Palabra de Vida 15/5/18:
«Padre, glorifica a tu Hijo»
Por P. Jesús Higueras
«Padre, glorifica a tu Hijo»
Por P. Jesús Higueras
Camino Católico
Publicado el 15 may. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 15 de mayo de 2018, martes de la 7ª semana de Pascua, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 17, 1-11a:
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, dijo Jesús:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado . Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese.
He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado . Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese.
He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban
00:19
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Padre glorifica a Tu Hijo». Es curioso cuando el Evangelio Jesús pide al Padre ser glorificado. Él no se refiere a la gloria de un Trono de Marfil, que la gente le cante las alabanzas. Sino precisamente cuando Jesucristo habla de su gloria, habla de Su Pasión. Glorificar al Hijo, significa: «Padre concédeme entregar mi vida, saber sufrir, saber aceptar la corona de espinas, los azotes, los clavos, la cruz».
00:48
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Concédeme aceptar en definitiva pues «esa muerte terrible, por la que Él vino al mundo». Y por tanto cuando Cristo dice: «glorifica a Tu Hijo», es que esa belleza de Cristo sea conocida por el mundo. Pero sobre todo la belleza de aquel que entrega la vida y que sabe sufrir. A veces pensamos que la belleza es una cuestión estética, esa Señora que guapa es, que bien viste, qué buen gusto tiene. Esa casa o ese paisaje tan bonito.
01:11
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - La belleza, efectivamente hay una belleza visual, pero hay una belleza que es la belleza del corazón. Cuando Cristo dice: «Padre, glorifica a Tu Hijo», glorificame a Mi, es decir, que el mundo pueda conocer la belleza que hay en mi corazón. Porque yo estoy dispuesto a pasarlo todo, hacer lo que haga falta, para que los hombres puedan salvarse, para que puedan llegar cielo. Esto significa la glorificación de Jesucristo y por eso nosotros cuando miramos a un Crucificado, miramos a un Resucitado.
01:38
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - No vemos simplemente si es estilo románico, gótico, renacentista, barroco, no. Miramos la belleza de lo que pasa en el corazón de Cristo. Esa es la gloria de Cristo, la glorificación de Cristo es saber, manifestar pues cuánto nos quiere. Con su serenidad, con su mansedumbre y lo mismo se podría decir de las personas. ¿Cuánta belleza interior tienen las personas que saben sufrir en silencio?, que saben entregarse por los suyos sin pasar factura. Que saben perdonar y no guardar rencores. Esa es la belleza de las almas. No es tanto la belleza exterior, la belleza exterior hay momentos de la vida que es muy intensa y hay momentos de la vida en que en que desaparece como es lógico.
02:18
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Sin embargo la belleza interior, siempre está. Porque lo que somos por fuera, no tiene que ver con lo que somos por dentro. Lo que una persona es por dentro efectivamente es una capacidad de entregarse, de amar, pues una capacidad de dilatar su corazón, para que quepan todos. Y sobre todo para que quepa el Amor de Dios. Por tanto cuando Jesucristo dice: «glorifica a Tu Hijo», lo que está diciendo es: «dame la capacidad de entregar mi vida, dame la capacidad sobre todo de saber sufrir por los demás». También tal vez nosotros podríamos decir: «Dios Mío dame la capacidad de entregar mi vida y dame la capacidad de saber sufrir por los demás, sin quejarme, sino con serenidad y con alegría».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Padre glorifica a Tu Hijo». Es curioso cuando el Evangelio Jesús pide al Padre ser glorificado. Él no se refiere a la gloria de un Trono de Marfil, que la gente le cante las alabanzas. Sino precisamente cuando Jesucristo habla de su gloria, habla de Su Pasión. Glorificar al Hijo, significa: «Padre concédeme entregar mi vida, saber sufrir, saber aceptar la corona de espinas, los azotes, los clavos, la cruz».
00:48
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Concédeme aceptar en definitiva pues «esa muerte terrible, por la que Él vino al mundo». Y por tanto cuando Cristo dice: «glorifica a Tu Hijo», es que esa belleza de Cristo sea conocida por el mundo. Pero sobre todo la belleza de aquel que entrega la vida y que sabe sufrir. A veces pensamos que la belleza es una cuestión estética, esa Señora que guapa es, que bien viste, qué buen gusto tiene. Esa casa o ese paisaje tan bonito.
01:11
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - La belleza, efectivamente hay una belleza visual, pero hay una belleza que es la belleza del corazón. Cuando Cristo dice: «Padre, glorifica a Tu Hijo», glorificame a Mi, es decir, que el mundo pueda conocer la belleza que hay en mi corazón. Porque yo estoy dispuesto a pasarlo todo, hacer lo que haga falta, para que los hombres puedan salvarse, para que puedan llegar cielo. Esto significa la glorificación de Jesucristo y por eso nosotros cuando miramos a un Crucificado, miramos a un Resucitado.
01:38
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - No vemos simplemente si es estilo románico, gótico, renacentista, barroco, no. Miramos la belleza de lo que pasa en el corazón de Cristo. Esa es la gloria de Cristo, la glorificación de Cristo es saber, manifestar pues cuánto nos quiere. Con su serenidad, con su mansedumbre y lo mismo se podría decir de las personas. ¿Cuánta belleza interior tienen las personas que saben sufrir en silencio?, que saben entregarse por los suyos sin pasar factura. Que saben perdonar y no guardar rencores. Esa es la belleza de las almas. No es tanto la belleza exterior, la belleza exterior hay momentos de la vida que es muy intensa y hay momentos de la vida en que en que desaparece como es lógico.
02:18
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Sin embargo la belleza interior, siempre está. Porque lo que somos por fuera, no tiene que ver con lo que somos por dentro. Lo que una persona es por dentro efectivamente es una capacidad de entregarse, de amar, pues una capacidad de dilatar su corazón, para que quepan todos. Y sobre todo para que quepa el Amor de Dios. Por tanto cuando Jesucristo dice: «glorifica a Tu Hijo», lo que está diciendo es: «dame la capacidad de entregar mi vida, dame la capacidad sobre todo de saber sufrir por los demás». También tal vez nosotros podríamos decir: «Dios Mío dame la capacidad de entregar mi vida y dame la capacidad de saber sufrir por los demás, sin quejarme, sino con serenidad y con alegría».
Santa Misa del martes 15 de mayo de 2018, 7ª semana de Pascua, San Isidro Labrador, patrón de Madrid
Camino Católico
Publicado el 15 may. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 7ª semana de Pascua, San Isidro Labrador, patrón de Madrid y de los trabajadores del campo, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
01:40
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
01:47
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
01:58
Rvrndo.: Don José Blanco:
Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 7º Semana del Tiempo Pascual. Pero que hoy como gran Fiesta Patrón de Madrid Celebramos a San Isidro Labrador. Pero no solamente es Patrón de Madrid o Patrón, porque era nacido y fallecido en Madrid. Pero el Papa, creo que fue Juan XXIII el que lo proclamó como Patrón de todos los Agricultores, de todo el mundo. Pues bien vamos a Celebrar hoy con gozo y alegría la Fiesta de San Isidro Labrador. Un saludo también muy cordial como lo hacemos siempre a todos aquellos hermanos nuestros que a través del Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística.
02:57
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y ahora en un momento de silencio al comenzar estos Sagrados Misterios nos acogemos al perdón y a la misericordia de Dios.
03:20
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. Tú que eres el Sumo Sacerdote
de la Nueva Alianza.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison
℣. Tú que nos edificas
como Piedras Vivas
en el Templo Santo de Dios.
℣. Christe eleison
℟. Christe eleison
℣. Tú que has ascendido
a la derecha del Padre
para enviarnos el Don del Espíritu.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
01:47
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
01:58
Rvrndo.: Don José Blanco:
Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 7º Semana del Tiempo Pascual. Pero que hoy como gran Fiesta Patrón de Madrid Celebramos a San Isidro Labrador. Pero no solamente es Patrón de Madrid o Patrón, porque era nacido y fallecido en Madrid. Pero el Papa, creo que fue Juan XXIII el que lo proclamó como Patrón de todos los Agricultores, de todo el mundo. Pues bien vamos a Celebrar hoy con gozo y alegría la Fiesta de San Isidro Labrador. Un saludo también muy cordial como lo hacemos siempre a todos aquellos hermanos nuestros que a través del Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística.
02:57
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y ahora en un momento de silencio al comenzar estos Sagrados Misterios nos acogemos al perdón y a la misericordia de Dios.
03:20
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. Tú que eres el Sumo Sacerdote
de la Nueva Alianza.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison
℣. Tú que nos edificas
como Piedras Vivas
en el Templo Santo de Dios.
℣. Christe eleison
℟. Christe eleison
℣. Tú que has ascendido
a la derecha del Padre
para enviarnos el Don del Espíritu.
℣. Kyrie eleison
℟. Kyrie eleison
05:25
Coral de la Basílica:
GLORIA en Latín
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.
GLORIA en Español
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén
08:22
Rvrndo.: Don José Blanco:
Oremos.
Señor Dios nuestro en la humildad
y sencillez de San Isidro Labrador
nos dejaste un ejemplo de vida escondida
en ti con Cristo
concédenos que el trabajo de cada día
humanice nuestro mundo
sea al mismo tiempo plegaria
de alabanza a tu nombre
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
09:02
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 32-35 1ª lectura: Todos pensaban y sentían lo mismo.
09:16
Lectora de la Primera Lectura: - En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
10:00
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 1, 1-2. 3.4 y 6 Su gozo es la ley del Señor.
10:05
Lectora de los Salmos:
℣. Su gozo es la ley del Señor.
℟. Su gozo es la ley del Señor.
℣. Dichoso el hombre que no sigue
el consejo de los impíos, ni entra
por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión
de los cínicos; sino que su gozo
es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. ℟.
℣. Será como un árbol plantado
al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende
tiene buen fin. ℟.
℣. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata
el viento. Porque el Señor protege
el camino de los justos pero
el camino de los impíos acaba mal. ℟.
12:30
2ª Lectura:
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,7-8. 11. 16-17 2ª lectura: El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra.
12:35
2ª Lectura:
Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca.
Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso.
Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
℣. Palabra del Dios
℟. Te Alabamos Señor.
13:51
Coral de la Basílica:
Aleluya Jn 15, 9b. 5b Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Si alguno Me ama
guardará mi Palabra
y Mi Padre lo Amará
y vendremos a él. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
15:26
Rvrndo.: Don José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15. 1-7 Evangelio: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
15:30
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan
℟. Gloria a ti, Señor.
15:36
Rvrndo.: Don José Blanco:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
17:00
Rvrndo.: Don José Blanco:
Sentados un momento, en este momento en la Colegiata de San Isidro el Señor Cardenal acompañado pues de las Autoridades Locales y Regionales. Están Celebrando y exaltando la figura de San Isidro Labrador como Patrón de esta ciudad. Un hombre del siglo XI nació alrededor de 1080, murió en el 1130. Un hombre pues de la Época Medieval, sencillo, humilde nacido en Madrid, después de la Conquista de Alfonso VI de la Pequeña Villa que era Madrid. Incluso antes de apoderarse de Toledo, de arrebatársela a los Musulmanes.
18:11
Rvrndo.: Don José Blanco:
Pues bien nació aquí en Madrid, pero luego hubo como un pequeño momento en que los Almorávides volvieron a tomar Madrid, por poco tiempo e Isidro pues huyó a un pueblo de nuestra provincia que es Torrelaguna. Donde conoció y se casó con Santa María de la Cabeza volvieron los dos a Madrid y se pusieron a trabajar en las tierras de Iván de Vargas. Era Isidro un hombre, pues que madrugaba muchísimo para antes de ir al trabajo asistir a la Celebración de la Eucaristía. Luego empezaba el trabajo y a veces concitaba un poco la envidia de algunos de sus compañeros.
19:02
Rvrndo.: Don José Blanco:
Porque decían que rezaba demasiado y trabajaba poco. De ahí que muchas veces veamos el milagro de Isidro Rezando y los Ángeles con la yunta trabajando en su lugar. Pero lo que sí es verdad, es que caía muy bien a la familia de Iván de Vargas. Como sabéis varios milagros que se le atribuyen a él como la salvación en el pozo del hijo de Iván de Vargas. Pero bueno, son milagros que pueden ser reales o legendarios, pero lo que sí es absolutamente cierto y yo creo que se pueden aplicar. Las tres Lecturas que acabamos de proclamar a la figura de Isidro. ¿Porqué? pues porque hemos escuchado en la Primera Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
20:07
Rvrndo.: Don José Blanco:
Como en las Primitivas Comunidades Cristianas se daba lo que se llama la Comunidad Cristiana de Bienes. Es decir que todos lo que tenían lo ponían en común para el servicio de la Comunidad. Hemos escuchado una Segunda Lectura del Apóstol Santiago como la paciencia es lo que debe caracterizar al Cristiano hasta la llegada hasta la Venida del Señor. Nos decía: «El Labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía». «Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes hasta la llegada del Señor».
21:01
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y en la Tercera Lectura, es el propio Cristo el que nos dice: «Sin Mí, vosotros no sois nada. De mi recibís la Savia, yo soy la Vid vosotros los Sarmientos». Pero los sarmientos no tienen vida, si no reciben la Savia de la Vid. Bueno todo esto lo tenía interiorizado San Isidro hasta el punto de según se nos cuenta y parece que es un dato muy real. Según se nos cuenta el salario que tenía Isidro por su trabajo que no sería mucho supongo yo.
21:49
Rvrndo.: Don José Blanco:
Lo dividía en tres partes, un tercio para la Iglesia, un tercio para los Pobres y un tercio para ellos. Para la Familia, para el Sustento Familiar y por eso os decía que las Lecturas de hoy pueden perfectamente aplicarse a la figura de Isidro. Un tercio para la Iglesia, para que la Vida de la Comunidad Cristiana pudiera salir adelante y pudiera progresar. Un tercio para los Pobres, él nunca se olvidó de los Pobres. Es más, hay quien dice que incluso del tercio para Sustento de la Familia, tampoco llegaba a veces a fin de mes, porque también le daba a los pobres.
22:49
Rvrndo.: Don José Blanco:
Es algo que hemos visto en la Primera Lectura de hoy, el Cristiano lo que hace es poner lo que tiene en común a la Comunidad. Dar a la Comunidad lo que necesite, intentar que la Comunidad se mantenga. Y nadie nos decía, la Primera Lectura nadie pasaba necesidad. Precisamente por eso, porque se ayudaban unos a otros. Isidro lo vivía, Isidro lo cumplía y el Evangelio es que más claro no puede estar. El Creyente si no está unido a Cristo, ni es Creyente ni es nada. El Creyente Cristiano tiene que estar necesariamente unido a Cristo. Porque de Él recibe la salvación, de Él recibe la salud, de él recibe todos aquellos criterios que nos pueden hacer felices. Que nos pueden llevar a la plenitud.
24:05
Rvrndo.: Don José Blanco:
«Yo soy la Vid, vosotros los Sarmientos, el que permanece en mí y yo en Él ese da fruto abundante». Porque si Mí, lo dice claramente Jesús: «Sin Mí no podéis hacer nada». ¿Cómo vivimos nosotros en el siglo XXI, esta Palabra de Dios que acabamos de escuchar? Y ¿cómo vemos a un hombre del siglo XI y XII como Isidro?, ¿cómo vemos, como lo vivía él? Fueron cinco siglos hasta el año 1622 cuando Gregorio XV le Canonizó, le hizo Santo. Pero todo el pueblo de Madrid, incluso antes de ser Santo ya le consideraba Santo.
25:01
Rvrndo.: Don José Blanco:
Todo el pueblo de Madrid veía en Isidro la Encarnación de las Virtudes Cristianas en grado supremo. Así lo veía el pueblo, que era o seguía siendo un pueblo sencillo, un pueblo humilde, una Pequeña Villa en la España Medieval. Qué contraste con el Madrid de hoy verdad. Aquellos, pues eso, casi todos serían agricultores. Algunos pequeños poseedores de fincas. Pero una vida sencilla y una vida humilde en todos. ¿Qué contraste con el Madrid de hoy?, tan vertiginoso, tan industrial, tan multicultural, tan multirracial, ¿qué contraste? Bueno pues también en el Madrid de hoy, a nosotros los Cristianos se nos dice mirad a vuestro Patrón, mirad su humildad, mirad su entrega, mirad su solidaridad con los pobres.
26:28
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y mirad cómo tenía interiorizado hasta lo más profundo de su ser el que si no estaba unido a la Vid, de nada valdría todo lo demás. Pues eso se nos está diciendo hoy a nosotros los madrileños del siglo XXI. Pero también nos decía al Principio de la Eucaristía, que el Papa Juan XXIII, lo declaró, lo proclamó Patrón de los Agricultores del mundo. Y hoy también en muchos pueblos de España, se celebra la Fiesta del San Isidro Labrador en muchos Pueblos, de la Comunidad de Madrid y de otras Comunidades. Bueno pues a todos lo primero que tenemos que hacer en el día de hoy, a todos esos Agricultores, felicitarles en el día de hoy. Y a todos incluidos nosotros o con más razón nosotros los madrileños mirar las virtudes de San Isidro y en nuestro mundo en nuestra sociedad intentar emularlas.
27:51
Rvrndo.: Don José Blanco:
Sigamos o seamos siendo humildes, sencillos y sobre todo vertebrados esencialmente a la Vid que es Jesucristo. Vamos a pedírselo así al Señor, en esta Eucaristía .
28:17
Rvrndo.: Don José Blanco:
PETICIONES
28:26
Rvrndo.: Don José Blanco:
Oremos
al Señor nuestro Dios confiando
en la intercesión de San Isidro
℣. Por la Iglesia Santa
para que resplandezca
por la santidad
de sus miembros.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nuestra ciudad
que hoy celebramos a San Isidro
que se honra cuando el patrocinio
de San Isidro para que todos
los conciudadanos colaboremos
en la solución de los graves problemas
y en el logro de una mejor
calidad de vida.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nuestras Autoridades Municipales
para que encuentren en todos
estímulo y ayuda
para realizar su gestión.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por las regiones del mundo
y de nuestro país de economía agraria
para que reciba la ayuda necesaria
y alcancen un nivel de vida justo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los organismos nacionales
e internacionales interesados
en la agricultura para que procuren
sobre todo la promoción humana
de los trabajadores del campo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los agricultores
para que sean atendidas sus justas
demandas y vean
recompensado su trabajo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nosotros para que sigamos
los ejemplos de laboriocidad
y calidad de San Isidro.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
30:08
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. Escucha Señor nuestras súplicas
que San Isidro Labrador
te recomienda te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
Rvrndo.: Don José Blanco:
Oremos.
Señor Dios nuestro en la humildad
y sencillez de San Isidro Labrador
nos dejaste un ejemplo de vida escondida
en ti con Cristo
concédenos que el trabajo de cada día
humanice nuestro mundo
sea al mismo tiempo plegaria
de alabanza a tu nombre
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
09:02
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 32-35 1ª lectura: Todos pensaban y sentían lo mismo.
09:16
Lectora de la Primera Lectura: - En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
10:00
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 1, 1-2. 3.4 y 6 Su gozo es la ley del Señor.
10:05
Lectora de los Salmos:
℣. Su gozo es la ley del Señor.
℟. Su gozo es la ley del Señor.
℣. Dichoso el hombre que no sigue
el consejo de los impíos, ni entra
por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión
de los cínicos; sino que su gozo
es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. ℟.
℣. Será como un árbol plantado
al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende
tiene buen fin. ℟.
℣. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata
el viento. Porque el Señor protege
el camino de los justos pero
el camino de los impíos acaba mal. ℟.
12:30
2ª Lectura:
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5,7-8. 11. 16-17 2ª lectura: El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra.
12:35
2ª Lectura:
Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca.
Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso.
Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
℣. Palabra del Dios
℟. Te Alabamos Señor.
13:51
Coral de la Basílica:
Aleluya Jn 15, 9b. 5b Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Si alguno Me ama
guardará mi Palabra
y Mi Padre lo Amará
y vendremos a él. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
15:26
Rvrndo.: Don José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15. 1-7 Evangelio: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
15:30
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan
℟. Gloria a ti, Señor.
15:36
Rvrndo.: Don José Blanco:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
17:00
Rvrndo.: Don José Blanco:
Sentados un momento, en este momento en la Colegiata de San Isidro el Señor Cardenal acompañado pues de las Autoridades Locales y Regionales. Están Celebrando y exaltando la figura de San Isidro Labrador como Patrón de esta ciudad. Un hombre del siglo XI nació alrededor de 1080, murió en el 1130. Un hombre pues de la Época Medieval, sencillo, humilde nacido en Madrid, después de la Conquista de Alfonso VI de la Pequeña Villa que era Madrid. Incluso antes de apoderarse de Toledo, de arrebatársela a los Musulmanes.
18:11
Rvrndo.: Don José Blanco:
Pues bien nació aquí en Madrid, pero luego hubo como un pequeño momento en que los Almorávides volvieron a tomar Madrid, por poco tiempo e Isidro pues huyó a un pueblo de nuestra provincia que es Torrelaguna. Donde conoció y se casó con Santa María de la Cabeza volvieron los dos a Madrid y se pusieron a trabajar en las tierras de Iván de Vargas. Era Isidro un hombre, pues que madrugaba muchísimo para antes de ir al trabajo asistir a la Celebración de la Eucaristía. Luego empezaba el trabajo y a veces concitaba un poco la envidia de algunos de sus compañeros.
19:02
Rvrndo.: Don José Blanco:
Porque decían que rezaba demasiado y trabajaba poco. De ahí que muchas veces veamos el milagro de Isidro Rezando y los Ángeles con la yunta trabajando en su lugar. Pero lo que sí es verdad, es que caía muy bien a la familia de Iván de Vargas. Como sabéis varios milagros que se le atribuyen a él como la salvación en el pozo del hijo de Iván de Vargas. Pero bueno, son milagros que pueden ser reales o legendarios, pero lo que sí es absolutamente cierto y yo creo que se pueden aplicar. Las tres Lecturas que acabamos de proclamar a la figura de Isidro. ¿Porqué? pues porque hemos escuchado en la Primera Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
20:07
Rvrndo.: Don José Blanco:
Como en las Primitivas Comunidades Cristianas se daba lo que se llama la Comunidad Cristiana de Bienes. Es decir que todos lo que tenían lo ponían en común para el servicio de la Comunidad. Hemos escuchado una Segunda Lectura del Apóstol Santiago como la paciencia es lo que debe caracterizar al Cristiano hasta la llegada hasta la Venida del Señor. Nos decía: «El Labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía». «Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes hasta la llegada del Señor».
21:01
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y en la Tercera Lectura, es el propio Cristo el que nos dice: «Sin Mí, vosotros no sois nada. De mi recibís la Savia, yo soy la Vid vosotros los Sarmientos». Pero los sarmientos no tienen vida, si no reciben la Savia de la Vid. Bueno todo esto lo tenía interiorizado San Isidro hasta el punto de según se nos cuenta y parece que es un dato muy real. Según se nos cuenta el salario que tenía Isidro por su trabajo que no sería mucho supongo yo.
21:49
Rvrndo.: Don José Blanco:
Lo dividía en tres partes, un tercio para la Iglesia, un tercio para los Pobres y un tercio para ellos. Para la Familia, para el Sustento Familiar y por eso os decía que las Lecturas de hoy pueden perfectamente aplicarse a la figura de Isidro. Un tercio para la Iglesia, para que la Vida de la Comunidad Cristiana pudiera salir adelante y pudiera progresar. Un tercio para los Pobres, él nunca se olvidó de los Pobres. Es más, hay quien dice que incluso del tercio para Sustento de la Familia, tampoco llegaba a veces a fin de mes, porque también le daba a los pobres.
22:49
Rvrndo.: Don José Blanco:
Es algo que hemos visto en la Primera Lectura de hoy, el Cristiano lo que hace es poner lo que tiene en común a la Comunidad. Dar a la Comunidad lo que necesite, intentar que la Comunidad se mantenga. Y nadie nos decía, la Primera Lectura nadie pasaba necesidad. Precisamente por eso, porque se ayudaban unos a otros. Isidro lo vivía, Isidro lo cumplía y el Evangelio es que más claro no puede estar. El Creyente si no está unido a Cristo, ni es Creyente ni es nada. El Creyente Cristiano tiene que estar necesariamente unido a Cristo. Porque de Él recibe la salvación, de Él recibe la salud, de él recibe todos aquellos criterios que nos pueden hacer felices. Que nos pueden llevar a la plenitud.
24:05
Rvrndo.: Don José Blanco:
«Yo soy la Vid, vosotros los Sarmientos, el que permanece en mí y yo en Él ese da fruto abundante». Porque si Mí, lo dice claramente Jesús: «Sin Mí no podéis hacer nada». ¿Cómo vivimos nosotros en el siglo XXI, esta Palabra de Dios que acabamos de escuchar? Y ¿cómo vemos a un hombre del siglo XI y XII como Isidro?, ¿cómo vemos, como lo vivía él? Fueron cinco siglos hasta el año 1622 cuando Gregorio XV le Canonizó, le hizo Santo. Pero todo el pueblo de Madrid, incluso antes de ser Santo ya le consideraba Santo.
25:01
Rvrndo.: Don José Blanco:
Todo el pueblo de Madrid veía en Isidro la Encarnación de las Virtudes Cristianas en grado supremo. Así lo veía el pueblo, que era o seguía siendo un pueblo sencillo, un pueblo humilde, una Pequeña Villa en la España Medieval. Qué contraste con el Madrid de hoy verdad. Aquellos, pues eso, casi todos serían agricultores. Algunos pequeños poseedores de fincas. Pero una vida sencilla y una vida humilde en todos. ¿Qué contraste con el Madrid de hoy?, tan vertiginoso, tan industrial, tan multicultural, tan multirracial, ¿qué contraste? Bueno pues también en el Madrid de hoy, a nosotros los Cristianos se nos dice mirad a vuestro Patrón, mirad su humildad, mirad su entrega, mirad su solidaridad con los pobres.
26:28
Rvrndo.: Don José Blanco:
Y mirad cómo tenía interiorizado hasta lo más profundo de su ser el que si no estaba unido a la Vid, de nada valdría todo lo demás. Pues eso se nos está diciendo hoy a nosotros los madrileños del siglo XXI. Pero también nos decía al Principio de la Eucaristía, que el Papa Juan XXIII, lo declaró, lo proclamó Patrón de los Agricultores del mundo. Y hoy también en muchos pueblos de España, se celebra la Fiesta del San Isidro Labrador en muchos Pueblos, de la Comunidad de Madrid y de otras Comunidades. Bueno pues a todos lo primero que tenemos que hacer en el día de hoy, a todos esos Agricultores, felicitarles en el día de hoy. Y a todos incluidos nosotros o con más razón nosotros los madrileños mirar las virtudes de San Isidro y en nuestro mundo en nuestra sociedad intentar emularlas.
27:51
Rvrndo.: Don José Blanco:
Sigamos o seamos siendo humildes, sencillos y sobre todo vertebrados esencialmente a la Vid que es Jesucristo. Vamos a pedírselo así al Señor, en esta Eucaristía .
28:17
Rvrndo.: Don José Blanco:
PETICIONES
28:26
Rvrndo.: Don José Blanco:
Oremos
al Señor nuestro Dios confiando
en la intercesión de San Isidro
℣. Por la Iglesia Santa
para que resplandezca
por la santidad
de sus miembros.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nuestra ciudad
que hoy celebramos a San Isidro
que se honra cuando el patrocinio
de San Isidro para que todos
los conciudadanos colaboremos
en la solución de los graves problemas
y en el logro de una mejor
calidad de vida.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nuestras Autoridades Municipales
para que encuentren en todos
estímulo y ayuda
para realizar su gestión.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por las regiones del mundo
y de nuestro país de economía agraria
para que reciba la ayuda necesaria
y alcancen un nivel de vida justo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los organismos nacionales
e internacionales interesados
en la agricultura para que procuren
sobre todo la promoción humana
de los trabajadores del campo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los agricultores
para que sean atendidas sus justas
demandas y vean
recompensado su trabajo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por nosotros para que sigamos
los ejemplos de laboriocidad
y calidad de San Isidro.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
30:08
Rvrndo.: Don José Blanco:
℣. Escucha Señor nuestras súplicas
que San Isidro Labrador
te recomienda te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
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