domingo, 26 de agosto de 2018

Pueblo de Dios - El cura de Anguita La 2 RTVE






10.09.2017 - Pueblo de Dios - El cura de Anguita






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Narrativa: El Cura de Anguita: - Se llama Rafael y tiene 60 años. Aprendió de su padre el oficio de albañil. Estudió griego y hebreo mientras hacía el Servicio Militar en Ceuta. Está licenciado en «Sagrada Escritura». Vivió en un suburbio de Nueva York y desde hace treinta años vive en Anguita, un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - En mis Parroquias lógicamente me llaman Rafa, Rafael. Pero he descubierto que voy perdiendo el nombre propio y me conocen más por el Cura de Anguita. Y siento orgullo de que sea así. Porque realmente, este es mi sitio. Yo puedo decir que soy un hombre con suerte. Porque he encontrado "el sitio". Donde creo... donde vivo... Donde me siento realmente feliz y me siento a gusto.

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Narrativa: El Cura de Anguita: - Rafael -Rafa para los amigos- nació en Anquela del Ducado un pueblo de 35 habitantes que tradicionalmente ha vivido de la agricultura y del pinar.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - En este entorno nací. Y se desarrolló mi infancia. Mi familia por parte de padre eran albañiles, y por parte de madre, pequeño agricultor y ganadero. Es por eso que uno acaba sabiendo un poco de todos los oficios. Agricultura, ganadería, albañilería, la resina, el mundo de la fábrica. Pero sobre todo, a los padres lo que más valoro y lo que necesita un niño es que lo quieran. Sencillamente, que lo quieran. Y sentirse seguro en la vida. Y eso me lo dieron siempre. Tuve un entorno familiar muy bueno que me dio seguridad y que me dio cariño. Y una hermana.

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Narrativa: El Cura de Anguita: - Como sus padres eran Cristianos el Bautizo de Rafa estaba asegurado. «Antaño en Castilla, niño nacido, niño bautizado».

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Aquí comenzó todo y aquí comenzó mi Camino Cristiano. Que tiene muchas etapas. Y todas las etapas de mi caminar Cristiano han pasado por esta Iglesia de mi pueblo. El Bautizo. La Comunión no la pude hacer aquí porque se había hundido la Torre de la Iglesia y los dos años que transcurrieron hasta que la reconstruyeron, tuvimos la Misa en las escuelas. Pero aquí también hice la Confirmación, aquí canté la primera Misa, aquí hace cuatro años enterré a mi madre y a mi padre. Que nacieron el mismo año y murieron también el mismo año.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - En definitiva, el camino de Vida Cristiana que comienza con el Bautismo y que culmina con la entrada en El Reino, comenzó aquí, no se dónde acabará. Quizá también aquí porque me gustan estos entornos y me gustan estos pueblos.

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Narrativa: El Cura de Anguita: - La gente emigró a las ciudades pero la rondalla y la dulzaina que alegraron bodas, actos religiosos y fiestas locales, no han enmudecido. Los vecinos quieren conservar las tradiciones que durante siglos dieron identidad al pueblo. La Paramera de Molina de Aragón es pobre en agricultura pero rica en pinares. Los jornales que generaban el desbroce del pinar, la corta de la madera y la extracción de la resina, fueron una fuente de ingresos para la comarca. En 2005 el fuego quemó dieciséis mil hectáreas de pinar. Y tendrán que pasar cuarenta años para que vuelva a ser como antes de incendio.

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Narrativa: El Cura de Anguita: - En el valle del Mesa está la antigua fábrica de resina de Anquela del Ducado que daba trabajo a un centenar de personas. La fábrica se cerró en 1964 y ahora es una ruina. Rafa vivió tres años en la fábrica con sus padres y su hermana. Iba a la escuela del pueblo caminando, dos kilómetros y medido de subida y otros tantos de bajada.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Esta fábrica de resinas es un lugar muy importante en mi vida y en mi historia. Aquí vinieron mis abuelos. Por parte paterna mis abuelos eran albañiles y la fábrica les ofrecía trabajo más que suficiente con todas las dependencias que tiene y les ofrecían casa. Por eso se vinieron aquí a vivir. Y estuvieron una veintena de años viviendo y cuando se jubilaron le dijeron a mi padre: "Pues, quédate tú" -que también era albañil- -y esa es la razón por la que yo bajé aquí cuando tenía cuatro años. Y estuve hasta los siete. Y para mí este es el lugar donde se forjó mi personalidad. La patria de un hombre es su infancia. Y aquí fui feliz.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - ¿Qué más puede desear un niño que tener una fábrica para él solo? Es verdad que vivía, era el único niño. Pero había tantos entretenimientos, la serradora, la cubería ¡tantos lugares por descubrir! Yo creo que aquí aprendí a ser autosuficiente y autónomo, como era la fábrica, que se hacía todo aquí. Y se construía todo desde aquí. Por eso para mí es un lugar entrañable.

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Dª: Rosa María Pascual: - Los recuerdos que tengo de mi hermano son siempre cuando venía de vacaciones. Porque fue al colegio muy pronto, interno, entonces cuando venía era una fiesta en casa. Sobre todo para mí porque era mi defensor. Yo era un poco un desastre y entonces siempre estaba mi madre diciendo: "¡Rosamari, es que te estampaba!" Y ahí estaba él siempre para defenderme y para decir que eso no, que no, que no se metiera tanto conmigo. Y luego cuando era, en los veranos él lo aprovechaba también mucho iba a trabajar con mi padre y si no se buscaba un trabajo del monte, o de vigilante de incendios, o sea que era muy trabajador.

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Dª: Rosa María Pascual: - Y muy ordenado. Cuando le cogía yo las cosas se ponía nerviosísimo. Pero el mayor recuerdo que tengo de él es que era muy cariñoso.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - De niño pensaba ser cualquier cosa. Todo me atraía mucho. Y luego es la vida la que te va llevando. La Vocación y el llegar a ser Sacerdote pues fueron circunstancias. Un tío de mi abuela que era Sacerdote, dijo: no, mejor lo lleváis al Seminario que es una educación buena. Pues esa fue una llamada. Otra llamada fue que allí me sentí a gusto, me sentí bien.

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Narrativa: El Cura de Anguita: - Siguenza, capital del norte de la provincia de Guadalajara, tiene historia y señorío. Una Catedral Románico-Gótica que es la joya de la ciudad y un castillo convertido en Parador de Turísmo. Hasta hace unos años también tuvo Seminario, donde se formaban los Sacerdotes de la Diócesis de Sigüenza. Rafa ingresó en el Seminario a los nueve años con el agua del Bautismo chorreándole por la cabeza. Y con el sabor de la primera Comunión en la lengua. Hasta los veintitrés años que acabó la carrera, tuvo tiempo de discernir lo que Dios quería de él.

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Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - ¡Hay que ver las vueltas que da la vida! Este gran edificio que fue un Monasterio de Jerónimos, luego Seminario, con más de doscientos Seminaristas, y ahora se ve así. Pero tampoco es... ...es muy importante esto. La vida da vueltas y lo importante es... ... cómo has vivido tú en este sitio? Yo aquí estuve once años de estudiante. Luego uno de formador y finalmente casi veinticinco de profesor. Y fui feliz aquí.

10:10
Narrativa: El Cura de Anguita: - Por los claustros vacíos del Seminario aún se escuchan los pasos perdidos de los seminaristas entre clase y clase. Rafa empezó a estudiar en el Seminario menor de Guadalajara. Y acabó la carrera en el Seminario mayor de Sigüenza. Fue ordenado Sacerdote dos años después. El 12 de septiembre de 1981.

10:32
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - No me querían ordenar porque no lo tenían claro. Ellos, los profesores y superiores. ¿Por qué? Cuando uno es adolescente ... yo había tenido ciertas faltas de obediencia. Y luego sobre todo doctrinalmente sobre todo en clases de moral, creo que no me entendieron. No es que yo defendiera ciertas posturas sino que quería saber si a mi me preguntaban cuando fuera Sacerdote "acerca de esto" cómo debía de responder? En cualquier caso, da igual. Porque, realmente, me sirvió. Y ahora estoy agradecido y lo único es que lo cuento como anécdota y para nada me amargó la vida y ahora para lo que sirve, creo yo es... no tienes excusa. Tuviste más tiempo que ninguno de tus compañeros para pensar lo que ibas a hacer. Estuve dos años esperando que me ordenasen, si.

11:33
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Pedí unos pueblos y lógicamente dijeron que tenían que ser cerca de Sigüenza para que pudiese ir de profesor al Seminario. Y por eso me dieron Anguita, por eso estoy aquí. Anguita... a parte de un pueblo bello estéticamente, la gente es liberal. Yo al pueblo -y por pueblo ahora entiendo esencialmente a sus gentes- -lo describiría como un pueblo liberal. Un pueblo cuya filosofía de vida es: "vive, deja vivir y facilita en lo que puedas la vida a los demás".

12:28
Narrativa: El Cura de Anguita: - Rafa quería seguir estudiando pero el Obispo lo mandó a Sienes. Un pequeño pueblo entre Sigüenza y Atienza, para que hiciera prácticas de Cura rural. Después hizo el Servicio Militar y la licenciatura en Sagrada Escritura y finalmente, recaló en Anguita. Anguita, como otros muchos pueblos del señorío de Molina, está diezmado por a emigración. De los mil doscientos habitantes que tuvo en sus buenos tiempos, apenas quedan setenta. Los que han permanecido en el pueblo sin intención de marcharse, son la Torre de la Cigüeña que levantaron los Árabes cuando conquistaron estas tierras, la Iglesia de San Pedro, que construyeron los Cristianos tras la Reconquista y los Sacerdotes que acompañan al pueblo en sus alegrías y en sus penas.

13:16
Narrativa: El Cura de Anguita: - La Virgen de la Lastra, Patrona de Anguita, también se ha quedado para proteger a los vecinos que viven en el pueblo y a los que se marcharon. La Ermita actual les del S XVIII pero la devoción a La Virgen se remonta al S XII. Es el templo preferido por los novios para casarse. Esta es la casa Parroquial que Rafa a convertido en museo de recuerdos familiares y de sus viajes por el mundo y en biblioteca particular. Rafa vive solo y hace las tareas de la casa empezando por la cocina. Él se lo guisa y él se lo come. No quiere que nadie sirva a quien se ha hecho Cura para servir a los demás. Este es el Santa Santorum de la casa donde Rafa escudriña las Sagradas Escrituras y prepara las clases y las Homilías Dominicales.

14:20
Narrativa: El Cura de Anguita: - Es licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y en Jerusalén estudió Arqueología y Lenguas orientales. Lo que no aprendió en el extranjero se lo enseñaron los pueblos del señorío de Molina.

14:39
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Sobre La Biblia pilota el sentido de mi vida. Los tres pilares de mi vida siempre he dicho que son: Mis amigos, La Biblia y Anguita. En mis amigos también entra la familia. Y en Anguita también entran mis otras Parroquias. Y eso no implica que ese es el orden, sino que La Biblia es el centro. Y alrededor del él están los amigos, la familia, Anguita y mis pueblos.

15:09
Narrativa: El Cura de Anguita: - La pluma estilográfica es su principal arma de trabajo. Sus escritos, con letra microscópica, serían una joya en la biblioteca de cualquier Universidad Eclesiástica. Entre estos libros en griego y en hebreo, hay metidas muchas horas de estudio y oración.

15:26
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - En la estación del invierno precisamente porque hay más silencio, tengo menos feligreses, tengo menos tareas pastorales, llego a sacar hasta diez horas de estudio. Y las que no son de estudio salgo a airearme por ahí, por el campo, o a pisar nieve, también sigo dándole vueltas al tema que estoy estudiando. Es un sitio genial para crear. En El Evangelio lo que más me ha impresionado es que Dios se hizo niño. A un niño no le tiene miedo nadie. Si tuviéramos presente: "Dios es niño, Dios se hizo niño" no podríamos temer a Dios y Dios sería atractivo.

16:14
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Por eso para mí, dentro de nuestra religión, «el mensaje esencial es la encarnación, el nacimiento». Y por eso tengo tantos nacimientos. Porque para mí la fiesta más entrañable de nuestra fe es la Navidad. Cualquiera que entre en mi casa lo primero que descubre es una cantidad de belenes. Hay en el pasillo de abajo, subiendo las escaleras, y en otras dependencias de la casa. Los belenes es porque realmente.. ... lo que más me impresiona de nuestra religión es que Dios se hizo niño. No conozco ninguna religión que haya dicho esto.

16:57
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Todas las demás religiones nos parecemos muchísimo. Todas tienen un Mesías, que lo muelen a palos, que lo Crucifican, luego Resucita, en eso nos parecemos con todas, pero en lo que somos únicos es en que Dios se hizo niño. Tengo los pasillos llenos de libros, esta habitación llena de libros, la habitación oscura que digo yo y el trastero lleno de libros. Los libros también son mi vida, pesan mucho... pero yo necesito tocar el libro, oler el papel. No me vale la tablet. Por eso también escribo a mano. Porque necesito sentir la pulsión de la pluma deslizándose sobre el papel. Quizá soy un poco antiguo porque ya tengo sesenta años, casi sesenta y uno.

17:49
Narrativa: El Cura de Anguita: - En algún tiempo Luzón sobrepasó los mil habitantes. Pero ahora no llega a los cuarenta. Tiene una Iglesia, tres Ermitas y un Museo en las antiguas escuelas, que recoge la historia de Luzón, que como otros pueblos de la comarca, vive del pinar y los molinos de viento. La Iglesia Parroquial de San Pedro Barroca del S XVIII, está inhabilitada para el culto porque el Retablo del Altar Mayor se ha desmontado para su Restauración. El suelo parece un campo después de la batalla. Esther que vive en Luzón y es restauradora profesional, y Rafa, que hace de todo, trabajan para que el retablo recupere su primitivo esplendor.

17:49
Restauradora: Dª Esther González: - El humo de las velas, el paso del tiempo, o los barnices oxidados, han ido oscureciendo la superficie de esta carnaciones y ahora estamos intentando averiguar un poco el disolvente que nos va a permitir recuperar el color original, sin dañarlo, eliminando todas estas capas de suciedad. Estamos descubriendo poco a poco la belleza de estas caras para poder volver a disfrutarlas como el artista las pintó en origen.

19:29
Narrativa: El Cura de Anguita: - Ahora los Santos y los Cristos de la Iglesia no están en los altares, sino en el suelo, esperando que la restauradora les lave la cara y los vuelva a colocar en el lugar que siempre ocuparon.

19:40
Restauradora: Dª Esther González: - Es muy importante que estos pueblos sigan manteniendo su patrimonio cultural porque al final es el testigo de la historia de las tradiciones de los pueblos. Y además es importante porque a las personas les hace sentirse orgullosos de su patrimonio y la Iglesia está haciendo una gran labor en ello. Interviniéndolos y aportando todo lo que puede para mantenerlo.

19:59
Vecina de Luzón: Dª Paquita Robisco: - Me da mucha pena verla así pero lo hacemos por un bien. Para que algún día esté en condiciones porque daba pena verla. Estaban ya todos los Capiteles se venían para abajo, daba pena. Y un Retablo tan precioso era una lástima que se hundiese. Y ahora estamos poco a poco, a ver si Rafael con su ayuda, que es el promotor, pues nos dejan la Iglesia bonita que es lo que el pueblo se merece.

20:28
Narrativa: El Cura de Anguita: - Los curas rurales tienen arte y parte en la conservación del patrimonio histórico, artístico y monumental de los pequeños pueblos. Muchas Iglesias y Ermitas están en pie gracias a su intervención y a la generosa colaboración de la gente.

20:45
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - Anda que no hay palillos que tocar en estos pueblos. Aquí el Cura que se aburra es porque quiere. Porque desde la carpintería, la albañilería... Tengo cuatro edificios, esta Parroquia y tres ermitas más. El pueblo apenas llega a cuarenta habitantes en invierno. Y por si fuera poco todo este patrimonio artístico. El pueblo lo que quiere es mantenerlo. Y la verdad es que esfuerzos se hacen. Y nosotros nos ponemos manos a la obra, no cuando tenemos todo el dinero sino cuando tenemos un poquito. Porque la gente realmente se anima en la medida que va viendo que las cosas se hacen.

21:34
Vecina de Luzón: María Regadera: - De Don Rafael contaré que para mi ha sido el conocerlo una gran experiencia, llena de modernidad, de actitud positiva, muy enérgico, que ha dado muchas facilidades a la hora de entender la religión porque nos ha llevado pues eso, a algo cercano, pero vivido con realidad. No quedarnos anclados en el pasado. Todo lo pone en el día.

22:07
Narrativa: El Cura de Anguita: - La gente quiere que los Sacerdotes sean cercanos y serviciales dentro y fuera de la Iglesia. Los Curas Rurales hacen Pastoral a pie de calle y de campo compartiendo la vida de sus feligreses. El Papa Francisco ha dicho que los Sacerdotes tienen que oler a oveja.

22:25
Pastor de Luzón: D. Pablo Cabada: - Rafa es una bella persona, buenísimo. Ahora, que yo la Misa no la piso. Yo a Misa no piso, pero como persona buena, no puede ser mejor. A mi me ve, me saluda, pasa con el coche, me ve si estoy guardando mis cabrillas a la raya de la carretera, me pita, hay veces que se para a hablar conmigo, cuando va a Misa muchas veces nos encontramos: buenos días... ... buenas tardes y... maravilloso. Yo de este señor no puedo hablar mal de él porque si hablara era ofender a Dios.

23:01
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - El está a gusto con su pastoreo y yo con el mío. A mi el mío me parece fácil. Porque pastorear a la gente de mis Parroquias fundamentalmente es estar con ellos, que te vean, que vean que eres feliz, que estás a gusto, y sobre todo lo que quieren es que les escuches. No que les marques el rollo. Y por eso a mí me parece fácil mi pastoreo como a él, desde los nueve años es pastor le parece fácil el suyo.

23:33
Narrativa: El Cura de Anguita: - En la hoz del Tajuña los primitivos habitantes de Anguita construyeron la Iglesia Parroquial de San Pedro que data del S XII. En la Reconstrucción Rafa volvió a mostrar sus cualidades de albañil a pie de obra. Ahora el pueblo está orgulloso de su Iglesia y encantado con su Cura.

23:54
Vecino de Anguita: Teodoro Bolaños: - Llevo aquí en el pueblo unos treinta años, más o menos, y toda la gente lo quiere, a trabajado mucho en Anguita, ha hecho Iglesias, ha hecho de todo. Yo me emociono nada más de hablar con él, es la verdad. Una buena persona en todos los conceptos. Y claro, el mismo Obispo le ofrece otros sitios pero él está muy a gusto en este pueblo y los que estamos aquí, igual.

24:33
Narrativa: El Cura de Anguita: - Rafa celebra tres Misas los domingos. Una en cada pueblo. En Anguita hay Misa todos los domingos porque es el pueblo con más habitantes de los cinco que atiende. Anguita, Santa María del Espino, Aguilar de Anguita, Iniéstola y Luzón. En verano aumenta la feligresía y hoy es el ejemplo.

25:17
Vecino de Anguita: Mariano Bolaños: - Yo vengo aquí de vacaciones pero se que se le aprecia muchísimo que es una grandísima persona, y a mi sobre todo me sorprende como predicador, porque uno es Cristiano de toda la vida, cree que sabe ya interpretar las Parábolas el siempre te las redescrubre y es así.

25:37
Vecina de Anguita: Tomi Aguilar: - Rafa es todo terreno. Da clases de Sagrada Escritura. Hace de guía con grupos que van a Tierra Santa, trabaja de albañil cuando llega el caso y ejerce de Cura las veinticuatro horas del día. Hace una media de treinta y tres mil km al año en coche y otro montón de kilómetros en bicicleta. El va a Jerusalén y a Tierra Santa como guía. Hice un viaje con él y eso fue... lo que es una maravilla, él conoce Tierra Santa más que yo mi palma de la mano. Porque es que fue una maravilla y no para mí solo, porque los que fuimos, todos decíamos lo mismo que cómo es posible que supiera tanto, tanto, tanto y estando aquí en el pueblo. El hizo allí sus tesis y sus cosas. Pero es que, está siempre en unos pueblos tan pequeñitos y que luego se conozca todo, todo, todo..

26:53
Narrativa: El Cura de Anguita: - Este es un lugar muy especial para Rafa. Aquí se retira con frecuencia para encontrarse con la naturaleza en estado puro. Es su particular paraíso terrenal, donde viene con frecuencia a beber el agua de vida que brota de las entrañas de la tierra. Dios anda por estos sotos. Y en el silencio, Rafa escucha sus pasos. Lo bueno es que aquí no hay serpientes tentadoras como en el paraíso de Adán y Eva.

27:43
Don Rafael Pascual: El Cura de Anguita: - «Si no hay silencio las palabras no resuenan. Cuando uno hace auténtico silencio, puede decir cosas. Sino son palabras huecas, repetitivas. Por eso me encanta venir aquí para limpiar un poco mis palabras y que sean nuevas. Que a la gente les digan algo. Que no sean las de siempre. El rollo de siempre, como me dicen. Por eso este es el manantial donde bebo precisamente no solo agua sino que bebo silencio. Mi ministerio se ha desarrollado sin sobresaltos, como el fluir constante de la fuente. Y me siento realmente feliz. Siento que he acertado... ... con mi vida. Siento que realmente he acertado con el camino. Y cuando un hombre acierta y se siente a gusto con su camino, necesariamente tiene que ser feliz y lo tiene que transmitir sin ningún esfuerzo. Sale natural».

Subtitulado por: María Victoria Cerezo Olivares.


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