martes, 25 de septiembre de 2018

25.09.2018 - Santa Misa en 13tv - José Blanco






Palabra de Vida 25/9/18:
«Mi madre y mis hermanos son estos»
Por P. Jesús Higueras




Camino Católico

Publicado el 25 sept. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 25 de septiembre de 2018, martes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: san Lucas 8, 19-21:

En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces le avisaron:

«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».

Él respondió diciéndoles:

«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:16
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «Mi madre y mis hermanos son estos, los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen». Es decir: «que la escucha de Jesucristo, atenta, cuidadosa, cariñosa, crea un vínculo con Él tan fuerte, como lo puede crear su familia». La Virgen Santísima, los familiares de la Virgen María. Sabemos que la palabra Hermanos, englobaba todo ese Conjunto, ese Clan Familiar, de primos etcétera. Con lo cual tenía efectivamente tenía es un trato familiar muy íntimo. Pues esa intimidad con Cristo, ¿cómo la conseguimos?, escuchando, primero escuchando, la primera parte siempre es escuchar.

00:50
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Pero después convertir en Vida, convertir en Obras, esa Palabra, esa Voluntad de Dios que nos es manifestado por medio de la Palabra. Y por eso claro, ahí entre el escuchar «del dicho al hecho», dice el refrán «que hay mucho trecho». Claro y dice, no, yo sé la teoría, la teoría la tengo muy clara. Pero luego la práctica, ahí es donde interviene el Espíritu Santo, ahí es donde interviene la Gracia de Dios. Dios no es una especie de fariseo, que dice «tienes que hacer, tienes que ser, tienes que cumplir». Y no mueve un dedo para ayudarnos.

01:22
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - San Agustín lo decía de un modo muy bonito: «manda lo que quieras, pero dame lo que mandas. Señor, lo que tú digas, pero eso que tú me estás diciendo, por favor ponlo en mi corazón. Para que yo lo pueda llevar a término, porque con mis fuerzas humanas es imposible». Del dicho al hecho hay un trecho, efectivamente y ese trecho se llama la Gracia de Dios. Esa confianza en que ese Dios puede intervenir dentro de mí, puede transformarme y puede hacerme capaz de todo lo que El me diga.

01:47
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Pero por tanto preguntémonos primero ¿escuchamos?, escuchamos con atención esa Palabra cada día. Ahora lo estamos haciendo, pero después de escuchar deseamos de verdad e intentamos poner todos los medios, para que esa Palabra se convierta en un Propósito Concreto. Hoy por ejemplo Señor me voy a dedicar a escuchar más a los demás y no poner el punto sobre la i en las frases de los otros. Pues bien, fenomenal, estás convirtiendo en vida lo que has escuchado. Y mañana voy a intentar pues decir algo positivo y no quejarme tanto.

02:18
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y pasado voy a hacer..., no se, cada día convertir en día la Palabra. Eso sería como un reto diario, ningún día sería igual. Esa rutina que a veces nos puede comer, desaparecería si deseamos de verdad que la Palabra pues se haga carne en nuestra carne, se haga vida en nuestra vida. Se convierta en hechos concretos. Y eso repito, solos no vamos a poder, porque nos cansaríamos, pues qué rollo, todos los días lo mismo. Pero contando con El, claro que sí: ¿quienes son mi madre?, ¿quiénes son mis hermanos? Los que escuchan, los que me escuchan a mí y los que además de escucharme desean que mis Palabras se conviertan en parte de su vida.

02:55
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Cuántos de nosotros podríamos decir que Jesucristo forma parte de nosotros mismos. Mi identidad sin Cristo no tiene sentido. ¿Quién soy yo sin Cristo?, sería nadie, no sería nada. Sin sus Palabras, sin su Gracia, sin su Presencia, sin su Compañía, efectivamente. Y eso nos convierte en Familiares y Amigos Íntimos de Jesucristo.


Santa Misa de hoy martes 25 de septiembre de 2018, 25ª semana de Tiempo Ordinario




Camino Católico

Publicado el 25 sept. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa de hoy martes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.


Inicio de la Santa Misa y Dedicación


00:34
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

℟.  Amen.

00:40
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

00:52
Rvrndo.: D. José Blanco:

Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario. Como siempre vamos a escuchar la Palabra de Dios y como nos saludamos también a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística. Y ahora en un momento de silencio nos acogemos al perdón y a la misericordia de Dios.

01:42
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Rey de la Paz y Santo de Dios.

℣.  Señor, Ten Piedad
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Luz que brilla en las tinieblas.

℣.  Cristo, Ten Piedad
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Imagen del Hombre Nuevo.

℣.  Señor, Ten Piedad
℟.  Señor, Ten Piedad

02:02
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.

02:11
Rvrndo.: D. José Blanco:

Oremos.
Oh Dios que has puesto
la plenitud de la ley
en el amor a ti y al prójimo

concédenos cumplir
tus Mandamientos para
llegar así a la Vida Eterna.

Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos

℟.  Amen.

02:47
Lectora de la Primera Lectura:


Proverbios 21, 1-6. 10-13 1ª lectura: Sentencias diversas.

02:50
Lectora de la Primera Lectura: - El corazón del rey es una acequia que el Señor canaliza adonde quiere.

El hombre juzga recto su camino, pero el Señor pesa los corazones.

Practicar el derecho y la justicia el Señor lo prefiere a los sacrificios.

Ojos altivos, corazón ambicioso; faro de los malvados es el pecado.

Los planes del diligente traen ganancia, los del hombre atolondrado, indigencia.

Tesoros ganados con boca embustera, humo que se disipa y trampa mortal.

El malvado se afana en el mal, nunca se apiada del prójimo.

Castigas al cínico y aprende el inexperto, pero el sabio aprende oyendo la lección.

El honrado observa la casa del malvado y ve cómo se hunde en la desgracia.

Quien cierra los oídos al clamor del pobre no será escuchado cuando grite.


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

03:58
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 118, 1. 27. 30. 34. 35. 44 Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.

03:59
Lectora de los Salmos:

℣.  Guíame, Señor,
por la senda de tus mandatos

℟.  Guíame, Señor,
por la senda de tus mandatos

℣.  Dichoso el que, con vida
intachable, camina
en la ley del Señor.  ℟.

℣.  Instrúyeme en el camino
de tus decretos, y
meditaré tus maravillas.  ℟.

℣.  Escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos.  ℟.

℣.  Enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla
de todo corazón.  ℟.

℣.  Guíame por la senda
de tus mandatos, porque
ella es mi gozo.  ℟.

℣.  Cumpliré sin cesar tu ley,
por siempre jamás.  ℟.

04:58
Rvrndo.: D. José Blanco:


Aleluya Lc 11, 28 Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Bienaventurados los que escuchan
la palabra de Dios y la cumplen.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

05:40
Rvrndo.: D. José Blanco:


  Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, l9-21 Evangelio: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

05:43
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor

05:50
Rvrndo.: D. José Blanco: - En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces le avisaron:

«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte». Él respondió diciéndoles:

«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

06:24
Rvrndo.: D. José Blanco:

Sentáos un momento, estamos leyendo estos días, como Primera Lectura, el Libro de los Proverbios. Que no es sino una Recopilación de Sentencias, de Máximas sin ningún hilo conductor. Pero que nos hablan de lo que tiene que hacer el justo y de lo que hace el injusto, el impío, el malvado. Y así hoy va como contraponiendo en la Primera Lectura, contraponiendo esas Máximas. Dice «el hombre juzga recto su camino, pero el Señor es el que pesa los corazones». Claro eso lo hemos dicho y comentado mil veces. Que efectivamente el Señor mira el interior de la persona, mira los corazones, no se fía o no se guía, por apariencias.

07:29
Rvrndo.: D. José Blanco:

Practicar el derecho y la justicia, el Señor lo prefiere a los Sacrificios. Y es verdad Sacrificios no quiero, si no tenéis el corazón limpio. Son importantes los Sacrificios en el Templo de Jerusalén, sin duda. Pero es mucho más importante, tener un corazón que practica el derecho y la justicia. Los planes del diligente traen ganancia, los del hombre atolondrado indigencia. Como veis son dichos que son pues digamos que cosas absolutamente naturales y normales. Que cualquier persona sensata pues lo corroboraría. El malvado se afana en el mal, nunca se apiada del prójimo.

08:36
Rvrndo.: D. José Blanco:

Es verdad, el impío, el injusto, el que odia a la gente, ese se afana en el mal. Y si nosotros lo que pedimos es compasión para con el prójimo. Dice que este, el malvado nunca se apiada del prójimo. Es decir que este Libro de los Proverbios del Antiguo Testamento recopila ese tipo de Máximas, de Sentencias que sin duda harán bien al hombre. Lo lee el lector de eso escrito y dice: «pues es verdad». Esto responde de alguna manera, a lo que nosotros naturalmente debemos hacer por nuestra propia naturaleza. Y termina la Lectura de hoy: «quien cierra los oídos al clamor del pobre, no será escuchado, cuando grite».

09:49
Rvrndo.: D. José Blanco:

Es decir, si tú quieres que a ti te hagan el bien, empieza para hacer tú el bien. Como veis no tienen un hilo conductor, como os decía pero son como esa recopilación de dichos que realmente pueden hacer mucho bien al hombre. Y en el Evangelio que nos encontramos, pues también con esta Lectura que la leemos en todos los Evangelios. Es coincidente más breve o más extensa, pero en todos los Evangelios, la leemos. Y hoy hemos leído el fragmento de San Lucas. Y en el Evangelio de San Lucas, lo primero que nos dice es que Jesús estaba rodeado de mucho gentío.

10:45
Rvrndo.: D. José Blanco:

De mucha gente que llegaba a Él a escucharle y por eso su madre, sus hermanos, sus parientes, no logran llegar hasta Jesús. ¿Qué estaría?, lo sabemos por los Evangelios, que estaría enseñando Jesús a la gente, cuando la gente se agolpaba para oírle. Sin duda, les estaría transmitiendo, contagiando, esperanza. Esa gente que estaba, pues eso, como ovejas sin pastor, deambulando, buscando en el fondo la verdad, queriendo escuchar una palabra de esperanza. Y encuentran a Jesús y se van detrás de Él. Porque Jesús contagia eso, porque Jesús transmite eso, transmite esperanza, transmite y contagia esperanza.

11:55
Rvrndo.: D. José Blanco:

Y entonces le avisa: «tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte» Y Él podría haber respondido: «pues que vengan, que pasen, hacerle sitio, para poder hablar con ellos». Sin embargo la respuesta de Jesús, es sorprendente, porque no dice lo que sería natural: «que pase, que lleguen hasta a mí». Sino que les dice: «¿que quiénes son mi madre mis hermanos?». Rompe un poco los Vínculos Familiares, los Vínculos de Sangre. Para decir: «mi familia ahora, sois vosotros, mi familia ahora sois los que escucháis la Palabra de Dios y no sólo los que escucháis la Palabra, si no los que lo ponéis en práctica».

13:01
Rvrndo.: D. José Blanco:

Porque escuchar la Palabra, es relativamente fácil e incluso llenar el corazón de la gente que está ávida de una Palabra que nos da plenitud. Y es verdad Jesús, nos da eso pero no basta, no basta con escuchar la Palabra, hay que ponerla en práctica. Hay que ser en ese sentido pragmáticos, estoy acordándome ahora de la Carta del Apóstol Santiago que leíamos anteayer domingo. Y nos decía eso, «hay que poner en práctica la Palabra de Dios, no solo oírla, no solo escucharla». La sabiduría decía Santiago que nos viene de lo alto, que viene de Dios, es la comprensión, el perdón, la misericordia, el identificarnos con el que sufre, identificarnos con el que se alegra.

14:13
Rvrndo.: D. José Blanco:

Esa es la Palabra de Dios, considerar al prójimo como un hermano, crear fraternidad en el mundo, luchar por un mundo más justo. Eso es poner en práctica la Palabra de Dios. Y esos los que al menos intentamos, aunque no lo consigamos, la mayor parte de las veces, pero lo intentamos. En lo de poner en práctica esa Palabra, somos y nos convertimos así en la Nueva Familia de Jesús. «Mi madre y mis hermanos son estos, los que cumplen la Palabra, los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por Obra».

15:06
Rvrndo.: D. José Blanco:

En la Eucaristía que Celebramos a diario, es el mismo Jesús el que se hace presente entre nosotros, en medio de nosotros y nos dice: «no solo escuchéis la Palabra, ponerla también en práctica, en vuestra familia, en vuestro trabajo, en la calle, en el ocio, allá donde estéis. Pues que el Señor nos ayude a vivir así la Eucaristía, como impulsándonos a salir a la calle para allí poner en práctica la Palabra de Dios. Que no es otra cosa que amor, perdón y misericordia. Que el Señor nos ayude a ello.

16:02
Rvrndo.: D. José Blanco:

Pidamos ahora la gracia
de Dios Nuestro Padre
por nosotros y por todos
los hombres respondemos:
«te rogamos oyenos».


PETICIONES

16:14
PETICIONES DE LOS FIELES:

℣.  Para que el espíritu
de Dios inspira y fortalezca
a nuestro Papa
y a nuestro Obispo.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que las iglesias cristianas
alcancemos la unidad bajo
la guía del único Pastor
que es Jesucristo.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que los pecadores
se conviertan.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que haya paz
y prosperidad.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que los gobernantes
acierten en su labor.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que los enfermos
recobren la salud.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que los que Celebramos
esta Eucaristía nos
mantengamos constantes
en el camino del Evangelio.

℣.  Rogemos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

17:06
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Escucha Padre nuestra
Oración y concédenos
lo que pedimos
por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

18:05
Rvrndo.: D. José Blanco:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

18:53
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

19:08
Rvrndo.: D. José Blanco:

Recibe el Señor
en tu bondad las ofrendas
de tu pueblo para que cuanto
creemos por la Fe

lo alcancemos por el
sacramento celestial
por Jesucristo Nuestro Señor

℟.  Amen.

19:24
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

19:35
Rvrndo.: D. José Blanco:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo

Dios Todopoderoso y Eterno
porque has querido ser
por medio de tu Amado Hijo
no solo el creador

del género humano sino
también su bondadoso
Restaurador por eso con
razón te sirven todas

las criaturas con justicia
te alaban todos los redimidos
y unánimes te bendicen
tus Santos con ellos

unidos a todos los Ángeles
nosotros queremos Celebrarte
y te alabamos diciendo:

20:20
Rvrndo.: D. José Blanco:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

20:38
Rvrndo.: D. José Blanco:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y en la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,

tomó pan; dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus
discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

21:39
Rvrndo.: D. José Blanco:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

22:27
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

22:35
Rvrndo.: D. José Blanco:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

23:07
Rvrndo.: D. José Blanco:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y así con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia a nuestros hermanos
.. y a ellos y a cuantos murieron
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron

en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu
Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

24:16
Rvrndo.: D. José Blanco:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

24:34
Rvrndo.: D. José Blanco:

Y ahora todos juntos como hermanos, como decía el Evangelio: «estos son mi madre, mis hermanos». Pues como hermanos como miembros de la gran familia de los hijos de Dios. Vamos a dar gracias al Padre con las Palabras que el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

25:27
Rvrndo.: D. José Blanco:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

25:52
Rvrndo.: D. José Blanco:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

26:14
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

26:37
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

27:04
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

30:37
Rvrndo.: D. José Blanco:

Oremos.
Que tu auxilio Señor
nos acompañe siempre a los

que alimentas con tus
sacramentos para que
por ellos en nuestra

propia vida recibamos
los frutos de la redención
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

31:00
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  la Bendición de Dios Todopoderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros

Podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor.


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