domingo, 19 de noviembre de 2006

AVE MARÍA, SALVE REGINA

CANTOS GREGORIANOS


LaFeCatolica



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Canto Gregoriano: GLORIA
Canto Gregoriano: AVE MARÍA
Canto Gregoriano - SALVE REGINA
Canto Gregoriano - ATTENDE DOMINE (Escucha Señor)
Canto Gregoriano - EXURGE DOMINE (Levántate Señor)
Canto Gregoriano: MISA DE ÁNGELES
Canto Gregoriano: COMUNIÓN
Canto Gregoriano - EPIFANÍA

AVE MARÍA


«¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». (Lucas 1,28)

SALVE REGINA


Salve, Regina, Mater misericórdiae:
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, éxsules, filli Hevae.
Ad te suspiramus, gementes
et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia ergo Advocata nostra,
illos túos misericordes óculos ad nos converte.
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium ostende.
O Clemens: O pía: O dulcis Virgo María.

ATTENDE DOMINE (Escucha Señor)


Attende Domine, et miserere quia peccavimus tibi.
Escucha, Señor y ten misericordia porque hemos pecado contra Ti.

Ad Te Rex summe, omnium Redemptor oculos nostros sublevamus flentes: exaudi Christe, suplicantum preces.
A Ti, Rey soberano, Redentor de todos levantamos nuestros ojos en llanto; escucha, Cristo, las plegarias de los que te suplican.

Dextera Patris, lapis angularis, via salutis, janua coelestis, ablue nostri maculas delicti.
Oh diestra del Padre, piedra angular, camino de la salvación y puerta del cielo: lava las manchas de nuestros delitos.

Rogamus Deus, tuam majestatem: auribus sacris gemitus exaudi, crimina nostra placidus indulge.
Rogamos oh Dios, a tu majestad: con tus oídos santos escucha nuestros gemidos, perdona bondadoso nuestras culpas.

Tibi fattemur crimina admissa, contrito corde pendimus oculta, tua, Redemptor, pietas ignoscat.
Nuestros pecados cometidos los confesamos ante Ti; con corazón contrito te manifestamos lo oculto; que tu clemencia, oh Redentor, nos las perdone.

Innocens captus, nec repugnans ductus, testibus falsis pro impiis damnatus: quos redemisti, tu conserva, Christe.
Inocente, fuiste capturado, y llevado sin poner resistencia, y condenado por los impíos con testigos falsos. A los que redimiste, consérvalos Tú, oh Cristo.

EXURGE DOMINE (Levántate Señor)


Exurge, quare obdormis Domine? Exurge, et ne repellas in finem: quare faciem tuam avertis, oblivisceris tribulationem nostram? Adhaesit in terra venter noster: exurge, Domine, adjuva nos, et libera nos.
Levántate, Señor, ¿por qué duermes? Levántate y no nos abandones hasta el final. ¿Por qué apartas tu rostro olvidando nuestra tribulación? Nuestro vientre está pegado a la tierra; levántate, Señor, ayúdamos y líbranos.

MISA DE ÁNGELES


"Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados al banquete del Señor"

COMUNIÓN


La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno y todos participamos del mismo pan. (1 Corintios 10,16)

Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación. (1 Corintios 11,28)

Canto Gregoriano - EPIFANÍA


Los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. ¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez la estrella! Al entrar en la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra (Mateo 2, 9-11).