martes, 24 de abril de 2018

24.04.2018 - Santa Misa en 13tv - José Blanco






Palabra de Vida 24/4/18:
«Yo y el Padre somos uno»
Por P. Jesús Higueras




Camino Católico

Publicado el 24 abr. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 24 de abril de 2018, martes de la 4ª semana de Pascua, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 10, 22-30:

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:

«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».

Jesús les respondió:

«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado, es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Yo y el Padre Somos Uno», esta frase de Jesucristo es impresionante y tiene una profundidad que claro. En definitiva ¿cuánta gente por ejemplo me viene a veces a preguntarme a la Parroquia como será Dios?, ¿qué nos dirá Dios?, ¿qué pensará Dios de esto? Eso ya lo sabemos: «Jesucristo es Dios», lo que piensa Jesucristo es lo que piensa Dios Padre. Lo que hace Jesucristo, es lo que hace Dios Padre, lo que quiere Jesucristo es...

00:46
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Hay una perfecta identidad, de Corazón. Del corazón del Hijo y del corazón del Padre. Por tanto nosotros los Cristianos tenemos la fortuna, la providencia, pero también lo podemos llamar también fortuna. De conocer ¿cuál es la Mente de Dios?, ¿cuál es el Corazón de Dios?, ¿cuáles son los Deseos de Dios?, ¿qué espera Dios de cada uno de nosotros? Y ¿qué piensa Dios de cada uno de nosotros? «Porque Yo y el Padre Somos Uno», dice Jesucristo. Y por tanto, todo lo que me habéis escuchado a mí, todo lo que me habéis visto hacer, yo lo hago en el Nombre del Padre. Lo hago porque el Padre y Yo pensamos en todo igual, sentimos en todo igual, deseamos lo mismo.

01:24
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - No tenemos excusa, en el sentido más bonito de la Palabra, se nos ha abierto un Camino. Se nos invita a un Estilo de Vida, es verdad que la debilidad nuestra, bueno pues nos impide.. Pero por lo menos tener las cosas claras. A Jesucristo le llamaban el Maestro y es verdad. ¿Porqué?, porque enseñaba lo más importante que puede conocer un ser humano. Y ¿qué es lo más importante?, conocer a Dios, conocerle a Él. Es verdad, que no le podemos conocer en su infinitud, es verdad que no podemos conocer todos sus planes, claro de Dios.

01:55
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Pues es una gota, lo que conocemos comparado con el Océano que es Dios. Si, si es verdad, pero aun así esa gota ese poco que conocemos, lo tenemos que valorar muchísimo. Por eso cuando Jesucristo dice: «el Padre y Yo Somos Uno», lo que no está diciendo es podéis conocer la Mente del Padre. Podéis conocer los Deseos del Padre, podéis conocer la razón por la cual había sido llamados a la vida. Podéis conocer lo que se espera después de esta vida. Podéis conocer tantas cosas tan importantes. A la gente le encanta conocer Monumentos, Historia, Matemáticas, química, está bien conocer la naturaleza sí.

02:26
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Pero ¿quién ha hecho esa naturaleza?, ¿qué sentido tiene esa naturaleza?, ¿porqué estamos nosotros en ella? Es decir las cosas importantes de la vida, lo más importante de la vida, lo podemos conocer por Jesucristo. Porque «El Padre y Yo Somos Uno», dice Él. Por tanto si, conocer otras cosas, nos viene bien, es entretenido, ayuda a los demás. Pero no olvidemos que el conocimiento más importante, es el conocimiento de la Mente de Dios, el conocimiento del Corazón de Dios y ese conocimiento sólo se da en Jesucristo, único Salvador del Mundo.


Santa Misa del martes 24 de abril de 2018, 4ª Semana de Pascua




Camino Católico

Publicado el 24 abr. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 3ª semana de Pascua, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Inicio de la Santa Misa y Dedicación



00:50
Padre Don: José Blanco:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amen.

00:56
Padre Don: José Blanco:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

01:06
Padre Don: José Blanco: - Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la IV Semana de Pascua. Un día más vamos a escuchar la Palabra de Dios que nos invita y nos interpela para llevarla a la práctica en nuestras vidas. Un saludo también como siempre muy cordial y cercano a todos aquellos hermanos nuestros que a través de canal 13 televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística. Y ahora en un momento de silencio purificamos nuestros corazones pidiendo perdón al Señor por nuestros pecados.

02:01
Padre Don: José Blanco:

℣.  Tú el Primogénito de entre los muertos
℟.  Señor, Ten Piedad

℣.  Tú el Vencedor del pecado y de la muerte
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Tú la Resurrección y la vida
℟.  Señor, Ten Piedad

02:21
Padre Don: José Blanco:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna.

℟.  Amen.

02:36
Padre Don: José Blanco:

Oremos.
Te pedimos Señor todopoderoso
que la Celebración de las fiestas
de Cristo Resucitado aumente

en nosotros la alegría
de sabernos salvados
por Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo

que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es dios por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

03:03
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26 1ª lectura: Se pusieron a hablar a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús.

03:06
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.

Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor. Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

04:24
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 86, 1-3, 4-5. 6-7 Alabad al Señor todas las naciones.

04:24
Lectora de los Salmos:

℣.  Alabad al Señor
todas las naciones.

℟.  Alabad al Señor
todas las naciones.

℣.  Él la ha cimentado
sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas
de Sión a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!.  ℟.

℣.  «Contaré a Egipto
y a Babilonia entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno todos
han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».  ℟.

℣.  El Señor escribirá
en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes
están en ti».  ℟.

05:22
Padre Don: José Blanco:


Aleluya Jn 10, 27 Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Mis ovejas escuchan mi voz
- dice el Señor -,
y yo las conozco,
y ellas me siguen.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:04
Padre Don: José Blanco:


  Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 22-30 Evangelio: Yo y el Padre somos uno.

06:04
Padre Don: José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan
℟.  Gloria a ti, Señor

06:14
Padre Don: José Blanco: - Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:

«¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió:

«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado, es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

07:26
Padre Don: José Blanco: - Sentados un momento, se suele decir: «que no hay bien que por mal no venga». En la Lectura de los Hechos de los Apóstoles de hoy vemos como un hecho providencial. Nos quejábamos o lamentábamos hace unos días, leyendo el Libro de los Hechos como el Primer Mártir de la Fe Cristiana, Estebán es llevado ante el Sanedrín, es condenado y lapidado. Nos lamentábamos porque es la Primera Sangre Derramada por la Fe en Jesucristo. Sin embargo eso provoca, por eso, os decía: «que no hay bien que por mal no venga». Eso provoca el que muchos, que ya Pertenecían o que ya Confesaban la Fe Cristiana huyen de Jerusalén.

08:31
Padre Don: José Blanco: - Y salen a otras tierras como lo que vemos hoy: «Fenicia, Chipre, Antioquia», sin Predicar la Palabra más que a los Judíos. Es decir, ellos salen de Jerusalén a estas regiones y ciudades que nos dice la Palabra de Dios y empiezan a Predicar. Empiezan a Predicar Primero a los Judíos, puesto que la Tradición de la Ley de Moisés. Es la que los propios Apóstoles o Discípulos pues conocían mejor y Predican a aquellos que también conocen muy bien la Ley de Moisés. Se pusieron o sea como dice la Lectura a Predicar a los Judíos. Dice pero algunos naturales de Chipre y de Cirene al llegar a Antioquia, se pusieron también a hablar a los Griegos. Es decir el Espíritu Santo, les lleva a hablar también a los no Judíos, a los gentiles.

09:35
Padre Don: José Blanco: - Y resulta que hay muchos Griegos gentiles, pues que dice gran número creyó y se convirtió al Señor. ¿Porqué?, pues porque la acción del Espíritu Santo no podemos nosotros limitarla y entonces los que escuchan la Palabra de Dios y resulta que aceptan esa Palabra aunque sean Griegos. Es decir, aunque sean de un pueblo pagano, pues resulta que escuchan la Palabra y se convierten. No nos da nombres, no nos dice quiénes eran, los que Predicaron la Palabra de Dios en Antioquía al principio. Pero de hecho esos Misioneros Anónimos, cumplieron con la Gran Misión, con la gran obligación, de decir a los demás. A los Griegos incluso lo que ellos creían y porque consideraban a Jesús como el Mesías y Salvador.

10:32
Padre Don: José Blanco: - Llega la noticia hasta Jerusalén, considerada como sabéis la Iglesia Madre, dónde está Pedro, dónde están los otros Apóstoles. Llega la noticia Jerusalén, que bien el Espíritu Santo está también poniendo su mano en muchas personas fuera de nuestra Ciudad de Jerusalén. En otras regiones, en otras ciudades. Vamos a legitimar esas Comunidades Cristianas Principiantes, que están empezando. Vamos a legitimarlas, vamos a darles nuestro visto bueno y por eso vamos a mandar a Bernabé para que él vea cómo está la situación y cómo podemos legitimar esas Comunidades Cristianas.

11:21
Padre Don: José Blanco: - Enviaron a Bernabé, al llegar y ver la Acción de la Gracia de Dios, se alegró. Y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor, con todo empeño. Y luego después, resulta que como sabéis Bernabé fue como el gran acompañante de la Predicación de Pablo. Entonces Bernabé salió para Tarso, que era la ciudad de San Pablo, en busca de Saulo. Y cuando lo encontró, le debió hablar muy bien de esas Primitivas Comunidades Cristianas, esas nacientes Comunidades Cristianas y se lo llevó a Antioquia a Saulo. Saulo ya convertido y Saulo ya siendo Pablo le habla de esas Comunidades y le dice vamos a verlas para que las conozcas y para que vivas con ellas, con esas Comunidades la Fe en Jesucristo y la Celebreís.

12:30
Padre Don: José Blanco: - Y Pablo va, durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Y termina la Primera Lectura de hoy con una expresión que para nosotros ya va a ser fundamental para toda la Vida de la Iglesia. Fue en Antioquia donde por primera vez los Discípulos fueron llamados Cristianos. Es decir, a partir de ahora, ya no es una Secta del Judaísmo, que se ha separado, que se ha ido detrás de otro líder al que llaman Jesús el Mesías, no, no. Ahora ya, estos reciben por decirlo así, Carta de Ciudadanía. Ya no son Judíos, separados, sino que ya son «los seguidores de Cristo, Cristianos». Y ese título es el que nosotros hemos venido heredando de esas Primitivas Comunidades Cristianas.

13:42
Padre Don: José Blanco: - Nosotros también «somos Cristianos, seguidores de Jesús, seguidores de Cristo» . Porque creemos en un Cristo, que hoy en el Evangelio como todos estos días, se nos presenta como el Buen Pastor. Ya el Domingo IV de Pascua, se llama así el Domingo del Buen Pastor. Y las Lecturas de toda esta semana van en esa misma línea. Ese Cristo en el que nosotros creemos, se nos está presentando como el Buen Pastor.

14:23
Padre Don: José Blanco: - El Buen Pastor que al contrario como nos decía el Evangelio del Domingo, al contrario que el asalariado, conoce a las ovejas. El asalariado, bueno que le den su paga por cuidar a las ovejas y se va y ya está. Y si viene el lobo como decía el Evangelio del Domingo pues sale corriendo. Jesús es el Buen Pastor y el Buen Pastor es el que ama a las ovejas, el que cuida a las ovejas, el que mima a las ovejas, el que conoce a las ovejas, por su nombre. Y las ovejas le conocen a él. Y nos dice San Juan y es que ese Buen Pastor, es capaz de dar la vida por sus ovejas.

15:12
Padre Don: José Blanco: - Es curioso, porque incluso un Buen Pastor puede defender a las ovejas, pero llega un momento en que cuando ya no puede más porque el enemigo está avanzando. Pues incluso el Buen Pastor también huye, antes de su vida, que la de las propias ovejas. Sin embargo Jesús, no, da un paso más, Él da la vida por sus ovejas. Él se entrega por sus ovejas, Él es la salvación para sus ovejas. Dice ellas me conocen, conocen mi voz y yo las conozco y ellas me siguen y yo les doy la Vida Eterna. Y ese es el gran premio que nos da por seguirle, la Vida Eterna. Y eso es lo dice a los que le escuchaban en aquel momento, por los aledaños del Templo.

16:19
Padre Don: José Blanco: - Así empieza el Evangelio de hoy, Jesús se paseaba en el Templo por el Pórtico de Salomón. Y los que le oyen, no le han oído hablar de que Él era el enviado del Padre y que Él era el enviado de Dios. Y le hacen la pregunta, la pregunta de siempre, pero bueno habla ya claro dinoslo claramente: «eres o no eres el Mesías». Y Él les dice: «os lo he dicho de mil maneras, lo he hecho de palabra y os lo he dicho de obra». Pero vosotros no me echéis la culpa a mí, de no decirlo, o si decirlo. Echaos la culpa a vosotros mismos, porque no creéis». Por muchas manifestaciones que yo os haga si tenéis el corazón cerrado, si no aceptáis la Palabra de Dios, pues no vais a creer nunca.

17:15
Padre Don: José Blanco: - Esto me hace recordar, que en algún momento también en conversaciones con personas amigas. Sabiendo que yo soy Sacerdote, me decían: «es que si la Iglesia cambiara, pues nos acercaríamos más». Y yo un poco en plan de humor, les decía mirad: «aunque bailáramos de coronilla, no os acercariais a la Iglesia, porque no sois Creyentes». Aunque hiciéramos, lo que hiciéramos, el que no es Creyente por mucho que diga de Palabra es que si la Iglesia cambiará, si la Iglesia fuera más moderna». Que no, que no, que no vendríais tampoco. Porque no sois Creyentes.

18:02
Padre Don: José Blanco: - Bueno pues es lo mismo, que dice Jesús aquí a estas gentes que están a su lado. No sois Creyentes y como no sois Creyentes, por mucho que os lo diga, no vais a creer. Porque los que sí creen y ahí estamos nosotros, los que sí Creen, ellos Me conocen, yo las conozco y al mismo tiempo no perecerán para siempre, sino que les daré la Vida Eterna. Es la gran promesa que nos hace Jesús, a los que si Creemos en Él, a los que si queremos seguirle, si queremos imitarle, si queremos recorrer el camino que Éél nos ha preparado. Por eso también hoy en nuestros días, la Palabra de Dios nos está diciendo: «ese Jesús, es también para ti y para mí el Buen Pastor».

19:05
Padre Don: José Blanco: - Él te conoce, tú le conoces, síguele, Lee el Evangelio, que el Evangelio, que los valores que nos transmite el Evangelio penetren en nuestro corazón. Y seamos capaces de dar Testimonio de ese Amor de Dios manifestado en Jesucristo, en nuestro mundo, en nuestra sociedad. Que seamos capaces de transmitir lo que somos, nos hagan caso o no nos hagan caso. No sólo se lo hicieron muchos a Jesús, como acabamos de oír en el Evangelio. Pues por lo tanto, nosotros vamos a dar Testimonio de Él, que muchos no nos van a aceptar nuestro Testimonio, pues naturalmente que no.

19:49
Padre Don: José Blanco: - Porque cada uno, es libre de aceptar a Dios y a Jesús o no. Pero nosotros si tenemos la obligación como hicieron esos Primeros Cristianos de los que hemos hablado antes. Dar Testimonio del Amor de Dios, manifestando el Amor de Dios y haciendo que muchos, con un corazón abierto aceptarán esa palabra y se convirtieran al Señor. Pues esa es nuestra Misión dar Testimonio del Señor Jesús, en nuestro mundo, en nuestro barrio, en nuestra ciudad. Allá donde estemos, que el Señor nos ayude a ello.

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