viernes, 9 de diciembre de 2022

05.12.2022 - Santa Misa de hoy, lunes de la II semana de Adviento






05.12.2022 - Santa Misa de hoy, lunes de la II semana de Adviento




5 de diciembre de 2022. - (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, del P. Carlos Martínez Oliveras lunes de la II semana de Adviento, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa



PRESIDE

Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras


00:40
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  En el Nombre del  Padre, y del  Hijo, y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia y la Paz de Jesucristo,
el Señor que viene a Salvarnos
esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

00:51
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Bienvenidos seais todos a esta Celebración de la Eucaristía, en este lunes de la II Semana de Adviento. Los que estáis aquí presente en la Basílica, y todos los que nos seguíis por medio de 13 Televisión. Ayer hemos comenzado en esta II Semana de Adviento, en la que Juan el Bautista ha tomado un protagonismo especial y particular. No solo el Adviento nos invita a ser vigilante, sino que también nos invita como a Juan el Bautista a ser precursores. A anticipar de alguna manera también esta llegada y este encuentro del Mesías que viene en persona, a salvarnos. Como hoy nos va a decir el Profeta Isaías, acogamos la Palabra del Señor, dejémonos transformar en nuestro corazón y abrámonos a esta Venida del Señor. Y antes de Celebrar estos Sagrados Misterios, humildemente reconozcamos nuestros pecados.

02:00
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Tú que viniste a visitar
a tu pueblo con la paz.

℣.  Señor ten Piedad.
℟.  Señor ten Piedad.

℣.  Tú que viniste a salvar
lo que estaba perdido.

℣.  Cristo ten Piedad.
℟.  Cristo ten Piedad.

℣.  Tú que viniste
a crear un mundo nuevo.

℣.  Señor ten Piedad.
℟.  Señor ten Piedad.

02:35
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Dios Todopoderoso
Tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.

02:43
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Oremos
Dirige hacia Tí
nuestras Súplicas, Señor
para que los deseos de Servirte

con total pureza, nos conduzca
hasta el Gran Misterior
de la encarnación de Tu Unigénito.

Él que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos
de los siglos.

℟.  Amén.

03:24
Primera Lectura:


Lectura del libro de Isaías: 35, 1-10 1ª lectura: Dios viene en persona y os salvará.

03:26
Primera Lectura:

El desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.

Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.

¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará.»
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,

los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto

y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.
En el lugar donde se echan los chacales

habrá hierbas, cañas y juncos.
Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.

Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.
No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.

Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.
Llegarán a Sión con cantos de júbilo:

alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.

℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

05:21
Lectura de los Salmos:


Salmo: Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.

05:22
Lectura de los Salmos:

℣.  He aquí nuestro Dios;
viene en persona y nos salvará.

℟.  He aquí nuestro Dios;
viene en persona y nos salvará.

℣.  Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra.  ℟.

℣.  La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.  ℟.

℣.  El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino.  ℟.

06:22
Exclamación del Evangelio:


Canto al Evangelio Mirad el rey viene el señor de la tierra y él romperá el yugo de nuestra cautividad.

℟.  Aleluya, Aleluya, Aleluya.

℣.  Mirad el Rey viene
el Señor de la tierra
y él romperá el yugo
de nuestra cautividad.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:58
Lectura del Santo Evangelio


  Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 17-26 Evangelio: Hoy hemos visto maravillas.

06:58
Lectura del Santo Evangelio

℣.  El Señor esté con Ustedes
℟.  y con tu espíritu

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor.

07:11
Lectura del Santo Evangelio

Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.

En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:

«Hombre, tus pecados están perdonados».

Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:

«¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:

«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil: decir “Tus pecados te son perdonados”, o decir “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados – dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».

Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, punto, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.

El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:

«Hoy hemos visto maravillas».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesucristo.


HOMILIA

09:52
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Hoy es un día para fortalecer el gozo y la esperanza, en el Mesías que viene. Hoy es un día particularmente con la lectura del Profeta Isaías y con el texto del Evangelio de Lucas, de la Curación del Paralítico. Fortalecer el gozo y la esperanza, porque Dios viene en persona, viene con su salvación, como hemos proclamado en el Salmo. A pesar de todo, podríamos tomar tres noticias del periódico y veríamos que la situación, no es muy halagüeña. Por ejemplo que la guerra en Ucrania continúa, recrudeciéndose con el general invierno. Hace unos días ha pasado por allí el Arzobispo de Canterbury Justin Welby y ha dicho que él ha reconocido que allí algunas personas han pasado verdaderamente por el infierno.

10:51
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

O podíamos mirar un poco más dentro de nuestra España y ver la situación de polarización, de crispación política o de situación de crisis económica. Con la inflación alta y que eso también va a tener repercusiones en tantas familias, que quizá lo vayan a pasar mal, estos días de Navidad. O la cuesta de enero, o mirando ayer el periódico la portada de un periódico del ABC, venía el drama social, de la falta de natalidad en España, con esta grave crisis de hijos. Donde, bueno, pues las familias, los matrimonios se casan tarde, esperan mucho, tienen dificultades, tienen problemas, no lo ven claro y no se deciden a tener familia, hijos. Por muchas razones sociales, económicas, lo que sea.

11:41
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

O quizá por falta de esperanza, también, por falta de verdaderos sentido, en otras ocasiones. Por lo tanto, bueno, el panorama tomando tres noticias, de así del periódico, podría no ser muy halagüeño. Y sin embargo, los Cristianos, no es que pongamos poesía a la vida, como si fuera una especie de optimismo vacío. Sino lo que ponemos es Esperanza Cristiana, ponemos Esperanza Cristiana, a pesar de las dificultades y de los problemas. Porque tenemos la palabra del Señor, tenemos la Promesa del Salvador, tenemos el Testimonio de Jesús. Y eso es lo que hoy el Profeta Isaías, en la Lectura, nos hacía, como una especie de marco idílico, marco idílico, donde estaría o donde reinaría El Mesías.

12:33
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Lo ponía en el plano natural, verdad, y en el plano de la vida humana. En el plano natural, pues del yermo brotará un vergel, del desierto, brotará un vergel. Y en el plano de la vida humana, pues hablaba de esas manos débiles, que serán robustecidas o esas rodillas vacilantes, que también serán de alguna manera restablecidas, fortalecidas, en medio de la debilidad. Ese es el ideal, donde no habrá ya guerra, donde no habrá digamos, disputa, violencia, sino reinará la paz, la armonía y esa situación donde Dios reine, en todos. Esa es la promesa que hace Isaías y lo que hace no es sino, anticipar precisamente, ese Dios que viene en persona, a salvarnos.

13:27
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Y esa Profecía se cumple, de manera plena, en Jesucristo, Dios viene en persona a salvarnos. Y Jesús en el Evangelio, lo que observamos es que viene en persona, a curar, a salvar y a perdonar. Son las tres dimensiones que Jesús hace de esa curación, integral del paralítico. Con una escena realmente, no sé cómo decirlo, muy plástica, muy muy, con muchos matices, un gran gentío, estaban allí los maestros de la ley. Todos estaban pendientes de Jesús y estos amigos, verdad, querían poner al paralítico delante de Jesús, para que lo curara y no había manera, de la gente que había.

14:15
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Entonces discurriendo, nada menos que pasan la camilla por encima del tejado. Retiran unas tejas y ponen la camilla en medio, delante de Jesús, para que este paralitico, pueda tener también, su Palabra de Salvación. Y es muy curioso, porque no dice viendo la Fe del paralítico, dice el texto de Lucas: «viendo la fe de ellos, de los cuatro que habían descolgado la camilla. Viendo la fe de ellos, le dijo al paralítico: "levántate, toma tu camilla"». Esa es la fuerza también que tiene este Adviento, que estamos viviendo, la fuerza de la Fe y de la Esperanza. Es una ocasión, especialmente también, para ser propiciadores de Encuentros con el Señor.

15:08
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Como lo fueron estos amigos del paralítico. Esta es una cuestión que también podríamos hoy de alguna manera, desarrollar y aplicarnosla, no. Hoy también quizá, mucha gente necesita que le ayudemos a encontrarse con Jesús. Porque en ese momento, cuando alguien se pone delante de Jesús, entonces puede experimentar esa salvación, en forma de perdón, también. Importante también de una manera significativa, durante este tiempo de Adviento siempre, pero durante este Tiempo de Adviento, acercarse al Sacramento de la Reconciliación, tiene un sentido particular.

15:48
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Porque es trabajar y preparar, nuestro corazón, para recibir al Señor que viene a nuestro encuentro. Es abajar esas montañas del orgullo, de la pereza o de la falta de caridad, en muchas ocasiones. Para recibir al Señor que viene, a nuestro corazón, que viene a transformar nuestra vida. Que viene a darle sentido, que viene a darle plenitud, aún en medio de las dificultades, que seguro que las hay, que todos las tenemos. Esa es la gran noticia y la gran esperanza del Adviento. Y en medio de esas situaciones, Jesús el que hoy, cura al paralítico y de alguna manera también nos está diciendo, que es capaz de fortalecer nuestras manos débiles, o de robustecer nuestras rodillas vacilantes.

16:33
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Que quizás sean las nuestras y las de muchos, que están a nuestro alrededor. Y por la Palabra del Señor, por esa Palabra que es fundante, por esa Palabra que nos interpela a cada uno de nosotros. Nosotros también podemos hacer esa labor de mediación y de que otros se acerquen. Entonces cuando nosotros hayamos experimentado, la curación, la salvación, el perdón de nuestra de nuestra limitación. Porque acercarse y reconocer el perdón de los pecados, es reconocer que todavía el mal existe, que el misterio del mal, el misterio de la iniquidad, todavía existe en nuestro mundo.

17:13
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Porque muchos lo tratan de banalizar y por lo tanto lo casi lo hacen desaparecer. No, el misterio del mal, todavía sigue existiendo y reconocerlo significa que tenemos la capacidad de cambiarlo y de reconciliarnos y de transformarlos y de transformarnos nosotros también hacia el bien. Digo cuando lo experimentemos nosotros mismos, esa esa situación de curación, de sanación, por parte del Señor y seamos también propiciadores y mediadores del encuentro de los otros con Jesús. Entonces podremos decir como la gente de allí, «hoy hemos visto maravillas». La maravilla es siempre, la transformación de las personas, no quizá con grandes manifestaciones, sino la maravilla de la transformación interior de una persona, que quizá antes estaba alejada y ahora se ha acercado al Señor.

18:05
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Se ha acercado a su Sacramentos, se ha acercado también, o se ha acercado a los demás, ha crecido en caridad, ha crecido en afecto, ha crecido en amor. Pongámonos hoy en esta clave del Dios que quiere curarnos, a cada uno de nosotros, ayudarnos, a salir de nuestra situación, sea cual sea. Para que pasemos a una existencia viva y animosa. Y esto también lo hacemos hoy de una manera particular, en la Eucaristía. Cada Eucaristía, en cada Eucaristía, Jesús nos quiere curar de nuestras parálisis, que también pueden ser muchas, porque lo que Él nos da, es siempre, Medicina de Inmortalidad, es Alimento de Vida y de Esperanza, que así sea.

19:40
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Oremos al Señor Nuestro Dios
que hace maravillas por nosotros.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por el Papa, los Obispos y Sacerdotes, Ministros de la Reconciliación.

Para que en el ejercicio
del poder de perdonar
recibido de Cristo
sean imagen viva del amor
misericordioso del Padre.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por los Gobernantes.

Para que trabajen
en favor de la paz
y de la justicia.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por todos los Enfermos.

Para que sean curados
en el cuerpo y en el espíritu
y den Gloria a Dios.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por todos nosotros.

Para que la esperanza
en la próxima venida del Señor
nos fortalezca en el bien.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

20:32
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Que tu justicia Señor
marche delante de nosotros
y sigamos el Camino de Salvación
que tú nos señalas.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.


ANUNCIANDO TU VENIDA
Francisco Palazón
Procedencia

Anunciando tu venida,
y el recuerdo de tu amor,
te damos gracias señor...

Anunciando tu venida,
y el recuerdo de tu amor,
te damos gracias señor...

Porque no empleaste oro
ni plata para comprarnos,
sino tu sangre preciosa,
en un madero colgado.

Por tu palabra de vida
por el buen samaritano,
por la inquietante pregunta:
«Abel, ¿dónde está tu hermano?»

Porque eres fuente de gracia,
porque amas a los humanos,
porque el Espíritu envías
para que te conozcamos,

porque nunca te conformas
con plegarias ni con cantos,
porque exiges testimonio
de lo que aquí celebramos.

22:51
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Orad, hermanos y hermanas,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

23:05
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Acepta Señor los Dones
que te ofrecemos
escogidos de los bienes
que hemos recibido de Ti

y lo que nos concedes
celebrar con devoción
durante nuestra vida mortal

sea para nosotros
premio de tu redención eterna.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

23:32
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

En verdad es justo darte gracias
es nuestro deber cantar en tu honor
Himnos de bendición y de alabanza
Padre Todopoderoso

principio y fin de todo lo creado
tú nos has ocultado el día y la hora
en que Cristo tu Hijo
Señor y Juez de la historia

aparecerá revestido
de Poder y de Gloria
sobre las nubes del Cielo.
En aquel día terrible y glorioso

pasará la figura de este mundo
y nacerán los cielos nuevos
y la Tierra Nueva
el mismo Señor que se nos mostrará

entonces lleno de Gloria
viene ahora a nuestro encuentro
en cada hombre y en cada acontecimiento
para que lo recibamos

en la Fe y por el Amor
demos testimonio de la espera dichosa
de su reino.
Por eso, mientras aguardamos

su última venida
unidos a Los Ángeles y a los Santos
cantamos el himno de tu gloria.



24:48
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras


Sanctus, Sanctus, Sanctus,

Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.


Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.

24:48
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras


Santo, Santo, Santo,

Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.

¡Hosanna! en el Cielos.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las Alturas.



25:06
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Santo eres en verdad Señor
fuente de toda santidad
por eso te pedimos
que santifiques estos Dones

con la efusión de tu espíritu
de manera que se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo Nuestro Señor

el cual cuando iba a ser entregado
a su pasión voluntariamente aceptada
tomó pan dando gracias lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

El Padre Carlos Martínez Oliveras presenta al pueblo la Hostia Consagrada y hace la genuflexión en señal de Adoración.

Del mismo modo acabada la cena,
tomó el Cáliz, en su Santas
y Venerables Manos, dando
gracias te bendijo,
y lo pasó a Sus Discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ
DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA
NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

El Padre Carlos Martínez Oliveras presenta al pueblo el Cáliz y hace la genuflexión en señal de Adoración.

27:01
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Éste es el Sacramento de Nuestra Fe.

Coro y la Asamblea:

℟.  Anunciamos tu muerte, Señor.
Proclamamos tu Resurrección.
Ven Señor Jesús.

27:11
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Así, pues, Padre,
al Celebrar ahora el Memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo
Te ofrecemos el Pan de Vida

y el Cáliz de Salvación
y te damos gracias
porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia

te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo
congregue en la unidad
a cuantos participamos

del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Acuérdate Señor de tu iglesia
extendida por toda la Tierra
y con el Papa Francisco

con nuestro Obispo Carlos
y sus Obispos Auxiliares
y todos los Pastores
que cuidan de tu Pueblo

llévala a su perfección por la Caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección

de Sicilia de la familia fabregat vives
Pilar, Ángel, Teresa
y de todos los que han muerto
en tu misericordia admítelos

a contemplar la luz de tu rostro
ten misericordia de todos nosotros
y así con María,
la Virgen, Madre de Dios

su esposo San José
los Apóstoles y cuantos
vivieron en tu amistad
a través de los tiempos

merezcamos por tu hijo Jesucristo
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

28:33
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amén.



RITO DE LA COMUNIÓN


PADRENUESTRO


28:49
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

El Amor de Dios a sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado, digamos con fe y esperanza:

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

29:25
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.


℟.  Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
PATER NOSTER


28:49
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Praeceptis salutaribus moniti, et divina institutione formati, audemus dicere:


Pater Noster, qui es in caelis,
sanctificétur nomen Tuum,
adveniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra.

Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie,
et dimitte nobis débita nostra,
sicut et nos dimittímus debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem,
sed libera nos a malo.


29:25
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Libera nos, quæsumus, Dómine,
ab ómnibus malis, da propitius
pacem in diébus nostris, ut, ope
misericórdiæ tuæ adiúti,
et a peccáto simus semper
liberi et ab omni perturbatióne
secúri: expectántes beátam spem
at advéntum Salvatoris nostri Iesu Christi.

℟.  Quia tuum est regnuum, et potestas, et glória in sæcula.


29:49
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

30:09
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  La Paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Intercambiemos un signo de Paz.
℟.  La Paz esté contigo.

30:43
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

31:12
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

34:55
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Oremos.
fructifique en nosotros Señor
la Celebración de estos Sacramentos

con los que tú nos enseñas ya
en este mundo que pasa
a descubrir el valor

de los bienes del cielo
y a poner en ellos nuestro corazón.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.


BENDICIÓN SOLEMNE


35:16
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  El Señor esté con Vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

35:19
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

℣.  Y la Bendición de Dios Todopoderoso,
 Padre,  Hijo,   y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.

℟.  Amen.

35:27
Rvrndo.: Don Carlos Martínez Oliveras

Pongamos también, en este Adviento, como un punto de referencia fundamental, a la Virgen María. Porque ella también tiene un papel trascendental, tanto en la Historia de la Salvación. Y particularmente la recordamos, de una manera Litúrgica, también durante este Tiempo de Adviento, además en preparación y en vísperas prácticamente ya de la Fiesta de la Inmaculada Concepción que Celebraremos el jueves. De una manera Solemne en toda España, hagámoslo así, glorificad al Señor con vuestra vida.

℣.  Podéis ir en paz.
℟.  Demos Gracias a Dios.

martes, 6 de diciembre de 2022

06.12.2022 - Santa Misa de hoy, martes de la II semana de Adviento






06.12.2022 - Santa Misa de hoy, martes de la II semana de Adviento, 6-12-2022




6 de diciembre de 2022. - (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la II semana de Adviento, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa



PRESIDE

Rvrndo.: Don José Blanco


00:50
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  En el Nombre del  Padre, y del  Hijo, y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo
el amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo
estén con todos vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

01:07
Rvrndo.: Don José Blanco

Hermanos, Buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía, de este martes de la II Semana de Adviento. Un saludo, cercano y cordial, como siempre, a todos aquellos hermanos nuestros, que a través de Canal 13 Televisión, se unen a nosotros, en la celebración Eucarística. Así que vamos a comenzar, estos Sagrados Misterios, como lo hacemos siempre, reconociéndonos pecadores y pidiendo perdón al Señor, en un momento de silencio.

02:01
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  Tú que viniste a visitar
a tu pueblo con la paz.

℣.  Señor ten Piedad.
℟.  Señor ten Piedad.

℣.  Tú que viniste a salvar
lo que estaba perdido.

℣.  Cristo ten Piedad.
℟.  Cristo ten Piedad.

℣.  Tú que viniste
a crear un mundo nuevo.

℣.  Señor ten Piedad.
℟.  Señor ten Piedad.

02:24
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  Dios Todopoderoso
Tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.

02:32
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  Oremos
Oh Dios que has manifestado
tu salvación hasta
los confines de la tierra

concédenos esperar con alegría
la gloria del nacimiento
de Tu Hijo

Él que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos
de los siglos.

℟.  Amén.

03:04
Primera Lectura:


Lectura del libro de Isaías: 40,1-11 1ª lectura: CONSOLAD, consolad a mi pueblo.

03:08
Primera Lectura:

«CONSOLAD, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;

hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados».

Una voz grita:

«En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.

Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos juntos – ha hablado la boca del Señor -».

Dice una voz: «Grita».

Respondo: «¿Qué debo gritar?».

«Toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, se marchita la flor, cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos; sí, la hierba, es el pueblo; se agosta la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».

Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá:

«Aquí está vuestro Dios.

Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda.

Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede.

Como un pastor que apacienta el rebaño, reúne con su brazo los corderos y los lleva sobre el pecho; cuida él mismo a las ovejas que crían».

℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

04:56
Lectura de los Salmos:


Salmo: Sal 95, 1-2. 3 y l0ac. 11-12. 13-14 Aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza.

05:00
Lectura de los Salmos:

℣.  Aquí está nuestro Dios,
que llega con fuerza.

℟.  Aquí está nuestro Dios,
que llega con fuerza.

℣.  Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.  ℟.

℣.  Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente».  ℟.

℣.  Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,.  ℟.

℣.  Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.  ℟.

06:05
Exclamación del Evangelio:


Canto al Evangelio Hebr: 1, 1-2 En muchas ocasiones habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final nos ha hablado por el Hijo.

℟.  Aleluya, Aleluya, Aleluya.

℣.  Está cerca el día del Señor;
mirad, él viene a salvarnos.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:47
Lectura del Santo Evangelio


  Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 12-14 Evangelio: Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.

06:47
Lectura del Santo Evangelio

℣.  El Señor esté con Ustedes
℟.  y con tu espíritu

℣.  Lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor.

06:57
Lectura del Santo Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.

Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesucristo.


HOMILIA

07:37
Rvrndo.: Don José Blanco

Sentáos, los especialistas en los análisis lingüísticos, nos dicen: «que a partir de este Capítulo 40 de Isaías, que hoy hemos empezado a leer y hasta el 55. Esos 15 capítulos, no son iguales que los primeros 40 del libro de Isaías». Y por lo tanto a estos Capítulos los llama el «Segundo Isaías». Y de ¿qué nos habla este «Segundo Isaías»? Pues resulta, que el pueblo de Israel, está en el exilio, está en Babilonia, y todas sus organizaciones, todo lo que tenían, lo han perdido. No tienen Templo, no tienen Reyes, no tienen Profetas, no tienen nada. Y entonces, el digamos, que la desmoralización en el Pueblo de Israel, cunde, al estar en el exilio y al no tener nada de sus Instituciones.

«Proto Isaías» (capítulos 1–39)
«Déutero Isaías» (capítulos 40–54)
«Trito Isaías» (capítulos 55–66)

09:01
Rvrndo.: Don José Blanco

Entonces surge, la idea, la voz, de este «Segundo Isaías llamado el Profeta del Consuelo y el Profeta de la esperanza». Y cómo empieza precisamente con lo que hemos leído hoy, «consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios». Porque todo el pecado, todo lo que habían hecho, ya ha sido pagado. Así dice: «se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen». Por lo tanto, que surja entre vosotros, la esperanza, de esa tierra prometida, que habéis perdido y que volveréis a ella.

09:50
Rvrndo.: Don José Blanco

Está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga, por sus pecados. Y entonces, precisamente para que ese acontecimiento, de la vuelta del exilio, a la tierra prometida. Les dice: «hay que allanar, hacer llanos todos los caminos». Y entonces hay que hacer una venida, digamos en el desierto, para que ese Dios llegue hasta vosotros. Una calzada para vuestro Dios, que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido, se enderece y lo escabroso, se iguale. Y entonces al propio profeta le dice: ¡grita! y el profeta, dice: ¿qué debo gritar? Pues debo gritar, que como todo es caduco, como toda carne es hierba, su belleza, es una flor campestre, pero se agota, la hierba, se marchita la flor, pero la Palabra de nuestro Dios, permanece para siempre.

11:07
Rvrndo.: Don José Blanco

Todo es caduco, menos la Palabra de Dios. Y esa Palabra de Dios, nos dice que llega la salvación. Esa Palabra de Dios, nos dice que llega el consuelo, para los que estáis desmoralizados. Que tenéis que vivir de Esperanza, porque el Señor vuestro Dios, no os ha olvidado. Súbete a un monte elevado, Heraldo de Sión, alza fuerte la voz, Heraldo de Jerusalén, dí a las ciudades de Judá, «Aquí está vuestro Dios». El Señor Dios llega con poder y con su brazo manda. Son Palabras de Consuelo y Palabras de Esperanza, para ese pueblo que lo había perdido todo y que está en el exilio. Palabra de Consuelo, vuestro Dios no os ha abandonado.

12:09
Rvrndo.: Don José Blanco

Allanar los caminos para que ese Dios vuestro, os acompañe, nuevamente hacia la Tierra Prometida. Y esa Palabra de Dios durará, permanecerá para siempre. Son palabras bonitas, que en este Tiempo de Adviento, tienen también que calar en nuestros corazones, para ver cómo la palabra de Dios nos consuela y como la palabra de Dios, nos abre a la esperanza. Y por eso en el Salmo Responsorial, hemos dicho: «aquí está nuestro Dios, que llega con fuerza». Y nos invita a cantar, «Cantad al Señor, un Cántico Nuevo, Cantad al Señor toda la Tierra, bendecir su Nombre, proclamad día tras día su Victoria.» Ese es nuestro Dios, el que nos da la fuerza, el que nos da el Poder, para seguir caminando, hacia la meta definitiva.

13:11
Rvrndo.: Don José Blanco

Y qué nos dice el Evangelio, el Evangelio es muy claro, es el de la «Oveja Perdida» que todos conocemos. La parábola de la «Oveja Perdida», no es en San Mateo que hemos leído hoy. No es igual que en San Lucas, que nos pone tres parábolas, para hablarnos del Dios de la Misericordia, el de la «Oveja Perdida», el del «Dracma perdido» y el del «hijo pródigo». San Mateo no, San Mateo nos pone solo y exclusivamente el de la «Oveja Perdida». Pero, en esta parábola, tan breve, lo que nos está diciendo es la alegría de Dios cuando encuentra a la Oveja, que se había extraviado. Y termina el Evangelio diciendo: «no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo, que se pierda ninguno de estos pequeños».

14:10
Rvrndo.: Don José Blanco

Eso está dirigido a nosotros, a los Creyentes, a los Seguidores de ese Cristo, que se Encarna de ese Dios, que se Encarna en Jesucristo. Alegría, porque los que somos pecadores, hemos sido perdonados, los que estábamos extraviados, Él nos ha vuelto a encontrar. Y en el encuentro se produce esa alegría de la salvación y ese ir a decir a los que están a su alrededor, que se alegra por esa oveja, que se había perdido. Más incluso, que por las 99 que no se habían extraviado. Nosotros por nuestros pecados, como digo, hemos o somos como la «Oveja Perdida», la oveja extraviada.

15:06
Rvrndo.: Don José Blanco

Pero Jesús nos encuentra, Jesús sale a nuestro encuentro, para ofrecernos la misericordia, el perdón y la salvación. Pues tengamos en cuenta eso y celebremoslo de una forma clara y expresa. En la Eucaristía, precisamente, es el propio Jesús que sale a nuestro encuentro, para ofrecernos la salvación, entregándose y derramando su sangre en la Cruz. Ahí, tenemos que estar agradecidos y alegrarnos, porque Jesucristo sale a nuestro encuentro, para ofrecernos la salvación. Pues vamos a pedirle al Señor en esta Eucaristía, que nos dé esa fuerza, ese coraje, esa valentía, para ser testigos de Él, en el mundo, en que vivimos. Un mundo lleno de desesperanzas, un mundo también como el Pueblo de Israel, un tanto desmoralizado.

16:13
Rvrndo.: Don José Blanco

Pues la Palabra de Dios, que permanece para siempre, nos vuelve a decir, alégrate, ten siempre ese consuelo y esa Esperanza porque tu Dios no te abandona.

16:37
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  Oremos al Señor Nuestro Dios,
que no quiere que nada se pierda.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Para que revele ya en este mundo
la gloria de su amor.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Para que Inspire
a los gobernantes
sentimientos de paz y Concordia.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Para que su mano reúna
a los que están divididos
por el odio o la discordia.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Para que nos ayude a vencer
nuestro egoísmo
y nuestra insolidaridad.

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

17:18
Rvrndo.: Don José Blanco

Y encomendemos también hoy, a un matrimonio que está aquí entre nosotros, Ernesto y Lola, que cumplen sus bodas de plata y nos han pedido también que les encomendemos al Señor. Por ellos,..

℣.  Roguemos al Señor.
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

17:3
Rvrndo.: Don José Blanco

℣.  Ayúdanos señor a enderezar lo torcido
a igualar lo escabroso te lo pedimos
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.


Salmo 24
ORACIÓN POR TODA CLASE DE NECESIDADES
Procedencia


A ti, Señor, levanto mi alma;
Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado,
que no triunfen de mí mis enemigos;
pues los que esperan en ti no quedan defraudados,
mientras que el fracaso malogra a los traidores.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
Por el honor de tu nombre, Señor,
perdona mis culpas, que son muchas.

Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.


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