viernes, 29 de marzo de 2024

29.03.2024 - Via Crucis, escrito por el Papa Francisco, desde Roma






29.03.2024 - Via Crucis, escrito por el Papa Francisco, desde Roma




29 de marzo de 2024 - (13 TV / Vatican News / Camino Católico) En el día de hoy, se desarrolla como todos los años, en el Coliseo de Roma el Vía Crucis. Esta vez el Papa Francisco ha optado por un diálogo intimista, en la 14 Estaciones del Via Crucis. Se acerca el Jubileo del año 2025, es un preludio a este Año de Oración, se ha elaborado unas imágenes de las 14 Estaciones, muy artísticas y bellas. La Procesión de los Fieles la encabeza el Cardenal Monseñor Angelo De Donatis, que es el que hará de regidor del Via Crucis al comienzo encabezando a los Fieles portando la Cruz y al final, dando las palabras finales de este.




Inicio del Vía Crucis



01:29
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

«Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo». Muy buenas noches a todos los que se han conectado, con esta transmisión, el Vía Crucis con la Oración del Papa Francisco, en este Viernes Santo, 29 de marzo. Les habla Patricia Ynestroza, en nombre de la Redacción en Español, de Vatican News, Radio Vaticano. Estamos conectados directamente con Mundo Visión, a través de Eurovisión, para que los Canales y Emisoras, que nos siguen. Puedan asociarse a las imágenes en directo de Vatican Media, a quienes están ya apreciando diferentes ángulos, de lo que es el Coliseo.

02:05
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Un saludo a todos los Canales de Televisión y Radio, que se han conectado en esta Celebración y el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM. Desde Estados Unidos, EWTN Radio y Televisión y Canales afiliados; Radio María Spanish; Catholic Faith Network, Nueva York; Radio Paz, de Miami; Radio Inmaculada de Galveston; Santa Teresita Radio, en Palm Beach; Inmaculada Televisión en Atlanta; Radio Misión Católica en Sabana, Georgia; Guadalupe Radio en Los Ángeles, California; ESNE el Sembrador Radio y Televisión y Canales afiliados en Centroamérica; desde España Setel Mon Televisión en Alicante, España; Popular Televisión Murcia, España; desde América Latina Radio María en Chubut, Argentina.

02:55
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Radio Hogar en Panamá; Radio María, en México, Panamá y Guatemala; Radio María, en El Salvador, en Paraguay, en Colombia y Costa Rica; Radio y Televisión Caritas, en la Universidad Católica, en Paraguay; Radio Vicentina, Chile; Radio Regina Cheli, Santa María de los Ángeles, en Chile; Radio San Camilo, Perú; Radio la Voz de María, en Guayaquil y Radio Católica Cuenca, en Ecuador; Soy Radio Esta Aquí, Colombia. Aquí estamos ahora ya por dar Inicio a lo que es, el Vía Crucis de este Viernes Santo. Recordamos los textos de este año, los ha preparado el mismo Santo Padre, es la primera vez que lo hace, en todo su pontificado.

03:43
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Los textos están inspirados, en el Año de la Oración, convocado por el Pontífice, en preparación para el Jubileo del 2025. La mirada está fija en Jesús, que da su vida para salvarnos, en un mundo en el que basta un teclado para insultar y publicar condenas. En un Diálogo con Jesús, es el que así desarrolla el Papa Francisco, en las Meditaciones de este Vía Crucis. Una conversación cara a cara con Cristo, compuesta de reflexiones, interrogantes, introspecciones, confesiones e invocaciones. Una larga Oración íntima que en este año de la Oración, preludio del Jubileo, deja hablar al corazón humano.

04:26
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Una plaza cerca del Coliseo llena, con todos los Fieles y Peregrinos, que se han dado cita. Recordemos para este evento, no son necesarios los boletos. Así es que quien ha querido presenciar, simplemente ha llegado en horas tempranas, para obtener un buen lugar. En las 14 Estaciones, los sufrimientos de Jesús, Camino del Gólgota, los encuentros a lo largo de la Vía Dolorosa. La Mirada Amorosa de María, que bajo la Cruz, se convierte en Madre de todos los hombres. Las mujeres capaces de gestos tiernos y valientes, en los momentos más dramáticos. El Cirineo, dispuesto a ofrecer su ayuda, al Nazareno condenado a muerte. José de Arimatea que ofrece ese sepulcro, donde Dios vencerá la muerte, son estas, el recorrido de estas 14 Estaciones.

05:27
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Para quienes nos están viendo a través de las imágenes, pueden apreciar, una imagen del Coliseo desde el cielo, fantástica, maravillosa. Estamos por vivir el Vía Crucis del Señor, reviviendo su dolor, en Oración y arrepentimiento, por nuestros pecados. Estamos Celebrando su entrega a la muerte por amor, a nosotros. El Vía Crucis es memoria, pero también contemplación, del Rostro doliente del Señor. Al rezarlo recordamos con amor y agradecimiento, lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos, del pecado. Al recorrer con la iglesia cada uno de estos Misterios Dolorosos, sentimos que el dolor, es un gran Misterio.
Giovanni Domenico Tiepolo

Giandomenico Tiepolo (1727-1804)

Diez retratos de fantasía



Fundación Juan March

EL VIA CRUCIS DE TIEPOLO EN SAN POLO de Giandomenico Tiepolo

06:28
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Los anteriores Vía Crucis, que el Pontífice ha presidido en estos años, después de Obispos, Religiosos. Familias, jóvenes, estudiantes, matrimonios, misioneros, migrantes, refugiados de guerra. Este año ha sido el Papa, quien ha querido preparar, escribir estas meditaciones. 14 Estaciones, cinco internas y las otras nueve al externo, serán ilustradas con paneles o tablas representando cada Estación del Vía Crucis, pintados por Giandomenico Tiepolo (1727-1804). Y que son expuestas en la Iglesia de San Polo de Venecia, son pinturas de Gran implicación emocional, que el diseño gráfico tiende a realzar, a través de una técnica del efecto de paralaje.

07:15
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Se consigue así una tridimensionalidad muy eficaz, incluso con el uso de luces y sombras. Dando la impresión de que un primer plano se mueve en relación con un fondo. En Oración con Jesús, en el Camino de la Cruz, es este el tema de las reflexiones, que ha escrito el Papa Francisco. El tema de esta meditaciones, sugiere el carácter profundamente meditativo, será un acto de meditación y espiritualidad, con Jesús en el centro. Él, es quien hace el Camino de la Cruz y nosotros, nos ponemos en camino con Él. Todo está muy centrado en lo que Jesús vive, en ese momento. Y está claro que nos extendemos en el tema del sufrimiento.

08:07
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

En estas meditaciones, no habrá referencias directas a la actualidad, como en años anteriores. Pero se hará, un Vía Crucis, en con una conexión más amplia, al ser una Oración larga y continua. A la que el Pontífice hará, desde su la primera Estación, hasta la última. Varias escenas del Coliseo, desde diferentes ángulos, en una noche clara y serena, es y se pueden ver también, a muchas eh jóvenes que llevan antorchas. Son jóvenes, van a ser jóvenes universitarios, los que van a llevar estas antorchas. La expresión latina Vía Crucis, significa Camino de la Cruz, el Camino de la Cruz, que recorrió Cristo, durante su Pasión, desde el pretorio de Pilatos, hasta el Calvario.

09:17
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

Junto a diversas Oraciones, en general de Penitencia y Arrepentimiento, se van a ir intercalando 14 Meditaciones o Estaciones. Haciendo un ejercicio de piedad, se estacionan los Fieles o detienen unos momentos, para meditar en cada uno, de los acontecimientos o escenas. Las 14 Estaciones cada una de las cuales, se fija, en un paso o episodio de la Pasión. Podemos apreciar una gran Cruz, que se encuentra en la parte central, del Coliseo iluminada con antorchas.

10:17
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

En otros años, acabamos de tener la información de que el Pontífice, debido a los problemas que ido de salud, no estará presenciando desde en el Coliseo el Vía Crucis. Pero seguramente, como le ocurrió el año pasado, que acababa de salir del Hospital Universitario Gemelli, el Santo Padre desde la casa Santa Marta. Desde alguna de las salas de la Casa Santa Marta, podrá impartir su Oración. Iniciamos con la Antífona Gregoriana.


MEDITACIÓN Y ORACIÓN DE

Su Santidad el Santo Padre

EL PAPA FRANCISCO



VÍA CRUCIS



In preghiera con Gesù sulla via della croce
Orando con Jesús camino de la cruz


ADORAMUS TE

10:54
La schola

Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:
quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

℣.  Per lignum servi facti sumus,
et per sanctam crucem
liberati sumus.

TE ADORAMOS

10:54
La schola

Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos,
porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.

℣.  Por el leño fuimos,
hechos esclavos, y por la santa Cruz
hemos sido liberados.


12:17
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Periodista de Vatican News

El Pontífice presidirá desde la Casa Santa Marta, porque sabemos muy bien, que mañana se Celebra la Vigilia del Sábado Santo. Y después el Papa tendrá también que presidir, lo que es la Santa Misa del Domingo de Pascua. Por lo tanto, seguirá el Vía Crucis desde la Casa Santa Marta, como les había comunicado, momentos antes.


13:57
Il Santo Padre - Il Papa Francesco

℣.  Nel nome del Padre
e del Figlio e dello Spirito Santo.

℟.  Amen.

13:57
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  En el Nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.

℟.  Amen.



INTRODUZIONE


14:05
Primer Lector

Signore Gesù, guardiamo la tua croce e capiamo che hai dato tutto per noi. Noi ti dedichiamo questo tempo. Vogliamo trascorrerlo vicini a te, che dal Getsemani al Calvario hai pregato. Nell’Anno della preghiera ci uniamo al tuo cammino di preghiera.


14:32
Primer Lector

Dal Vangelo secondo Marco 14, 32-37

Giunsero a un podere chiamato Getsemani […]. Prese con sé Pietro, Giacomo e Giovanni e cominciò a sentire paura e angoscia. Disse loro: «[…] Restate qui e vegliate». Poi, andato un po’ innanzi, cadde a terra e pregava […]: «Abbà! Padre! Tutto è possibile a te: allontana da me questo calice! Però non ciò che voglio io, ma ciò che vuoi tu». Poi venne, li trovò addormentati e disse a Pietro: «[…] Non sei riuscito a vegliare una sola ora?»


15:26
Segundo Lector(a)

Signore, hai preparato con la preghiera ogni tua giornata e ora nel Getsemani prepari la Pasqua. Abbà! Padre! Tutto è possibile a te – dici – perché la preghiera è anzitutto dialogo e intimità; ma è anche lotta e richiesta: allontana da me questo calice! Ed è affidamento e dono: Però non ciò che voglio io, ma ciò che vuoi tu. Così, in preghiera, sei entrato nella porta stretta del nostro dolore e l’hai attraversata fino in fondo. Hai sentito «paura e angoscia» (Mc 14, 33): paura di fronte alla morte, angoscia sotto il peso del nostro peccato che hai provato su di te, mentre un’amarezza infinita ti invadeva. Ma nel pieno della lotta hai pregato «più intensamente» (Lc 22, 44): così hai trasformato la veemenza del dolore in offerta d’amore.



16:36
Tercer Lector(a)

Una cosa sola ci hai domandato: restare con te, vegliare. Non ci chiedi l’impossibile, ma la vicinanza. Eppure, quante volte ho preso le distanze da te! Quante volte, come i discepoli, anziché vegliare ho dormito, quante volte non ho avuto tempo o voglia di pregare, perché stanco, anestetizzato dalle comodità, assonnato nell’anima. Gesù, ripeti ancora a me, a noi tua Chiesa: «Alzatevi e pregate» (Lc 22, 46). Svegliaci, Signore, destaci dal torpore del cuore, perché anche oggi, soprattutto oggi, hai bisogno della nostra preghiera.

INTRODUCCIÓN


14:05
Primer Lector

Señor Jesús, miramos tu cruz y nos damos cuenta de que tú lo has dado todo por nosotros. Te consagramos, te ofrecemos este tiempo. Queremos pasarlo junto a ti, que rezaste desde Getsemaní hasta el Calvario. En el Año de la Oración, nos unimos a tu camino orante.

14:32
Primer Lector

Del Evangelio según San Marcos 14, 32-37

Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní […]. Después llevó con él, a Pedro, a Santiago y a Juan y comenzó a sentir temor y angustia. Entonces les dijo: «[…] Quédense aquí velando». Y adelantándose un poco, se postró en tierra y decía [...]: «¡Abba! ¡Padre! Todo te es posible: ¡aléjame de mí este cáliz! Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya." Después volvió, y encontró a sus discípulos dormidos y Jesús dijo a Pedro: «[…] ¿No has podido quedarte despierto, ni siquiera una sola hora?»

15:26
Segundo Lector(a)

Señor, tú preparabas con la oración cada una de tus jornadas, y ahora en Getsemaní preparas la Pascua. Y orabas diciendo: ¡Abba! ¡Padre! Todo te es posible –dices– porque la oración es ante todo diálogo e intimidad; pero es también lucha y petición: ¡aleja de mí este cáliz! Así mismo, es entrega confiada y don: Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. Así, orante, entraste por la puerta estrecha de nuestro dolor y la atravesaste hasta el final. Tuviste "temor y angustia" (Mc 14,33): temor frente a la muerte, angustia bajo el peso de nuestro pecado, que cargaste sobre ti, mientras te invadía una amargura infinita. Sin embargo en lo más duro de la lucha oraste "más intensamente" (Lc 22,44): de esta manera transformaste la violencia del dolor en ofrenda de amor.

16:36
Tercer Lector(a)

Nos pides una sola cosa: quedarnos contigo y velar. No nos pedís lo imposible, sino que permanezcamos cerca de tí. Y sin embargo, ¡cuántas veces me he alejado de ti! ¿Cuántas veces, como los discípulos, en lugar de velar me dormía, cuántas veces no tuve tiempo, ni ganas de rezar, porque estaba cansado, anestesiado por la comodidad, o con el alma adormecida. Jesús, vuelve a repetirme a mí, vuelve a repetirnos a nosotros, que somos tu iglesia: "Levántense y oren" (Lc 22, 46). Despiértanos, Señor, sacúdanos del letargo de nuestro corazón, porque también hoy, sobre todo hoy, necesitas nuestra oración.





I STAZIONE

GESÙ È CONDANNATO A MORTE



17:29
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

I ESTACIÓN

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE



17:29
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.




17:44
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Marco (Mc 14, 60-61; 15, 4-5)

Il sommo sacerdote, alzatosi in mezzo all’assemblea, interrogò Gesù dicendo: «Non rispondi nulla? Che cosa testimoniano costoro contro di te?». Ma egli taceva e non rispondeva nulla. […] Pilato lo interrogò di nuovo dicendo: «Non rispondi nulla? Vedi di quante cose ti accusano!». Ma Gesù non rispose più nulla, tanto che Pilato rimase stupito.

18:18
Segundo Lector(a)

Gesù, tu sei la vita e sei condannato a morte; sei la verità e subisci un falso processo. Ma perché non reclami? Per- ché non alzi la voce e non spieghi le tue ragioni? Perché non confuti i dotti e i potenti come hai sempre fatto con successo? La tua reazione stupisce, Gesù: nel momento decisivo non parli, taci. Perché più il male è forte, più la tua risposta è radicale. E la tua risposta è il silenzio. Ma il tuo silenzio è fecondo: è preghiera, è mitezza, è perdono, è la via per redimere il male, per convertire ciò che soffri in un dono che offri.



19:20
Segundo Lector(a)

Gesù, mi accorgo che ti conosco poco perché non conosco abbastanza il tuo silenzio; perché nella frenesia di correre e fare, assorbito dalle cose, preso dalla paura di non stare a galla o dalla smania di mettermi al centro, non trovo il tempo per fermarmi e rimanere con te: per lasciare agire te, Parola del Padre che operi nel silenzio. Gesù, il tuo silenzio mi scuote: m’insegna che la preghiera non nasce dalle labbra che si muovono, ma da un cuore che sa stare in ascolto: perché pregare è farsi docili alla tua Parola, è adorare la tua presenza.

19:20
Segundo Lector(a)

Preghiamo dicendo:
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.

℣.  Tu che rispondi al male col bene.
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.

℣.  Tu che spegni il clamore con la mitezza.
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.

℣.  Tu che detesti le chiacchiere e le lamentele.
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.

℣.  Tu che mi conosci nell’intimo.
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.

℣.  Tu che mi ami più di quanto io mi ami.
℟.  Parla al mio cuore, Gesù.


17:44
Primer Lector

Del Evangelio según San Marcos (Mc 14, 60-61; 15, 4-5)

El sumo sacerdote poniéndose de pie ante la asamblea, interroga a Jesús. «¿No respondes nada a lo que estos atestiguan contra ti?». Él permanecía en silencio y no respondía nada. Pilato lo interrogó nuevamente: «¿no respondes nada?, ¿mira de todo lo que te acusan?» Pero Jesús ya no respondió a nada más y esto dejó muy admirado a Pilato.

18:18
Segundo Lector(a)

Jesús, tú eres la vida pero te condenan a muerte. Eres la verdad, sin embargo eres víctima de un falso proceso. Pero ¿por qué no te revelas? ¿Por qué no levantas la voz y explicas Cuáles son tus propias razones? ¿Por qué no rebates a los sabios y a los poderosos, como siempre lo has hecho? Jesús tu actitud desconcierta, en el momento decisivo no hablas, sino callas. Porque cuanto más fuerte es el mal, más radical es tu respuesta y tu respuesta es el silencio. Pero tu silencio es fecundo, es oración, es mansedumbre, es perdón, es la vía para redimir el mal. Para convertir tus sufrimientos en un don, que nos ofreces.

19:20
Segundo Lector(a)

Jesús me doy cuenta, de que apenas te conozco, porque conozco poco tu silencio. Porque en el frenesí de las prisas y del hacer, absorbido por las cosas, atrapado por el miedo, de no mantenerme a flote. O por el afán de querer ponerme siempre en el centro, no encuentro tiempo para detenerme y quedarme contigo. Para permitirte a ti Palabra del Padre, obrar en silencio. Jesús tu silencio me estremece, me enseña que la oración no nacen de los labios que se mueven, sino de un corazón que sabe escuchar. Porque rezar es hacerse dócil a tu palabra, es adorar tú presencia.

20:10
Segundo Lector(a)

Oremos diciendo:
℟.  Háblame al corazón, Jesús.

℣.  Tú que responde al mal con el bien.
℟.  Háblame al corazón, Jesús.

℣.  Tú que apagas los gritos con la mansedumbre.
℟.  Háblame al corazón, Jesús.

℣.  Tú que detesta la murmuración y los reproches.
℟.  Háblame al corazón, Jesús.

℣.  Tú que me conoces intimamente.
℟.  Háblame al corazón, Jesús.

℣.  Tú que me amas más de lo que yo pueda amarme.
℟.  Háblame al corazón, Jesús.



20:44
Primer Lector y TUTTI

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
20:44
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Estaba la Madre dolorosa
junto a la Cruz llorando,
mientras su Hijo pendía.


21:24
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Escuchamos la Oración del «Stabat Mater» después de cada «Padre Nuestro», se irá rezando a poco a poco esta Oración: «Madre piadosa estaba junto a la Cruz y lloraba, mientras el Hijo pendía».




II STAZIONE

GESÙ È CARICATO DELLA CROCE



21:37
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

II ESTACIÓN

JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ



21:37
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



22:08
Segundo Lector(a)

Egli portò i nostri peccati nel suo corpo sul legno della croce, perché, non vivendo più per il peccato, vivessimo per la giustizia; dalle sue piaghe siete stati guariti (1 Pt 2, 24).

22:22
Primer Lector

Gesù, portiamo anche noi delle croci, a volte molto pesanti: una malattia, un incidente, la morte di una persona cara, una delusione affettiva, un figlio che si è perso, il lavoro che manca, una ferita interiore che non guarisce, il fallimento di un progetto, l’ennesima attesa andata a vuoto… Gesù, come si fa a pregare lì? Come fare quando mi sento schiacciato dalla vita, quando un peso mi grava sul cuore, quando sono sotto pressione e non ho più la forza di reagire? La tua risposta sta in una proposta: «Venite a me, voi tutti che siete stanchi e oppressi, e io vi darò ristoro» (Mt 11, 28).


23:21
Primer Lector

Venire a te; io, invece, mi chiudo in me: rimugino, rivango, mi piango addosso, sprofondo nel vittimismo, campione di negatività. Venite a me: dircelo non è bastato e allora ecco che ci vieni incontro e ti carichi sulle spalle la nostra croce, per togliercene il peso. Tu questo desideri: che gettiamo in te fatiche e affanni, perché vuoi che ci sentiamo liberi e amati in te.



24:04
Primer Lector

Grazie, Gesù. Unisco la mia croce alla tua, ti porto la mia stanchezza e le mie miserie, getto in te ogni peso del cuore.

Preghiamo dicendo:
℟.  Io vengo a te, Signore.

℣.  Con la mia storia.
℟.  Io vengo a te, Signore.

℣.  Con le mie fatiche.
℟.  Io vengo a te, Signore.

℣.  Con i miei limiti e le mie fragilità.
℟.  Io vengo a te, Signore.

℣.  Con le mie paure.
℟.  Io vengo a te, Signore.

℣.  Riponendo ogni fiducia nel tuo amore.
℟.  Io vengo a te, Signore.

22:08
Segundo Lector(a)

El llevó sobre la Cruz nuestros pecados, cargándolo en su cuerpo. Al fin de que muerto al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados (1 Pt 2, 24).

22:22
Primer Lector

Jesús, nosotros también cargamos nuestras cruces, a veces muy pesadas, una enfermedad, un accidente, la muerte de un ser querido, una decepción amorosa, un hijo que se perdió. La falta de trabajo, una herida interior, que no cicatriza, el fracaso de un proyecto, una esperanza más, que se malogra. Jesús ¿Cómo rezar ahí?, ¿cómo hacerlo cuando me siento aplastado por la vida? Cuando un peso oprima mi corazón. Cuando estoy bajo presión y ya no tengo fuerzas para reaccionar. Tu respuesta, se encuentra en una invitación. «Vengan a mí, todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré» (Mt 11, 28).

23:21
Primer Lector

Ir a ti; yo en cambio me encierro en mí mismo, rumiando mentalmente, escarbando en el pasado, quejándome, hundiéndome en el victimismo, paladín de negatividad, «Vengan a mí:». No te ha parecido suficiente decírnoslo, sino que has venido a nosotros, para tomar nuestra cruz, sobre tus hombros y quitarnos su peso. Esto es lo que deseas, que descarguemos en ti, nuestros cansancios y sinsabores, porque quieres que en ti nos sintamos libres y amados.

24:04
Primer Lector

Gracias Jesús, uno mi cruz a la tuya, te traigo mi fatiga y mis miserias. Pongo en ti, todo el agobio que tengo en mi corazón.

Oremos diciendo:
℟.  Acudo a ti, Señor.

℣.  Con mi historia.
℟.  Acudo a ti, Señor.

℣.  Con mis labores.
℟.  Acudo a ti, Señor.

℣.  Con mis límites y mis fragilidades.
℟.  Acudo a ti, Señor.

℣.  Con mis miedos.
℟.  Acudo a ti, Señor.

℣.  Poniendo toda la confianza en tu amor.
℟.  Acudo a ti, Señor.



24:50
Primer Lector y TUTTI

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Cuius animam gementem,
contristatam et dolentem
pertransivit gladius.
24:50
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Su alma llorosa, triste
y dolorida, traspasada
por una espada.


24:50
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Dos jóvenes llevan las antorchas, dos jóvenes universitarios, se dirigen a la Tercera Estación. Algunas personas que viven en una Comunidad de Rehabilitación y Asistencia Social, serán las que llevarán la Santa Cruz.




III STAZIONE

GESÙ CADE PER LA PRIMA VOLTA



25:43
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

III ESTACIÓN

JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ



25:43
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



26:05
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Juan (Gv 12, 24)

In verità, in verità io vi dico: se il chicco di grano, caduto in terra, non muore, rimane solo; se invece muore, produce molto frutto.

26:25
Segundo Lector(a)

Gesù, sei caduto: a cosa pensi, come preghi col viso nella polvere? Ma soprattutto, cosa ti dà la forza di rialzarti? Mentre sei con la faccia a terra e non vedi più il cielo, ti immagino ripetere nel cuore: Padre, che sei nei cieli. Lo sguardo d’amore del Padre che si posa su di te è la tua forza. Ma immagino anche che, mentre baci la terra arida e fredda, pensi all’uomo, tratto dalla terra, a noi, che siamo al centro del tuo cuore; e che ripeti le parole del tuo testamento: «Questo è il mio corpo, che è dato per voi» (Lc 22, 19).



27:14
Segundo Lector(a)

L’amore del Padre per te e il tuo per noi: l’amore, ecco la molla che ti fa rialzare e andare avanti. Perché chi ama non resta a terra, riparte; chi ama non si stanca, corre; chi ama vola. Gesù, ti chiedo sempre tante cose, ma una sola mi serve: saper amare. Cadrò nella vita, ma con l’amore potrò rialzarmi e andare avanti, come hai fatto tu, che sei esperto di cadute. La tua vita, infatti, è stata un continuo cadere verso di noi: da Dio a uomo, da uomo a servo, da servo a crocifisso, fino al sepolcro; sei caduto in terra come seme che muore, sei caduto per rialzarci da terra e portarci in cielo. Tu che risollevi dalla polvere e fai rinascere la speranza, dammi la forza di amare e ricominciare.



28:19
Segundo Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.


℣.  Quando prevale la delusione.
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.


℣.  Quando i giudizi degli altri si abbattono su di me.
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.


℣.  Quando le cose non vanno e divento insofferente.
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.


℣.  Quando mi sembra di non farcela più.
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.


℣.  Quando mi opprime il pensiero che nulla cambierà.
℟.  Gesù, dammi la forza di amare e ricominciare.

26:05
Primer Lector

Del Evangelio según San Juan (Gv 12, 24)

En verdad, en verdad os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.

26:25
Segundo Lector(a)

Jesús, has caído: ¿en qué piensas, cómo rezas postrado rostro en tierra? Pero sobre todo, ¿qué es lo que te da fuerzas para volver a levantarte? Mientras estás boca abajo en el suelo y ya no puedes ver el cielo, te imagino repitiendo en tu corazón: Padre, que estás en los cielos. La mirada amorosa del Padre posada en ti, es tu fuerza. Pero imagino también que mientras besas la tierra árida y fría, piensas en el hombre, sacado de la tierra, piensas en nosotros, que estamos en el centro de tu corazón; y que repites las palabras de tu testamento (voluntad): "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes" (Lc 22, 19).

27:14
Segundo Lector(a)

El amor del Padre por ti y el tuyo por nosotros: el amor, ese es el estímulo que te hace levantarte y seguir adelante. Porque el que ama no se queda derrumbado, sino que vuelve a empezar; el que ama no se cansa, sino que corre; el que ama vuela. Jesús mío, siempre te pido muchas cosas, pero necesito sólo una: saber amar. Caeré en la vida, pero con amor podré volver a levantarme y seguir adelante, como hiciste tú, que tienes experiencias en las caídas. Tu vida, en efecto, ha sido una caída continua hacia nosotros: de Dios a hombre, de hombre al siervo, de siervo a crucificado, hasta el sepulcro; Caíste en la tierra como semilla que muere, caíste para levantarnos de la tierra y llevarnos al cielo. Tú que levantas del polvo y reavivas la esperanza, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

28:19
Segundo Lector(a)

℣.  Oramos diciendo:
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

℣.  Cuando prevalece la desilución.
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

℣.  Cuando el juicio de los demás se abate sobre mí.
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

℣.  Cuando las cosas no van bien y me vuelvo intolerante.
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

℣.  Cuando siento que ya no puedo más.
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.

℣.  Cuando me oprime el pensamiento de que nada cambiará.
℟.  Jesús, dame la fuerza para amar y volver a empezar.



29:12
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

O quam tristis et afflicta
fuit illa benedicta,
mater Unigeniti!
29:12
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!




IV STAZIONE

GESÙ INCONTRA LA MADRE



30:11
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

IV ESTACIÓN

JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE



30:11
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



30:26
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Giovanni (Gv 19, 26-27)

Gesù allora, vedendo la madre e accanto a lei il discepolo che egli amava, disse […] al discepolo: «Ecco tua madre!». E da quell’ora il discepolo l’accolse con sé.

30:46
Segundo Lector(a)

Gesù, i tuoi ti hanno abbandonato, Giuda ti ha tradito, Pietro rinnegato: sei rimasto solo con la croce. Ma ecco tua madre. Non servono parole, bastano i suoi occhi, che sanno guardare in faccia la sofferenza e farsene carico. Gesù, nello sguardo pieno di lacrime e di luce di Maria ritrovi la memoria della tenerezza, delle carezze, delle braccia amorevoli che ti hanno sempre accolto e sostenuto. Lo sguardo materno è lo sguardo della memoria, che ci fonda nel bene. Non si può fare a meno di una madre che ci mette al mondo, ma neppure di una madre che ci rimette a posto nel mondo. Tu lo sai e dalla croce ci dai la tua stessa madre. Ecco tua madre, dici al discepolo, a ognuno di noi: dopo l’Eucaristia, ci dai Maria, dono estremo prima di morire.


32:07
Segundo Lector(a)

Gesù, il tuo cammino è stato confortato dal ricordo del suo amore; anche il mio cammino ha bisogno di fondarsi nella memoria del bene. Mi accorgo, però, che la mia preghiera è povera di memoria: veloce, sbrigativa, una lista di bisogni per oggi e domani. Maria, ferma la mia corsa, aiutami a fare memoria: a custodire la grazia, a ricordare il perdono e i prodigi di Dio, a ravvivare il primo amore, a riassaporare le meraviglie della provvidenza, a piangere di gratitudine.

32:57
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore

℣.  Quando prevale la delusione.
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore


℣.  Quando i giudizi degli altri si abbattono su di me.
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore

℣.  Quando le cose non vanno e divento insofferente.
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore

℣.  Quando mi sembra di non farcela più.
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore

℣.  Quando mi opprime il pensiero che nulla cambierà.
℟.  Signore, ravviva in me il ricordo del tuo amore.

30:26
Primer Lector

Del Evangelio según San Juan (Jn 19, 26-27)

Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús dijo al discípulo: "¡Aquí tienes a tu madre!". Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.

30:46
Segundo Lector(a)

Jesús, los tuyos te han abandonado, Judas te ha traicionado, Pedro te ha negado: te has quedado solo con la cruz. Pero ahí está tu madre. No hacen falta palabras, son suficientes sus ojos, que saben mirar de frente al sufrimiento y asumirlo. Jesús, en la mirada de María llena de lágrimas y de luz encuentras el grato recuerdo de su ternura, de sus caricias, de sus brazos amorosos que siempre te han acogido y sostenido. La mirada de la propia madre es la mirada de la memoria, que nos cimienta en el bien. No podemos prescindir de una madre que nos de a la luz, pero tampoco de una madre que nos encarrile en el mundo. Tu lo sabes y desde la cruz nos entrega a tu propia madre. Aquí tienes a tu madre, le dices al discípulo, a cada uno de nosotros: después de la Eucaristía, nos das a María, tu último don antes de morir.

32:07
Segundo Lector(a)

Jesús, tu camino fue consolado por el recuerdo de su amor; También mi camino necesita cimentarse en la memoria del bien. Sin embargo, me doy cuenta de que mi oración es pobre en memoria: rápida, apresurada, con una lista de necesidades para hoy y mañana. María, detén mi carrera, ayúdame a ser memoria: a custodiar la gracia, a recordar el perdón y las maravillas de Dios, a reavivar el primer amor, a saborear de nuevo las maravillas de la providencia, a llorar de gratitud.

32:57
Tercer Lector(a)

℣.  Oramos diciendo:
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.

℣.  Cuando vuelven a aparecer las heridas del pasado.
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.

℣.  Cuando pierdo el sentido y el rumbo de las cosas.
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.

℣.  Cuando pierdo de vista los dones que he recibido.
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.

℣.  Cuando pierdo de vista el don de mi propio ser.
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.

℣.  Cuando me olvido de agradecerte.
℟.  Reaviva en mí Señor, el recuerdo de tu amor.



33:47
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Quæ mærebat et dolebat
pia Mater, dum videbat
Nati pœnas incliti.
33:47
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Estaba triste y dolorosa,
como madre piadosa, al ver
las penas de su Divino Hijo.


34:18
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Quinta Estación, la Cruz la llevará personas con discapacidad.




V STAZIONE

GESÙ VIENE AIUTATO DAL CIRENEO



34:47
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

V ESTACIÓN

JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRINEO



34:47
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



35:02
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Lucas (Gv 12, 24)

Mentre [i soldati] lo conducevano via, fermarono un certo Simone di Cirene, che tornava dai campi, e gli misero addosso la croce, da portare dietro a Gesù.

35:21
Segundo Lector(a)

Gesù, quante volte, davanti alle sfide della vita, presumiamo di farcela da soli! Com’è difficile chiedere una mano, per paura di dare l’impressione di non essere all’altezza, noi sempre attenti ad apparire bene e a metterci in bella mostra! Non è facile fidarsi, ancor meno affidarsi. Ma chi prega sa di essere bisognoso e tu, Gesù, sei abituato ad affidarti nella preghiera. Così non disdegni l’aiuto del Cireneo. Esponi le tue fragilità a lui, un uomo semplice, un contadino al ritorno dai campi.



36:07
Segundo Lector(a)

Grazie perché, facendoti sostenere nel bisogno, cancelli l’immagine di un dio invulnerabile e distante. Non sei inarrestabile nel potere, ma invincibile nell’amore, e ci insegni che voler bene significa soccorrere gli altri proprio lì, nelle debolezze di cui si vergognano. Allora le fragilità si trasformano in opportunità. È accaduto al Cireneo: la tua debolezza gli ha cambiato la vita e lui si accorgerà un giorno di aver soccorso il suo Salvatore, di essere stato redento mediante quella croce che ha portato. Perché anche la mia vita cambi, ti prego, Gesù: aiutami ad abbassare le difese e a lasciarmi amare da te: lì, dove più mi vergogno di me.


37:10
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Guariscimi, Gesù!

℣.  Da ogni presunzione di autosufficienza.
℟.  Guariscimi, Gesù!

℣.  Dal pensare di farcela senza te e senza gli altri.
℟.  Guariscimi, Gesù!


℣.  Dalle smanie del perfezionismo.
℟.  Guariscimi, Gesù!

℣.  Dalla ritrosia nell’affidarti le mie miserie.
℟.  Guariscimi, Gesù!

℣.  Dalla fretta di fronte ai bisognosi che incontro nel cammino.
℟.  Guariscimi, Gesù!

35:02
Primer Lector

Del Evangelio según San Lucas (Lc 23, 26)

Mientras lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús.


35:21
Segundo Lector(a)

Jesús, ¡cuántas veces, frente a los retos de la vida, presumimos de lograr hacer todo, solo con nuestras propias fuerzas! ¡Qué difícil nos resulta pedir ayuda, ya sea por miedo a dar la impresión de que no estamos a la altura de las circunstancias, o por que siempre nos preocupamos por quedar bien y lucirnos! No es fácil confiar, y menos aún abandonarse. En cambio quien reza es porque está necesitado y tú, Jesús, estás acostumbrado a abandonarte en la oración. Por eso no desdeñas la ayuda del Cireneo. Le muestras tus fragilidades a un hombre sencillo, un campesino que vuelve del campo.

36:07
Segundo Lector(a)

Gracias porque, al dejarte ayudar en tu necesidad, borras la imagen de un Dios invulnerable y lejano. Tú, no te muestras imbatible en el poder, sino invencible en el amor, y nos enseñas que amar, significa socorrer a los demás precisamente allí, en las debilidades de las que se avergüenzan. De este modo, las fragilidades se transforman en oportunidades. Fue lo que le sucedió al Cireneo: tu debilidad cambió su vida y un día se dará cuenta de que habría ayudado a su Salvador, de que había sido redimido por medio de esa cruz que cargó. Para que mi vida también cambie, te ruego, Jesús: ayúdame a bajar mis defensas y a dejarme amar por ti: justo ahí donde más me avergüenzo de mí mismo.

37:10
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Sáname, Jesús.

℣.  De toda presunción de autosuficiencia.
℟.  Sáname, Jesús.

℣.  De creer que puedo prescindir de ti y de los demás.
℟.  Sáname, Jesús.

℣.  Del afán de perfeccionismo.
℟.  Sáname, Jesús.

℣.  De la reticencia de entregarte mis miserias.
℟.  Sáname, Jesús.

℣.  De la prisa mostrada ante los necesitados que encuentro en mi camino.
℟.  Sáname, Jesús.



37:44
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Quis est homo qui non fleret,
Matrem Christi si videret
in tanto supplicio?
37:44
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¿Qué hombre no lloraría,
si viese a la Madre de Cristo
en tan atroz suplicio?


38:00
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Las personas con discapacidad en la Sexta Estación entregarán la Cruz a los participantes en algunos grupos de Oración.




VI STAZIONE

GESÙ RICEVE CONFORTO DALLA VERONICA CHE GLI ASCIUGA IL VOLTO



38:47
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

VI ESTACIÓN

JESÚS RECIBE EL CONSUELO DE LA VERÓNICA QUE LE ENJUGA EL ROSTRO



38:47
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



39:03
Primer Lector

Dalla Seconda lettera dal San Paolo apostolo ai Corinzi (2 Cor 1, 3-5)

Sia benedetto Dio […] Padre misericordioso e Dio di ogni consolazione! Egli ci consola in ogni nostra tribolazione, perché possiamo anche noi consolare quelli che si trovano in ogni genere di afflizione […]. Poiché, come abbondano le sofferenze di Cristo in noi, così, per mezzo di Cristo, abbonda anche la nostra consolazione.


39:42
Segundo Lector(a)

Gesù, tanti seguono il barbaro spettacolo della tua esecuzione e, senza conoscerti e senza conoscere la verità, emettono giudizi e condanne, gettando su di te infamia e disprezzo. Accade anche oggi, Signore, e non serve nemmeno un macabro corteo: basta una tastiera per insultare e pubblicare sentenze. Ma, mentre tanti urlano e giudicano, una donna si fa strada in mezzo alla folla. Non parla: agisce. Non inveisce: s’impietosisce. Va controcorrente: sola, con il coraggio della compassione, rischia per amore, trova il modo di passare tra i soldati solo per darti sul volto il conforto di una carezza.

40:36
Segundo Lector(a)

Il suo gesto passerà alla storia ed è un gesto di consolazione. Quante volte invoco consolazione da te, Gesù! Ma la Veronica mi ricorda che pure tu ne hai bisogno: tu, Dio vicino, chiedi la mia vicinanza; tu, mio consolatore, vuoi essere consolato da me. Amore non amato, anche oggi cerchi tra la folla cuori sensibili alla tua sofferenza, al tuo dolore. Cerchi veri adoratori, che in spirito e verità (cf. Gv 4, 23) rimangano con te (cf. Gv 15), Amore abbandonato. Gesù, accendi in me il desiderio di stare con te, di adorarti e consolarti. E fa’ che, nel tuo nome, io sia consolazione per gli altri.

41:29
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

℣.  Dio di misericordia, vicino a chi ha il cuore ferito.
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

℣.  Dio di tenerezza, che ti commuovi per noi.
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

℣.  Dio di compassione, che detesti il disinteresse.
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

℣.  Tu, che ti rattristi quando punto il dito contro gli altri.
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

℣.  Tu, che non sei venuto a condannare ma a salvare.
℟.  Rendimi testimone della tua consolazione.

39:03
Primer Lector

De la Segunda Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (2 Cor 1,3-5).

¡Bendito sea Dios [...] Padre de las Misericordias y Dios de todo consuelo! Que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren, el mismo consuelo [...]. Porque así como participamos abundantemente de los sufrimientos de Cristo, también por medio de Cristo abunda nuestro consuelo.

39:42
Segundo Lector(a)

Jesús, son tantos los que asisten al bárbaro espectáculo de tu ejecución y, sin conocerte y sin saber la verdad, emiten juicio y condenas, arrojando sobre ti infamia y desprecio. Sucede también hoy, Señor, y ni siquiera es necesario un cortejo macabro: basta un teclado para insultar y publicar condenas. Pero, mientras tantos gritan y juzgan, una mujer se abre paso entre la multitud. No habla: actúa. No protesta: se compadece. Va contra la corriente: sola, con la valentía de la compasión, se arriesga por amor, encuentra la manera de pasar entre los soldados sólo para brindarte el el consuelo de una caricia en el rostro.

40:36
Segundo Lector(a)

Su gesto pasará a la historia y como un gesto de consuelo. ¡Cuántas veces habré invocado tu consuelo, Jesús! Y ahora la Verónica me recuerda que tú también lo necesitas: tú, Dios cercano, pide mi cercanía; tú, consolador mío, quieres ser consolado por mí. Amor no amado, buscas aún hoy entre la multitud corazones sensibles a tu sufrimiento, a tu dolor. Buscas verdaderos adoradores, que en espíritu y en verdad (cf. Jn 4, 23) permanezcan con vosotros (cf. Jn 15), Amor Abandonado. Jesús, enciende en mí el deseo de estar contigo, de adorarte y consolarte. Y haz que yo en tu nombre, sea consuelo para los demás.

41:29
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.

℣.  Dios de misericordia que te haces cercano a quien tiene el corazón herido.
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.

℣.  Dios de ternura que te conmueve por nosotros.
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.

℣.  Dios de compasión que detesta la indiferencia.
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.

℣.  Tú que te entristeces cuando señalo con el dedo a los demás.
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.

℣.  Tú que no has venido a condenar, sino a salvar.
℟.  Hazme testigo de tu consuelo.



42:25
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Quis non posset contristari,
Christi Matrem contemplari
dolentem cum Filio.
42:25
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¿Quién no se contristaría,
al contemplar a la Madre
de Cristo dolerse con su Hijo?


42:39
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Séptima Estación cargarán la Cruz sacerdotes administrando el sacramento de la confesión, en algunas Basílicas Romanas.




VII STAZIONE

GESÙ CADE ANCORA SOTTO IL PESO DELLA CROCE



43:25
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

VII ESTACIÓN

JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ BAJO EL PESO DE LA CRUZ



43:25
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



43:40
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Lucas (Lc 15, 17-18. 20-22. 24)

[Il figlio minore] ritornò in sé e disse: […] Mi alzerò, andrò da mio padre e gli dirò: Padre, ho peccato […]. Si alzò e tornò da suo padre. Quando era ancora lontano, suo padre lo vide, ebbe compassione, gli corse incontro, gli si gettò al collo e lo baciò. Il figlio gli disse: «Padre, ho peccato […]; non sono più degno di essere chiamato tuo figlio». Ma il padre disse […]: «Questo mio figlio era morto ed è tornato in vita, era perduto ed è stato ritrovato».

44:35
Segundo Lector(a)

Gesù, la croce pesa: porta il carico della sconfitta, del fallimento, dell’umiliazione. Lo capisco quando mi sento schiacciato dalle cose, bersagliato dalla vita e incompreso dagli altri; quando avverto il peso eccessivo e snervante della responsabilità e del lavoro, quando sono compresso nella morsa dell’ansia, assalito dalla malinconia, mentre un pensiero soffocante mi ripete: non ne esci, stavolta non ti rialzi. Ma c’è di peggio. Mi accorgo che tocco il fondo quando ci ricasco: quando ricado nei miei sbagli, nei miei peccati, quando mi scandalizzo degli altri e poi mi accorgo che non sono diverso.




45:33
Segundo Lector(a)

Non c’è niente di peggio che essere delusi di sé stessi, schiacciati dal senso di colpa. Ma tu, Gesù, sei caduto più volte sotto il peso della croce per starmi vicino quando ricado. Con te la speranza non finisce mai e dopo ogni caduta si risale, perché quando sbaglio non ti stanchi di me, ma ti fai più vicino a me. Grazie perché mi attendi; grazie perché ricado tante volte e mi perdoni infinite volte: sempre. Ricordami che le cadute possono diventare momenti cruciali del cammino, perché mi portano a capire l’unica cosa che conta: che ho bisogno di te. Gesù, incidimi nel cuore la certezza più importante: che mi rialzo davvero solo quando tu mi rialzi, quando mi liberi dai peccati. Perché la vita non ricomincia dalle mie parole, ma dal tuo perdono.



46:47
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Rialzami, Gesù!

℣.  Quando, paralizzato dalla sfiducia, provo tristezza e sconforto.
℟.  Rialzami, Gesù!

℣.  Quando vedo la mia inadeguatezza e mi sento inutile.
℟.  Rialzami, Gesù!

℣.  Quando prevalgono la vergogna e la paura di non farcela.
℟.  Rialzami, Gesù!

℣.  Quando sono tentato di perdere la speranza.
℟.  Rialzami, Gesù!


℣.  Quando dimentico che la mia forza sta nel tuo perdono.
℟.  Rialzami, Gesù!

43:40
Primer Lector

Del Evangelio según San Lucas (Lc 15, 17-18. 20-22. 24)

[El hijo menor] recapacitó y dijo: […] Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé […]. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio, y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: «Padre, pequé […]; no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo [...]: «Mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado».

44:35
Segundo Lector(a)

Jesús, la cruz pesa mucho: lleva en sí el peso de la derrota, del fracaso, de la humillación. Lo comprendo cuando me siento aplastado por las cosas, acosado por la vida e incomprendido por los demás; cuando siento el peso excesivo y exasperante de la responsabilidad y del trabajo, cuando me siento oprimido en las garras de la ansiedad, asaltado por la melancolía, mientras un pensamiento asfixiante me repite: no saldrás adelante, esta vez no te levantarás. Pero las cosas empeoran aún más. Me doy cuenta de que toco fondo, cuando vuelvo a caer: cuando recaigo en mis errores, en mis pecados, cuando me escandalizo de los demás y luego me doy cuenta de que yo no distinto de ellos.

45:33
Segundo Lector(a)

No hay nada peor que sentirse decepcionado de sí mismo, aplastado por un sentimiento de culpa. Pero tú, Jesús, caíste muchas veces bajo el peso de la cruz, para estar a mí lado cuando yo caigo. Contigo la esperanza nunca se acaba y después de cada caída nos volvemos a levantar, porque cuando me equivoco no te cansas de mí, sino que te acercas más a mí. Gracias, por que me esperas; gracias pues aunque caiga muchas veces, me perdonas siempre: siempre. Recuérdame que las caídas se pueden convertir en momentos cruciales del camino, porque me llevan a comprender que lo único que importa: es que te necesito. Jesús, imprime en mi corazón la certeza más importante: que vuelvo a levantarme de verdad, sólo cuando me levantas tú, cuando me liberas del pecado. Porque la vida no vuelve a empezar con mis palabras, sino con tu perdón.

46:47
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  ¡Levántame, Jesús!

℣.  Cuando, paralizado por la desconfianza, siento tristeza y desesperación.
℟.  ¡Levántame, Jesús!

℣.  Cuando veo mi incapacidad y me siento inútil.
℟.  ¡Levántame, Jesús!


℣.  Cuando prevalece la vergüenza y el miedo al fracaso.
℟.  ¡Levántame, Jesús!

℣.  Cuando tengo la tentación de perder la esperanza.
℟.  ¡Levántame, Jesús!

℣.  Cuando olvido que mi fortaleza está en tu perdón.
℟.  ¡Levántame, Jesús!



47:21
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Pro peccatis suæ gentis
vidit Iesum in tormentis,
et flagellis subditum.
47:21
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Por los pecados de su pueblo,
vio a Jesús en los tormentos,
y sometido a los azotes.


47:54
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Octava Estación, la Cruz la llevarán mujeres dedicada a la Pastoral de la Salud.




VIII STAZIONE

GESÙ INCONTRA LE DONNE DI GERUSALEMME



48:24
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

VIII ESTACIÓN

JESÚS SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES DE JERUSALÉN



48:24
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



48:39
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Lucas (Lc 23, 27).

Lo seguiva una grande moltitudine di popolo e di donne, che si battevano il petto e facevano lamenti su di lui.

48:53
Segundo Lector(a)

Gesù, chi ti segue fino alla fine lungo la via della croce? Non i potenti, che ti aspettano sul Calvario, non gli spettatori che stanno lontano, ma le persone semplici, grandi ai tuoi occhi e piccole a quelli del mondo. Sono le donne, a cui hai dato speranza: non hanno voce ma si fanno sentire. Aiutaci a riconoscere la grandezza delle donne, loro che a Pasqua sono state fedeli e vicine a te, ma che ancora oggi vengono scartate, subendo oltraggi e violenze. Gesù, le donne che incontri si battono il petto e fanno lamenti su di te. Non si piangono addosso, ma piangono per te, piangono sul male e sul peccato del mondo. La loro preghiera fatta di lacrime arriva al tuo cuore. E la mia preghiera sa piangere?


50:08
Segundo Lector(a)

Mi commuovo davanti a te, crocifisso per me, davanti al tuo amore mite e ferito? Piango le mie falsità e la mia incostanza? Di fronte alle tragedie del mondo il mio cuore è di ghiaccio o si scioglie? Come reagisco alla follia della guerra, a volti di bimbi che non sanno più sorridere, a madri che li vedono denutriti e affamati e non hanno più lacrime da versare? Tu, Gesù, hai pianto su Gerusalemme, hai pianto sulla durezza del nostro cuore. Scuotimi dentro, dammi la grazia di piangere pregando e di pregare piangendo.


51:00
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.

℣.  Tu che conosci i segreti del cuore.
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.

℣.  Tu che ti rattristi davanti alla durezza degli animi.
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.

℣.  Tu che ami i cuori umili e contriti.
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.


℣.  Tu che hai asciugato col perdono le lacrime di Pietro.
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.

℣.  Tu che trasformi il pianto in canto.
℟.  Gesù, sciogli il mio cuore indurito.

48:39
Primer Lector

Del Evangelio según San Lucas (Lucas 23:27).

Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.

48:53
Segundo Lector(a)

Jesús, ¿quién te acompaña hasta el final en tu camino de la cruz? No son los poderosos, que te esperan en el Calvario, ni los espectadores que se quedan lejos, sino la gente sencilla, grande a tus ojos pero pequeña a los del mundo. Son esas mujeres a las que has dado esperanza: que no tienen voz, pero se hacen oír. Ayúdanos a reconocer la grandeza de las mujeres, las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que aún hoy siguen son descartadas, sufriendo ultrajes y violencias. Jesús, las mujeres que encuentras se golpean el pecho y se lamentan por ti. No lloran por ellas, sino que lloran por por ti, lloran por el mal y el pecado del mundo. Su oración hecha de lágrimas llega a tu corazón. ¿Acaso mi oración sabe llorar?

50:08
Segundo Lector(a)

¿Me conmuevo ante ti, crucificado por mí, ante tu amor bondadoso y herido? ¿Lloro por mis falsedades y mi inconstancia? Ante las tragedias del mundo, ¿mi corazón permanece frío o se conmueve? ¿Cómo reacciono ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres, que los ven desnutridos y hambrientos y sin tener siquiera más lágrimas que derramar? Tú, Jesús, has llorado por Jerusalén, has llorado por la dureza de nuestros corazones. Sacúdeme por dentro, dame la gracia de llorar rezando y de rezar llorando.

51:00
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.

℣.  Tú que conoces los secretos del corazón.
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.

℣.  Tú que entristeces ante la dureza de los ánimos.
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.

℣.  Tú que amas los corazones contritos y humillados .
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.

℣.  Tú que enjugaste con el perdón de las lágrimas de Pedro.
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.

℣.  Tú que transformas el llanto en canto.
℟.  Jesús, ablanda mi corazón endurecido.



51:44
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Eia, Mater, fons amoris,
me sentire vim doloris fac,
ut tecum lugeam.
51:44
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¡Oh, Madre, fuente de amor!
Haz que sienta tu dolor
para que contigo llore.


51:57
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Novena Estación, un grupo de emigrantes cargaran la Cruz.




IX STAZIONE

GESÙ È SPOGLIATO DELLE VESTI




52:42
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

IX ESTACIÓN

JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS



52:42
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



52:58
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Matteo (Mt 25, 37-40).

«Signore, quando ti abbiamo visto affamato e ti abbiamo dato da mangiare, o assetato e ti abbiamo dato da bere? Quando mai ti abbiamo visto straniero e ti abbiamo accolto, o nudo e ti abbiamo vestito? Quando mai ti abbiamo visto malato o in carcere e siamo venuti a visitarti?». […] Risponderà loro: «In verità io vi dico: tutto quello che avete fatto a uno solo di questi miei fratelli più piccoli, l’avete fatto a me».

53:42
Segundo Lector(a)

Gesù, sono le parole che hai detto prima della Passione. Ora capisco questa tua insistenza nell’immedesimarti coi bisognosi: tu sei stato carcerato; tu straniero, condotto fuori della città per esser crocifisso; tu sei nudo, spogliato delle vesti; tu, malato e ferito; tu, assetato sulla croce e affamato d’amore. Fa’ che ti veda nei sofferenti e che veda i sofferenti in te, perché tu sei lì, in chi è spogliato di dignità, nei cristi umiliati dalla prepotenza e dall’ingiustizia, da guadagni iniqui fatti sulla pelle degli altri nell’indifferenza generale.



54:34
Segundo Lector(a)

Ti guardo, Gesù, spogliato delle vesti, e capisco che m’inviti a spogliarmi di tante esteriorità. Perché tu non guardi le apparenze, ma il cuore. E non vuoi una preghiera sterile, ma feconda di carità. Dio spogliato, metti a nudo anche me. Perché è facile parlare, ma poi io ti amo veramente nei poveri, tua carne ferita? Prego per chi è spogliato di dignità? O prego per coprire solo i miei bisogni e rivestirmi di sicurezze? Gesù, la tua verità mi mette a nudo e mi porta a mettere a fuoco quel che conta: te crocifisso e i fratelli crocifissi. Dammi di capirlo ora, per non essere trovato spoglio d’amore quando mi presenterò dinanzi a te.




55:36
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Spogliami, Signore Gesù!

℣.  Tu che conosci i segreti del cuore.
℟.  Spogliami, Signore Gesù!

℣.  Tu che ti rattristi davanti alla durezza degli animi.
℟.  Spogliami, Signore Gesù!

℣.  Tu che ami i cuori umili e contriti.
℟.  Spogliami, Signore Gesù!


℣.  Tu che hai asciugato col perdono le lacrime di Pietro.
℟.  Spogliami, Signore Gesù!

℣.  Tu che trasformi il pianto in canto.
℟.  Spogliami, Signore Gesù!

52:58
Primer Lector

Del Evangelio según San Mateo (Mt 25, 37-40).

«Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos paso y te alojamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso y fuimos a verte? […] Les responderá: «Les aseguro que una vez que lo hicieron con el más pequeños de mis hermanos, lo hicieron conmigo».



53:42
Segundo Lector(a)

Jesús, estas son las palabras que dijiste antes de la Pasión. Ahora comprendo esa insistencia tuya en identificarte con los necesitados: tú, encarcelado; tú, extranjero, conducido fuera de la ciudad para ser crucificado; tú, desnudo, despojado de tus vestidos; tú, enfermos y heridos; tú, sediento en la cruz y hambriento de amor. Concédame que pueda verte en los que sufren y que a los que sufren los pueda ver en ti, porque tú estás ahí, en quien está despojados de dignidad, en los Cristos humillados por la prepotencia y la injusticia, por las ganancias injustas obtenidas a costa de los demás, y ante la indiferencia general.

54:34
Segundo Lector(a)

Te miro, Jesús, despojado de tus vestiduras, y comprendo que me invitas a despojarme de tantas exterioridades vacías. Porque tu no miras las apariencias, sino el corazón. Y no quieres una oración estéril, sino fecunda en caridad. Dios despojado, ponme al descubierto también a mí. ¿Por qué es fácil hablar, pero luego, te amo yo de verdad en los pobres, en tu carne herida? ¿Rezo por los que han sido despojados de dignidad? Oh rezo solo para cubrir mis propias necesidades y revestirme de seguridad? Jesús, tu verdad me deja al descubierto y me lleva a ocuparme de lo que importa: tú crucificado y los hermanos crucificados. concédeme que lo comprenda ahora, para que no me encuentre falto de amor cuando deba presentarme ante ti.

55:36
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!

℣.  Del apego a las apariencias.
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!

℣.  De la armadura de la indiferencia.
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!


℣.  De creer que ya no tenga que socorrer a los demás.
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!

℣.  De un culto hecho de convencionalismo y exterioridad.
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!

℣.  De la convicción de que la vida todo está bien, si yo estoy bien.
℟.  ¡Despójame, Señor Jesús!



56:17
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Fac ut ardeat cor meum
in amando Christum Deum,
ut sibi complaceam.
56:17
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Haz que arda mi corazón
en amor de Cristo mi Dios,
para que así le agrade.


56:23
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

El grupo de emigrantes que se entregará a un grupo de catequista la Cruz en la Décima Estación.




X STAZIONE

GESÙ È INCHIODATO ALLA CROCE



57:11
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

X ESTACIÓN

JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ



57:11
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



57:30
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Luca (Lc 23, 33-34).

Quando giunsero sul luogo chiamato Cranio, vi crocifissero lui e i malfattori, uno a destra e l’altro a sinistra. Gesù diceva: «Padre, perdona loro perché non sanno quello che fanno».


57:56
Segundo Lector(a)

Gesù, ti trapassano braccia e gambe coi chiodi lacerandoti le carni e proprio ora, mentre il dolore fisico è più atroce, dalle tue labbra sgorga la preghiera impossibile: perdoni chi ti sta mettendo i chiodi nei polsi. E non una volta sola, ma tante, come ricorda il Vangelo, con quel verbo che indica un’azione ripetuta: dicevi: “Padre, perdona”. Allora con te, Gesù, anch’io posso trovare il coraggio di scegliere il perdono, che libera il cuore e rilancia la vita. Signore, non ti basta perdonarci, ci giustifichi pure davanti al Padre: non sanno quello che fanno.



58:48
Segundo Lector(a)

Prendi le nostre difese, ti fai nostro avvocato, intercedi per noi. Ora che le tue mani, con cui benedicevi e risanavi, sono inchiodate, e che i tuoi piedi, con cui portavi lieti annunci, non possono più camminare, adesso, nell’impotenza, ci riveli l’onnipotenza della preghiera. Sulla vetta del Golgota ci sveli l’altezza della preghiera d’intercessione, che salva il mondo. Gesù, che io preghi non solo per me e per i miei cari, ma per chi non mi vuol bene e mi fa del male; che io preghi, secondo i desideri del tuo cuore, per chi è lontano da te; per riparare e intercedere a favore di quanti, ignorandoti, non conoscono la gioia di amarti e di essere perdonati da te.


59:48
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per la dolorosa passione di Gesù.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per la potenza delle sue piaghe.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per il suo perdono sulla croce.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per quanti perdonano per il tuo amore.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per l’intercessione di quanti credono, adorano, sperano e ti amano.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

57:30
Primer Lector

Del Evangelio según San Lucas (Lc 23, 33-34).

Cuando llegaron al lugar llamado del Cráneo (Calavera), lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

57:56
Segundo Lector(a)

Jesús, te perforan las manos y los pies, con clavos lacerando tu carne y justo ahora, mientras el dolor físico se hace más insoportable, brota de tus labios la oración imposible: perdona al que te está hundiendo los clavos en las muñecas. Y no solo una vez, sino muchas veces, como recuerda el Evangelio, con ese verbo que indica una acción repetida: decías: "Padre, perdona". Por eso, contigo, Jesús, también yo puedo encontrar el valor de elegir el perdón, que libera el corazón y relanza la vida. Señor, no te basta con perdonadnos, sino también nos justificas ante el Padre: no saben lo que hacen.

58:48
Segundo Lector(a)

Toman nuestra defensa, hazte nuestro abogado, intercede por nosotros. Ahora que tus manos, con las que bendecías y curabas, están clavadas, y tus pies, con los que traías la buena nueva, ya no pueden caminar, ahora, en la impotencia, nos revelas la omnipotencia de la oración. En la cumbre del Gólgota nos revelas la altura de la oración intercesión, que salva al mundo. Jesús, que yo no rece, sólo por mí y por mis seres queridos, sino también por aquellos que no me quieren y me hacen daño; que yo rece, según los deseos de tu corazón, por los que están lejos de ti; reparando e intercediendo a favor de los que, ignorándote, no conocen la alegría de amarte y de ser perdonados por ti.

59:48
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

℣.  Por la dolorosa pasión de Jesús.
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

℣.  Por el poder de sus llagas.
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

℣.  Por su perdón en la cruz.
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

℣.  Por cuantos perdonan por amor a tí.
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

℣.  Por la intercesión de los que creen, adoran, esperan y te aman.
℟.  Padre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.



01:00:44
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Sancta Mater, istud agas,
Crucifixi fige plagas
cordi meo valide.
01:00:44
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¡Oh santa Madre! Haz esto:
graba las llagas del Crucificado
en mi corazón hondamente.


01:00:42
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Onceava Estación, llevarán la Cruz, Párrocos de la Diócesis de Roma.




XI STAZIONE

GESÙ GRIDA IL SUO ABBANDONO



01:01:44
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

XI ESTACIÓN

JESÚS GRITA SU ABANDONO



01:01:44
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



01:01:58
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Matteo (Mt 27, 45-46).

A mezzogiorno si fece buio su tutta la terra, fino alle tre del omeriggio. Verso le tre, Gesù gridò a gran voce: «Elì, Elì, lemà sabactàni?», che significa: «Dio mio, Dio mio, perché mi hai abbandonato?».

01:02:25
Segundo Lector(a)

Gesù, ecco la preghiera inaudita: gridi al Padre il tuo abbandono. Tu, Dio del cielo, non tuoni risposte, ma chiedi perché? Al culmine della Passione avverti la distanza dal Padre e nemmeno più lo chiami Padre, come sempre, ma Dio, quasi a non riuscire più a identificarne il volto. Perché questo? Per immergerti fino in fondo nell’abisso del nostro dolore. Lo hai fatto per me, affinché io, quando vedo solo buio, quando sperimento il crollo delle certezze e il naufragio del vivere, non mi senta più solo, ma creda che tu sei lì con me: tu, Dio della comunione che provi l’abbandono per non lasciarmi più ostaggio della solitudine.



01:03:23
Segundo Lector(a)

Quando hai gridato il tuo perché, lo hai fatto con un Salmo: così hai messo in preghiera persino la desolazione più estrema. Ecco cosa fare nelle tempeste della vita: anziché tacere e tenere dentro, gridare a te. Gloria a te, Signore Gesù, perché non sei fuggito dal mio smarrimento, ma l’hai abitato fino in fondo; lode e gloria a te che, caricandoti di ogni distanza, ti sei fatto vicino a chi è da te più lontano. E io, nel buio dei miei perché, ritrovo te, Gesù, luce nella notte. E nel grido di tante persone sole ed escluse, oppresse e abbandonate, rivedo te, mio Dio: fa’ che ti riconosca e ti ami.


01:04:21
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per la dolorosa passione di Gesù.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per la potenza delle sue piaghe.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per il suo perdono sulla croce.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per quanti perdonano per il tuo amore.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

℣.  Per l’intercessione di quanti credono, adorano, sperano e ti amano.
℟.  Padre, abbi misericordia di noi e del mondo intero.

01:01:58
Primer Lector

Del Evangelio según San Mateo (Mt 27, 45-46).

Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región. Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: «Eli, Eli, lemà sabactàni?», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».

01:02:25
Segundo Lector(a)

Jesús, he aquí una oración sin precedente: clamas al Padre tu abandono. Tú, Dios del cielo, que no replica estruendosamente ninguna respuestas, sino que preguntas ¿por qué? En el ápice de la Pasión experimentas el alejamiento del Padre y ya ni siquiera le llamas Padre, como hace siempre, sino Dios, como si fueras incapaz de identificar su rostro. ¿Por qué? Para sumergirse hasta el fondo del abismo de nuestro dolor. Tú lo hiciste por mí, para que cuando sólo vea tinieblas, cuando experimente el derrumbamiento de las certezas y el naufragio del vivir, ya no me sienta solo, sino que crea que tú estás ahí conmigo: tú, Dios de comunión, experimentes el abandono para no dejarme más como rehén de la soledad.

01:03:23
Segundo Lector(a)

Cuando gritaste tu ¿por qué?, lo hiciste con un Salmo: así, convertiste en oración incluso la desolación, más extrema. Esto es lo que hay hacer en las tormentas de la vida: en vez de callar y aguantar, clamar a ti. Gloria a ti, Señor Jesús, porque no has huido de mi desolación, sino que la has habitado hasta lo más profundo; alabanza y gloria a ti que cargando sobre ti toda lejanía, te has hecho cercano a los más alejados de ti. Y yo, en las tinieblas de mis porqués, te encuentro a ti, Jesús, luz en la noche. Y en el grito de tantas personas solas y excluidas, oprimidas y abandonadas, te veo a ti, Dios mío: haz que te reconozca y te ame.

01:04:21
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.


℣.  En los niños no nacidos, y en aquellos abandonados.
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.

℣.  En tantos jóvenes, en la espera de que alguien oiga su grito de dolor.
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.

℣.  En los numerosos ancianos descartados.
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.


℣.  En los prisioneros y en quien se encuentran solos.
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.

℣.  En los pueblos más explotados y olvidados.
℟.  Haz Jesús, que te reconozca y te ame.



01:05:10
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Tui Nati vulnerati,
tam dignati pro me pati,
pœnas mecum divide.
01:05:10
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

¡Oh santa Madre! Haz esto:
graba las llagas del Crucificado
en mi corazón hondamente.


01:06:01
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Algunos jóvenes serán los que cargarán la Cruz, en la Decimosegunda Estación.




XII STAZIONE

GESÙ MUORE CONSEGNANDOSI AL PADRE E CONSEGNANDO AL BUON LADRONE IL PARADISO



01:06:13
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

XII ESTACIÓN

JESÚS MUERE ENCOMENDÁNDOSE AL PADRE Y CONCEDIÉNDOLE EL PARAÍSO AL BUEN LADRÓN



01:06:13
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



01:06:28
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Luca (Lc 23, 42-43. 46).

[Uno dei malfattori appeso alla croce] disse: «Gesù, ricordati di me quando entrerai nel tuo regno». Gli rispose: «In verità io ti dico: oggi con me sarai nel paradiso». […] Gesù, gridando a gran voce, disse: «Padre, nelle tue mani consegno il mio spirito». Detto questo, spirò.


01:07:08
Segundo Lector(a)

Gesù, un malfattore in paradiso! Si affida a te e tu lo affidi con te al Padre. Dio dell’impossibile, fai di un ladro un santo. E non solo: sul Calvario cambi il corso della storia. Fai della croce, emblema del supplizio, l’icona dell’amore; del muro della morte un ponte sulla vita. Tu trasformi le tenebre in luce, la separazione in comunione, il dolore in danza, e persino il sepolcro, ultima stazione della vita, nel punto di partenza della speranza. Ma questi ribaltamenti li operi con noi, mai senza di noi.



01:07:59
Segundo Lector(a)

Gesù, ricordati di me: questa preghiera sincera ti ha permesso di operare prodigi nella vita di quel malfattore. Potenza inaudita della preghiera. A volte pensó che la mia preghiera sia inascoltata e invece l’essenziale è perseverare, avere costanza, ricordarsi di dirti: “Gesù, ricordati di me”. Ricordati di me e il mio male non sarà più un capolinea, ma una ripartenza. Ricordati: mettimi cioè di nuovo nel tuo cuore, anche quando mi allontano, quando mi perdo nella ruota della vita che gira vorticosamente. Ricordati di me, Gesù, perché essere ricordati da te – lo mostra il buon ladrone – è entrare in paradiso. Soprattutto ricordami, Gesù, che la mia preghiera può cambiare la storia.


01:09:06
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Gesù, ricordati di me.

℣.  Per la dolorosa passione di Gesù.
℟.  Gesù, ricordati di me.


℣.  Per la potenza delle sue piaghe.
℟.  Gesù, ricordati di me.

℣.  Per il suo perdono sulla croce.
℟.  Gesù, ricordati di me.


℣.  Per quanti perdonano per il tuo amore.
℟.  Gesù, ricordati di me.

℣.  Per l’intercessione di quanti credono, adorano, sperano e ti amano.
℟.  Gesù, ricordati di me.

01:06:28
Primer Lector

Del Evangelio según San Lucas (Lc 23, 42-43. 46).

[Uno de los malhechores crucificado] decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu reino". Él le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso". […] Jesús, con un grito exclamó: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto, expiró.

01:07:08
Segundo Lector(a)

¡Jesús, un malhechor va al paraíso! Él se encomienda a ti, y tu lo encomendáis contigo al Padre. Dios de lo imposible, que haces santo a un ladrón. Y no sólo eso: en el Calvario cambias el curso de la historia. Conviertes la cruz, que es emblema del tormento, en icono del amor; cambia el muro de la muerte en puente hacia la vida. Transformas la oscuridad en luz, la separación en comunión, el dolor en danza, e incluso el sepulcro, última estación de la vida, en punto de partida de la esperanza. Pero estas transformaciones los realizas con nosotros, nunca sin nosotros.

01:07:59
Segundo Lector(a)

Jesús, acuérdate de mí: esta oración sincera te permitió obrar maravillas en la vida de aquel malhechor. Que poder inaudito de la oración. A veces pienso que mi oración no es escuchada, mientras que lo esencial es perseverar, tener constancia, acordarme de decirte: "Jesús, acuérdate de mí". Acuerdate de mi y mi mal, ya no será un final, sino un nuevo inicio. Acuérdate: vuelve a ponerme en tu corazón, incluso cuando me aleje, cuando me pierdo en la rueda de la vida que gira vertiginosamente. Acuérdate de mí, Jesús, porque ser recordado por ti –lo demuestra el buen ladrón– es entrar en el paraíso. Sobre todo, recuérdame, Jesús, que mi oración puede cambiar la historia.

01:09:06
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Jesús, acuérdate de mí.

℣.  Cuando la esperanza desaparece y reina la desilusión.
℟.  Jesús, acuérdate de mí.

℣.  Cuando no soy capaz de tomar una decisión.
℟.  Jesús, acuérdate de mí.

℣.  Cuando pierdo la confianza en mí mismo y en los demás.
℟.  Jesús, acuérdate de mí.

℣.  Cuando pierdo de vista la grandeza de tu amor.
℟.  Jesús, acuérdate de mí.

℣.  Cuando creo mi oración resulta inútil.
℟.  Jesús, acuérdate de mí.



01:09:46
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Vidit suum dulcem Natum
moriendo desolatum,
dum emisit spiritum.
01:09:46
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Vio a su dulce hijo morir
desamparado cuando
entregó su espíritu.


01:09:53
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Los jóvenes que llevan la Cruz, de la Doceava Estación, la entregarán un grupo de Consagradas, en lo que es la Decimotercera Estación. Recordemos, son jóvenes universitarios los que están llevando las Antorchas en esta Procesión.




XIII STAZIONE

GESÙ È DEPOSTO DALLA CROCE TRA LE BRACCIA DI MARIA



01:10:48
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

XIII ESTACIÓN

JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A MARÍA



01:10:48
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



01:11:03
Segundo Lector(a)

Dal Vangelo secondo San Luca (Lc 2, 33-35).

Simeone […] a Maria, sua madre, disse: «Ecco, egli è qui per la caduta e la risurrezione di molti in Israele e come segno di contraddizione – e anche a te una spada trafiggerà l’anima».

01:11:25
Primer Lector

Maria, dopo il tuo “sì” il Verbo si fece carne nel tuo grembo; ora adagiata sul tuo grembo c’è la sua carne martoriata: quel bimbo che tenevi tra le braccia è un cadavere straziato. Eppure adesso, nel momento più sofferto, risplende la tua offerta: una spada ti trapassa l’anima e la tua preghiera continua a essere un “sì” a Dio. Maria, noi siamo poveri di “sì” e ricchi di “se”: se avessi avuto genitori migliori, se fossi stato più compreso e amato, se mi fosse andata meglio la carriera, se non ci fosse quel problema, se solo non soffrissi più, se Dio mi ascoltasse… Perennemente a chiederci il perché delle cose, fatichiamo a vivere il presente con amore. Tu avresti tanti “se” da dire a Dio, ma dici ancora “sì”.


01:12:38
Primer Lector

Forte nella fede, credi che il dolore, attraversato dall’a more, porta frutti di salvezza; che la sofferenza con Dio non ha l’ultima parola. E mentre tieni tra le braccia Gesù esanime, risuonano in te le ultime parole che ti ha rivolto: Ecco tuo figlio. Madre, sono io quel figlio! Accoglimi tra le tue braccia e chinati sulle mie ferite. Aiutami a dire “sì” a Dio, “sì” all’amore. Madre di pietà, viviamo un tempo spietato e abbiamo bisogno di compassione: tu, tenera e forte, ungici di mitezza: sciogli le resistenze del cuore e i nodi dell’anima.


01:13:37
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Prendimi per mano, Maria.

℣.  Quando cedo alla recriminazione e al vittimismo.
℟.  Prendimi per mano, Maria.

℣.  Quando smetto di lottare e accetto di convivere con le mie falsità.
℟.  Prendimi per mano, Maria.

℣.  Quando indugio e non trovo il coraggio di dire “sì” a Dio.
℟.  Prendimi per mano, Maria.

℣.  Quando sono indulgente con me e inflessibile con gli altri.
℟.  Prendimi per mano, Maria.

℣.  Quando voglio che la Chiesa e il mondo cambino, ma io non cambio.
℟.  Prendimi per mano, Maria.

01:11:03
Segundo Lector(a)

Del Evangelio según San Lucas (Lc 2, 33-35).

Simeón [...] dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación de muchos en Israel. Será signo de contradicción – y a ti mismo una espada te atravesará el corazón».

01:11:25
Primer Lector

María, después de tu "sí" el Verbo se hizo carne en tu seno; ahora yace en tu regazo su carne torturada: aquel niño que tuvistes en tus brazos ahora es un cadáver destrozado. Sin embargo ahora, en el momento más doloroso, resplandece la ofrenda de ti misma: una espada atraviesa tu alma y tu oración sigue siendo un "sí" a Dios. María, nosotros somos pobres de "sí" pero ricos del "si": si yo hubiera tenido mejores padres, si hubiera comprendido y amado más, si mi carrera hubiera ido mejor, si no existiera aquel problema, si tan solo no sufriera más, si Dios me escuchara... Preguntándonos siempre el porqué de las cosas. Nos cuesta vivir el presente con amor. Tú tendrías tantos "si" que decirle a Dios, en cambio sigue diciendo "sí".

01:12:38
Primer Lector

Se cumple en mi, fuerte en la fe, crees que el dolor, atravesado por el amor, da frutos de salvación; que el sufrimiento acompañado por Dios no tiene la última palabra. Y mientras sostienes en tus brazos a Jesús sin vida, resuenan en ti las últimas palabras que te dirigió: He aquí a tu hijo. ¡Madre, yo soy ese hijo! Recíbeme en tus brazos e inclínate sobre mis heridas. Ayúdame a decirle “sí” a Dios, “sí” al amor. Madre de misericordia, vivimos en un tiempo despiadado y necesitamos compasión: tú, tierna y fuerte, úngenos con mansedumbre: desata las resistencias del corazón y los nudos del alma.

01:13:37
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Tómame de la mano, María.

℣.  Cuando cedo a la recriminación y al victimismo.
℟.  Tómame de la mano, María.


℣.  Cuando dejo de luchar y acepto convivir con mis falsedades.
℟.  Tómame de la mano, María.

℣.  Cuando titubeo y no tengo el valor para decir "sí" a Dios.
℟.  Tómame de la mano, María.

℣.  Cuando soy indulgente conmigo mismo e inflexible con los demás.
℟.  Tómame de la mano, María.

℣.  Cuando quiero que la Iglesia y el mundo cambien, pero yo no cambio.
℟.  Tómame de la mano, María.



01:14:19
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Fac me tecum pie flere,
Crucifixo condolere,
donec ego vixero.

01:14:19
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Haz que mientras viva
llore verdaderamente y me
conduela contigo
por el Crucificado.


01:14:25
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

La Decimocuarta Estación, la Cruz la llevarán personas implicadas, en Cárita Diocesana.




XIV STAZIONE

GESÙ È DEPOSTO NEL SEPOLCRO DI GIUSEPPE DI ARIMATEA



01:15:19
La schola

℣.  Adoramus te, Christe,
et benedicimus tibi:

℟.  Quia per sanctam crucem tuam
redemisti mundum.

XIV ESTACIÓN

JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO DE JOSÉ DE ARIMATEA



01:15:19
La schola

℣.  Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos:

℟.  Porque por tu santa cruz
redimiste al mundo.



01:15:35
Primer Lector

Dal Vangelo secondo San Matteo (Mt 27, 57-60).

Venuta la sera, giunse un uomo ricco, di Arimatea, chiamato Giuseppe; anche lui era diventato discepolo di Gesù. Questi si presentò a Pilato e chiese il corpo di Gesù. […] Giuseppe prese il corpo, lo avvolse in un lenzuolo pulito e lo depose nel suo sepolcro nuovo, che si era fatto scavare nella roccia.

01:16:08
Segundo Lector(a)

Giuseppe: il nome che insieme a Maria sta all’alba del Natale, segna pure l’aurora della Pasqua. Giuseppe di Nazaret sognò e con coraggio prese Gesù per salvarlo da Erode; tu, Giuseppe di Arimatea, ne prendi il corpo, senza sapere che un sogno impossibile e meraviglioso si realizzerà proprio lì, nel sepolcro che hai dato a Cristo quando pensavi che lui non potesse far più nulla per te. Invece è proprio vero che ogni dono fatto a Dio riceve una ricompensa più grande. Giuseppe di Arimatea, sei il profeta del coraggio audace. Per fare il tuo dono a un morto vai dal temuto Pilato e lo preghi, così da poter regalare a Gesù il sepolcro che avevi fatto costruire per te.


01:17:08
Segundo Lector(a)

La tua preghiera è tenace e alle parole seguono le opere. Giuseppe, ricordaci che la preghiera insistente porta frutto e attraversa persino il buio della morte; che l’amore non rimane senza risposta, ma regala nuovi inizi. Il tuo sepolcro che – unico nella storia – sarà fonte di vita, era nuovo, appena scavato nella roccia. E io, che cosa do di nuovo a Gesù in questa Pasqua? Un po’ di tempo per stare con Lui? Un po’ di amore per gli altri? I miei timori e le mie miserie sepolte, che Cristo attende gli offra come hai fatto tu col sepolcro? Sarà davvero Pasqua se donerò qualcosa di mio a Colui che per me ha dato la vita: perché è dando che si riceve; per ché la vita si trova quando si perde e si possiede quando si dona.



01:18:25
Tercer Lector(a)

℣.  Preghiamo dicendo:
℟.  Abbi pietà, Signore.

℣.  Di me, pigro a convertirmi.
℟.  Abbi pietà, Signore.

℣.  Di me, che molto amo ricevere e poco donare.
℟.  Abbi pietà, Signore.


℣.  Di me, incapace di arrendermi al tuo amore.
℟.  Abbi pietà, Signore.

℣.  Di noi, pronti a servirci delle cose ma lenti nel servire gli altri.
℟.  Abbi pietà, Signore.

℣.  Del nostro mondo, infestato dai sepolcri dell’egoismo.
℟.  Abbi pietà, Signore.

01:15:35
Primer Lector

Del Evangelio según San Mateo (Mt 27, 57-60).

Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José; que también se había hecho discípulo de Jesús. Y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús [...] José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca.

01:16:08
Segundo Lector(a)

José: ese es el nombre que junto con María marcan la aurora de la Navidad, y marcan también la aurora de la Pascua. José de Nazaret advertido en sueño se llevó audazmente a Jesús para salvarlo de Herodes; Tú, José de Arimatea, te llevas su cuerpo, sin saber que un sueño imposible y maravilloso se hará realidad ahí mismo, en el sepulcro que le diste a Cristo cuando pensabas que él ya no podía hacer nada más por ti. En cambio, es verdad que todo don hecho a Dios es recompensado siempre por él. José de Arimatea, eres el profeta del valor intrépido. Para entregarle tu regalo a un muerto acudes al temido Pilato y le ruegas, que te permita darle a Jesús la tumba que habías mandado a construir para ti.

01:17:08
Segundo Lector(a)

Tu oración es persistente y a las palabras siguen los hechos. José, recuérdanos que la oración perseverante da frutos y atraviesa incluso las tinieblas de la muerte; que el amor no se queda sin respuesta, sino que regala nuevos comienzos. Tu sepulcro, único en la historia, será fuente de vida, era nuevo, recién labrado en la roca. ¿Y yo qué cosa nueva le doy a Jesús en esta Pascua? ¿Un poco de tiempo para estar con Él? ¿Un poco de amor a los demás? ¿Mis miedos y miserias enterradas, que Cristo está esperando que le ofrezcas como tú, José hiciste con el sepulcro? Seré verdaderamente Pascua si dono algo de lo mío a Aquel que dio la vida por mí: porque es dando como se recibe; y porque la vida se encuentra cuando se pierde y se posee cuando se da.

01:18:25
Tercer Lector(a)

℣.  Oremos diciendo:
℟.  Señor, ten piedad.

℣.  De mí, negligente para convertirme.
℟.  Señor, ten piedad.

℣.  De mí, que me gusta recibir mucho y pero dar poco.
℟.  Señor, ten piedad.

℣.  De mí, incapaz de rendirme a tu amor.
℟.  Señor, ten piedad.

℣.  De nosotros, rápidos para servirnos las cosas pero lentos para el servicio a los demás.
℟.  Señor, ten piedad.

℣.  De nuestro mundo, plagado de sepulcros de nuestro egoísmo.
℟.  Señor, ten piedad.



01:19:02
Primer Lector y TUTTI:

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Quando corpus morietur,
fac ut animæ donetur
Paradisi gloria. Amen.
01:19:02
Primer Lector y TODOS

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Y cuando muera el cuerpo
haz que mi alma alcance
la gloría del paraíso. Amén.


INVOCAZIONE CONCLUSIVA



(Il nome di Gesù, 14 volte)


01:20:00
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Angelo De Donatis
Vicario General para la diócesis de Roma
Arcipreste de la Archibasílica de San Juan de Letrán
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Letrán

Signore, ti preghiamo come i bisognosi, i fragili e i malati del Vangelo, che ti invocavano con la parola più semplice e familiare: con il tuo nome.


01:20:16
Primer Lector

Gesù, il tuo nome salva, perché tu sei la nostra salvezza.

Gesù, sei la mia vita e per non perdere la rotta nel cammino ho bisogno di te, che perdoni e rialzi, che guarisci il mio cuore e dai senso al mio dolore.

Gesù, hai preso su di te il mio male e dalla croce non mi punti il dito contro, ma mi abbracci; tu, mite e umile di cuore, risanami dal livore e dal risentimento, liberami dal sospetto e dalla sfiducia.


Gesù, ti guardo in croce e vedo spalancarsi davanti ai miei occhi l’amore, senso del mio essere e meta del mio cammino: aiutami ad amare e perdonare, a superare l’insofferenza e l’indifferenza, a non lamentarmi.

Gesù, sulla croce hai sete, ed è sete del mio amore e della mia preghiera; ne hai bisogno per portare a compimento i tuoi progetti di bene e di pace.

Gesù, ti rendo grazie per quanti rispondono al tuo invito e hanno la perseveranza di pregare, il coraggio di credere e la costanza di andare avanti nelle difficoltà.

Gesù, ti presento i pastori del tuo popolo santo: la loro preghiera sostiene il gregge; trovino tempo per stare davanti a te, conformino il loro cuore al tuo.


Gesù, ti benedico per le contemplative e i contemplativi, la cui preghiera, nascosta al mondo e a te gradita, custodisce la Chiesa e l’umanità.


Gesù, porto davanti a te le famiglie e le persone che stasera hanno pregato dalle loro case, gli anziani, specialmente quelli soli, gli ammalati, gemme della Chiesa che uniscono le loro sofferenze alla tua.

Gesù, questa preghiera di intercessione raggiunga le sorelle e i fratelli che in tante parti nel mondo soffrono persecuzioni a motivo del tuo nome; coloro che patiscono il dramma della guerra e quanti, attingendo forza in te, portano croci pesanti.

Gesù, con la tua croce hai fatto di tutti noi una cosa sola: stringi nella comunione i credenti, infondi sentimenti fraterni e pazienti, aiutaci a collaborare e a camminare insieme; custodisci la Chiesa e il mondo nella pace.

Gesù, giudice santo che mi chiamerai per nome, liberami dai giudizi temerari, dai pettegolezzi e dalle parole violente e offensive.

Gesù, prima di morire dici: “è compiuto”. Io, nella mia incompiutezza, non potrò dirlo; ma confido in te, perché sei la mia speranza, la speranza della Chiesa e del mondo.

Gesù, ancora una parola voglio dirti e continuare a ripeterti: grazie! Grazie, mio Signore e mio Dio.


BENEDIZIONE APOSTOLICA


01:24:27
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Angelo De Donatis
Vicario General para la diócesis de Roma
Arcipreste de la Archibasílica de San Juan de Letrán
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Letrán

℣.  Il Signore sia con voi.
℟.  E con il tuo spirito.

℣.  Sia benedetto il nome del Signore.
℟.  Ora e sempre.

℣.  Il nostro aiuto è nel nome del Signore.
℟.  Egli ha fatto cielo e terra.

℣.  Vi benedica Dio onnipotente, Padre   e Figlio   e Spirito   Santo.

℟.  Amén.


INVOCACIÓN CONCLUSIVA



(El nombre de Jesús, 14 veces)


01:20:00
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Angelo De Donatis
Vicario General para la diócesis de Roma
Arcipreste de la Archibasílica de San Juan de Letrán
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Letrán

Señor, te rogamos como los necesitados, los frágiles y los enfermos del Evangelio, que te suplicaban con la palabra más sencilla y familiar: pronunciando tu nombre.

01:20:16
Primer Lector

Jesús, tu nombre salva, porque tú eres nuestra salvación.

Jesús, tú eres mi vida y para no perderme en el camino te necesito de ti, que perdonas y levantas, que sanas mi corazón y das sentido a mi dolor.

Jesús, tu tomastes sobre ti mi maldad y desde la cruz no me señalas con el dedo, sino que me abrazas; tú, manso y humilde de corazón, sáname de la amargura y del resentimiento, líbrame del prejuicio y la desconfianza.

Jesús, te contemplo en la cruz y veo que se despliega ante mis ojos el amor, que da sentido a mi ser y es meta de mi camino: ayúdame a amar y a perdonar, a vencer la intolerancia y la indiferencia, a no quejarme.

Jesús, en la cruz tienes sed, es sed de mi amor y de mi oración; lo necesitas para llevar a cabo tus planes de bien y de paz.


Jesús, te doy gracias por los que responden a tu invitación y tienen la perseverancia de rezar, la valentía de creer y la constancia para seguir adelante a pesar de las dificultades.

Jesús, te encomiendo a los pastores de tu pueblo santo: su oración sostiene el rebaño; que encuentren tiempo para estar ante ti, y que se asemejen su corazón al tuyo.

Jesús, te bendigo por las contemplativas y los contemplativos, cuya oración, oculta al mundo es agradable a Ti, protege a la Iglesia y a la humanidad.

Jesús, traigo ante ti las familias y las personas que han rezaron esta noche, desde sus casas, a los ancianos, especialmente a los que están solos, a los enfermos, gemas de la Iglesia que unen sus sufrimientos a los tuyos.

Jesús, que esta oración de intercesión abrace a las hermanas y hermanos de tantas partes del mundo que sufren persecución a causa de tu nombre; a los que padecen la tragedia de la guerra y a los que, sacando fuerzas de ti, cargan con pesadas cruces.

Jesús, por tu cruz has hecho de todos nosotros una sola cosa: reúne en comunión a los creyentes, infúndenos sentimientos fraternos y pacientes, ayúdanos a cooperar y a caminar junto. Mantén a la Iglesia y al mundo, en la paz.

Jesús, juez santo que me llamarás por mi nombre, líbrame de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas.

Jesús, que antes de morir dijiste: “todo se ha cumplido”. Yo, en mi miseria, no podré decirlo nunca; pero confío en tí, porque eres mi esperanza, la esperanza de la Iglesia y del mundo.

Jesús, una palabra más quiero decirte y seguir repitiéndote: ¡gracias! Gracias, mi Señor mío y Dios mío.

BENDICIÓN APOSTÓLICA


01:24:27
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Angelo De Donatis
Vicario General para la diócesis de Roma
Arcipreste de la Archibasílica de San Juan de Letrán
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Letrán

℣.  El Señor este con ustedes.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Bendito sea el Nombre del Señor.
℟.  Ahora y siempre.

℣.  Nuestro Auxilio es el Nombre del Señor.
℟.  Que hizo los cielos y la tierra.

℣.  Bendito seas Dios Todopoderoso, Padre   e Hijo   y Espíritu   Santo.

℟.  Amén.




01:24:58
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Como el año pasado, también este año, la Bendición Final la ha impartido el Cardenal Vicario Angelo De Donatis. A continuación el Canto Gregoriano Cruz Fidelis.

01:25:41
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Este era el Vía Crucis, que ha sido presidido por el Santo Padre, desde la casa Santa Marta, la Bendición Final la ha dado el Cardenal De Donatis. Los Textos de este año inspirados en el Año de la Oración, convocados por el Papa en preparación para el Jubileo del 2025. En las 14 Estaciones, los sufrimientos de Jesús, camino del Gólgota los encuentros a lo largo de la Vía Dolorosa, la mirada amorosa de María que bajo la Cruz, se convierte en Madre de todos los hombres. Las mujeres capaces de gestos tiernos y valientes, en los momentos más dramáticos. El Cirineo dispuesto a ofrecer su ayuda al Nazareno, condenado a muerte. José de Arimatea que ofrece ese sepulcro, donde Dios vencerá la muerte.

01:26:30
Comentarios: Doña Patricia Ynestroza
Radio Vaticano - Periodista

Provocan un examen de conciencia, que luego se convierte en Oración, con una invocación final que repite 14 veces el nombre de Jesús. Han sido estas las Meditaciones que el Papa Francisco ha querido dedicar por primera vez en su Pontificado, dedicado a la Oración larga. En el cual hemos podido reflexionar cada uno de nosotros, siguiendo las distintas etapas de lo que es cada Estación. De la muerte, de lo que ha sido la Pasión y Muerte de Cristo Crucificado. Hasta aquí amigos oyentes, con nuestra información hasta aquí con todo lo que ha sido este evento. Este momento importante el Via Crucis desde el Coliseo. Un saludo a todas los canales de televisión y radio que nos han seguido a través de Mundo Visión y Vatican Media y Vatican News. Por supuesto también a través de Facebook Live, soy Patricia Ynestroza «Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.