Palabra de Vida 27/4/18:
«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida»
Por P. Jesús Higueras
«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida»
Por P. Jesús Higueras
Camino Católico
Publicado el 27 abr. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 27 de abril de 2018, viernes de la 4ª semana de Pascua, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 14, 1-6:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo,estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo,estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban
00:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por Mí». Si pensamos que esto lo dijo un carpintero que tenía 30, 33 años en el momento de decirlo, es impresionante. «Yo soy el Camino», yo soy el modo de vivir la humanidad. «Yo soy la Verdad», es decir, la razón por la cual las cosas existen. «Yo soy la Vida», en el sentido de que yo soy el motor, esa fuerza vital que lleva a los hombres hacia delante, es que es impresionante.
00:47
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Verdaderamente Jesucristo cuando hace esta afirmación, cuando ya no tengáis miedo creed en Dios. Creed también en mí en la Casa de mi Padre hay muchas Estancias, volveré y os llevaré conmigo. Y le pregunta Señor ¿Cómo es el Camino?, Yo soy el Camino. Pero además Yo soy la Verdad y Yo soy la Vida. Cuanta gente decía Benedicto XVI de un modo precioso «pasan por el mundo como mendigos del sentido de la existencia. No saben qué razón tiene su vida, no saben para lo que están aquí» no saben por qué están aquí y sufren y se sienten desconcertados.
01:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Es el momento de mostrarles a Jesús, Jesús es el Camino en el sentido que Jesús es ese esa bondad. Jesús es ese modo de hacer bien las cosas, que da paz al Alma. Jesús es Verdad, porque en definitiva Él es el Verbo, el Logos de Dios y Logo en griego quiere decir «el dador de sentido, el dador de razón». Pero sobre todo el Jesús es la Vida, Jesús es como ese impulso, ese motor que tenemos en nuestro corazón que nos hace no rendirnos. Que nos hace hacer las cosas por puro amor, por cariño, por los demás, no por nosotros mismos.
01:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Que nos hace huir del egolatrismo, del egocentrismo de buscarnos a nosotros mismos. En definitiva Jesús podríamos decir es todo, es todo. Para un Cristiano en Jesús está todo, lo que necesita todo lo encuentra en Jesucristo. Y por eso claro, ante esta afirmación todos decimos Señor cuántas ganas tengo de conocerte más, cuántas ganas tengo de tratarte más, cuántas ganas tengo sobre todo de amarte más y de conocer cuánto me amas a mí. Es lo que la vida del Cristiano, se resume en un buscar a Cristo, encontrar a Cristo y una vez que lo hemos encontrado. Conocerle profundamente y amarle profundamente.
02:34
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Él es el modelo, sí, Él es la Verdad, sí, Él es el motor interior también. Pero por nuestra parte que hay una correspondencia. Señor desde mi debilidad, desde mi fragilidad, desde mis infidelidades, que yo nunca renuncié a Ti. Que siempre quiera como conocerte más y porque en ese conocimiento pues me va la vida, me va lo más importante. Jesús es todo, Cristo es todo, decía San Pablo: «para mí la vida es Cristo, para mí la vida es Cristo». Ojalá que también nosotros podamos decir: «Cristo, Tú eres para mí lo más importante en mi vida».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por Mí». Si pensamos que esto lo dijo un carpintero que tenía 30, 33 años en el momento de decirlo, es impresionante. «Yo soy el Camino», yo soy el modo de vivir la humanidad. «Yo soy la Verdad», es decir, la razón por la cual las cosas existen. «Yo soy la Vida», en el sentido de que yo soy el motor, esa fuerza vital que lleva a los hombres hacia delante, es que es impresionante.
00:47
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Verdaderamente Jesucristo cuando hace esta afirmación, cuando ya no tengáis miedo creed en Dios. Creed también en mí en la Casa de mi Padre hay muchas Estancias, volveré y os llevaré conmigo. Y le pregunta Señor ¿Cómo es el Camino?, Yo soy el Camino. Pero además Yo soy la Verdad y Yo soy la Vida. Cuanta gente decía Benedicto XVI de un modo precioso «pasan por el mundo como mendigos del sentido de la existencia. No saben qué razón tiene su vida, no saben para lo que están aquí» no saben por qué están aquí y sufren y se sienten desconcertados.
01:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Es el momento de mostrarles a Jesús, Jesús es el Camino en el sentido que Jesús es ese esa bondad. Jesús es ese modo de hacer bien las cosas, que da paz al Alma. Jesús es Verdad, porque en definitiva Él es el Verbo, el Logos de Dios y Logo en griego quiere decir «el dador de sentido, el dador de razón». Pero sobre todo el Jesús es la Vida, Jesús es como ese impulso, ese motor que tenemos en nuestro corazón que nos hace no rendirnos. Que nos hace hacer las cosas por puro amor, por cariño, por los demás, no por nosotros mismos.
01:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Que nos hace huir del egolatrismo, del egocentrismo de buscarnos a nosotros mismos. En definitiva Jesús podríamos decir es todo, es todo. Para un Cristiano en Jesús está todo, lo que necesita todo lo encuentra en Jesucristo. Y por eso claro, ante esta afirmación todos decimos Señor cuántas ganas tengo de conocerte más, cuántas ganas tengo de tratarte más, cuántas ganas tengo sobre todo de amarte más y de conocer cuánto me amas a mí. Es lo que la vida del Cristiano, se resume en un buscar a Cristo, encontrar a Cristo y una vez que lo hemos encontrado. Conocerle profundamente y amarle profundamente.
02:34
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Él es el modelo, sí, Él es la Verdad, sí, Él es el motor interior también. Pero por nuestra parte que hay una correspondencia. Señor desde mi debilidad, desde mi fragilidad, desde mis infidelidades, que yo nunca renuncié a Ti. Que siempre quiera como conocerte más y porque en ese conocimiento pues me va la vida, me va lo más importante. Jesús es todo, Cristo es todo, decía San Pablo: «para mí la vida es Cristo, para mí la vida es Cristo». Ojalá que también nosotros podamos decir: «Cristo, Tú eres para mí lo más importante en mi vida».
Santa Misa del viernes 27 de abril de 2018, 4ª Semana de Pascua
Camino Católico
Publicado el 27 abr. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del viernes de la 4ª semana de Pascua, presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
00:51
Padre Don: Félix Castedo:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
℣. El Dios de la Vida que ha Resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Y con tu espíritu.
01:05
Padre Don: Félix Castedo:
Conscientes de que no podemos Celebrar los Sagrados Misterios, en estado de enemistad con Dios. Comencemos por reconocernos pecadores, meramente, humildemente en su Presencia.
01:24
Padre Don: Félix Castedo:
℣. Tú que eres el Primogénito entre los muertos
℟. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú el Vencedor del pecado y de la muerte.
℟. Cristo, Ten Piedad
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú, la Resurrección y la Vida
℟. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
01:43
Padre Don: Félix Castedo:
Dios todopoderoso tenga misericordia
de nosotros perdonen nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna
01:52
Padre Don: Félix Castedo:
Oremos
Señor Dios origen
de nuestra libertad
y de nuestra salvación
escucha las súplicas
de quienes te invocamos
y pues nos has salvado
por la sangre de tu Hijo
has que vivamos siempre en ti
y en ti encontremos la felicidad eterna
por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos
℟. Amén.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33 1ª lectura: Dios ha cumplido su promesa resucitando a Jesús.
02:36
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”» .
℣. Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.
04:09
Lector del Salmo Responsorial:
Salmo: Sal 2,6-7.8-9. 10-11 Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
℣. Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
℟. Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
℣. Yo mismo he establecido
a mi Rey en Sión, mi monte santo».
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy. ℟.
℣. Pídemelo: te daré en herencia
las naciones, en posesión,
los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza». ℟.
℣. Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís
la tierra: servid al Señor
con temor, rendidle
homenaje temblando. ℟.
Aleluya Jn 14, 6bc Aleluya, aleluya, aleluya.
05:08
Lectora del Aleluya, aleluya, aleluya:
℣. Aleluya, aleluya, aleluya
℣. Yo soy el camino y la verdad
y la vida - dice el señor -, nadie
va al Padre sino por mí. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6 Evangelio: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
05:48
Padre Don: Félix Castedo:
℣. El Señor esté con Todos Vosotros.
℟. y con tu espíritu
℣. Lectura del Santo Evangelio según San Juan.
℟. Gloria a ti Señor Jesús.
05:56
Padre Don: Félix Castedo:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, ¿os habría dicho porque me voy a prepararos un lugar? Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria a Ti, Señor, Jesús.
HOMILIA
07:04
Padre Don: Félix Castedo:
El Libro de los Hechos de los Apóstoles que venimos leyendo, como Primera Lectura en este Tiempo de Pascua. Da respuesta a una pregunta que podríamos hacernos «¿qué ocurrió después que se quedaron solos los apóstoles?». Sabemos por los Textos que hemos leído del Evangelio en este Tiempo de Pascua que Jesús se les estuvo apareciendo, y así lo recordaba San Pablo durante unos días. Pero llega un momento en que esas apariciones cesan. Lo narran como la Ascensión de Cristo a los cielos. Y ya no le vuelven a ver en este mundo.
07:49
Padre Don: Félix Castedo:
¿Qué hacen entonces?, quienes hasta ese momento se habían acostumbrado a estar conviviendo con Jesús. Que era Él quien les iba resolviendo los problemas. Quien les animaba cuando les veía desanimados. Quien les consolaba cuando estaban tristes, era Él el que les explicaba lo que no entendían. Era Él el que en definitiva, les hacían sentirse como un grupo, estableciendo una amistad y unos lazos de unión grande, entre ellos. Y ahora, sin Él, ¿qué hacer? hasta ese momento esperaban que Jesús fuera el Mesías, el Rey de Israel y que restableciera el Trono que en tiempos atrás. Casi mil años atrás, había sido el Reino de David.
08:43
Padre Don: Félix Castedo:
Eso era lo que esperaban, pero evidentemente con la muerte de Cristo, incluso con su Resurrección ya ven claro que no es eso lo que Jesús iba a hacer. Porque de hecho le preguntan una vez Resucitado: «¿es ahora cuando vas a establecer tu reino?» Y Jesús no les da ninguna esperanza de establecer ningún reino material aquí en este mundo. ¿Y que hacer ahora?, nos narran como Jesús les encarga una Misión: «id al mundo entero y proclamad el Evangelio, comunicad la Buena Noticia». Y es esto lo que se pusieron a hacer.
09:39
Padre Don: Félix Castedo:
Pero tenían con Jesús tan solo una relación de recuerdo, se acordaban del Jesús que habían conocido, pero a quien ya no iban a ver más, ¡No!. Esto es justamente lo que nos cuenta el Libro de los Hechos. No, no se trataba sólo de recordar aquel Jesús que había estado con ellos. Sino que pudieron seguir apoyados en Él y mantener con Él una relación de otro estilo, de otra manera, pero ciertamente una relación con Él. Sencillamente porque Cristo estaba vivo, no le podían ver con sus ojos ya, pero si podían y podían recordar sus palabras con las que les seguía hablando y por eso precisamente las consignaron por escrito.
10:19
Padre Don: Félix Castedo:
Para no olvidarlas, porque así Jesús seguía hablándoles. Esto es lo que vemos que hace hoy San Pablo, él personalmente no había conocido a Cristo mientras vivía en este mundo. Habían coincidido en el territorio de Israel, pero mientras Pablo estaba en Jerusalén preparándose para ser el Doctor de la Ley con Gamaliel. Mientras tanto Jesús estaba en Nazaret, en eso que llamamos Su Vida Oculta. Cuando Jesús comienza a predicar, Pablo ya no estaba en Jerusalén. De tal manera que la primera vez que conoció a Jesús, es cuando Éste se le apareció en el camino de Damasco. Y también a él le va a encargar una Misión.
11:04
Padre Don: Félix Castedo:
Pero Pablo hemos escuchado como hace un resumen de todo lo que había ocurrido. Les cuenta a los judíos que vivían en Antioquia de Pisidia. Esta era una población, hoy solo hay ruinas, que estaba más o menos en el macizo central de lo que actualmente es Turquía. En la zona céntrica, una zona montañosa, cuando estuve allí me recordaba el paisaje que se veía desde allí pues a lo que se ve en nuestros pueblos de la sierra en Cercedilla, Navacerrada, paisaje delicioso. Pues bien, allí acude Pablo y a los Judíos les empieza a contar lo que había ocurrido en Jerusalén. Las autoridades conociendo las escrituras no las comprendían, pero las cumplieron cuando hicieron justamente lo que estaba anunciado por los profetas, sobre todo el profeta Isaías.
11:58
Padre Don: Félix Castedo:
Cumplieron los planes de Dios, porque convenía como tantas veces dijo Jesús, que el Mesías padeciera y después Resucitara. Ahora, nosotros, dice Pablo os anunciamos la Buena Noticia, de la Promesa de Dios. La Promesa que hizo a nuestros Padres y que nos la ha cumplido ahora a nosotros resucitando a su Hijo. Pues bien ahí tenemos resumido lo que es el quehacer la Misión de la Iglesia. Es decir del conjunto de todo el Pueblo de Dios, hoy tanto los que Cristo ha elegido para ser Ministros suyos. Como los demás, llamados seglares o laicos, todos en conjunto tenemos la misma Misión. Anunciar la Buena Noticia de la Resurrección de Cristo.
12:50
Padre Don: Félix Castedo:
¿Por qué?, pues porque a nosotros se nos ha cumplido la Promesa hecha por Dios en la antigüedad. Y es un cumplimiento de una Promesa importantísima, el hombre sin esa Promesa de Dios, el ser humano estaba condenado a la destrucción y además a una vida lejos de Dios. Por lo tanto de sufrimiento. para una eternidad. Cristo con su muerte y resurrección nos ha redimido de esa situación. Nos ha restablecido la esperanza, estamos llamados por lo tanto a vivir junto a Dios. Se lo hemos escuchado al mismo Cristo, en el Fragmento del Evangelio en el que nos estamos leyendo ese discurso de despedida de Jesús en la Última Cena. Me voy, pero me voy a prepararos sitio, si no hubiera sitio os lo habría dicho.
13:48
Padre Don: Félix Castedo:
Pero me voy y volveré a buscaros, para que donde yo estoy estéis también vosotros conmigo. Si esta, no es una noticia grande que me digan cuál lo es. Porque cualquier otra cosa, por muy grande que parezca la noticia de las cosas que ocurren en este mundo, pasa. Pasan las cosas buenas, pasan las cosas malas, todo, todo pasa. Incluso los males dice ese refrán: «no hay mal que cien años dure». Todo pasa, todo pero lo que Jesús nos promete, no pasará nunca, nunca. Es decir, es algo para siempre, eso sí que es una Buena Noticia. Cristo ha Resucitado y nos ha traído para nosotros también la victoria.
14:52
Padre Don: Félix Castedo:
¿Cómo podemos conseguir esa victoria?, es lo que le viene a preguntar Tomás a Jesús. «Señor, si no sabemos a dónde vas ¿cómo podemos saber el Camino?». Y la respuesta de Jesús es la que tenemos que tener muy presente para toda nuestra vida: «Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida». Jesús nos está recordando una vez más, que Él es la clave de la existencia del ser humano. Que en Él se encuentra la respuesta, porque es la verdad. Que en Él se encuentra también el Camino hacia la vida en plenitud, hacia el cumplimiento de esa Promesa de Dios.
15:29
Padre Don: Félix Castedo:
Y el camino es todo lo que Él dice y todo lo que Él hace. La misma persona de Jesús es Camino. Por lo tanto no nos extrañe que a lo que se nos invite es, a la invitación de Cristo. A tratar de hacer lo que Él hace, comportarnos como Él se comporta. Pero sobre todo tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Es ahí dentro donde tenemos que operar una primera transformación para que fruto de esa interioridad cambiada, cambien también nuestras Obras. Lo que hacemos, como nos comportamos al estilo de Jesús. Evidentemente es un estilo muy distinto a lo que vemos que tiene el ser humano instintivamente. Con instinto, somos egoístas, vengativos, rencorosos, vagos etc.
16:17
Padre Don: Félix Castedo:
Mientras que Cristo nos invita a una actitud generosa, obediente, humilde, perseverante. Y es siguiéndole a Él como podemos vivir la verdad y a través de ella llegar a la vida y la vida en plenitud. Pues que el Señor nos ayude, que nos ayude sobre todo a abrir los ojos para que no dejemos nunca de mirar a Cristo. «Él es el modelo, es la respuesta, es nuestra fuerza, sin Él no podemos hacer nada. Por eso necesitamos vivir muy unidos a Él, como los sarmientos a la vid, porque sólo así podemos dar fruto».
Padre Don: Félix Castedo:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
℣. El Dios de la Vida que ha Resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros.
Y con tu espíritu.
01:05
Padre Don: Félix Castedo:
Conscientes de que no podemos Celebrar los Sagrados Misterios, en estado de enemistad con Dios. Comencemos por reconocernos pecadores, meramente, humildemente en su Presencia.
01:24
Padre Don: Félix Castedo:
℣. Tú que eres el Primogénito entre los muertos
℟. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú el Vencedor del pecado y de la muerte.
℟. Cristo, Ten Piedad
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú, la Resurrección y la Vida
℟. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
01:43
Padre Don: Félix Castedo:
Dios todopoderoso tenga misericordia
de nosotros perdonen nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna
01:52
Padre Don: Félix Castedo:
Oremos
Señor Dios origen
de nuestra libertad
y de nuestra salvación
escucha las súplicas
de quienes te invocamos
y pues nos has salvado
por la sangre de tu Hijo
has que vivamos siempre en ti
y en ti encontremos la felicidad eterna
por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos
℟. Amén.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33 1ª lectura: Dios ha cumplido su promesa resucitando a Jesús.
02:36
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”» .
℣. Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.
04:09
Lector del Salmo Responsorial:
Salmo: Sal 2,6-7.8-9. 10-11 Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
℣. Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
℟. Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
℣. Yo mismo he establecido
a mi Rey en Sión, mi monte santo».
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy. ℟.
℣. Pídemelo: te daré en herencia
las naciones, en posesión,
los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza». ℟.
℣. Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís
la tierra: servid al Señor
con temor, rendidle
homenaje temblando. ℟.
Aleluya Jn 14, 6bc Aleluya, aleluya, aleluya.
05:08
Lectora del Aleluya, aleluya, aleluya:
℣. Aleluya, aleluya, aleluya
℣. Yo soy el camino y la verdad
y la vida - dice el señor -, nadie
va al Padre sino por mí. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6 Evangelio: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
05:48
Padre Don: Félix Castedo:
℣. El Señor esté con Todos Vosotros.
℟. y con tu espíritu
℣. Lectura del Santo Evangelio según San Juan.
℟. Gloria a ti Señor Jesús.
05:56
Padre Don: Félix Castedo:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, ¿os habría dicho porque me voy a prepararos un lugar? Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria a Ti, Señor, Jesús.
HOMILIA
07:04
Padre Don: Félix Castedo:
El Libro de los Hechos de los Apóstoles que venimos leyendo, como Primera Lectura en este Tiempo de Pascua. Da respuesta a una pregunta que podríamos hacernos «¿qué ocurrió después que se quedaron solos los apóstoles?». Sabemos por los Textos que hemos leído del Evangelio en este Tiempo de Pascua que Jesús se les estuvo apareciendo, y así lo recordaba San Pablo durante unos días. Pero llega un momento en que esas apariciones cesan. Lo narran como la Ascensión de Cristo a los cielos. Y ya no le vuelven a ver en este mundo.
07:49
Padre Don: Félix Castedo:
¿Qué hacen entonces?, quienes hasta ese momento se habían acostumbrado a estar conviviendo con Jesús. Que era Él quien les iba resolviendo los problemas. Quien les animaba cuando les veía desanimados. Quien les consolaba cuando estaban tristes, era Él el que les explicaba lo que no entendían. Era Él el que en definitiva, les hacían sentirse como un grupo, estableciendo una amistad y unos lazos de unión grande, entre ellos. Y ahora, sin Él, ¿qué hacer? hasta ese momento esperaban que Jesús fuera el Mesías, el Rey de Israel y que restableciera el Trono que en tiempos atrás. Casi mil años atrás, había sido el Reino de David.
08:43
Padre Don: Félix Castedo:
Eso era lo que esperaban, pero evidentemente con la muerte de Cristo, incluso con su Resurrección ya ven claro que no es eso lo que Jesús iba a hacer. Porque de hecho le preguntan una vez Resucitado: «¿es ahora cuando vas a establecer tu reino?» Y Jesús no les da ninguna esperanza de establecer ningún reino material aquí en este mundo. ¿Y que hacer ahora?, nos narran como Jesús les encarga una Misión: «id al mundo entero y proclamad el Evangelio, comunicad la Buena Noticia». Y es esto lo que se pusieron a hacer.
09:39
Padre Don: Félix Castedo:
Pero tenían con Jesús tan solo una relación de recuerdo, se acordaban del Jesús que habían conocido, pero a quien ya no iban a ver más, ¡No!. Esto es justamente lo que nos cuenta el Libro de los Hechos. No, no se trataba sólo de recordar aquel Jesús que había estado con ellos. Sino que pudieron seguir apoyados en Él y mantener con Él una relación de otro estilo, de otra manera, pero ciertamente una relación con Él. Sencillamente porque Cristo estaba vivo, no le podían ver con sus ojos ya, pero si podían y podían recordar sus palabras con las que les seguía hablando y por eso precisamente las consignaron por escrito.
10:19
Padre Don: Félix Castedo:
Para no olvidarlas, porque así Jesús seguía hablándoles. Esto es lo que vemos que hace hoy San Pablo, él personalmente no había conocido a Cristo mientras vivía en este mundo. Habían coincidido en el territorio de Israel, pero mientras Pablo estaba en Jerusalén preparándose para ser el Doctor de la Ley con Gamaliel. Mientras tanto Jesús estaba en Nazaret, en eso que llamamos Su Vida Oculta. Cuando Jesús comienza a predicar, Pablo ya no estaba en Jerusalén. De tal manera que la primera vez que conoció a Jesús, es cuando Éste se le apareció en el camino de Damasco. Y también a él le va a encargar una Misión.
11:04
Padre Don: Félix Castedo:
Pero Pablo hemos escuchado como hace un resumen de todo lo que había ocurrido. Les cuenta a los judíos que vivían en Antioquia de Pisidia. Esta era una población, hoy solo hay ruinas, que estaba más o menos en el macizo central de lo que actualmente es Turquía. En la zona céntrica, una zona montañosa, cuando estuve allí me recordaba el paisaje que se veía desde allí pues a lo que se ve en nuestros pueblos de la sierra en Cercedilla, Navacerrada, paisaje delicioso. Pues bien, allí acude Pablo y a los Judíos les empieza a contar lo que había ocurrido en Jerusalén. Las autoridades conociendo las escrituras no las comprendían, pero las cumplieron cuando hicieron justamente lo que estaba anunciado por los profetas, sobre todo el profeta Isaías.
11:58
Padre Don: Félix Castedo:
Cumplieron los planes de Dios, porque convenía como tantas veces dijo Jesús, que el Mesías padeciera y después Resucitara. Ahora, nosotros, dice Pablo os anunciamos la Buena Noticia, de la Promesa de Dios. La Promesa que hizo a nuestros Padres y que nos la ha cumplido ahora a nosotros resucitando a su Hijo. Pues bien ahí tenemos resumido lo que es el quehacer la Misión de la Iglesia. Es decir del conjunto de todo el Pueblo de Dios, hoy tanto los que Cristo ha elegido para ser Ministros suyos. Como los demás, llamados seglares o laicos, todos en conjunto tenemos la misma Misión. Anunciar la Buena Noticia de la Resurrección de Cristo.
12:50
Padre Don: Félix Castedo:
¿Por qué?, pues porque a nosotros se nos ha cumplido la Promesa hecha por Dios en la antigüedad. Y es un cumplimiento de una Promesa importantísima, el hombre sin esa Promesa de Dios, el ser humano estaba condenado a la destrucción y además a una vida lejos de Dios. Por lo tanto de sufrimiento. para una eternidad. Cristo con su muerte y resurrección nos ha redimido de esa situación. Nos ha restablecido la esperanza, estamos llamados por lo tanto a vivir junto a Dios. Se lo hemos escuchado al mismo Cristo, en el Fragmento del Evangelio en el que nos estamos leyendo ese discurso de despedida de Jesús en la Última Cena. Me voy, pero me voy a prepararos sitio, si no hubiera sitio os lo habría dicho.
13:48
Padre Don: Félix Castedo:
Pero me voy y volveré a buscaros, para que donde yo estoy estéis también vosotros conmigo. Si esta, no es una noticia grande que me digan cuál lo es. Porque cualquier otra cosa, por muy grande que parezca la noticia de las cosas que ocurren en este mundo, pasa. Pasan las cosas buenas, pasan las cosas malas, todo, todo pasa. Incluso los males dice ese refrán: «no hay mal que cien años dure». Todo pasa, todo pero lo que Jesús nos promete, no pasará nunca, nunca. Es decir, es algo para siempre, eso sí que es una Buena Noticia. Cristo ha Resucitado y nos ha traído para nosotros también la victoria.
14:52
Padre Don: Félix Castedo:
¿Cómo podemos conseguir esa victoria?, es lo que le viene a preguntar Tomás a Jesús. «Señor, si no sabemos a dónde vas ¿cómo podemos saber el Camino?». Y la respuesta de Jesús es la que tenemos que tener muy presente para toda nuestra vida: «Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida». Jesús nos está recordando una vez más, que Él es la clave de la existencia del ser humano. Que en Él se encuentra la respuesta, porque es la verdad. Que en Él se encuentra también el Camino hacia la vida en plenitud, hacia el cumplimiento de esa Promesa de Dios.
15:29
Padre Don: Félix Castedo:
Y el camino es todo lo que Él dice y todo lo que Él hace. La misma persona de Jesús es Camino. Por lo tanto no nos extrañe que a lo que se nos invite es, a la invitación de Cristo. A tratar de hacer lo que Él hace, comportarnos como Él se comporta. Pero sobre todo tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Es ahí dentro donde tenemos que operar una primera transformación para que fruto de esa interioridad cambiada, cambien también nuestras Obras. Lo que hacemos, como nos comportamos al estilo de Jesús. Evidentemente es un estilo muy distinto a lo que vemos que tiene el ser humano instintivamente. Con instinto, somos egoístas, vengativos, rencorosos, vagos etc.
16:17
Padre Don: Félix Castedo:
Mientras que Cristo nos invita a una actitud generosa, obediente, humilde, perseverante. Y es siguiéndole a Él como podemos vivir la verdad y a través de ella llegar a la vida y la vida en plenitud. Pues que el Señor nos ayude, que nos ayude sobre todo a abrir los ojos para que no dejemos nunca de mirar a Cristo. «Él es el modelo, es la respuesta, es nuestra fuerza, sin Él no podemos hacer nada. Por eso necesitamos vivir muy unidos a Él, como los sarmientos a la vid, porque sólo así podemos dar fruto».
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