martes, 28 de noviembre de 2017

28.11.2017 - Santa Misa en 13tv






Palabra de Vida 28/11/17:
«No quedará piedra sobre piedra»
Por Rvrdo. Don: Jesús Higueras Esteban




Camino Católico

Publicado el 28 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 28 de noviembre de 2017, martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 21, 5-11:

En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:

«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».

Ellos le preguntaron:

«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él dijo:

«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien “Esta llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».

Entonces les decía:

«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambre y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «No quedará piedra sobre piedra», los Discípulos por lo visto estaban admirados de la belleza del Templo de Jerusalén y Jesús dijo: «atención no os quedéis en el exterior», porque el templo en definitiva es un medio para un fin. Es el culto a Dios, por eso olvidaros de la belleza exterior, en el sentido de lo visible y quedaros con lo invisible. Y les dice: «por qué de todo esto que veis, que os llama tanto la atención, al final no quedará piedra sobre piedra».

00:43
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y así se cumplió las palabras de Jesucristo, todavía el Templo de Jerusalén sigue no existiendo, porque ese culto término. Es una llamada de Jesucristo, como a no quedarnos con lo exterior, a no quedarnos con lo visible, con lo de fuera. Tenemos que saber los Cristianos que hay cosas que son temporales, hay cosas que son para durar un tiempo. Y sin embargo, hay otras cosas que son eternas, que son para durar siempre, y por eso efectivamente un edificio, un cuadro, un traje, una comida, una casa.

01:12
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Son cosas que a veces le damos mucha importancia, qué importante es mi casa, qué importante es la ropa, que importante es el dinero del banco, que importante, y dice si, a todo eso algún día pasará. Lo importante es que hagamos familia, que en nuestra casa sea un hogar donde haya Caridad, donde haya Comprensión, donde haya Verdadera Fe y Vida de Hogar. No, lo importantes el coche, no, lo importante es que podamos desplazarnos, hacer un servicio, estar juntos. No olvidemos nunca que las cosas materiales, normalmente son un medio para un fin.

01:46
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y si nos olvidamos del fin y nos quedamos en el medio, pues efectivamente no llenamos de angustia, nos llenamos de un miedo a perder esos bienes materiales, que pensamos que nos van a proteger. O que nos van a salvar, y a lo mejor olvidamos lo importante, que lo importante son las cosas que son para siempre. Y ¿que es, lo que es para siempre?, para siempre es el Amor, para siempre es la Entrega, para siempre es la Comprensión. Es decir, para siempre son todos esos valores espirituales, esas virtudes y esas actitudes que Jesucristo en el evangelio nos muestra.

02:15
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Que Jesucristo con su Gracia nos da y que nosotros tenemos que acoger y tenemos que ejercitar. Y por tanto piénsalo, no te centres en esas cuatro cosas materiales que hoy te preocupan tanto. Que son buenas, todas, tener salud, tener un poquito de recursos económicos, tener comodidades, todo eso está bien, pero no es lo importante. Todo eso pasara, no quedará piedra sobre piedra, dice el Señor y si embargo tu alma inmortal, eso permanecerá. Ojalá que nosotros, digo, ante estas palabras del Señor, no, vamos a centrarnos en lo que es verdaderamente importante. Que no hagamos tanto cuestión de cosas que pasarán y que realmente nuestro corazón esté siempre preparado y dispuesto para acoger el Amor de Dios que es lo único que es Eterno.


Santa Misa del martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario, 28 de noviembre de 2017




Camino Católico

Publicado el 28 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Inicio de la Santa Misa y Dedicación


CANTO ENTRADA:

00:03
CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR(2)

Amo al señor porque me escuche
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte
caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del señor
señor, salva mi vida!!.

El señor es benigno y justo
nuestro dios es compasivo
el señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.

Alma mía, recobra tú calma
que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.


01:23
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amen.

01:31
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

01:39
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 34ª semana de Tiempo Ordinario. La última ya del tiempo ordinario, como sabéis el próximo domingo, comienza el Adviento que ya el Nuevo Año Litúrgico. Pues bien, vamos a escuchar como siempre la Palabra de Dios, y a participar del cuerpo y de la sangre del Señor que se entrega por nosotros. Un saludo como siempre también muy cercano y cordial a todos aquellos hermanos nuestros que a través de canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística.

02:22
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Que ahora en un momento de silencio nos acogemos al perdón y a la misericordia de Dios pidiéndole perdón por nuestros pecados.

02:41
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Tú que Borras nuestras Culpas
℟.  Señor, Ten Piedad

℣.  Tú que creas en nosotros un Corazón Puro
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Tú que nos devuelve
la Alegría de la Salvación
℟.  Señor, Ten Piedad

03:00
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

03:07
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
Mueve Señor los corazones de tus hijos
para que correspondiendo
generosamente a tu gracia
reciban con mayor abundancia

la ayuda de tu bondad
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos

℟.  Amen.

04:33
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura de la profecía de Daniel 2, 31-45 Dios suscitará un reino que nunca será destruido, y acabará con todos los reinos


03:42
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, dijo Daniel a Nabucodonosor:

«Tú, oh rey, viste estabas mirando y apareció una gran estatua. Era una estatua enorme y su brillo extraordinario resplandecía ante ti, y su aspecto era terrible. Aquella estatua tenía la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro mezclado con barro.


04:21
Lectora de la Primera Lectura: - Mientras estabas mirando, una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y los hizo pedazos. Se hicieron pedazos a la vez el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro, triturados como tamo de una era en verano; el viento los arrebató y desaparecieron sin dejar rastro. Y la piedra que había deshecho la estatua creció hasta hacerse una montaña enorme que ocupaba toda la tierra». «Este era el sueño; ahora explicaremos al rey su sentido:

05:02
Lectora de la Primera Lectura: - Tú,¡ oh rey, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha entregado el reino y el poder, el dominio y la gloria, a quien ha dado todos los territorios habitados por hombres, bestias del campo y aves del cielo, para que reines sobre todos ellos, tú eres la cabeza de oro.

Te sucederá otro reino de plata menos poderoso; después, un tercer reino de bronce, que dominará a todo el orbe.

Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro; como el hierro destroza y machaca todo, así destrozará y triturará a todos.


05:48
Lectora de la Primera Lectura: - Los pies y los dedos que viste, de hierro mezclado con barro de alfarero, representan un reino dividido, aunque conservará algo del vigor del hierro, porque viste hierro mezclado con arcilla. Los dedos de los pies, de hierro y barro, son un reino a la vez poderoso y débil. Como viste el hierro mezclado con la arcilla, así se mezclarán los linajes, pero no llegarán a fundirse, uno con el otro, lo mismo que no se puede fundir el hierro con el barro.

06:26
Lectora de la Primera Lectura: - Durante ese reinado, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido, ni su dominio pasará a otro pueblo, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, y él durará por siempre.

En cuanto a la piedra que viste desprenderse del monte sin intervención humana, y que destrozó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro, esto significa lo que el Dios poderoso ha revelado al rey acerca del tiempo futuro. El sueño tiene sentido, y la interpretación es cierta»..


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

07:14
Lectora de los Salmos:


Dn 3, 57. 58. 59. 60. 61 ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!

℣.  ¡Ensalzadlo con himnos
por los siglos!
Criaturas todas del Señor,
bendecid al Señor.  ℟.

Cielos,
bendecid al Señor.  ℟.

Ángeles del Señor,
bendecid al Señor.  ℟.

Aguas del espacio,
bendecid al Señor.  ℟.

Ejércitos del Señor,
bendecid al Señor.  ℟.

07:52
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


Aleluya Ap 2, 10c Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Sé fiel hasta la muerte
– dice el Señor –
y te daré la corona de la vida.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

08:35
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


  Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11 No quedará piedra sobre piedra


07:57
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor

08:44
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:

«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».

Ellos le preguntaron:

«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él dijo:

«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien “Esta llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».

Entonces les decía:

«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambre y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA


10:08
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - En estos últimos días del Año Litúrgico, la Palabra de Dios nos hace pensar y nos invita a reflexionar sobre nuestro mundo, sobre nuestro estar en el mundo, nuestro ser en el mundo, y el Reino de Dios. Que es lo que verdaderamente merece la pena, es decir, todo lo que hay en el mundo va a ser caduco y perecedero. Sin embargo el Reino de Dios, el que nos trae Jesucristo ese es el Reino Perenne al que todos y cada uno de nosotros, debemos tender con nuestra conducta, con nuestra vida, con nuestra forma de relacionarnos con el propio Dios.

10:58
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y en ese sentido, o en esa línea van las dos Lecturas, o las Lecturas de estos últimos días, del Año Litúrgico. Porque en la Profecía de Daniel, nos encontramos, o el sueño que tiene el rey Nabucodonosor y que le pregunta por su sentido al Profeta Daniel. Esos Reinos de Oro, de plata, de hierro, de bronce. Pero al final los pies que tienen esos Reinos son de barro, tienen «hierro mezclado con arcilla», dice el sueño. Y una piedra, una simple piedra, da en ese gigante, en ese coloso y lo destroza por completo.

11:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Lo destroza por completo esos reinos, el reino del que está hablando en ese momento el Reino de Babilonia, dice el Profeta: «tú eres el rey y eres la cabeza de oro». Detrás de ti vendrán otros reinos menos poderosos, pero lo único importante es que vendrá después un reino, aquí habla del reinado de hierro. Durante ese reinado, el Dios del cielo, suscitara un Reino que nunca será destruido, está refiriéndose naturalmente al Reino Mesiánico. Un reino que nunca será destruido, ni su dominio pasará a otro pueblo, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos y el durará por siempre.

12:49
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Los reinos de este mundo, efectivamente, pasan, son caducos, el Reino de Dios es perenne, el Reino de Dios durará por siempre. Ese Reino Mesiánico que ya anuncia el Profeta Daniel es el Reino que nos va a traer Jesucristo, que va a inaugurar Jesucristo en su vida mortal. Aquí entre nosotros, predicandonos ese Reino, haciéndonos ver que los valores de ese Reino no coinciden normalmente para nada, con los valores de los reinos mundanos. Lo veíamos precisamente anteayer, en la Fiesta de Cristo Rey.

13:45
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - ¿Qué nos decía el Evangelio de anteayer, en el Capítulo 25 de San Mateo?, «cuando lo hiciste por uno de estos pequeños, mis hermanos, conmigo lo hicisteis». Y es el Reino de Dios, no es el reino del prestigio, no es el reino del poder, no es el reino del ser más que nadie. Es el Reino del Servicio, es el Reino de ponernos de verdad generosamente al Servicio de nuestros hermanos. Es Jesús el que lo hizo así, Pilato le pregunta, si recordáis el momento de la Pasión: «luego Tú Eres Rey» y Él dice: «Sí, tú lo dices, Yo Soy Rey». Pero es un Reino distinto, es el Reino del que estuve enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme, tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber.

14:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Ese es el Reino, el Reino que Cristo nos dice y nos trae. Claro los judíos, estaban orgullosos de su Templo, así empieza el Evangelio de hoy. Algunos hablaban del Templo, de lo bellamente adornado que estaba, con piedra de calidad y exvotos y Jesús viene a decirle, lo mismo que ya decía Daniel hablando de los reinos.

15:12
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Este Templo, nuestro orgullo del que estáis tan ufanos, no quedará piedra sobre piedra. Tanto valoráis y es que todo esto es caduco, todo esto no tiene perennidad, el Reino de Dios sí. Y es verdad que el Evangelio de hoy, en algunos párrafos, casi hace un retrato de nuestro mundo actual, dice: «cuando oigáis noticias de guerras, de revoluciones», estamos nosotros, estamos así casi cada día, no, guerras, revoluciones. No tengáis pánico, y nos lo dice Jesús. Viene a decirnos: «agarraos a mí, que conmigo no vais a tener ningún sufrimiento», que no vais.., a aunque el mundo está como está y eso tenemos que ser realistas.

16:21
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Vendrán demagogos, filósofos, escritores diciendo: «yo soy, yo os traigo la bandera de la libertad, yo os voy a defender todos los derechos humanos». Y luego vemos, pues que son también, frágiles y no son a los que tenemos que seguir verdaderamente. Al que tenemos que seguir es a Cristo y Él es el que nos dice: «en medio de este mundo tan revuelto y tan convulso, no tengáis pánico, yo estoy con vosotros, estoy en medio de vosotros». Se alzará pueblo contra pueblo, reino contra reino, habrá grandes terremotos y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo, todo eso lo estamos viviendo actualmente.

17:16
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Los hombres por una parte nos enfrentamos unos a otros, nos hacemos violencia, atentados, fijaos el del otro día, en el Sinaí. Una cosa tremenda y luego la propia naturaleza, el terremoto de México hace poco, tenemos grandes convulsiones y entonces eso nos hace, nos debe hacer tomar conciencia de que todo lo de este mundo es pasajero. Hasta nuestras vidas son pasajeras, en cualquier momento se puede acabar nuestra vida y por eso hay que agarrarse a ese Cristo, ese Cristo que nos da el verdadero sentido de nuestra vida.

18:09
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y que nos conduce hacia el Reino de Dios, hacia ese Reino que es perenne, hacia ese Reino que nunca caducará, que perdurará por siempre. A ese Reino estamos llamados, ese es nuestro destino, pero tenemos que ir, día a día, poco a poco, ganándolo, con el Evangelio. Que os decía antes del domingo pasado, con las Obras de Misericordia, no con las palabras, sino con los hechos. Haciendo ver, que damos, al que tuvo hambre, damos de beber al que tuvo sed, visitamos al enfermo.

18:55
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Es decir es el Reino de Dios, ese es nuestro destino y ahí es donde va a estar también nuestra Eterna felicidad. Vamos a pedirle al Señor en esta Eucarístia, que nos dé fuerza, valentía, para seguir al Señor, incluso en los momentos más duros de nuestra vida. Incluso en este mundo tan convulso, que estamos viviendo en nuestros días.

19:28
Las Peticiones de los Fieles: - Al Celebrar estos Sagrados Misterios, pidamos al Dios de la salvación, que escuche misericordiosamente nuestras plegarias.


PETICIONES


℣.  Para que conceda a la Iglesia
la libertad y la paz.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Para que se digne establecer
y conservar la justicia
en todas las naciones

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Para que descubran
los poderosos que mandar
es servir

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Para que vean los subditos
una audiencia sin servilismo.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Para que perdone
a los pecadores,
proteja a los justos
consuele a los que sufren
y de salud a los enfermos.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Para que despierte en nosotros
el amor a los pobres
y el deseo del cielo.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

20:26
Lectora de la Primera Lectura:

Dios que derramas
sobre los corazones de tus fieles,
el Don de la Caridad,
concede a tus siervos

la salud del alma y del cuerpo
para que vivan en tu amor
cumpliendo tus mandatos
por Jesucristo Nuestro Señor

℟.  Amen.

21:34
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

22:20
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

22:35
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Recibe Señor estos dones sagrados
que nos ordenaste ofrecer
en honor de Tu nombre
y para que seamos por ellos

gratos a Tu bondad
has que obedezcamos
siempre Tus mandatos
por Jesucristo nuestro Señor

℟.  Amen.

22:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

23:00
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar

Señor Padre Santo
Dios todopoderoso y eterno
por Cristo Señor nuestro
a quien hiciste fundamento de todo

y de cuya plenitud quisiste
que participaramos todos
siendo Él de condición divina
se despojó de su rango

y por su sangre
derramada en la Cruz
puso en paz el universo
y así exaltado sobre todo

cuanto existe
es fuente de salvación eterna
para cuantos creen en Él
por eso con los Ángeles

y Arcángeles, Tronos y Dominaciones
y con todos los coros celestiales
cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:

23:55
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

24:13
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

25:12
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

25:57
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

26:05
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.

26:34
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia
a nuestra hermano .. a él
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles,

y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

27:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

27:51
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Jesucristo es el que ha inaugurado, como os decía antes entre nosotros el Reino de Dios. Él es el que nos explica cómo quiere Dios que nosotros vivamos y nos comportemos. Él es el que nos dice cuál es nuestro destino final, nosotros tenemos que dar gracias por ello, porque Jesús nos lo ha desvelado, nos lo ha revelado. Entonces tenemos que dar gracias al Padre y vamos a hacerlo con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO


Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

28:55
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

29:19
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:38
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

30:00
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

30:26
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

30:46
MÚSICA de la BASÍLICA:

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.


Venid a comulgar,
hambrientos y sedientos de la tierra,
venid y saciaréis en esta mesa
las ansias de vivir que os atormentan.
¿Quién las colmará? Danos, Señor, la eternidad.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.

El pan que Cristo da
es carne que alimenta en esta tierra.
La sangre generosa que derrama
acrecienta la vida en quien la beba.
¿Quién lo negará? Tú eres el Pan de la Verdad.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.

El pan que compartimos,
mil granos son de trigo unificados
y forman el cuerpo de la Iglesia
que abraza con amor a las naciones.
¿Quién se apartará? Tú eres, Señor, nuestra unidad.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.

La sangre que bebemos
es precio infinito de la vida.
Que Cristo ha merecido por nosotros,
que somos de su Vid vivos sarmientos.
¿Quién nos podará? Tú eres Señor el Viñador.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.

La mesa del Señor
no acaba en este valle de peligros.
Manjares olorosos, vinos nuevos
prepara ya en el Reino a sus amigos.
¿Quién lo gozará? Muéstranos ya, Señor, tu faz.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.

Venid a comulgar
y gratis dad la vida que os sustenta
sirvamos al Señor en tantos pobres
que gritan su pobreza en nuestras calles.
¿Quién no se dará? Tú eres, Señor, la caridad.

Cuerpo de Cristo entregado por mi
Sangre de Cristo derramada por mi
Pan de salvación
Cáliz de bendición
Banquete de comunión.


35:45
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
Dios Todopoderoso
ya que nos ha alegrado
con la participación
en Tu Sacramento no permitas
que nos separemos de ti
por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  La bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
Podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor.


Discurso del Papa a autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en Birmania, 28-11-17


Camino Católico



Publicado el 28 nov. 2017 (Laudate Dominum / Radio Vaticano / caminocatolico.org/home/) El Papa Francisco mantuvo un encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Myanmar (Birmania) en el “Myanmar International Convention Center” de la ciudad de Naipyidó y antes de partir a Yangón. En su discurso, el Pontífice expresó que “las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación”.

Para leer el discurso completo del Santo Padre a las autoridades y la sociedad civil de Birmania ingresar a:

http://caminocatolico.org/home/papa-f...

Papa Francisco a las autoridades y la sociedad civil de Birmania: «Trabajar juntos en favor de la paz, para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos»

00:03
Santo Padre: Papa Francisco: - Señora Consejera del Estado Excelentisimos Miembros del Gobierno y Autoridades Civiles, Señor Cardenal, Venerados Hermanos en el Episcopado, distinguidos Miembros del Cuerpo Diplomático, Señoras y Señores.

00:45
Santo Padre: Papa Francisco: - Deseo expresar mi viva gratitud por la amable invitación, para visitar Myamar y agradezco a la Señora Consejera de Estado, sus cordiales palabras. Doy las gracias de corazón, a todos aquellos que han trabajado incansablemente para hacer posible esta visita. He venido especialmente para Rezar, con la pequeña pero ferviente Comunidad Católica de esta Nación. Para confirmarla en la fe y alentarla a seguir contribuyendo al bien del País.

01:19
Santo Padre: Papa Francisco: - Estoy muy contento de que mi visita se realice tras el establecimiento de Relaciones Diplomáticas formales entre Myamar y la Santa Sede. Quiero ver esta decisión como una señal del compromiso de la Nación, para continuar buscando el diálogo y la cooperación constructiva dentro de la Comunidad Internacional, así como también para seguir esforzándose en renovar el tejido de la Sociedad Civil.

01:54
Santo Padre: Papa Francisco: - Quisiera además en esta visita llegar a toda la población de Myamar y ofrecer una palabra de aliento a todos aquellos que están trabajando para construir un orden social justo, reconciliado e inclusivo.

02:22
Santo Padre: Papa Francisco: - Myamar ha sido bendecido con el don de una belleza extraordinaria y de numerosos recursos naturales pero su mayor tesoro es sin duda su gente. Que ha sufrido y sigue sufriendo a causa de los conflictos civiles y de las hostilidades que durante demasiado tiempo han creado profundas divisiones.

03:00
Santo Padre: Papa Francisco: - Ahora que la Nación está trabajando por restaurar la paz, la curación de esas heridas ha de ser una prioridad política y espiritual fundamental. Quiero expresar mi agradecimiento al Gobierno, por los esfuerzos para afrontar este desafío, de modo particular a través de la conferencia de paz de ....Panglong que reúne a representantes de los diversos grupos con el objetivo de poner fin a la violencia, generar confianza y garantizar el respeto de los derechos de quienes consideran esta tierra como su hogar.

03:40
Santo Padre: Papa Francisco: - En efecto el difícil proceso de construir la paz y la reconciliación nacional, sólo puede avanzar a través del compromiso con la justicia y el respeto de los derechos humanos. La Sabiduría de los Antiguos ha definido la justicia como la voluntad de reconocer a cada uno lo que le es debido. Mientras que los Antiguos Profetas la consideraban como la base de una paz verdadera y duradera.

04:40
Santo Padre: Papa Francisco: - Estas intuiciones confirmadas por la trágica experiencia de dos Guerras Mundiales, condujeron a la creación de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como fundamento de los esfuerzos de la Comunidad Internacional para promover la justicia, la paz y el desarrollo humano, en todo el mundo y para resolver los conflictos, ya no con el uso de la fuerza, sino a través del diálogo.

05:12
Santo Padre: Papa Francisco: - En ese sentido la presencia del cuerpo diplomático entre nosotros, testimonia no sólo el lugar que ocupa Myanmar entre las Naciones sino también el compromiso del país por mantener y aplicar estos principios fundamentales.

05:43
Santo Padre: Papa Francisco: - El futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad. En el respeto por cada grupo étnico y su identidad, en el respeto, por el derecho, el estado de derecho y un orden democrático, que permita a cada individuo y cada grupo sin excluir a nadie, ofrecer su contribución legítima al bien común.

06:14
Santo Padre: Papa Francisco: - En la gran tarea de reconciliación e integración nacional, las Comunidades Religiosas en Myanmar tiene un papel privilegiado que desempeñar. Las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación.

06:50
Santo Padre: Papa Francisco: - Las Religiones pueden jugar un papel importante en la cicatrización de heridas emocionales, espirituales y psicológicas, de todos los que han sufrido en estos años de conflicto. Inspirándose en esos valores profundamente arraigados, pueden contribuir también a analizar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una Voz Profética en favor de los que sufren.

07:17
Santo Padre: Papa Francisco: - Es un gran signo de esperanza el que los líderes de las diversas Tradiciones Religiosas de este País, con espíritu de armonía y de respeto mutuo se esfuercen en trabajar juntos en favor de la paz. Para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos.

07:44
Santo Padre: Papa Francisco: - Al tratar de construir una cultura del encuentro y la solidaridad, contribuyen al bien común y sientan las bases morales indispensables en vistas de un futuro de esperanza y prosperidad, para las generaciones futuras.

08:04
Santo Padre: Papa Francisco: - Ese futuro está todavía en manos de los jóvenes de la Nación, ellos son un regalo que hay que apreciar y alentar. Una inversión que producirá un fruto abundante si se les ofrecen oportunidades reales de empleo y una educación de calidad.

08:30
Santo Padre: Papa Francisco: - Ésta es una exigencia urgente de justicia intergeneracional, el futuro de Myanmar, en un mundo interconectado y en rápida evolución dependerá de la formación de sus jóvenes. No sólo en el campo de la técnica, sino sobre todo en los valores éticos, de la honestidad, la integridad y la solidaridad humana que aseguran la consolidación de la democracia y el aumento de la unidad y la paz en todos los niveles de la sociedad.

09:07
Santo Padre: Papa Francisco: - La justicia intergeneracional también exige que las generaciones futuras reciban en herencia un entorno natural que no esté contaminado, por la codicia y la rapacería humana. Es esencial que no se le robe a nuestros jóvenes, la esperanza y la posibilidad de emplear su idealismo y su talento en remodelar el futuro de su país, es más de toda la familia humana.

09:43
Santo Padre: Papa Francisco: - Señora Consejera de Estado, queridos amigos, en estos días me gustaría alentar a mis Hermanos y Hermanas Católicos a perseverar en su Fe y a seguir anunciando su Mensaje de Reconciliación y Fraternidad a través de Obras de Caridad y humanitarias que benefician a toda la sociedad en su conjunto.

10:13
Santo Padre: Papa Francisco: - Espero que en cooperación respetuosa con los seguidores de otras Religiones y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuyan a abrir una nueva era de concordia y progreso para los pueblos de esta querida Nación. Larga vida a Myanmar les agradezco su atención y con los mejores deseos por su servicio al bien común invoco sobre ustedes, los Dones Celestiales de Sabiduría, Fortaleza y Paz. Gracias


*«Me gustaría alentar a mis hermanos y hermanas católicos a perseverar en su fe y a seguir anunciando su mensaje de reconciliación y fraternidad a través de obras de caridad y humanitarias, que beneficien a toda la sociedad en su conjunto. Espero que, en cooperación respetuosa con los seguidores de otras religiones y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuyan a abrir una nueva era de concordia y progreso para los pueblos de esta querida nación»

Video del discurso del Santo Padre traducido al español

28 de noviembre de 2017.- (Radio Vaticano / Camino Católico) El Papa Francisco mantuvo un encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Myanmar (Birmania) en el “Myanmar International Convention Center” de la ciudad de Naipyidó y antes de partir a Yangón.

En su discurso, el Pontífice expresó que“las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación”. En el video superior se visualiza y escucha el discurso del Santo Padre traducido al español, cuyo texto completo es el siguiente:

Señora Consejera de Estado, excelentísimos miembros del Gobierno y Autoridades Civiles, señor Cardenal, venerados Hermanos en el Episcopado, distinguidos miembros del Cuerpo Diplomático, señoras y señores:

Deseo expresar mi viva gratitud por la amable invitación para visitar Myanmar y agradezco a la Señora Consejera de Estado sus cordiales palabras.

Doy las gracias de corazón a todos aquellos que han trabajado incansablemente para hacer posible esta visita. He venido especialmente para rezar con la pequeña pero ferviente comunidad católica de esta nación, para confirmarla en la fe y alentarla a seguir contribuyendo al bien del País. Estoy muy contento de que mi visita se realice tras el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre Myanmar y la Santa Sede. Quiero ver esta decisión como una señal del compromiso de la nación para continuar buscando el diálogo y la cooperación constructiva dentro de la comunidad internacional, así como también para seguir esforzándose en renovar el tejido de la sociedad civil.

Quisiera además en esta visita llegar a toda la población de Myanmar y ofrecer una palabra de aliento a todos aquellos que están trabajando para construir un orden social justo, reconciliado e inclusivo. Myanmar ha sido bendecido con el don de una belleza extraordinaria y de numerosos recursos naturales, pero su mayor tesoro es sin duda su gente, que ha sufrido y sigue sufriendo a causa de los conflictos civiles y de las hostilidades que durante demasiado tiempo han creado profundas divisiones. Ahora que la nación está trabajando por restaurar la paz, la curación de estas heridas ha de ser una prioridad política y espiritual fundamental. Quiero expresar mi agradecimiento al Gobierno por los esfuerzos para afrontar este desafío, de modo particular a través de la Conferencia de Paz de Panglong, que reúne a representantes de los diversos grupos con el objetivo de poner fin a la violencia, generar confianza y garantizar el respeto de los derechos de quienes consideran esta tierra como su hogar.

En efecto, el difícil proceso de construir la paz y la reconciliación nacional sólo puede avanzar a través del compromiso con la justicia y el respeto de los derechos humanos. La sabiduría de los antiguos ha definido la justicia como la voluntad de reconocer a cada uno lo que le es debido, mientras que los antiguos profetas la consideraban como la base de una paz verdadera y duradera. Estas intuiciones, confirmadas por la trágica experiencia de dos guerras mundiales, condujeron a la creación de las Naciones Unidas y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos como fundamento de los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la justicia, la paz y el desarrollo humano en todo el mundo y para resolver los conflictos ya no con el uso de la fuerza, sino a través del diálogo. En este sentido, la presencia del Cuerpo Diplomático entre nosotros testimonia no sólo el lugar que ocupa Myanmar entre las naciones, sino también el compromiso del país por mantener y aplicar estos principios fundamentales.

El futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad, en el respeto por el estado de derecho y un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo – sin excluir a nadie – ofrecer su contribución legítima al bien común.

En la gran tarea de reconciliación e integración nacional, las comunidades religiosas de Myanmar tienen un papel privilegiado que desempeñar. Las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación. Las religiones pueden jugar un papel importante en la cicatrización de heridas emocionales, espirituales y psicológicas de todos los que han sufrido en estos años de conflicto. Inspirándose en esos valores profundamente arraigados, pueden contribuir también a erradicar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una voz profética en favor de los que sufren. Es un gran signo de esperanza el que los líderes de las diversas tradiciones religiosas de este país, con espíritu de armonía y de respeto mutuo, se esfuercen en trabajar juntos en favor de la paz, para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos. Al tratar de construir una cultura del encuentro y la solidaridad, contribuyen al bien común y sientan las bases morales indispensables en vistas de un futuro de esperanza y prosperidad para las generaciones futuras.

Ese futuro está todavía en manos de los jóvenes de la nación. Ellos son un regalo que hay que apreciar y alentar, una inversión que producirá un fruto abundante si se les ofrecen oportunidades reales de empleo y una educación de calidad. Esta es una exigencia urgente de justicia intergeneracional. El futuro de Myanmar, en un mundo interconectado y en rápida evolución, dependerá de la formación de sus jóvenes, no sólo en el campo de la técnica, sino sobre todo en los valores éticos de la honestidad, la integridad y la solidaridad humana, que aseguran la consolidación de la democracia y el aumento de la unidad y la paz en todos los niveles de la sociedad. La justicia intergeneracional también exige que las generaciones futuras reciban en herencia un entorno natural que no esté contaminado por la codicia y la rapacería humana. Es esencial que no se les robe a nuestros jóvenes la esperanza y la posibilidad de emplear su idealismo y su talento en remodelar el futuro de su país, es más, de toda la familia humana.

Señora Consejera de Estado, queridos amigos: En estos días, me gustaría alentar a mis hermanos y hermanas católicos a perseverar en su fe y a seguir anunciando su mensaje de reconciliación y fraternidad a través de obras de caridad y humanitarias, que beneficien a toda la sociedad en su conjunto. Espero que, en cooperación respetuosa con los seguidores de otras religiones y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuyan a abrir una nueva era de concordia y progreso para los pueblos de esta querida nación. Larga vida a Myanmar. Les agradezco su atención y, con los mejores deseos por su servicio al bien común, invoco sobre ustedes los dones celestiales de sabiduría, fortaleza y paz.

Francisco