mundo. Y de esta manera, unos, otros y todos, podamos encontrar en Cristo, al Único Salvador y el Salvador de todos los hombres. Que mediante su muerte redentora y su resurrección, ofrece esta Salvación a todos los hombres continuamente.
30:34
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
También a ti, a mí y a cada uno «muéstranos Señor, Tu Misericordia y danos Tu Salvación», que Así Sea.
31:09
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
En Comunión con toda la Iglesia procesamos juntos nuestra Fe.
CREDO - Nicceno Costantinopolitano
31:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Credo in unum Deum,
Patrem omnipotentem,
factorem cæli et terræ,
visibilium ominum et invisibilium.
Et in unum Dominum Iesum Chrustum
Filium Dei unigenitum.
Et ex Patre natum ante ómnia sæcula.
Deum de Deo, lumen de lumine,
Deum verum de Deo vero.
Géntium, non factum, consubtantialem Patri:
per quem omnia facta sunt.
Qui propter nos homines
et propter nostram salutem descendit de cælis
Et incarnatus est de Spiritu Sancto
ex María Virgine et homo factus est.
Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato;
passus et sepultus est.
Et resurrexit tertia die, secundum scripturas.
Et ascedit in cælum: sedet ad dextram Patris.
Et iterum venturus est cum gloria
inducare vivos et mortuos:
cuius regni non erit finis.
Et in Spiritum Sanctum,
Dominum et vivificantem:
qui ex Patre et Filióque procedit.
Qui cum Patre et Filio
simul adoratur et conglorificatur;
qui locutus est per Prophetas.
Et unam sanctam catholicam
et apostolicam Ecclesiam.
Confiteor unum baptisma
in remissionem peccatorum.
Et exspecto resurrectionem mortuorum.
Et vitam venturi sæculi.
℟. Amen.
31:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Credo in unum Deum,
Patrem omnipotentem,
factorem cæli et terræ,
visibilium ominum et invisibilium.
Et in unum Dominum Iesum Chrustum
Filium Dei unigenitum.
Et ex Patre natum ante ómnia sæcula.
Deum de Deo, lumen de lumine,
Deum verum de Deo vero.
Géntium, non factum, consubtantialem Patri:
per quem omnia facta sunt.
Qui propter nos homines
et propter nostram salutem descendit de cælis
Et incarnatus est de Spiritu Sancto
ex María Virgine et homo factus est.
Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato;
passus et sepultus est.
Et resurrexit tertia die, secundum scripturas.
Et ascedit in cælum: sedet ad dextram Patris.
Et iterum venturus est cum gloria
inducare vivos et mortuos:
cuius regni non erit finis.
Et in Spiritum Sanctum,
Dominum et vivificantem:
qui ex Patre et Filióque procedit.
Qui cum Patre et Filio
simul adoratur et conglorificatur;
qui locutus est per Prophetas.
Et unam sanctam catholicam
et apostolicam Ecclesiam.
Confiteor unum baptisma
in remissionem peccatorum.
Et exspecto resurrectionem mortuorum.
Et vitam venturi sæculi.
℟. Amen.
CREDO - Nicceno Costantinopolitano
31:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor Jesucristo
Hijo único de Dios.
Nacido del Padre antes de todos los siglos.
Dios de Dios, luz de luz,
Dios verdadero de Dios verdadero.
Engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre
por quien todo fue hecho.
Que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación bajó de los cielos
Y por obra y gracia
del Espíritu Santo se encarnó
de María la Virgen y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado, muerto
y sepultado en tiempos de Poncio Pilatos.
Y resucitó al tercer día, según las escrituras.
Y subió al cielo: y está sentado
a la derecha de Dios Padre.
Y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos:
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida:
que procede del Padre y del Hijo.
Que con el Padre y el Hijo
recibe la misma adoración y gloria;
y que habló por los Profetas.
Creo en la Iglesia que es una, santa,
católica y apostólica.
Creo en un solo bautismo
para el perdón de nuestros pecados.
Espero la resurrección de los muertos.
Y la vida eterna.
℟. Amen.
31:14
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor Jesucristo
Hijo único de Dios.
Nacido del Padre antes de todos los siglos.
Dios de Dios, luz de luz,
Dios verdadero de Dios verdadero.
Engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre
por quien todo fue hecho.
Que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación bajó de los cielos
Y por obra y gracia
del Espíritu Santo se encarnó
de María la Virgen y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado, muerto
y sepultado en tiempos de Poncio Pilatos.
Y resucitó al tercer día, según las escrituras.
Y subió al cielo: y está sentado
a la derecha de Dios Padre.
Y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos:
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida:
que procede del Padre y del Hijo.
Que con el Padre y el Hijo
recibe la misma adoración y gloria;
y que habló por los Profetas.
Creo en la Iglesia que es una, santa,
católica y apostólica.
Creo en un solo bautismo
para el perdón de nuestros pecados.
Espero la resurrección de los muertos.
Y la vida eterna.
℟. Amen.
32:48
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos hermanos al Señor nuestro Dios.
PETICIONES
32:52
PETICIONES:
℣. Por la Iglesia
Para que retorne siempre
a sus fuentes y se purifique
de las adherencias negativas
del correr de los tiempos.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por todas las Naciones
que se debaten en la oscuridad
del materialismo, de la injusticia
o del paganismo
para que no tengan miedo
en reconocer a Jesucristo
como Único Salvador.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por los que tienen miedo
los que vacilan en su Fe
para que recobre
la confianza en Jesús
Señor de la Iglesia
que camina sobre el oleaje.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por cuantos estamos aquí reunidos
para que el Señor nos guarde
en la Fe y nos reúna
en el Reino de Su Hijo.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
33:44
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Muéstranos Señor Tu Misericordia
y danos Tu Salvación.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
38:16
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Orad, hermanos para que este sacrificio
mío y vuestro sea agradable
a Dios Padre Todopoderoso.
℟. El Señor reciba de Tus manos
este Sacrificio para alabanza
y gloria de tu nombre
y para nuestro bien y el de toda
Su Santa Iglesia.
℟. Amén.
38:34
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Acepta complacido Señor
los Dones que en Tu misericordia
has dado a Tu Iglesia
para que pueda ofrecértelos
ly que ahora transformas con Tu poder
en Sacramento de nuestra Salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amén.
39:00
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. El Señor esté con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, Nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
39:28
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar, Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor Nuestro
quien por su Misterio Pascual
realizó la Obra maravillosa
de llamarnos de la esclavitud
del pecado y de la muerte
al honor de ser estirpe Elegida
Sacerdocio Real, Nación Consagrada
Pueblo de su propiedad
para que trasladados de las tinieblas
a tu luz admirable proclamemos
ante el mundo Tus maravillas
por eso con los Ángeles
y Arcángeles, Tronos y Dominaciones
y con todos los Coros Celestiales
cantamos sin cesar el Himno de Tu Gloria:
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos hermanos al Señor nuestro Dios.
PETICIONES
32:52
PETICIONES:
℣. Por la Iglesia
Para que retorne siempre
a sus fuentes y se purifique
de las adherencias negativas
del correr de los tiempos.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por todas las Naciones
que se debaten en la oscuridad
del materialismo, de la injusticia
o del paganismo
para que no tengan miedo
en reconocer a Jesucristo
como Único Salvador.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por los que tienen miedo
los que vacilan en su Fe
para que recobre
la confianza en Jesús
Señor de la Iglesia
que camina sobre el oleaje.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
℣. Por cuantos estamos aquí reunidos
para que el Señor nos guarde
en la Fe y nos reúna
en el Reino de Su Hijo.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos, Oyenos.
33:44
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Muéstranos Señor Tu Misericordia
y danos Tu Salvación.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
38:16
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Orad, hermanos para que este sacrificio
mío y vuestro sea agradable
a Dios Padre Todopoderoso.
℟. El Señor reciba de Tus manos
este Sacrificio para alabanza
y gloria de tu nombre
y para nuestro bien y el de toda
Su Santa Iglesia.
℟. Amén.
38:34
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Acepta complacido Señor
los Dones que en Tu misericordia
has dado a Tu Iglesia
para que pueda ofrecértelos
ly que ahora transformas con Tu poder
en Sacramento de nuestra Salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amén.
39:00
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. El Señor esté con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, Nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
39:28
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar, Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor Nuestro
quien por su Misterio Pascual
realizó la Obra maravillosa
de llamarnos de la esclavitud
del pecado y de la muerte
al honor de ser estirpe Elegida
Sacerdocio Real, Nación Consagrada
Pueblo de su propiedad
para que trasladados de las tinieblas
a tu luz admirable proclamemos
ante el mundo Tus maravillas
por eso con los Ángeles
y Arcángeles, Tronos y Dominaciones
y con todos los Coros Celestiales
cantamos sin cesar el Himno de Tu Gloria:
40:21
Coro de la Catedral de Córdoba:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt cæli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.
Coro de la Catedral de Córdoba:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt cæli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.
40:21
Coro de la Catedral de Córdoba:
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Es el Señor Dios del Universo.
Llenos están el Cielo y la Tierra
Llenos están el Cielo y la Tierra
De Tu Gloria.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
Bendito el que viene, en nombre del Señor.
Bendito el que viene, en nombre del Señor.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
Coro de la Catedral de Córdoba:
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Es el Señor Dios del Universo.
Llenos están el Cielo y la Tierra
Llenos están el Cielo y la Tierra
De Tu Gloria.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
Bendito el que viene, en nombre del Señor.
Bendito el que viene, en nombre del Señor.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
¡Hosanna! en el Cielo.
42:29
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Santo eres en verdad Padre
y con razón te Alaban
todas Tus Criaturas
ya que por Jesucristo Tu Hijo,
Señor Nuestro, con la Fuerza
del Espíritu Santo Das Vida
y Santificas todo y congregas
a Tu Pueblo sin cesar
para que ofrezca en Tu Honor
un Sacrificio sin mancha
desde donde sale el Sol
hasta el ocaso, por eso Padre
Te suplicamos que Santifiques
por el mismo Espíritu estos Dones
que hemos separado para Ti
de manera que se conviertan
en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo Hijo Tuyo
y Señor nuestro que nos mandó
Celebrar estos Misterios
porque Él mismo la noche
en que iba a ser entregado
tomó Pan y dando gracias
Te bendijo lo partió
y lo dio a sus Discípulos
diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
43:45
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Del mismo modo, acabada la Cena,
tomó el Caliz, dando gracias
te bendijo, y lo pasó
a Sus Discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
44:25
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Éste es el Sacramento de nuestra Fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu Resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
44:50
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Así pues Padre al Celebrar
ahora el Memorial
de la Pasión Salvadora
de Tu Hijo de su admirable
Resurrección y Ascensión al Cielo
mientras esperamos su venida
gloriosa te ofrecemos
en esta Acción de Gracias
el Sacrificio Vivo y Santo
dirige Tu Mirada sobre la Ofrenda
de Tu Iglesia y reconoce en ella
la víctima por cuya inmolación
quisiste devolvernos Tu Amistad
para que fortalecidos
con el Cuerpo y la Sangre de tu hijo
y llenos de su Espíritu Santo
formemos en Cristo
un solo Cuerpo y un solo Espíritu.
45:33
1º Concelebrante:
xxx:
Que Él nos transforme en ofrenda
permanente, para que gocemos
de Tu Heredad junto
con Tus elegidos con María
la Virgen, Madre de Dios
su esposo San José
los Apóstoles y los Mártires
San Aciclo y Santa Victoria
y todos los Santos por cuya
Intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos Padre que esta víctima
de Reconciliación traiga la Paz
y la Salvación al mundo entero
confirma en la Fe y en la Caridad
a Tu Iglesia Peregrina en la tierra
a Tu servidor el Papa Francisco
a nuestro Obispo Demetrio
al Orden Episcopal
a los Presbíteros y Diáconos
y a todo el pueblo redimido
por Tí, atiende los deseos
y súplicas de esta familia
que ha congregado en Tu Presencia
en el Domingo día en que Cristo
ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipe
de Su Vida Inmortal
reúne en torno a Tí Padre
misericordioso a todos Tus hijos
dispersos por el mundo
a nuestros hermanos difuntos
cuántos murieron en Tu Amistad
recíbelos en Tu Reino
donde esperamos gozar todos
juntos de la plenitud eterna
de Tu Gloria por Cristo
Señor Nuestro por quién concedes
al mundo todos los bienes:
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Santo eres en verdad Padre
y con razón te Alaban
todas Tus Criaturas
ya que por Jesucristo Tu Hijo,
Señor Nuestro, con la Fuerza
del Espíritu Santo Das Vida
y Santificas todo y congregas
a Tu Pueblo sin cesar
para que ofrezca en Tu Honor
un Sacrificio sin mancha
desde donde sale el Sol
hasta el ocaso, por eso Padre
Te suplicamos que Santifiques
por el mismo Espíritu estos Dones
que hemos separado para Ti
de manera que se conviertan
en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo Hijo Tuyo
y Señor nuestro que nos mandó
Celebrar estos Misterios
porque Él mismo la noche
en que iba a ser entregado
tomó Pan y dando gracias
Te bendijo lo partió
y lo dio a sus Discípulos
diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
43:45
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Del mismo modo, acabada la Cena,
tomó el Caliz, dando gracias
te bendijo, y lo pasó
a Sus Discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
44:25
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Éste es el Sacramento de nuestra Fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu Resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
44:50
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Así pues Padre al Celebrar
ahora el Memorial
de la Pasión Salvadora
de Tu Hijo de su admirable
Resurrección y Ascensión al Cielo
mientras esperamos su venida
gloriosa te ofrecemos
en esta Acción de Gracias
el Sacrificio Vivo y Santo
dirige Tu Mirada sobre la Ofrenda
de Tu Iglesia y reconoce en ella
la víctima por cuya inmolación
quisiste devolvernos Tu Amistad
para que fortalecidos
con el Cuerpo y la Sangre de tu hijo
y llenos de su Espíritu Santo
formemos en Cristo
un solo Cuerpo y un solo Espíritu.
45:33
1º Concelebrante:
xxx:
Que Él nos transforme en ofrenda
permanente, para que gocemos
de Tu Heredad junto
con Tus elegidos con María
la Virgen, Madre de Dios
su esposo San José
los Apóstoles y los Mártires
San Aciclo y Santa Victoria
y todos los Santos por cuya
Intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos Padre que esta víctima
de Reconciliación traiga la Paz
y la Salvación al mundo entero
confirma en la Fe y en la Caridad
a Tu Iglesia Peregrina en la tierra
a Tu servidor el Papa Francisco
a nuestro Obispo Demetrio
al Orden Episcopal
a los Presbíteros y Diáconos
y a todo el pueblo redimido
por Tí, atiende los deseos
y súplicas de esta familia
que ha congregado en Tu Presencia
en el Domingo día en que Cristo
ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipe
de Su Vida Inmortal
reúne en torno a Tí Padre
misericordioso a todos Tus hijos
dispersos por el mundo
a nuestros hermanos difuntos
cuántos murieron en Tu Amistad
recíbelos en Tu Reino
donde esperamos gozar todos
juntos de la plenitud eterna
de Tu Gloria por Cristo
Señor Nuestro por quién concedes
al mundo todos los bienes:
46:52
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Per ipsum, et cum ipso, et in ipso,
est tibi Deo Patri omnipoténti,
in unitáte Spíritus Sancti,
omnis honor et glória
per ómnia sæcula sæculórum.
℟. Amén.
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Per ipsum, et cum ipso, et in ipso,
est tibi Deo Patri omnipoténti,
in unitáte Spíritus Sancti,
omnis honor et glória
per ómnia sæcula sæculórum.
℟. Amén.
46:52
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Por Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre Omnipotente,
en la Unidad del Espíritu Santo,
todo Honor y toda Gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Por Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre Omnipotente,
en la Unidad del Espíritu Santo,
todo Honor y toda Gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
47:19
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo Su Divina Enseñanza nos atrevemos a decir:
PADRE NUESTRO
47:27
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
47:53
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
La Asamblea
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
48:18
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Señor Jesucristo, que dijiste a Tus Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
48:39
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. La Paz del Señor esté siempre con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Expresamos con algún este deseo de Paz
℟. La Paz sea contigo.
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo Su Divina Enseñanza nos atrevemos a decir:
PADRE NUESTRO
47:27
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
47:53
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
La Asamblea
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
48:18
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
Señor Jesucristo, que dijiste a Tus Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
48:39
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. La Paz del Señor esté siempre con Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Expresamos con algún este deseo de Paz
℟. La Paz sea contigo.
49:04
Coro de la Catedral de Córdoba
℣. Agnus Dei,
Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei,
Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei,
Qui tollis peccata mundi,
℟. Dona nobis pacem.
Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei,
Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei,
Qui tollis peccata mundi,
℟. Dona nobis pacem.
℣. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
que quitas el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
49:57
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los Invitados
a la Cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo, me guarde para la Vida Eterna.
℟. Amen.
50:18
Comentarios: Don Francisco Pérez Jimenez: - Diez minutos para la 13:00 del mediodía. Continuamos ofreciéndole la Eucaristía correspondiente al XIX Domingo de Tiempo Ordinario, desde la Santa Iglesia Catedral de Córdoba. Eucaristía que está siendo Transmitida por 13 Televisión y por las Televisiones Locales y Provinciales que se unen como cada domingo a nuestras retransmisiones. Preside el Altar Eucarístico el Obispo de la Diócesis Cordobesa Monseñor Demetrio Fernández González, el cual querido compañero, que es lo más destacado que nos ha ofrecido hoy el Prelado de la Diócesis, en su Homilía.
51:01
Comentarista: - Pues Monseñor Demetrio Fernández nos ha dicho que venimos a la Eucaristía para encontrarnos con Dios. Pero debemos buscarlo donde está y es que en la Primera Lectura Dios se manifiesta a Elías en el Monte Sagrado, no en el huracán, ni en el terremoto. Como había hecho otras veces, sino en la suave brisa. Y es que Dios tiene diversas maneras de manifestarse. Esta vez lo hace en la brisa, estad atentos nos ha dicho nuestro Obispo porque Dios puede manifestarse de muchas formas. Por ejemplo, hoy también a Pedro en las Turbulencias del Lago, donde los Apóstoles no lo esperaban.
51:39
Comentarista: - Hasta tal punto que es el mismo Jesús quien tiene que indicarle que es Él. Dios está en nuestra vida también en las turbulencias y nos dice ven y sígueme. Y mientras lo miramos, como Pedro caminaremos sobre las aguas, pero como Pedro si dejamos de mirarlo, para mirarnos a nosotros mismos nos hundiremos. Nos ha dicho nuestro Obispo, «¡subid a la Barca que es la Iglesia!» Porque Cristo se hace presente como en el Lago y Él nos sostendrá, haciéndonos nuevas personas.
52:12
Comentarista: - Sigamos a Cristo incluso en la tempestad, porque Él nos mostrará Su Rostro. Que bien puede ser en la brisa suave, o en el fuego, en el dolor, o en la alegría. Pero recordad que Cristo antes de este relato Evangélico se retiró solo. Y este tiempo de vacaciones nos puede ayudar a encontrar esos momentos de Oración, en Soledad. De diálogo directo e íntimo con Dios. Ha concluido diciendo: «vivamos la misericordia de Dios, que no se agota y nos dirige si nosotros le dejamos». Abriéndonos, abriéndole nuestro corazón.
52:51
Comentarista: - Ha concluido con una referencia a la Segunda Lectura, en la que San Pablo expresa su dolor desde la cercanía con el Pueblo Judío. Por ese Pueblo y esa Raza, Oremos por ellos, para que finalmente también puedan contemplar, el Rostro de Cristo como Salvador. Ha dicho nuestro Obispo y lo he dicho como decíamos al principio que no pudo oirse por un problema de micrófonos. El día en el que la Iglesia Celebra a la Festividad de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, que en el mundo fue Edith Stein.
53:25
Comentarista: - Una importante Filósofa de Origen Judío, a la que la Lectura de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz hizo abrazar el Cristianismo. Y Profesar como Carmelita, fue Martirizada en el Campo de Concentración de Auschwitz en la II Guerra Mundial.
53:48
Comentarios: Don Francisco Pérez Jimenez: - Pues muy bien, ésta ha sido a grandes rasgos la Homilía que nos ha ofrecido en el día de hoy Monseñor Demetrio Fernández González. Obispo de la Diócesis Cordobesa. Estamos llegando ya al final de esta retransmisión ya solamente queda la última parte de la Liturgia que es la Oración de Acción de Gracias. Y el Celebrante impartirá la Bendición a todos los asistentes a esta Eucaristía.
55:10
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos.
La Comunión en Tus Sacramentos
no salve Señor y nos afiance
en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
55:42
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu.
℣. Bendito sea el Nombre del Señor
℟. Ahora y por todos los siglos.
℣. Nuestro auxilio es el Nombre del Señor.
℟. Que hizo el cielo y la tierra.
Inclináos para recibir la Bendición.
℣. Y la Bendición de Dios Todopoderoso
✠ Padre, ✠ Hijo y ✠ Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
℟. Amen.
℣. Podéis ir en Paz.
℟. Demos gracias al Señor.
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los Invitados
a la Cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo, me guarde para la Vida Eterna.
℟. Amen.
50:18
Comentarios: Don Francisco Pérez Jimenez: - Diez minutos para la 13:00 del mediodía. Continuamos ofreciéndole la Eucaristía correspondiente al XIX Domingo de Tiempo Ordinario, desde la Santa Iglesia Catedral de Córdoba. Eucaristía que está siendo Transmitida por 13 Televisión y por las Televisiones Locales y Provinciales que se unen como cada domingo a nuestras retransmisiones. Preside el Altar Eucarístico el Obispo de la Diócesis Cordobesa Monseñor Demetrio Fernández González, el cual querido compañero, que es lo más destacado que nos ha ofrecido hoy el Prelado de la Diócesis, en su Homilía.
51:01
Comentarista: - Pues Monseñor Demetrio Fernández nos ha dicho que venimos a la Eucaristía para encontrarnos con Dios. Pero debemos buscarlo donde está y es que en la Primera Lectura Dios se manifiesta a Elías en el Monte Sagrado, no en el huracán, ni en el terremoto. Como había hecho otras veces, sino en la suave brisa. Y es que Dios tiene diversas maneras de manifestarse. Esta vez lo hace en la brisa, estad atentos nos ha dicho nuestro Obispo porque Dios puede manifestarse de muchas formas. Por ejemplo, hoy también a Pedro en las Turbulencias del Lago, donde los Apóstoles no lo esperaban.
51:39
Comentarista: - Hasta tal punto que es el mismo Jesús quien tiene que indicarle que es Él. Dios está en nuestra vida también en las turbulencias y nos dice ven y sígueme. Y mientras lo miramos, como Pedro caminaremos sobre las aguas, pero como Pedro si dejamos de mirarlo, para mirarnos a nosotros mismos nos hundiremos. Nos ha dicho nuestro Obispo, «¡subid a la Barca que es la Iglesia!» Porque Cristo se hace presente como en el Lago y Él nos sostendrá, haciéndonos nuevas personas.
52:12
Comentarista: - Sigamos a Cristo incluso en la tempestad, porque Él nos mostrará Su Rostro. Que bien puede ser en la brisa suave, o en el fuego, en el dolor, o en la alegría. Pero recordad que Cristo antes de este relato Evangélico se retiró solo. Y este tiempo de vacaciones nos puede ayudar a encontrar esos momentos de Oración, en Soledad. De diálogo directo e íntimo con Dios. Ha concluido diciendo: «vivamos la misericordia de Dios, que no se agota y nos dirige si nosotros le dejamos». Abriéndonos, abriéndole nuestro corazón.
52:51
Comentarista: - Ha concluido con una referencia a la Segunda Lectura, en la que San Pablo expresa su dolor desde la cercanía con el Pueblo Judío. Por ese Pueblo y esa Raza, Oremos por ellos, para que finalmente también puedan contemplar, el Rostro de Cristo como Salvador. Ha dicho nuestro Obispo y lo he dicho como decíamos al principio que no pudo oirse por un problema de micrófonos. El día en el que la Iglesia Celebra a la Festividad de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, que en el mundo fue Edith Stein.
53:25
Comentarista: - Una importante Filósofa de Origen Judío, a la que la Lectura de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz hizo abrazar el Cristianismo. Y Profesar como Carmelita, fue Martirizada en el Campo de Concentración de Auschwitz en la II Guerra Mundial.
53:48
Comentarios: Don Francisco Pérez Jimenez: - Pues muy bien, ésta ha sido a grandes rasgos la Homilía que nos ha ofrecido en el día de hoy Monseñor Demetrio Fernández González. Obispo de la Diócesis Cordobesa. Estamos llegando ya al final de esta retransmisión ya solamente queda la última parte de la Liturgia que es la Oración de Acción de Gracias. Y el Celebrante impartirá la Bendición a todos los asistentes a esta Eucaristía.
55:10
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. Oremos.
La Comunión en Tus Sacramentos
no salve Señor y nos afiance
en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
55:42
Monseñor Don Demetrio Fernández González:
Obispo de Córdoba:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu.
℣. Bendito sea el Nombre del Señor
℟. Ahora y por todos los siglos.
℣. Nuestro auxilio es el Nombre del Señor.
℟. Que hizo el cielo y la tierra.
Inclináos para recibir la Bendición.
℣. Y la Bendición de Dios Todopoderoso
✠ Padre, ✠ Hijo y ✠ Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
℟. Amen.
℣. Podéis ir en Paz.
℟. Demos gracias al Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.