Palabra de Vida 4/9/18:
«Sé quién eres: el Santo de Dios»
Por P. Jesús Higueras
«Sé quién eres: el Santo de Dios»
Por P. Jesús Higueras
Camino Católico
Publicado el 4 sept. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 4 de septiembre de 2018, martes de la 22ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.
Evangelio: san Lucas 4, 31-37:
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y y sal! de él».
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
« ¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y y sal! de él».
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
« ¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.
Padre Don: Jesús Higueras Esteban
00:21
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús va a una Sinagoga se encuentra un hombre endemoniado y ese demonio que está dentro del hombre proclama a gritos: «Sé quién eres: el Santo de Dios». Y Jesús dice: «cállate, no me gusta que me llames Santo, no me gusta que me digas estas cosas, ¿porqué?, porque no te sirve para nada decirlo». Los demonios sabían perfectamente quién era Jesús, los demonios no tienen Fe en ese sentido que los demonios saben que Dios existe.
00:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - El poblema de los demonios es que, por mucho que sepan que Dios existe no les sirve para nada. Porque no quieren dejar que Dios entre en su vida, porque no se quieren dejar Amar por Dios. Esto es una reflexión que hemos hecho muchas veces, pero es bueno hacerlo: «Dios mío, que yo no nunca tenga esa Fe de los demonios», es decir hay gente que sabe que Dios existe, si. Hay gente que sabe que Dios está en las Iglesias, si, hay gente que sabe que Dios está en la Eucarístia, si, pero no me afecta mucho, no quiero que me afecte.
01:13
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Ese Dios que está ahí, no quiero dejarme querer por Él, porque claro dejarme querer por Dios significa que le tengo que corresponder, que tengo que ir a Misa, que me tengo que Confesar, que tengo que cambiar mi mal genio. Que claro y dices bueno, ¿de qué me sirve que me diga Santo, Santo, Santo, Santo. Si por mucho que me lo digas, luego tu vida no va a cambiar: Esto quiere decir no solamente para la gente de fuera, también para nosotros que a veces, efectivamente Rezamos y vamos a Misa y decimos Santo eres, eres el Santo de Dios. Pero decir eso no nos compromete, decir eso significa bueno pues que nos dejamos Amar por Él puesto que Él es el Santo y que dejándonos Amar por Él ¿deseamos cambiar nuestra vida?
01:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Estamos luchando por nuestra conversión.. eres el Santo de Dios, cuánto me alegro, no me afecta para nada, que lo seas. Precisamente eso es una Fe digamos como como oscura, una Fe inútil, una Fe muerta. Decía muy bien el Apóstol Santiago es que la Fe sin Obras pues no es verdadera Fe. Porque la Fe es auténtica, primero cuando se anuncia, pero también sobre todo la Fe es auténtica cuando se vive en la vida. Eso no quiere decir que nuestra calidad moral tenga que ser excelente, superior, pero bueno, desear vivir esa Fe: «Dios mío, yo sé que me quieres, yo sé que me escuchas, yo sé que me Amas, aunque a veces no se cumplan las cosas que yo quiero y por tanto confío en ti, me abandono en tu misericordia».
02:35
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Es decir, eso es «Vivir la Fe», por lo tanto, que nunca nos pase como a estas personas endemoniadas de la época de Jesús. Que sí, que los demonios decían «eres el Santo de Dios», pero no le servía para nada. «Que nosotros cada vez que digamos «Santo Eres Señor» que realmente esa Santidad de Dios, deseemos que venga a nuestra vida y que nos transforme».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús va a una Sinagoga se encuentra un hombre endemoniado y ese demonio que está dentro del hombre proclama a gritos: «Sé quién eres: el Santo de Dios». Y Jesús dice: «cállate, no me gusta que me llames Santo, no me gusta que me digas estas cosas, ¿porqué?, porque no te sirve para nada decirlo». Los demonios sabían perfectamente quién era Jesús, los demonios no tienen Fe en ese sentido que los demonios saben que Dios existe.
00:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - El poblema de los demonios es que, por mucho que sepan que Dios existe no les sirve para nada. Porque no quieren dejar que Dios entre en su vida, porque no se quieren dejar Amar por Dios. Esto es una reflexión que hemos hecho muchas veces, pero es bueno hacerlo: «Dios mío, que yo no nunca tenga esa Fe de los demonios», es decir hay gente que sabe que Dios existe, si. Hay gente que sabe que Dios está en las Iglesias, si, hay gente que sabe que Dios está en la Eucarístia, si, pero no me afecta mucho, no quiero que me afecte.
01:13
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Ese Dios que está ahí, no quiero dejarme querer por Él, porque claro dejarme querer por Dios significa que le tengo que corresponder, que tengo que ir a Misa, que me tengo que Confesar, que tengo que cambiar mi mal genio. Que claro y dices bueno, ¿de qué me sirve que me diga Santo, Santo, Santo, Santo. Si por mucho que me lo digas, luego tu vida no va a cambiar: Esto quiere decir no solamente para la gente de fuera, también para nosotros que a veces, efectivamente Rezamos y vamos a Misa y decimos Santo eres, eres el Santo de Dios. Pero decir eso no nos compromete, decir eso significa bueno pues que nos dejamos Amar por Él puesto que Él es el Santo y que dejándonos Amar por Él ¿deseamos cambiar nuestra vida?
01:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Estamos luchando por nuestra conversión.. eres el Santo de Dios, cuánto me alegro, no me afecta para nada, que lo seas. Precisamente eso es una Fe digamos como como oscura, una Fe inútil, una Fe muerta. Decía muy bien el Apóstol Santiago es que la Fe sin Obras pues no es verdadera Fe. Porque la Fe es auténtica, primero cuando se anuncia, pero también sobre todo la Fe es auténtica cuando se vive en la vida. Eso no quiere decir que nuestra calidad moral tenga que ser excelente, superior, pero bueno, desear vivir esa Fe: «Dios mío, yo sé que me quieres, yo sé que me escuchas, yo sé que me Amas, aunque a veces no se cumplan las cosas que yo quiero y por tanto confío en ti, me abandono en tu misericordia».
02:35
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Es decir, eso es «Vivir la Fe», por lo tanto, que nunca nos pase como a estas personas endemoniadas de la época de Jesús. Que sí, que los demonios decían «eres el Santo de Dios», pero no le servía para nada. «Que nosotros cada vez que digamos «Santo Eres Señor» que realmente esa Santidad de Dios, deseemos que venga a nuestra vida y que nos transforme».
Santa Misa de hoy martes 4 de septiembre de 2018, 22ª semana de Tiempo Ordinario
Camino Católico
Publicado el 4 sept. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa de hoy martes de la 22ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
00:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
Hermanos buenos días, cumplidas ya las vacaciones, reencontramos nuevamente aquí en esta Basílica de la Concepción para Celebrar como hacemos todos los días la Eucaristía. Escuchando la Palabra de Dios, participando en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. A todos aquellos que nos ven también a través del Canal 13 Televisión un saludo muy cercano y muy cordial y agradecidos por que se unen a nosotros en esta Celebración. Ahora en un momento de silencio como hacemos siempre al comenzar estos Sagrados Misterios pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.
01:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Palabra Eterna del Padre
por la que todo ha venido
a la existencia.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Luz Verdadera que has venido al mundo
y a quién el mundo no recibió.
℣. Cristo, Ten Piedad
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Hijo de Dios que hecho carne
has acampado entre nosotros.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
02:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
02:23
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Dios Todopoderoso
de quien procede todo bien
siembra en nuestros corazones
el amor de tu nombre
para que haciendo más
religiosa nuestra vida
acrecientes el bien
en nosotros y con solicitud
amorosa lo conserves
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
03:03
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, l0b-16 1ª lectura: El hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre espiritual lo juzga todo.
03:08
Lectora de la Primera Lectura: - Hermanos:
El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. Pues, ¿quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce solo el Espíritu de Dios.
Pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo; es el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos los dones que de Dios recibimos.
Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu. Pues el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo todo, mientras que él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién ha conocido la mente del Señor para poder instruirlo?». Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
04:29
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13ab. 13cd-14 El Señor es justo en todos sus caminos.
04:29
Lectora de los Salmos:
℣. El Señor es justo
en todos sus caminos.
℟. El Señor es justo
en todos sus caminos.
℣. El Señor es clemente
y misericordioso, lento a la cólera
y rico en piedad; el Señor
es bueno con todos,
es cariñoso con todas
sus criaturas. ℟.
℣. Que todas tus criaturas
te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria
de tu reinado, que hablen
de tus hazañas. ℟.
℣. Explicando tus hazañas
a los hombres, la gloria
y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado
perpetuo, tu gobierno
va de edad en edad. ℟.
℣. El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van
a caer, endereza a los
que ya se doblan. ℟.
05:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Lc 7, 16 Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Un gran Profeta ha surgido
entre nosotros. Dios
ha visitado a su pueblo. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37 Evangelio: Sé quién eres: el Santo de Dios.
06:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟. Gloria a ti, Señor
06:31
Rvrndo.: D. José Blanco: - En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y y sal! de él».
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
«¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
07:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Sentaos un momento San Pablo en esta Primera Carta a los Corintios insiste en que nosotros y así es, por el Bautismo tenemos el Espíritu de Dios dentro de nosotros. Y por eso somos Criaturas Nuevas, somos criaturas diferentes, porque tenemos que vivir y tenemos que actuar según el Espíritu que poseemos. Lo íntimo de Dios dice San Pablo lo conoce solo el Espíritu de Dios, pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios para que conozcamos los dones que de Dios hemos recibido.
08:53
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bueno pues ese Espíritu es lo propio del Cristiano, aquel que ha sido Bautizado posee el Espíritu del Señor y por lo tanto ya su forma como decía hace un momento de ser y de actuar tiene que ser diferente. Y el hombre natural dice San Pablo, no lo comprende y no comprende como el Cristiano guiado por ese Espíritu pues hace cosas que no son desde el punto de vista puramente humano lógicas. Si nos retrotraemos hacia los Principios del Cristianismo la gente del Imperio Romano quedaba sorprendida cuando los Cristianos salían a la arena del Circo para ser devorados por las fieras y salían cantando y alabando al Señor.
09:57
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y la gente se sorprendía, pero como sabiendo que van a morir, salen alegres y contentos, alabando a su Dios. Y eso era al Principio del Cristianismo pero eso ha ocurrido a lo largo de toda la historia. Cuántos Cristianos al ser fusilados o bueno muertos, Martirizados, lo han hecho perdonando a los que le estaban Martirizando. Muchos, a lo largo de la historia tenemos testimonios de muchos de nuestros hermanos en la Fe, que precisamente han muerto perdonando a sus verdugos. Y esto claro dentro de lo que es el Espíritu natural humano no es comprensible. ¿Cómo es posible, que esta gente actúe así?
11:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
Incluso en nuestro mundo actual, en países como Siria o Irak o últimamente en Nicaragua. Pues vemos como los Cristianos están siendo Perseguidos y algunos como digo Martirizados e incluso muertos. Gente sigue manteniéndose Fiel al Espíritu del Señor aún a costa de su bienestar, aún a costa de su propia vida. Pues esto lo que nos está diciendo San Pablo dice: «el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios le parece una necedad, una locura». Pero es que nosotros no nos podemos regir por los valores del mundo, nos tenemos que regir por los valores del Espíritu que habita en nosotros y eso muchas veces lo olvidamos.
12:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y olvidamos que somos de Dios que no somos del mundo, estamos en el mundo, vivimos en el mundo, pero no somos del mundo. Nuestros valores tienen que ser diferentes es el Espíritu de Dios el que habita en nosotros. El Espíritu que también lógicamente, ha habitado en Jesús. Y en el Evangelio de hoy nos encontramos con ese Pasaje en el que Jesús enseña en la Sinagoga en otro momento el Evangelio nos dice cuando estaba empezando a enseñar en la Sinagoga y leyendo al Profeta Isaías. Decía: «el Espíritu del Señor está sobre Mí». Efectivamente, el Espíritu del Señor está sobre Jesús y por eso Él enseña en la Sinagoga y por eso la gente que le escucha le dice: «esta forma de enseñar es distinta, este hombre Enseña con Autoridad», es decir, sabe lo que dice y vive lo que dice.
13:26
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y así es, anteayer en las Lecturas de la Misa del Domingo pasado, el Apóstol Santiago decía: «poned en práctica la palabra que oís, no solamente oigáis la palabra de Dios, ponedla en práctica». Y este es Jesús, el que no solamente escucha el Espíritu que está sobre Él, sino que lo pone en práctica. Y por eso la gente se asombra, por eso la gente se queda sorprendida. Y la Segunda Parte del Evangelio donde vemos que en esa Sinagoga hay un hombre con espíritu inmundo. Y su Palabra, la Palabra de Jesús puede con él de forma explícita, de forma radical y contundente. Este hombre poseído: «que tenemos que ver contigo Jesús Nazareno has venido a acabar con nosotros. Sabemos quién eres, sé quién eres el Santo de Dios».
14:42
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pero la Palabra de Jesús es radical, contundente: «cállate y sal de él» y efectivamente el espíritu inmundo sale de esa persona y además dice el Evangelio «salió sin hacerle daño». Otras veces vemos pues eso a poseídos no, no. En este caso le tira por tierra y sale sin hacerle daño. Pero ahora viene la reacción de la gente, quedaron todos asombrados y comentaban entre sí qué clase de Palabra es esta. Porque Jesús solamente utiliza la Palabra: «cállate y sal de él». Pero es una Palabra como digo que capaz de erradicar el mal de ese hombre y ofrecerle el bien la liberación. Ofrecerle lo que nos ofrece Jesús a todos nosotros, la liberación del mal, la libertad. Eso es lo que Jesús con su enseñanza y con su actitud ante la vida nos transmite y nos enseña.
16:11
Rvrndo.: D. José Blanco:
¿Qué clase de palabra es esta?, pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen. Y termina el Evangelio diciéndonos y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca. Cafarnaúm como sabéis está en Galilea y se puede decir que aparte de Nazaret era como la ciudad de Jesús. Porque es donde más tiempo está, es donde más enseña, es donde más veces va a la Sinagoga, es donde más veces comenta la Palabra de Dios. Una Palabra de Dios que Él mismo, con su Espíritu nos transmite a todos nosotros, para que vivamos ese Espíritu. Para que seamos personas distintas, diferentes, no diferentes en el mal sentido de la palabra, sino en el buen sentido. Diferentes porque lo que venimos a traer al mundo es el bien y porque el Cristiano digamos que poseído por ese Espíritu de Dios tiene que mostrar al mundo el bien.
17:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
Mostrar al mundo lo que es el Amor de Dios, mostrar ante el mundo que todos somos hermanos y que por lo tanto la Misión que tenemos en esta vida a los Cristianos es ayudarnos, llamarnos unos a otros. En la Eucaristía llevamos a la práctica o Jesús lleva a la práctica eso que nos ha estado diciendo: «que nos ama, que Dios nos ama, que Él es el instrumento por el cual tenemos que conocer que Dios nos ama. Y que Él nos lo ha demostrado con su propia vida, sufriendo, muriendo, resucitando y transmitiendonos su Espíritu. Eso lo Celebramos aquí ahora en la Eucaristía pues que Él nos transmita ese Espíritu para que sepamos salir a la calle, para hacer el bien y amar a nuestros hermanos.
18:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
Vamos a pedírselo hacia el Señor en la Eucaristía.
18:45
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Pidamos ahora la gracia de Dios
Nuestro Padre por nosotros
y por todos los hombres
respondemos diciendo.
Te Rogamos Óyenos.
PETICIONES
19:03
PETICIONES DE LOS FIELES:
℣. Para que el Espíritu de Dios
inspire y fortalezca a nuestro Papa
y a nuestro Obispo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que las Iglesias Cristianas
alcancemos la unidad bajo
la Guía del Único Pastor
que es Jesucristo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los pecadores
se conviertan.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que haya paz
y prosperidad.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los gobernantes
acierten en su labor.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los enfermos
recobren la salud.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los que Celebramos
esta Eucaristía nos mantengamos
constantes en el Camino
del Evangelio.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
19:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Escucha Padre nuestra Oración
y concédenos lo que con Fe te pedimos
por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amen.
20:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
21:33
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
21:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor que esta Ofrenda Santa
nos alcance siempre tu bendición
salvadora para que perfeccione
con tu poder lo que realiza
en el Sacramento
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
22:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
19:18
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias Padre Santo
siempre y en todo lugar
por Jesucristo tu hijo amado
por Él que es tu Verbo hiciste
todas las cosas, Tú nos lo enviaste
para que hecho Hombre por Obra
del Espíritu Santo y nacido de María
la Virgen fuera nuestro Salvador
y Redentor Él en cumplimiento
de tu voluntad para destruir la muerte
y manifestar la Resurrección
extendió sus brazos en la Cruz
y así adquirió para ti
un pueblo Santo por eso
con los Ángeles y con todos
los Santos proclamamos
tu gloria diciendo a una sola voz:
23:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
23:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda Santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándo gracias te bendijo,
lo partió y lo dio
a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
24:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
25:14
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra Fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
25:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
25:53
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a nuestros hermanos
.. a ellos y a cuantos murieron
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu
Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
26:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
27:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y ahora hermanos puesto que todos tenemos el Espíritu de Dios del que nos hablaba San Pablo en su Carta a los Corintios. Desde ese mismo Espíritu de Dios nos dirigimos ahora al Padre con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
28:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
28:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
28:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Demonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
29:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
29:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
32:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Saciados con el Pan del Cielo
te pedimos Señor que el amor
con que nos alimentas fortalezca
nuestros corazones y nos mueva
a servirte en nuestros hermanos
por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
32:44
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
32:56
Rvrndo.: D. José Blanco:
Podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
Hermanos buenos días, cumplidas ya las vacaciones, reencontramos nuevamente aquí en esta Basílica de la Concepción para Celebrar como hacemos todos los días la Eucaristía. Escuchando la Palabra de Dios, participando en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. A todos aquellos que nos ven también a través del Canal 13 Televisión un saludo muy cercano y muy cordial y agradecidos por que se unen a nosotros en esta Celebración. Ahora en un momento de silencio como hacemos siempre al comenzar estos Sagrados Misterios pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.
01:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Palabra Eterna del Padre
por la que todo ha venido
a la existencia.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Luz Verdadera que has venido al mundo
y a quién el mundo no recibió.
℣. Cristo, Ten Piedad
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Hijo de Dios que hecho carne
has acampado entre nosotros.
℣. Señor, Ten Piedad
℟. Señor, Ten Piedad
02:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
02:23
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Dios Todopoderoso
de quien procede todo bien
siembra en nuestros corazones
el amor de tu nombre
para que haciendo más
religiosa nuestra vida
acrecientes el bien
en nosotros y con solicitud
amorosa lo conserves
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
03:03
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, l0b-16 1ª lectura: El hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre espiritual lo juzga todo.
03:08
Lectora de la Primera Lectura: - Hermanos:
El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. Pues, ¿quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce solo el Espíritu de Dios.
Pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo; es el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos los dones que de Dios recibimos.
Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu. Pues el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo todo, mientras que él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién ha conocido la mente del Señor para poder instruirlo?». Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
04:29
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13ab. 13cd-14 El Señor es justo en todos sus caminos.
04:29
Lectora de los Salmos:
℣. El Señor es justo
en todos sus caminos.
℟. El Señor es justo
en todos sus caminos.
℣. El Señor es clemente
y misericordioso, lento a la cólera
y rico en piedad; el Señor
es bueno con todos,
es cariñoso con todas
sus criaturas. ℟.
℣. Que todas tus criaturas
te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria
de tu reinado, que hablen
de tus hazañas. ℟.
℣. Explicando tus hazañas
a los hombres, la gloria
y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado
perpetuo, tu gobierno
va de edad en edad. ℟.
℣. El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van
a caer, endereza a los
que ya se doblan. ℟.
05:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Lc 7, 16 Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Un gran Profeta ha surgido
entre nosotros. Dios
ha visitado a su pueblo. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37 Evangelio: Sé quién eres: el Santo de Dios.
06:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟. Gloria a ti, Señor
06:31
Rvrndo.: D. José Blanco: - En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y y sal! de él».
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
«¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
07:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Sentaos un momento San Pablo en esta Primera Carta a los Corintios insiste en que nosotros y así es, por el Bautismo tenemos el Espíritu de Dios dentro de nosotros. Y por eso somos Criaturas Nuevas, somos criaturas diferentes, porque tenemos que vivir y tenemos que actuar según el Espíritu que poseemos. Lo íntimo de Dios dice San Pablo lo conoce solo el Espíritu de Dios, pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios para que conozcamos los dones que de Dios hemos recibido.
08:53
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bueno pues ese Espíritu es lo propio del Cristiano, aquel que ha sido Bautizado posee el Espíritu del Señor y por lo tanto ya su forma como decía hace un momento de ser y de actuar tiene que ser diferente. Y el hombre natural dice San Pablo, no lo comprende y no comprende como el Cristiano guiado por ese Espíritu pues hace cosas que no son desde el punto de vista puramente humano lógicas. Si nos retrotraemos hacia los Principios del Cristianismo la gente del Imperio Romano quedaba sorprendida cuando los Cristianos salían a la arena del Circo para ser devorados por las fieras y salían cantando y alabando al Señor.
09:57
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y la gente se sorprendía, pero como sabiendo que van a morir, salen alegres y contentos, alabando a su Dios. Y eso era al Principio del Cristianismo pero eso ha ocurrido a lo largo de toda la historia. Cuántos Cristianos al ser fusilados o bueno muertos, Martirizados, lo han hecho perdonando a los que le estaban Martirizando. Muchos, a lo largo de la historia tenemos testimonios de muchos de nuestros hermanos en la Fe, que precisamente han muerto perdonando a sus verdugos. Y esto claro dentro de lo que es el Espíritu natural humano no es comprensible. ¿Cómo es posible, que esta gente actúe así?
11:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
Incluso en nuestro mundo actual, en países como Siria o Irak o últimamente en Nicaragua. Pues vemos como los Cristianos están siendo Perseguidos y algunos como digo Martirizados e incluso muertos. Gente sigue manteniéndose Fiel al Espíritu del Señor aún a costa de su bienestar, aún a costa de su propia vida. Pues esto lo que nos está diciendo San Pablo dice: «el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios le parece una necedad, una locura». Pero es que nosotros no nos podemos regir por los valores del mundo, nos tenemos que regir por los valores del Espíritu que habita en nosotros y eso muchas veces lo olvidamos.
12:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y olvidamos que somos de Dios que no somos del mundo, estamos en el mundo, vivimos en el mundo, pero no somos del mundo. Nuestros valores tienen que ser diferentes es el Espíritu de Dios el que habita en nosotros. El Espíritu que también lógicamente, ha habitado en Jesús. Y en el Evangelio de hoy nos encontramos con ese Pasaje en el que Jesús enseña en la Sinagoga en otro momento el Evangelio nos dice cuando estaba empezando a enseñar en la Sinagoga y leyendo al Profeta Isaías. Decía: «el Espíritu del Señor está sobre Mí». Efectivamente, el Espíritu del Señor está sobre Jesús y por eso Él enseña en la Sinagoga y por eso la gente que le escucha le dice: «esta forma de enseñar es distinta, este hombre Enseña con Autoridad», es decir, sabe lo que dice y vive lo que dice.
13:26
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y así es, anteayer en las Lecturas de la Misa del Domingo pasado, el Apóstol Santiago decía: «poned en práctica la palabra que oís, no solamente oigáis la palabra de Dios, ponedla en práctica». Y este es Jesús, el que no solamente escucha el Espíritu que está sobre Él, sino que lo pone en práctica. Y por eso la gente se asombra, por eso la gente se queda sorprendida. Y la Segunda Parte del Evangelio donde vemos que en esa Sinagoga hay un hombre con espíritu inmundo. Y su Palabra, la Palabra de Jesús puede con él de forma explícita, de forma radical y contundente. Este hombre poseído: «que tenemos que ver contigo Jesús Nazareno has venido a acabar con nosotros. Sabemos quién eres, sé quién eres el Santo de Dios».
14:42
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pero la Palabra de Jesús es radical, contundente: «cállate y sal de él» y efectivamente el espíritu inmundo sale de esa persona y además dice el Evangelio «salió sin hacerle daño». Otras veces vemos pues eso a poseídos no, no. En este caso le tira por tierra y sale sin hacerle daño. Pero ahora viene la reacción de la gente, quedaron todos asombrados y comentaban entre sí qué clase de Palabra es esta. Porque Jesús solamente utiliza la Palabra: «cállate y sal de él». Pero es una Palabra como digo que capaz de erradicar el mal de ese hombre y ofrecerle el bien la liberación. Ofrecerle lo que nos ofrece Jesús a todos nosotros, la liberación del mal, la libertad. Eso es lo que Jesús con su enseñanza y con su actitud ante la vida nos transmite y nos enseña.
16:11
Rvrndo.: D. José Blanco:
¿Qué clase de palabra es esta?, pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen. Y termina el Evangelio diciéndonos y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca. Cafarnaúm como sabéis está en Galilea y se puede decir que aparte de Nazaret era como la ciudad de Jesús. Porque es donde más tiempo está, es donde más enseña, es donde más veces va a la Sinagoga, es donde más veces comenta la Palabra de Dios. Una Palabra de Dios que Él mismo, con su Espíritu nos transmite a todos nosotros, para que vivamos ese Espíritu. Para que seamos personas distintas, diferentes, no diferentes en el mal sentido de la palabra, sino en el buen sentido. Diferentes porque lo que venimos a traer al mundo es el bien y porque el Cristiano digamos que poseído por ese Espíritu de Dios tiene que mostrar al mundo el bien.
17:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
Mostrar al mundo lo que es el Amor de Dios, mostrar ante el mundo que todos somos hermanos y que por lo tanto la Misión que tenemos en esta vida a los Cristianos es ayudarnos, llamarnos unos a otros. En la Eucaristía llevamos a la práctica o Jesús lleva a la práctica eso que nos ha estado diciendo: «que nos ama, que Dios nos ama, que Él es el instrumento por el cual tenemos que conocer que Dios nos ama. Y que Él nos lo ha demostrado con su propia vida, sufriendo, muriendo, resucitando y transmitiendonos su Espíritu. Eso lo Celebramos aquí ahora en la Eucaristía pues que Él nos transmita ese Espíritu para que sepamos salir a la calle, para hacer el bien y amar a nuestros hermanos.
18:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
Vamos a pedírselo hacia el Señor en la Eucaristía.
18:45
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Pidamos ahora la gracia de Dios
Nuestro Padre por nosotros
y por todos los hombres
respondemos diciendo.
Te Rogamos Óyenos.
PETICIONES
19:03
PETICIONES DE LOS FIELES:
℣. Para que el Espíritu de Dios
inspire y fortalezca a nuestro Papa
y a nuestro Obispo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que las Iglesias Cristianas
alcancemos la unidad bajo
la Guía del Único Pastor
que es Jesucristo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los pecadores
se conviertan.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que haya paz
y prosperidad.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los gobernantes
acierten en su labor.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los enfermos
recobren la salud.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Para que los que Celebramos
esta Eucaristía nos mantengamos
constantes en el Camino
del Evangelio.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
19:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Escucha Padre nuestra Oración
y concédenos lo que con Fe te pedimos
por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amen.
20:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
21:33
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
21:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor que esta Ofrenda Santa
nos alcance siempre tu bendición
salvadora para que perfeccione
con tu poder lo que realiza
en el Sacramento
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
22:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
19:18
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias Padre Santo
siempre y en todo lugar
por Jesucristo tu hijo amado
por Él que es tu Verbo hiciste
todas las cosas, Tú nos lo enviaste
para que hecho Hombre por Obra
del Espíritu Santo y nacido de María
la Virgen fuera nuestro Salvador
y Redentor Él en cumplimiento
de tu voluntad para destruir la muerte
y manifestar la Resurrección
extendió sus brazos en la Cruz
y así adquirió para ti
un pueblo Santo por eso
con los Ángeles y con todos
los Santos proclamamos
tu gloria diciendo a una sola voz:
23:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
23:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda Santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándo gracias te bendijo,
lo partió y lo dio
a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
24:25
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
25:14
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra Fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
25:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
25:53
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a nuestros hermanos
.. a ellos y a cuantos murieron
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu
Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
26:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
27:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y ahora hermanos puesto que todos tenemos el Espíritu de Dios del que nos hablaba San Pablo en su Carta a los Corintios. Desde ese mismo Espíritu de Dios nos dirigimos ahora al Padre con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
28:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
28:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
28:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Demonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
29:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
29:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
32:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Saciados con el Pan del Cielo
te pedimos Señor que el amor
con que nos alimentas fortalezca
nuestros corazones y nos mueva
a servirte en nuestros hermanos
por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
32:44
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
32:56
Rvrndo.: D. José Blanco:
Podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
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