Papa Francisco en el Regina Coeli 6-5-18:
«Compartir el amor de Cristo con los demás con hechos»
«Compartir el amor de Cristo con los demás con hechos»
Camino Católico
Publicado el 29 abr. 2018 (Vatican News / Radio Vaticano / caminocatolico.org/home/) En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco afirmó que para ser santos no es necesario ser obispo, sacerdote o religioso, sino vivir toda actividad, grande o pequeña, en unión con Jesús y con actitud de amor y servicio al prójimo.
00:08
Betty Marchetti: - Aquí está el Papa Francisco y escuchemosle con el corazón abierto.
00:11
Santo Padre - Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas buenos días, en este Tiempo Pascual la Palabra de Dios sigue indicándonos estilo de vida. Coherentes para formar parte de esta Comunidad del risorto. Entre estos el Evangelio de Hoy, presenta la consigna con Jesús permanecer en mi amor. Permanecer en el amor de Jesús, habitar en la corriente del amor de Dios, establecer una morada estable la condición para hacer que nuestro amor no pierda por el camino su ardor y su audacia. También nosotros como Jesús y en Él debemos acoger con gratitud del amor que viene del Padre.
01:10
Santo Padre - Papa Francisco:
Y permanecer en este amor tratando de no separarnos con el egoísmo y con el pecado. Es un programa imperativo pero no imposible ante todo es importante tomar conciencia que el amor de Cristo no es un sentimiento superficial. No, es una actitud fundamental del corazón que se manifiesta en el vivir como él quiere. Jesús en efecto afirma, si guardais mi Mandamiento permanecereis en mi Amor. Lo mismo que Yo he guardado los Mandamientos de Mi Padre y permanezco en su amor.
02:02
Santo Padre - Papa Francisco:
El amor se realizan en la vida de cada día, en las actitudes, en las acciones, de otra manera eso es algo ilusorio. Son palabras, palabras esto no es el amor, el amor es concreto cada día. Jesús nos pide observar sus Mandamientos se resumen en este. Que os ameis unos a otros, como yo os he amado. ¿Cómo hacer esto?, ¿cómo hacer para que este amor que el Señor Resucitado regala puede ser compartido por los demás? Muchas veces Jesús ha indicado ¿quién es el otro al que hay que amar?
02:59
Santo Padre - Papa Francisco:
No con palabras sino con los hechos, es aquel que me encuentro en mi camino y que con su rostro y su historia me interpela. Es aquel que por su misma presencia me empuja a salir de mis intereses y de mis seguridades. Es aquel que espera mi disponibilidad para escuchar y hacer una parte de camino junto. Disponibilidad hacia cada hermano y hermana, cualquiera, en cualquier situación se encuentre. Comenzando por quien está más cerca en familia, en la comunidad, en el trabajo, en la escuela.
03:46
Santo Padre - Papa Francisco:
Y de esta manera yo permanezco unido a Jesús, su amor puede alcanzar al otro y atraerlo así a su amistad. Este amor por los demás no puede ser reservado a momentos excepcionales sino que se debe convertir en constante de nuestra vida. Es por eso que estamos llamados a custodiar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor aunque existan problemas económicos incomodidades. Es por eso que los enfermos en el ultimo estadios tenemos que darle toda la asistencia posible. Es por eso que los no nacidos van siempre acogidos, porque en definitiva la vida siempre es tutelada, y amada desde la concepción a su natural deceso.
04:46
Santo Padre - Papa Francisco:
Y esto es amor, nosotros somos amados por Dios en Jesucristo. Que nos pide amarnos como Él nos ama. Pero esto no podemos hacerlo si no tenemos en nosotros su mismo corazón. La Eucaristía a la cual estamos llamados a participar cada domingo tiene el fin de formar en nosotros el corazón de Cristo. Así toda nuestra vida, es guiada por sus actitudes generosas. Que la Virgen María nos ayude a permanecer en el amor de Jesús y a crecer en el amor hacia todos, especialmente hacia los más débiles. Para corresponder plenamente a nuestra Vocación Cristiana.
Betty Marchetti: - Aquí está el Papa Francisco y escuchemosle con el corazón abierto.
00:11
Santo Padre - Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas buenos días, en este Tiempo Pascual la Palabra de Dios sigue indicándonos estilo de vida. Coherentes para formar parte de esta Comunidad del risorto. Entre estos el Evangelio de Hoy, presenta la consigna con Jesús permanecer en mi amor. Permanecer en el amor de Jesús, habitar en la corriente del amor de Dios, establecer una morada estable la condición para hacer que nuestro amor no pierda por el camino su ardor y su audacia. También nosotros como Jesús y en Él debemos acoger con gratitud del amor que viene del Padre.
01:10
Santo Padre - Papa Francisco:
Y permanecer en este amor tratando de no separarnos con el egoísmo y con el pecado. Es un programa imperativo pero no imposible ante todo es importante tomar conciencia que el amor de Cristo no es un sentimiento superficial. No, es una actitud fundamental del corazón que se manifiesta en el vivir como él quiere. Jesús en efecto afirma, si guardais mi Mandamiento permanecereis en mi Amor. Lo mismo que Yo he guardado los Mandamientos de Mi Padre y permanezco en su amor.
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Santo Padre - Papa Francisco:
El amor se realizan en la vida de cada día, en las actitudes, en las acciones, de otra manera eso es algo ilusorio. Son palabras, palabras esto no es el amor, el amor es concreto cada día. Jesús nos pide observar sus Mandamientos se resumen en este. Que os ameis unos a otros, como yo os he amado. ¿Cómo hacer esto?, ¿cómo hacer para que este amor que el Señor Resucitado regala puede ser compartido por los demás? Muchas veces Jesús ha indicado ¿quién es el otro al que hay que amar?
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Santo Padre - Papa Francisco:
No con palabras sino con los hechos, es aquel que me encuentro en mi camino y que con su rostro y su historia me interpela. Es aquel que por su misma presencia me empuja a salir de mis intereses y de mis seguridades. Es aquel que espera mi disponibilidad para escuchar y hacer una parte de camino junto. Disponibilidad hacia cada hermano y hermana, cualquiera, en cualquier situación se encuentre. Comenzando por quien está más cerca en familia, en la comunidad, en el trabajo, en la escuela.
03:46
Santo Padre - Papa Francisco:
Y de esta manera yo permanezco unido a Jesús, su amor puede alcanzar al otro y atraerlo así a su amistad. Este amor por los demás no puede ser reservado a momentos excepcionales sino que se debe convertir en constante de nuestra vida. Es por eso que estamos llamados a custodiar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor aunque existan problemas económicos incomodidades. Es por eso que los enfermos en el ultimo estadios tenemos que darle toda la asistencia posible. Es por eso que los no nacidos van siempre acogidos, porque en definitiva la vida siempre es tutelada, y amada desde la concepción a su natural deceso.
04:46
Santo Padre - Papa Francisco:
Y esto es amor, nosotros somos amados por Dios en Jesucristo. Que nos pide amarnos como Él nos ama. Pero esto no podemos hacerlo si no tenemos en nosotros su mismo corazón. La Eucaristía a la cual estamos llamados a participar cada domingo tiene el fin de formar en nosotros el corazón de Cristo. Así toda nuestra vida, es guiada por sus actitudes generosas. Que la Virgen María nos ayude a permanecer en el amor de Jesús y a crecer en el amor hacia todos, especialmente hacia los más débiles. Para corresponder plenamente a nuestra Vocación Cristiana.
05:43
Santo Padre - Papa Francisco:
ORACIÓN de Reina del Cielo en Español
℣. Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
Ha resucitado según su palabra; aleluya.
Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
Gózate y alégrate,
Virgen María; aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
te has dignado llenar el mundo de alegría,
concédenos, te rogamos que por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos de la Vida Eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo
Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Por los fieles difuntos, concédeles Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Descanse en Paz
℟. Amén.
℣. Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
Ha resucitado según su palabra; aleluya.
Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
Gózate y alégrate,
Virgen María; aleluya.
Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.
Oremos
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
te has dignado llenar el mundo de alegría,
concédenos, te rogamos que por intercesión de su Madre,
la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos de la Vida Eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo
Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
℣. Por los fieles difuntos, concédeles Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Descanse en Paz
℟. Amén.
ORACIÓN de REGINA CAELI en Latín
Regina caeli laetáre, allelúia.
Quia quem meruísti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.
Gaude et laetáre,
Virgo María, allelúia.
Quia surréxit Dóminus vere, allelúia.
Orémus
Deus, qui per resurrectiónem
Fílii tui Dómini nostri Iesu Christi
mundum laetificáre dignátus es,
praesta, quaesumus,
ut per eius Genetrícem
Vírgínem Maríam
perpétuae capiámus gáudia vitae.
Per Christum Dóminum nostrum
Amen.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Por los fieles difuntos, Requiem æternam dona eis, Domine. Et lux perpetua luceat eis. Requiescant in pace.
℟. Amén.
Regina caeli laetáre, allelúia.
Quia quem meruísti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.
Gaude et laetáre,
Virgo María, allelúia.
Quia surréxit Dóminus vere, allelúia.
Orémus
Deus, qui per resurrectiónem
Fílii tui Dómini nostri Iesu Christi
mundum laetificáre dignátus es,
praesta, quaesumus,
ut per eius Genetrícem
Vírgínem Maríam
perpétuae capiámus gáudia vitae.
Per Christum Dóminum nostrum
Amen.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.
℟. Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum.
℟. Amén.
℣. Por los fieles difuntos, Requiem æternam dona eis, Domine. Et lux perpetua luceat eis. Requiescant in pace.
℟. Amén.
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