24.03.2020 - Papa Francisco, Santa Misa en Santa Marta
Camino Católico
24 de marzo de 2020. -
(Vatican News / Camino Católico). - Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la 4ª semana de Cuaresma, presidida por el Papa Francisco, emitida por Vatican News desde la capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
00:01
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - «Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo». Reciban un cordial saludo desde los Estudios de Transmisión the Vatican Media y Radio Vaticana en la Ciudad del Vaticano. Soy el Padre Felipe Herrera y a nombre de todo el equipo The Vatican News les damos una fraternal bienvenida. A la Transmisión en directo de la Misa Presidida por el Papa Francisco en la Capilla de Santa Marta. Hoy martes 24 de marzo de la IV Semana de Cuaresma.
01:01
El Santo Padre - El Papa Francisco:
He tenido la noticia que en estos días, han fallecido un Médico, un Sacerdote no sé si algunas enfermeras. Pero si se han contagiado, han adquirido el mal, porque estaban al Servicio de los Enfermos. Oremos por ellos, por sus Familias y doy Gracias a Dios por el ejemplo de heroicidad que nos dan. En el cuidar a los enfermos, dice el Señor: «vengan a beber ustedes los que tienen sed y los que no tengan dinero vengan y beban con alegría».
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - «Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo». Reciban un cordial saludo desde los Estudios de Transmisión the Vatican Media y Radio Vaticana en la Ciudad del Vaticano. Soy el Padre Felipe Herrera y a nombre de todo el equipo The Vatican News les damos una fraternal bienvenida. A la Transmisión en directo de la Misa Presidida por el Papa Francisco en la Capilla de Santa Marta. Hoy martes 24 de marzo de la IV Semana de Cuaresma.
01:01
El Santo Padre - El Papa Francisco:
He tenido la noticia que en estos días, han fallecido un Médico, un Sacerdote no sé si algunas enfermeras. Pero si se han contagiado, han adquirido el mal, porque estaban al Servicio de los Enfermos. Oremos por ellos, por sus Familias y doy Gracias a Dios por el ejemplo de heroicidad que nos dan. En el cuidar a los enfermos, dice el Señor: «vengan a beber ustedes los que tienen sed y los que no tengan dinero vengan y beban con alegría».
02:16
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
Antífona de entrada Cf. Is 55, 1:
Sitiéntes, veníte ad aquas,
dicit Dóminus; et qui non
habétis prétium, veníte,
et bíbite cum laetítia.
02:17
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
℣. Nel nome del ✠ Padre, e del ✠ Figlio, e dello ✠ Spirito Santo.
℟. Amen.
℣. La pace sia con voi.
℟. E con il tuo spirito.
02:26
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
℣. Fratelli, per celebrare
degnamente i santi misteri,
riconosciamo i nostri peccati.
02:45
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor que no has venido
a condenar sino a perdonar.
℣. Signore, pietà.
℟. Signore, pietà.
℣. Cristo que hace fiesta por cada
pecador arrepentido.
℣. Cristo, pietà.
℟. Cristo, pietà.
℣. Señor que perdona mucho
a quien mucho ama.
℣. Signore, pietà.
℟. Signore, pietà.
Dio onnipotente abbia misercordia
di noi, perdoni i nostri peccati,
e ci conduca alla vita eterna.
℟. Amen.
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
Antífona de entrada Cf. Is 55, 1:
Sitiéntes, veníte ad aquas,
dicit Dóminus; et qui non
habétis prétium, veníte,
et bíbite cum laetítia.
02:17
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
℣. Nel nome del ✠ Padre, e del ✠ Figlio, e dello ✠ Spirito Santo.
℟. Amen.
℣. La pace sia con voi.
℟. E con il tuo spirito.
02:26
Il Santo Padre - Il Papa Francesco:
℣. Fratelli, per celebrare
degnamente i santi misteri,
riconosciamo i nostri peccati.
02:45
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor que no has venido
a condenar sino a perdonar.
℣. Signore, pietà.
℟. Signore, pietà.
℣. Cristo que hace fiesta por cada
pecador arrepentido.
℣. Cristo, pietà.
℟. Cristo, pietà.
℣. Señor que perdona mucho
a quien mucho ama.
℣. Signore, pietà.
℟. Signore, pietà.
Dio onnipotente abbia misercordia
di noi, perdoni i nostri peccati,
e ci conduca alla vita eterna.
℟. Amen.
02:16
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Antífona de entrada Cf. Is 55, 1:
Sedientos, acudid por agua,
dice el Señor; venid los que no
tenéis dinero y bebed con alegría.
02:17
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. En el Nombre del ✠ Padre, y del ✠ Hijo, y del ✠ Espíritu Santo.
℟. Amen.
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
02:26
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Hermanos: Para celebrar
dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
02:45
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor que no has venido
a condenar sino a perdonar.
℣. Señor Ten Piedad
℟. Señor Ten Piedad
℣. Cristo que hace fiesta de todo
pecador arrepentido.
℣. Cristo Ten Piedad
℟. Cristo Ten Piedad
℣. Señor que perdona mucho
a quien mucho ama.
℣. Señor Ten Piedad
℟. Señor Ten Piedad
Dios Todopoderoso tenga misericordia
de nosotros perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amen.
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Antífona de entrada Cf. Is 55, 1:
Sedientos, acudid por agua,
dice el Señor; venid los que no
tenéis dinero y bebed con alegría.
02:17
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. En el Nombre del ✠ Padre, y del ✠ Hijo, y del ✠ Espíritu Santo.
℟. Amen.
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
02:26
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Hermanos: Para celebrar
dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
02:45
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor que no has venido
a condenar sino a perdonar.
℣. Señor Ten Piedad
℟. Señor Ten Piedad
℣. Cristo que hace fiesta de todo
pecador arrepentido.
℣. Cristo Ten Piedad
℟. Cristo Ten Piedad
℣. Señor que perdona mucho
a quien mucho ama.
℣. Señor Ten Piedad
℟. Señor Ten Piedad
Dios Todopoderoso tenga misericordia
de nosotros perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amen.
03:20
El Santo Padre: - El Papa Francisco:
Oremos.
Señor Fiel y Misericordioso
Tu has saciado nuestra Sed de Vida
con el Agua del Bautismo, sigue
transformando en un paraíso de paz
y de alegría el desierto
de nuestras vidas áridas
para que demos frutos
de Santidad, Justicia y Amor.
Señor escucha nuestra Oración
que te presentamos.
Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
04:03
Lectora de la Primera Lectura:
Primera Lectura del Libro del Profeta Ezequiel Ez 47, 1-9. 12. 1ª lectura: Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allí donde llegue el torrente.
04:08
Primera Lectura:
En aquellos días, el ángel me llevó a la entrada de la casa del Señor.
Y ví que salía agua por debajo del umbral de la casa en dirección al oriente, porque la fachada de la casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la casa, al sur del altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional y me hizo dar vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí ví que el agua fluía por el costado derecho.
04:47
Primera Lectura:
Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. Luego midió otros quinientos metros: y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable. El hombre me dijo:
05:37
Primera Lectura:
«¿Has visto, hijo de hombre?»,.
Y me hizo volver a la orilla del torrente.
Al volver vi que a la orilla del torrente de uno y otro lado había una inmensa arboleda. Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el mar. Se le hace salir hasta el mar, para que sus aguas sean saneadas. Hasta donde llegua el torrente tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo; y habrá peces en abundancia. Porque cuando estas aguas lleguen hasta el mar sus aguas quedarán sanada y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente.
06:30
Primera Lectura:
Al borde del torrente sobre sus dos orillas crecerán árboles frutales de todas las especies; no se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos; y todos los meses producirán nuevos frutos, porque las aguas salen del santuario; su fruto servirán de alimento y sus hojas de remedio».
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
07:04
Canto de los Salmos:
Salmo responsorial Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 8) El Señor está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℣. El Señor está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℟. El Señor está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℣. El Señor es nuestro refugio
y fortaleza, una ayuda pronta
en el peligro. Por eso no tememos
aunque la tierra se conmuevan,
y las montañas se desplomen
hasta el fondo del mar. ℟.
℣. Los canales del río alegran
la Ciudad de Dios, la más
Santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella,
nunca vacilará; Él la socorrerá
al despuntar la aurora. ℟.
℣. El Señor de los Ejércitos
está con nosotros, nuestro Baluarte
es el Dios de Jacob. Vengan a contemplar
las obras del Señor, Él hace cosas
admirable en la tierra. ℟.
08:07
Versículo antes del Evangelio:
Versículo antes del Evangelio Sal 50, 12a. 14a Oh, Dios, crea en mí un corazón puro; y devuélveme la alegría de tu salvación.
℟. Gloria y Honor a Tí, Señor Jesús.
℣. Cree en mi Dios Mío
un corazón puro y devuélveme
la alegría de Tu Salvación.
℟. Gloria y Honor a Tí, Señor Jesús.
08:53
Lectura del Santo Evangelio
✠ Lectura del Santo Evangelio según San Juan: Jn 5, 1-16. Evangelio: Al momento aquel hombre quedó sano
08:53
Lectura del Santo Evangelio
℣. El Señor esté con Ustedes
℟. y con tu espíritu.
℣. Del ╬ Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan.
℟. Gloria a ti, Señor.
09:05
Lectura del Santo Evangelio
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Junto a la Puerta de las Ovejas, en Jerusalén, había una piscina llamada en hebreo Betesda. Con cinco porticos, bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos.
Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.
09:39
Lectura del Santo Evangelio
Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres sanarte?».
Él le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerga en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes».
Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina».
Enseguida el hombre se sanó, tomó su camilla y comenzó a caminar.
10:20
Lectura del Santo Evangelio
Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: «Es sábado, no te está permitido llevar tu camilla».
Él les respondió: «El que me sanó dijo: “Toma tu camilla y camina”».
Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo toma tu camilla y camina?».
Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido, entre la multitud que estaba allí.
11:06
Lectura del Santo Evangelio
Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Has sido sanado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía».
El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había sanado.
Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.
℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria y Honor a Ti, Señor Jesús.
HOMILIA
11:58
El Santo Padre - El Papa Francisco:
La liturgia de hoy nos hace reflexionar sobre el Agua. El Agua como Símbolo de Salvación, como un medio de Salvación. Pero también el Agua, es un medio de Destrucción pensemos en el Diluvio. En estas Lecturas el agua es para la Salvación, en la Primera Lectura es el Agua que lleva la vida, que vuelve a sanar las Aguas del Mar. Un Agua nueva, que vuelve a sanar, en el Evangelio, la piscina, esa piscina a la que iban los enfermos, llena de Agua para sanarse. Porque decían que de vez en cuando, se movían las Aguas como si fuese un río, porque un ángel descendía del cielo a moverlas.
13:13
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Y el primero o los primeros que se lanzaban al agua se sanaban. Y tantos como dice Jesús, tantos enfermos, un gran número de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos estaban ahí esperando la sanación, que se moviese el agua. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía 38 años. 38 años allí esperando la sanación. Nos hace pensar en esto, un poco demasiado, porque uno que quiere ser sanado se las arregla, para tener a alguien que lo ayude. Que se mueva, que sea un poco más ágil, también un poco más astuto, ¿no? Éste 38 años ahí al punto que no se sabe si está enfermo o muerto.
14:29
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Jesús viéndolo que yacía allí y sabiendo la realidad que estaba hace tanto tiempo ahí, le pregunta: «¿quiere sanar?» y la respuesta es interesante. No dice que sí, se lamenta no de la enfermedad, le responde el enfermo: «Señor no tengo a nadie que me sumerja en la piscina, cuando el agua comienza a agitarse. Mientras yo voy a ir, estoy por tomar la decisión, otro desciende antes de mí». Un hombre que siempre llega tarde, Jesús le dijo: «levántate toma tu camilla y camina» y al instante ese hombre se sanó. Nos hace pensar la conducta de este hombre, estaba enfermo, sí, tal vez tenía alguna parálisis, pero parece que podía caminar algo.
15:48
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Pero estaba enfermo del corazón, del espíritu, estaba enfermo de pesimismo, estaba enfermo de tristeza, enfermo de acedia. Esta es la enfermedad de este hombre, «sí, quiero vivir, pero, .. estaba ahí». Pero la respuesta es sí, quiero ser sanado y no lamentarse diciendo: «siempre son los otros los que llegan primero». La respuesta, a la oferta de Jesús para sanar es «lamentarse en contra de los otros». Y así 37 años lamentándose de los otros y no haciendo nada para sanar. Era un sábado, hemos escuchado lo que han hecho los Doctores de la Ley. Pero la clave es el encuentro con Jesús, después lo encontró en el templo y le dijo: «mira que está sanado, has sido sanado no vuelvas a pecar de lo contrario te ocurrirán cosas peores todavía».
17:08
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Aquel hombre estaba en pecado, pero no era, no estaba ahí porque había hecho algo grande, de pecado. Sino su pecado era sobrevivir y lamentarse de la vida de los otros. El pecado de la tristeza, qué es la semilla del diablo. De aquella incapacidad de tomar una decisión, sobre la propia vida, pero sí mirar la vida de los otros, para lamentarse. Ellos van primero, yo soy una víctima de esta vida, todas estas lamentaciones, respira lamentación, este tipo de gente. Si hacemos una comparación con el ciego de nacimiento, que hemos escuchado el domingo pasado, con cuánta alegría, con cuánta decisión había acogido la Sanación y con cuánta decisión también va a discutir con los Doctores de la Ley.
18:39
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Éste solamente fue informó, si es este y punto, sin comprometerse con la vida. Me hace pensar en tantos de nosotros, tantos Cristianos que viven en este estado de acedia, incapaces de hacer alguna cosa, pero lamentándose de todo. Y la acedia es un veneno, es una nebulosa que circunda el alma y no la deja vivir y también es una droga. Porque si tú la prueba seguido te gusta y al final eres un dependiente de la tristeza, adicto a la acedia. Es como el aire, y esto es un pecado, muy habitual entre nosotros, la tristeza, la acedia.
19:58
El Santo Padre - El Papa Francisco:
No digo la melancolía, pero se le acerca. Nos hará bien releer este capítulo quinto de Juan, para ver como es esta enfermedad en la cual podemos caer. El Agua es para salvarse, pero yo no puedo salvarme porque la culpa es de los otros y me quedo 38 años allí. Jesús me sanó, no se ve la reacción de los otros que son, han sido sanados. Toman la camilla, bailan, dan gracias, se lo cuentan a todo el mundo, no, esté sigue adelante. Los otros le dicen, que no se debe hacer y él dice bueno ese que me sanó me dijo que sí, entonces sigo adelante.
21:04
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Y después en lugar de ir donde Jesús agradecerle, informa, fue éste. Una vida gris, pero gris de este espíritu malo, que es la acedia, la acedia, la tristeza, la melancolía. Pensemos en el Agua, aquella Agua que es símbolo de nuestra fuerza, de nuestra vida, el Agua que Jesús ha usado para regenerarnos en el Bautismo. Y pensemos también en nosotros, si alguno de nosotros tiene el peligro de resbalar en esta acedia, en este pecado neutral. El pecado de la neutralidad, ni en blanco, ni negro, no se sabe qué cosa es. Esto es un pecado que el diablo puede usar para anular nuestra vida espiritual y nuestra vida de personas.
22:16
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Que el Señor nos ayude a entender, cuán horrible y cuanto maligno es este pecado.
22:40
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Se dispone sobre el Altar el Corporal y posteriormente se realiza la Ofrenda del Pan y el Vino. Que se convertirá en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
22:55
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Bendito seas, Señor, Dios
del universo, por este pan
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora Te presentamos a Tí, el será
para nosotros Pan de Vida Eterna.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de Tu Generosidad
y ahora te presentamos, él será
para nosotros bebida de salvación.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
23:55
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Oremos hermanos,
para que este sacrificio
mío y de ustedes sea agradable
a Dios Padre Todopoderoso
℟. El Señor reciba de Tus manos
este Sacrificio para alabanza
y gloria de Su nombre, para nuestro bien
y el de toda Su Santa Iglesia.
℟. Amén.
OFRECIMIENTO DE LOS DONES:
24:10
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Te ofrecemos Señor los Dones
que tú mismo nos diste
que sean para nosotros prueba
de Tu Providencia en esta vida mortal
y alimento eficaz para la inmortalidad
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
24:29
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. El Señor esté con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos elevado hacia el Señor.
℣. Demos Gracias al Señor, Nuestro Dios.
℟. Es cosa buena y justa.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar
Señor Padre Santo, Dios Todopoderoso
y Eterno por Cristo Señor nuestro
porque con el Ayuno Cuaresmal
Tú vences nuestras pasiones y elevas
el espíritu nos das fuerzas
y nos das el premio por Cristo
Nuestro Señor, por eso, por este
Misterio se alegran los Ángeles
y por la eternidad adoran
la Gloria de Tu Rostro
concede que se unan a ellos
nuestras humildes voces
en el Himno de tu Alabanza:
El Santo Padre: - El Papa Francisco:
Oremos.
Señor Fiel y Misericordioso
Tu has saciado nuestra Sed de Vida
con el Agua del Bautismo, sigue
transformando en un paraíso de paz
y de alegría el desierto
de nuestras vidas áridas
para que demos frutos
de Santidad, Justicia y Amor.
Señor escucha nuestra Oración
que te presentamos.
Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
04:03
Lectora de la Primera Lectura:
Primera Lectura del Libro del Profeta Ezequiel Ez 47, 1-9. 12. 1ª lectura: Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allí donde llegue el torrente.
04:08
Primera Lectura:
En aquellos días, el ángel me llevó a la entrada de la casa del Señor.
Y ví que salía agua por debajo del umbral de la casa en dirección al oriente, porque la fachada de la casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la casa, al sur del altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional y me hizo dar vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí ví que el agua fluía por el costado derecho.
04:47
Primera Lectura:
Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. Luego midió otros quinientos metros: y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable. El hombre me dijo:
05:37
Primera Lectura:
«¿Has visto, hijo de hombre?»,.
Y me hizo volver a la orilla del torrente.
Al volver vi que a la orilla del torrente de uno y otro lado había una inmensa arboleda. Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el mar. Se le hace salir hasta el mar, para que sus aguas sean saneadas. Hasta donde llegua el torrente tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo; y habrá peces en abundancia. Porque cuando estas aguas lleguen hasta el mar sus aguas quedarán sanada y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente.
06:30
Primera Lectura:
Al borde del torrente sobre sus dos orillas crecerán árboles frutales de todas las especies; no se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos; y todos los meses producirán nuevos frutos, porque las aguas salen del santuario; su fruto servirán de alimento y sus hojas de remedio».
℣. Palabra de Dios.
℟. Te Alabamos Señor.
07:04
Canto de los Salmos:
Salmo responsorial Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 8) El Señor está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℣. El Señor está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℟. El Señor está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
℣. El Señor es nuestro refugio
y fortaleza, una ayuda pronta
en el peligro. Por eso no tememos
aunque la tierra se conmuevan,
y las montañas se desplomen
hasta el fondo del mar. ℟.
℣. Los canales del río alegran
la Ciudad de Dios, la más
Santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella,
nunca vacilará; Él la socorrerá
al despuntar la aurora. ℟.
℣. El Señor de los Ejércitos
está con nosotros, nuestro Baluarte
es el Dios de Jacob. Vengan a contemplar
las obras del Señor, Él hace cosas
admirable en la tierra. ℟.
08:07
Versículo antes del Evangelio:
Versículo antes del Evangelio Sal 50, 12a. 14a Oh, Dios, crea en mí un corazón puro; y devuélveme la alegría de tu salvación.
℟. Gloria y Honor a Tí, Señor Jesús.
℣. Cree en mi Dios Mío
un corazón puro y devuélveme
la alegría de Tu Salvación.
℟. Gloria y Honor a Tí, Señor Jesús.
08:53
Lectura del Santo Evangelio
✠ Lectura del Santo Evangelio según San Juan: Jn 5, 1-16. Evangelio: Al momento aquel hombre quedó sano
08:53
Lectura del Santo Evangelio
℣. El Señor esté con Ustedes
℟. y con tu espíritu.
℣. Del ╬ Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan.
℟. Gloria a ti, Señor.
09:05
Lectura del Santo Evangelio
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Junto a la Puerta de las Ovejas, en Jerusalén, había una piscina llamada en hebreo Betesda. Con cinco porticos, bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos.
Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.
09:39
Lectura del Santo Evangelio
Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres sanarte?».
Él le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerga en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes».
Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina».
Enseguida el hombre se sanó, tomó su camilla y comenzó a caminar.
10:20
Lectura del Santo Evangelio
Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: «Es sábado, no te está permitido llevar tu camilla».
Él les respondió: «El que me sanó dijo: “Toma tu camilla y camina”».
Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo toma tu camilla y camina?».
Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido, entre la multitud que estaba allí.
11:06
Lectura del Santo Evangelio
Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Has sido sanado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía».
El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había sanado.
Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.
℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria y Honor a Ti, Señor Jesús.
HOMILIA
11:58
El Santo Padre - El Papa Francisco:
La liturgia de hoy nos hace reflexionar sobre el Agua. El Agua como Símbolo de Salvación, como un medio de Salvación. Pero también el Agua, es un medio de Destrucción pensemos en el Diluvio. En estas Lecturas el agua es para la Salvación, en la Primera Lectura es el Agua que lleva la vida, que vuelve a sanar las Aguas del Mar. Un Agua nueva, que vuelve a sanar, en el Evangelio, la piscina, esa piscina a la que iban los enfermos, llena de Agua para sanarse. Porque decían que de vez en cuando, se movían las Aguas como si fuese un río, porque un ángel descendía del cielo a moverlas.
13:13
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Y el primero o los primeros que se lanzaban al agua se sanaban. Y tantos como dice Jesús, tantos enfermos, un gran número de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos estaban ahí esperando la sanación, que se moviese el agua. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía 38 años. 38 años allí esperando la sanación. Nos hace pensar en esto, un poco demasiado, porque uno que quiere ser sanado se las arregla, para tener a alguien que lo ayude. Que se mueva, que sea un poco más ágil, también un poco más astuto, ¿no? Éste 38 años ahí al punto que no se sabe si está enfermo o muerto.
14:29
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Jesús viéndolo que yacía allí y sabiendo la realidad que estaba hace tanto tiempo ahí, le pregunta: «¿quiere sanar?» y la respuesta es interesante. No dice que sí, se lamenta no de la enfermedad, le responde el enfermo: «Señor no tengo a nadie que me sumerja en la piscina, cuando el agua comienza a agitarse. Mientras yo voy a ir, estoy por tomar la decisión, otro desciende antes de mí». Un hombre que siempre llega tarde, Jesús le dijo: «levántate toma tu camilla y camina» y al instante ese hombre se sanó. Nos hace pensar la conducta de este hombre, estaba enfermo, sí, tal vez tenía alguna parálisis, pero parece que podía caminar algo.
15:48
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Pero estaba enfermo del corazón, del espíritu, estaba enfermo de pesimismo, estaba enfermo de tristeza, enfermo de acedia. Esta es la enfermedad de este hombre, «sí, quiero vivir, pero, .. estaba ahí». Pero la respuesta es sí, quiero ser sanado y no lamentarse diciendo: «siempre son los otros los que llegan primero». La respuesta, a la oferta de Jesús para sanar es «lamentarse en contra de los otros». Y así 37 años lamentándose de los otros y no haciendo nada para sanar. Era un sábado, hemos escuchado lo que han hecho los Doctores de la Ley. Pero la clave es el encuentro con Jesús, después lo encontró en el templo y le dijo: «mira que está sanado, has sido sanado no vuelvas a pecar de lo contrario te ocurrirán cosas peores todavía».
17:08
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Aquel hombre estaba en pecado, pero no era, no estaba ahí porque había hecho algo grande, de pecado. Sino su pecado era sobrevivir y lamentarse de la vida de los otros. El pecado de la tristeza, qué es la semilla del diablo. De aquella incapacidad de tomar una decisión, sobre la propia vida, pero sí mirar la vida de los otros, para lamentarse. Ellos van primero, yo soy una víctima de esta vida, todas estas lamentaciones, respira lamentación, este tipo de gente. Si hacemos una comparación con el ciego de nacimiento, que hemos escuchado el domingo pasado, con cuánta alegría, con cuánta decisión había acogido la Sanación y con cuánta decisión también va a discutir con los Doctores de la Ley.
18:39
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Éste solamente fue informó, si es este y punto, sin comprometerse con la vida. Me hace pensar en tantos de nosotros, tantos Cristianos que viven en este estado de acedia, incapaces de hacer alguna cosa, pero lamentándose de todo. Y la acedia es un veneno, es una nebulosa que circunda el alma y no la deja vivir y también es una droga. Porque si tú la prueba seguido te gusta y al final eres un dependiente de la tristeza, adicto a la acedia. Es como el aire, y esto es un pecado, muy habitual entre nosotros, la tristeza, la acedia.
19:58
El Santo Padre - El Papa Francisco:
No digo la melancolía, pero se le acerca. Nos hará bien releer este capítulo quinto de Juan, para ver como es esta enfermedad en la cual podemos caer. El Agua es para salvarse, pero yo no puedo salvarme porque la culpa es de los otros y me quedo 38 años allí. Jesús me sanó, no se ve la reacción de los otros que son, han sido sanados. Toman la camilla, bailan, dan gracias, se lo cuentan a todo el mundo, no, esté sigue adelante. Los otros le dicen, que no se debe hacer y él dice bueno ese que me sanó me dijo que sí, entonces sigo adelante.
21:04
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Y después en lugar de ir donde Jesús agradecerle, informa, fue éste. Una vida gris, pero gris de este espíritu malo, que es la acedia, la acedia, la tristeza, la melancolía. Pensemos en el Agua, aquella Agua que es símbolo de nuestra fuerza, de nuestra vida, el Agua que Jesús ha usado para regenerarnos en el Bautismo. Y pensemos también en nosotros, si alguno de nosotros tiene el peligro de resbalar en esta acedia, en este pecado neutral. El pecado de la neutralidad, ni en blanco, ni negro, no se sabe qué cosa es. Esto es un pecado que el diablo puede usar para anular nuestra vida espiritual y nuestra vida de personas.
22:16
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Que el Señor nos ayude a entender, cuán horrible y cuanto maligno es este pecado.
22:40
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Se dispone sobre el Altar el Corporal y posteriormente se realiza la Ofrenda del Pan y el Vino. Que se convertirá en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
22:55
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Bendito seas, Señor, Dios
del universo, por este pan
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora Te presentamos a Tí, el será
para nosotros Pan de Vida Eterna.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de Tu Generosidad
y ahora te presentamos, él será
para nosotros bebida de salvación.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
23:55
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Oremos hermanos,
para que este sacrificio
mío y de ustedes sea agradable
a Dios Padre Todopoderoso
℟. El Señor reciba de Tus manos
este Sacrificio para alabanza
y gloria de Su nombre, para nuestro bien
y el de toda Su Santa Iglesia.
℟. Amén.
OFRECIMIENTO DE LOS DONES:
24:10
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Te ofrecemos Señor los Dones
que tú mismo nos diste
que sean para nosotros prueba
de Tu Providencia en esta vida mortal
y alimento eficaz para la inmortalidad
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
24:29
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. El Señor esté con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos elevado hacia el Señor.
℣. Demos Gracias al Señor, Nuestro Dios.
℟. Es cosa buena y justa.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar
Señor Padre Santo, Dios Todopoderoso
y Eterno por Cristo Señor nuestro
porque con el Ayuno Cuaresmal
Tú vences nuestras pasiones y elevas
el espíritu nos das fuerzas
y nos das el premio por Cristo
Nuestro Señor, por eso, por este
Misterio se alegran los Ángeles
y por la eternidad adoran
la Gloria de Tu Rostro
concede que se unan a ellos
nuestras humildes voces
en el Himno de tu Alabanza:
25:22
Coro de Santa Marta:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.
Coro de Santa Marta:
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.
25:22
Coro Santa Marta:
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.
¡Hosanna! en el Cielos.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las Alturas.
Coro Santa Marta:
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.
¡Hosanna! en el Cielos.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las Alturas.
PLEGARIA EUCARÍSTICA:
26:05
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Santo eres en Verdad, Señor,
Fuente de Toda Santidad
por eso Te pedimos que santifiques
estos Dones con la Efusión
de Tu Espíritu, de manera que
se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo Nuestro Señor.
Él mismo cuando iba a ser entregado
a Su Pasión Voluntariamente aceptada
tomó Pan, dándote gracias
lo partió, lo dió
a sus Discípulos y dijo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
El Santo Padre presenta al pueblo la Hostia Consagrada y hace la genuflexión en señal de Adoración.
26:55
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Señor mío y Dios mío.
27:09
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Del mismo modo acabada la cena,
tomó el Cáliz, y dándote gracias
de nuevo lo pasó
a Sus Discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ
DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA
NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
El Santo Padre presenta al pueblo el Cáliz y hace la genuflexión en señal de Adoración.
27:53
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Señor mío y Dios mío.
27:56
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Éste es el Misterio de nuestra Fe.
La Asamblea:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
28:05
El Santo Padre y los concelebrantes:
Así pues Padre, al Celebrar
ahora el Memorial de la muerte
y resurrección de Tu Hijo,
Te ofrecemos, el Pan de Vida
y el Cáliz de Salvación
y te damos gracias porque nos
hace digno de servirte
en Tu Presencia.
Te pedimos humildemente que
el Espíritu Santo congregue
en la unidad a cuantos
participamos del Cuerpo
y la Sangre de Cristo.
28:42
1º Concelebrante:
Acuerdate Señor de tu Iglesia
extendida por toda la Tierra
y con nuestro Obispo el Papa
Francisco y todos los Pastores,
que cuidan de tu pueblo.
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que se durmieron en la esperanza
de la resurrección y de todos
los que han muerto en Tu Misericordia
admítelos a contemplar la Luz
de Tu Rostro, Ten misericordia
de todos nosotros y así con
María la Virgen, Madre de Dios
con San José, su esposo
con los Apóstoles y cuantos
vivieron en tu Amistad
a través de los tiempos
merezcamos por Tu Hijo
Jesucristo compartir la Vida
Eterna y Cantar Tus Alabanzas:
29:42
El Santo Padre y los Concelebrantes:
℣. Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
30:04
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Fieles a la Recomendación del Señor y siguiendo su Divina Enseñanza nos atrevemos a decir:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
30:42
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la Paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
La Asamblea:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
31:06
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
"La Paz les dejo, mi Paz les doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la Paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
31:32
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. La Paz del Señor esté siempre con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Daos Fraternalmente la Paz.
℟. La Paz esté contigo.
31:37
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Pueden intercambiar un Signo de Paz.
26:05
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Santo eres en Verdad, Señor,
Fuente de Toda Santidad
por eso Te pedimos que santifiques
estos Dones con la Efusión
de Tu Espíritu, de manera que
se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo Nuestro Señor.
Él mismo cuando iba a ser entregado
a Su Pasión Voluntariamente aceptada
tomó Pan, dándote gracias
lo partió, lo dió
a sus Discípulos y dijo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
El Santo Padre presenta al pueblo la Hostia Consagrada y hace la genuflexión en señal de Adoración.
26:55
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Señor mío y Dios mío.
27:09
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Del mismo modo acabada la cena,
tomó el Cáliz, y dándote gracias
de nuevo lo pasó
a Sus Discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ
DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA
NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
El Santo Padre presenta al pueblo el Cáliz y hace la genuflexión en señal de Adoración.
27:53
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Señor mío y Dios mío.
27:56
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Éste es el Misterio de nuestra Fe.
La Asamblea:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
28:05
El Santo Padre y los concelebrantes:
Así pues Padre, al Celebrar
ahora el Memorial de la muerte
y resurrección de Tu Hijo,
Te ofrecemos, el Pan de Vida
y el Cáliz de Salvación
y te damos gracias porque nos
hace digno de servirte
en Tu Presencia.
Te pedimos humildemente que
el Espíritu Santo congregue
en la unidad a cuantos
participamos del Cuerpo
y la Sangre de Cristo.
28:42
1º Concelebrante:
Acuerdate Señor de tu Iglesia
extendida por toda la Tierra
y con nuestro Obispo el Papa
Francisco y todos los Pastores,
que cuidan de tu pueblo.
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que se durmieron en la esperanza
de la resurrección y de todos
los que han muerto en Tu Misericordia
admítelos a contemplar la Luz
de Tu Rostro, Ten misericordia
de todos nosotros y así con
María la Virgen, Madre de Dios
con San José, su esposo
con los Apóstoles y cuantos
vivieron en tu Amistad
a través de los tiempos
merezcamos por Tu Hijo
Jesucristo compartir la Vida
Eterna y Cantar Tus Alabanzas:
29:42
El Santo Padre y los Concelebrantes:
℣. Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
30:04
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Fieles a la Recomendación del Señor y siguiendo su Divina Enseñanza nos atrevemos a decir:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
30:42
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la Paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
La Asamblea:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
31:06
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Señor Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
"La Paz les dejo, mi Paz les doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la Paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
31:32
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. La Paz del Señor esté siempre con Ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Daos Fraternalmente la Paz.
℟. La Paz esté contigo.
31:37
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Pueden intercambiar un Signo de Paz.
AGNUS DEI
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Dona nobis pacem.
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Miserere nobis.
℣. Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,
℟. Dona nobis pacem.
CORDERO DE DIOS
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. ten piedad de nosotros
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. ten piedad de nosotros
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. danos la Paz
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. ten piedad de nosotros
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. ten piedad de nosotros
℣. Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo
℟. danos la Paz
32:26
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados
a la Cena del Señor.
32:35
El Santo Padre y la asamblea:
℟. Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
32:51
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - El Santo Padre, Comulga con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Consagrado sobre el Altar y ofrecidos al padre como Sacrificio Agradable a Su Presencia. El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se han ofrecido por nuestra Salvación. Aquella que Sacramentalmente hemos obtenido en el Bautismo, por las Aguas santificadoras. Las Aguas que nos sanan, aquellas Aguas de las cuales nos ha hablado el Profeta Ezequiel en la Primera Lectura de hoy.
33:43
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Nos disponemos para hacer la Oración de Comunión Espiritual junto con el Santo Padre.
34:09
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Hagamos la Comunión Espiritual:
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
℣. Jesús mío, creo que está
realmente presente en el Santísimo
Sacramento del Altar, te Amo
sobre todas las cosas y deseo
tenerte en mi alma pero ya
que ahora no puedo recibirte
sacramentalmente, ven al menos
espiritualmente a mi corazón
y como si ya hubieses venido,
te abrazo y me uno del todo a Ti
Señor no permitas que jamás
me aparte de Ti.
℟. Amén.
34:54
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Manifestamos con esta Oración, nuestra total disposición de estar en Comunión con Jesucristo. Quienes no lo podemos recibir Sacramentalmente, en el Pan del Cielo sobre el Altar. Lo hacemos a través de nuestro corazón rendido a sus pies. Pidiendo Su Presencia y que esa Presencia en nuestros corazones se irradie también a los demás. En este tiempo en que muchos no podemos ir a la Iglesia, somos nosotros Iglesia allí donde estemos. Por el Bautismo hemos sido Consagrados en Jesucristo e injertados en la vida de Él y hechos miembros de la iglesia.
35:48
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Por eso allí donde usted esté estará presente la Iglesia, nuestro desafío es mantener esa Comunión con el Señor. Para hacer presencia de Él, en medio de nuestras Familias, de nuestros Hogares y allí donde estemos pasando estos días. Sobre el Altar de la Casa de Santa Marta, se expone en este momento el Santísimo Sacramento, la Custodia ya expuesta al Centro del Altar. Y nosotros desde nuestros hogares desde donde nos encontremos hacemos Adoración.
36:41
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Con nuestro corazón, como le dijo Jesús a la Samaritana: «adoramos en verdad y en espíritu». Aquí frente a Jesús Sacramentado, podemos decir:
ORACIÓN AL SANTÍSIMO:
℣. Alma de Cristo Santifícame
Cuerpo de Cristo, Sálvame
Sangre de Cristo embriagame
Agua del Costado de Cristo, Lávame
Pasión de Cristo, Confórtame
Oh Buen Jesús, Óyeme
dentro de Tus Llagas, Escóndeme
no permitas que me aparte de Ti
del enemigo malo, Defiéndeme
en la hora de mi muerte, Llámame
y mándame ir a Ti, para que
con Tus Santos te Alabe
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
38:17
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Recogidos en Oración, antes Jesús Sacramentado le pedimos al Señor especialmente por la intención que hoy día, nos ha invitado a Rezar el Papa Francisco. Por aquellos Doctores, Personal Sanitario, Sacerdotes que han fallecido estos días, entregando su vida por atender a los enfermos. Y también por aquellos, que siguen arriesgando sus vidas, contagiados, enfermos pero que están ahí para entregarse enteramente. Como Jesús a quien Adoramos sobre el Altar, se entregó sobre la Cruz.
DEVOCIÓN AL DIOS ESCONDIDO:
℣. Te Adoro con Devoción Dios Escondido
oculto verdaderamente bajo estas
apariencias, a Ti se somete
mi corazón por completo y se rinde
totalmente al contemplarte
al juzgar de Ti se equivocan
la vista, el tacto, el gusto
pero basta el oído para creer
con firmeza, creo todo
lo que ha Dicho el Hijo de Dios
nada es más verdadero que esta
Palabra de Verdad en la Cruz
se escondía solo la Divinidad
pero aquí se esconde también
la humanidad, creo y confieso
ambas cosas y pido lo que pidió
aquel ladrón arrepentido
no veo las llagas como las vió
Tomás, pero confieso que eres
mi Dios haz que yo crea más y más
en Ti, que en Tí espere y que te ame
o memorial de la muerte del Señor
Pan Vivo que das vida al hombre
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura
Señor Jesús bondadoso pelícano
límpiame a mi inmundo con tu sangre
de la que una sola gota puede
liberar de todos los crímenes
al mundo entero. Jesús a quien
ahora veo oculto, te ruego
que se cumpla lo que tanto ansío
que al mirar Tu Rostro cara
a cara sea yo feliz viendo tu gloria.
℟. Amén.
42:01
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera:
℣. Estamos frente a Jesús Sacramentado,
consideremos este admirable Misterio.
Dios que se hizo hombre,
para quedarse con nosotros
nos dejó su Cuerpo Sacramentalmente
presente en este Pan Consagrado.
En esta Hostia Santa, ante Él
doblamos la rodilla, porque es
el verdadero Dios en medio nuestro.
Qué admirable intercambio, nosotros
le damos Pan y Vino, Él a cambio
nos entrega Su Cuerpo y Su Sangre
nosotros le entregamos nuestros
pecados y Él a cambio nos regala
su infinita Ternura, Misericordia
y Perdón, es el Dios cercano
el Dios de la gratuidad, el Dios
que no pide nada a cambio,
sino que nos dejemos Amar
profundamente por Él, por eso
conmovidos por este Amor Infinito
nos rendimos ante Él pidiéndole
por todas nuestras necesidades
y las del mundo entero.
43:57
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera:
℣. Con nuestros ojos fijos en Jesús,
abrámosle nuestros corazones
entreguémosle todo lo bueno
que hemos hecho, pero especialmente
nuestros pecados y nuestras faltas,
que allí en nuestro pecado sea Él
nuestro Salvador, allí en nuestra
debilidad, sea Él nuestra fortaleza.
44:23
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Oremos.
Padre de Bondad fortifica
nuestros corazones y renuévanos
con Tus Sacramentos para que
también nuestro cuerpo encuentre
en ellos la fuerza, para la vida
presente y el germen de su vida inmortal.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
44:49
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Nos disponemos a recibir la Bendición con el Santísimo Sacramento del manos del Sucesor de Pedro. Y acompañando el gesto de la Bendición podemos trazar la Cruz sobre nosotros.
45:31
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - El Papa Francisco nos ha Bendecido con el Santísimo Sacramento que ahora es retirado de la Custodia. Para ser reservado en el Sagrario de la Capilla de la Casa de Santa Marta.
46:20
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. La Misa ha terminado
vamos en paz
℟. Demos gracias al Señor.
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados
a la Cena del Señor.
32:35
El Santo Padre y la asamblea:
℟. Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
32:51
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - El Santo Padre, Comulga con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Consagrado sobre el Altar y ofrecidos al padre como Sacrificio Agradable a Su Presencia. El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se han ofrecido por nuestra Salvación. Aquella que Sacramentalmente hemos obtenido en el Bautismo, por las Aguas santificadoras. Las Aguas que nos sanan, aquellas Aguas de las cuales nos ha hablado el Profeta Ezequiel en la Primera Lectura de hoy.
33:43
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Nos disponemos para hacer la Oración de Comunión Espiritual junto con el Santo Padre.
34:09
El Santo Padre - El Papa Francisco:
Hagamos la Comunión Espiritual:
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
℣. Jesús mío, creo que está
realmente presente en el Santísimo
Sacramento del Altar, te Amo
sobre todas las cosas y deseo
tenerte en mi alma pero ya
que ahora no puedo recibirte
sacramentalmente, ven al menos
espiritualmente a mi corazón
y como si ya hubieses venido,
te abrazo y me uno del todo a Ti
Señor no permitas que jamás
me aparte de Ti.
℟. Amén.
34:54
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Manifestamos con esta Oración, nuestra total disposición de estar en Comunión con Jesucristo. Quienes no lo podemos recibir Sacramentalmente, en el Pan del Cielo sobre el Altar. Lo hacemos a través de nuestro corazón rendido a sus pies. Pidiendo Su Presencia y que esa Presencia en nuestros corazones se irradie también a los demás. En este tiempo en que muchos no podemos ir a la Iglesia, somos nosotros Iglesia allí donde estemos. Por el Bautismo hemos sido Consagrados en Jesucristo e injertados en la vida de Él y hechos miembros de la iglesia.
35:48
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Por eso allí donde usted esté estará presente la Iglesia, nuestro desafío es mantener esa Comunión con el Señor. Para hacer presencia de Él, en medio de nuestras Familias, de nuestros Hogares y allí donde estemos pasando estos días. Sobre el Altar de la Casa de Santa Marta, se expone en este momento el Santísimo Sacramento, la Custodia ya expuesta al Centro del Altar. Y nosotros desde nuestros hogares desde donde nos encontremos hacemos Adoración.
36:41
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Con nuestro corazón, como le dijo Jesús a la Samaritana: «adoramos en verdad y en espíritu». Aquí frente a Jesús Sacramentado, podemos decir:
ORACIÓN AL SANTÍSIMO:
℣. Alma de Cristo Santifícame
Cuerpo de Cristo, Sálvame
Sangre de Cristo embriagame
Agua del Costado de Cristo, Lávame
Pasión de Cristo, Confórtame
Oh Buen Jesús, Óyeme
dentro de Tus Llagas, Escóndeme
no permitas que me aparte de Ti
del enemigo malo, Defiéndeme
en la hora de mi muerte, Llámame
y mándame ir a Ti, para que
con Tus Santos te Alabe
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
38:17
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Recogidos en Oración, antes Jesús Sacramentado le pedimos al Señor especialmente por la intención que hoy día, nos ha invitado a Rezar el Papa Francisco. Por aquellos Doctores, Personal Sanitario, Sacerdotes que han fallecido estos días, entregando su vida por atender a los enfermos. Y también por aquellos, que siguen arriesgando sus vidas, contagiados, enfermos pero que están ahí para entregarse enteramente. Como Jesús a quien Adoramos sobre el Altar, se entregó sobre la Cruz.
DEVOCIÓN AL DIOS ESCONDIDO:
℣. Te Adoro con Devoción Dios Escondido
oculto verdaderamente bajo estas
apariencias, a Ti se somete
mi corazón por completo y se rinde
totalmente al contemplarte
al juzgar de Ti se equivocan
la vista, el tacto, el gusto
pero basta el oído para creer
con firmeza, creo todo
lo que ha Dicho el Hijo de Dios
nada es más verdadero que esta
Palabra de Verdad en la Cruz
se escondía solo la Divinidad
pero aquí se esconde también
la humanidad, creo y confieso
ambas cosas y pido lo que pidió
aquel ladrón arrepentido
no veo las llagas como las vió
Tomás, pero confieso que eres
mi Dios haz que yo crea más y más
en Ti, que en Tí espere y que te ame
o memorial de la muerte del Señor
Pan Vivo que das vida al hombre
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura
Señor Jesús bondadoso pelícano
límpiame a mi inmundo con tu sangre
de la que una sola gota puede
liberar de todos los crímenes
al mundo entero. Jesús a quien
ahora veo oculto, te ruego
que se cumpla lo que tanto ansío
que al mirar Tu Rostro cara
a cara sea yo feliz viendo tu gloria.
℟. Amén.
42:01
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera:
℣. Estamos frente a Jesús Sacramentado,
consideremos este admirable Misterio.
Dios que se hizo hombre,
para quedarse con nosotros
nos dejó su Cuerpo Sacramentalmente
presente en este Pan Consagrado.
En esta Hostia Santa, ante Él
doblamos la rodilla, porque es
el verdadero Dios en medio nuestro.
Qué admirable intercambio, nosotros
le damos Pan y Vino, Él a cambio
nos entrega Su Cuerpo y Su Sangre
nosotros le entregamos nuestros
pecados y Él a cambio nos regala
su infinita Ternura, Misericordia
y Perdón, es el Dios cercano
el Dios de la gratuidad, el Dios
que no pide nada a cambio,
sino que nos dejemos Amar
profundamente por Él, por eso
conmovidos por este Amor Infinito
nos rendimos ante Él pidiéndole
por todas nuestras necesidades
y las del mundo entero.
43:57
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera:
℣. Con nuestros ojos fijos en Jesús,
abrámosle nuestros corazones
entreguémosle todo lo bueno
que hemos hecho, pero especialmente
nuestros pecados y nuestras faltas,
que allí en nuestro pecado sea Él
nuestro Salvador, allí en nuestra
debilidad, sea Él nuestra fortaleza.
44:23
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. Oremos.
Padre de Bondad fortifica
nuestros corazones y renuévanos
con Tus Sacramentos para que
también nuestro cuerpo encuentre
en ellos la fuerza, para la vida
presente y el germen de su vida inmortal.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
44:49
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Nos disponemos a recibir la Bendición con el Santísimo Sacramento del manos del Sucesor de Pedro. Y acompañando el gesto de la Bendición podemos trazar la Cruz sobre nosotros.
45:31
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - El Papa Francisco nos ha Bendecido con el Santísimo Sacramento que ahora es retirado de la Custodia. Para ser reservado en el Sagrario de la Capilla de la Casa de Santa Marta.
46:20
El Santo Padre - El Papa Francisco:
℣. La Misa ha terminado
vamos en paz
℟. Demos gracias al Señor.
46:26
Coro de la Casa de Santa Marta:
Salve Regina (Latín)
Salve, Regina, Mater misericordiae,
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules filii Hevae,
Ad te suspiramus, gementes et flentes
In hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos
Misericordes oculos ad nos converte;
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
Nobis post hoc exilium ostende
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.
℣. Ora pro nobis sancta Dei Genetrix.
℟. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
℟. Amén.
Salve, Regina, Mater misericordiae,
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules filii Hevae,
Ad te suspiramus, gementes et flentes
In hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos
Misericordes oculos ad nos converte;
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
Nobis post hoc exilium ostende
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.
℣. Ora pro nobis sancta Dei Genetrix.
℟. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
℟. Amén.
Salve Regina (Latín)
Dios te salve reina y madre de misericordia
vida dulzura y esperanza nuestra Dios te salve
a ti llamamos los desterrados hijos de Eva
a ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas ea pues Señora
abogada nuestra vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos y después
de este destierro muéstranos a Jesús
fruto bendito de tu vientre
o clementísima o piadosa
o dulce siempre Virgen María
℣. Ruega por nosotros Santa madre de Dios.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas y las gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
℟. Amén.
Dios te salve reina y madre de misericordia
vida dulzura y esperanza nuestra Dios te salve
a ti llamamos los desterrados hijos de Eva
a ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas ea pues Señora
abogada nuestra vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos y después
de este destierro muéstranos a Jesús
fruto bendito de tu vientre
o clementísima o piadosa
o dulce siempre Virgen María
℣. Ruega por nosotros Santa madre de Dios.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas y las gracias de
Nuestro Señor Jesucristo.
℟. Amén.
46:33
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Ave Regina Celorum, Te Saludamos Reina del Cielo. Con este Canto Mariano, concluimos esta Eucaristía. Que hemos transmitido extraordinariamente desde la Casa de Santa Marta y Presidida por el Sucesor de Pedro el Papa Francisco. Permaneciendo en Oración nos despedimos de todos, quienes nos acompañaron a través de Radio, Televisión e Internet. Así como a través del Portal Vatican News y Facebook Live. Por supuesto también un saludo a las Emisoras de Radio y Televisión que nos retransmiten.
47:08
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Y quienes nos escuchan a través de Youtube les deseamos un bendecido día.«Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo».
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Ave Regina Celorum, Te Saludamos Reina del Cielo. Con este Canto Mariano, concluimos esta Eucaristía. Que hemos transmitido extraordinariamente desde la Casa de Santa Marta y Presidida por el Sucesor de Pedro el Papa Francisco. Permaneciendo en Oración nos despedimos de todos, quienes nos acompañaron a través de Radio, Televisión e Internet. Así como a través del Portal Vatican News y Facebook Live. Por supuesto también un saludo a las Emisoras de Radio y Televisión que nos retransmiten.
47:08
Comentarios: Padre Don Felipe Herrera: - Y quienes nos escuchan a través de Youtube les deseamos un bendecido día.«Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo».
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