viernes, 26 de junio de 2020

26.06.2020 - Santa Misa Presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV






26.06.2020 - Santa Misa Presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV




Camino Católico

26 de junio de 2020. (Camino Católico). Celebración de la Santa Misa de hoy, viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario, Presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa




00:14
Coro Parroquia de la Encarnación - Madrid:


UNIDOS POR LA FE Y POR EL AMOR


UNIDOS POR LA FE Y POR EL AMOR
SINTIENDO TU PRESENCIA ENTRE NOSOTROS
VENIMOS COMO HERMANOS, FORMANDO UN SOLO CUERPO
A CELEBRAR EL DÍA DEL SEÑOR

1.  TU PALABRA ES FUENTE DE AGUA VIVA
Y LUZ PARA EL QUE BUSCA LA VERDAD,
Y TU CUERPO ENTREGADO POR NOSOTROS
NOS SIRVE DE ALIMENTO EN NUESTRO CAMINAR


00:48
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  En el Nombre del  Padre y del  Hijo y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia de Nuestro Señor
Jesucristo, el Amor del Padre
y la Comunión del Espíritu Santo
esté con todos vosotros.

℟.  Y con tu espíritu.

01:02
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Celebramos hoy en Madrid la Memoria obligatoria, de San Josemaría Escrivá de Balaguer. Nacido en Barbastro, en Huesca en 1902, Ordenado Sacerdote en 1925. Tres años después, Fundó el Opus Dei, abriendo a la Iglesia un nuevo camino para que hombres y mujeres de toda condición, vivan con plenitud la Vocación Cristiana. Santificando sus Ocupaciones en el mundo, el Opus Dei fue erigido en 1982 en Prelatura Personal. Por su Predicación y sus Escritos suscitó una vasta toma de conciencia, de la específica Misión Eclesial de los Laicos dentro de la Iglesia. Murió en Roma el 26 de junio de 1975. Fue Canonizado por San Juan Pablo II, el 6 de octubre de 2002.

02:00
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Nosotros nos situamos ahora ante el Señor conscientes de que desgraciadamente, nos seguimos con toda decisión, esa Senda de la Santificación Personal. Por lo tanto, somos pecadores, pedimos perdón al Señor.

02:23
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Tú que has venido
a sanar los corazones afligidos.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Tú que has venido a llamar
a los pecadores.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Tú que estás sentado
a la derecha del Padre
para interceder por nosotros.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:42
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Dios Todopoderoso
Tenga Misericordia de Nosotros
Perdone Nuestros Pecados
y Nos Lleve a la Vida Eterna.

℟.  Amen.

02:50
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Oremos.
Oh Dios que has suscitado
en la Iglesia a San Josemaría
Sacerdote para proclamar

la Vocación Universal a la Santidad
y al Apostolado concédenos
por su intercesión y su ejemplo
que en el ejercicio del trabajo

ordinario nos configuremos
a Tu Hijo Jesucristo y sirvamos
con ardiente Amor a la Obra

de la redención.
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que contigo Vive y Reina,

en la Unidad del
Espíritu Santo, y es Dios
por los Siglos de los Siglos.

℟.  Amen.



LITURGÍA DE LA PALABRA



03:35
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del segundo libro de los Reyes 25, 1-12 1ª lectura: Fue deportado Judá lejos de su tierra.


03:39
Primera Lectura

El año noveno del reinado de Sedecías, el mes décimo, el diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén. Acampó contra ella y la cercaron con una empalizada. Y la ciudad estuvo sitiada hasta el año once del reinado de Sedecías.

El mes cuarto, el día noveno del mes, cuando arreció el hambre dentro de la ciudad y no había pan para la gente del pueblo, abrieron una brecha en la ciudad; todos los hombres de guerra huyeron durante la noche por el camino de la puerta, entre las dos muros que están sobre el parque del rey, mientras los caldeos estaban apostados alrededor de la ciudad; y se fueron por el camino de la Arabá.

Las tropas caldeas persiguieron al rey, dándole alcance en los llanos de Jericó. Entonces todo el ejercito se dispersó abandonándolo.

04:38
Primera Lectura

Capturaron al rey Sedecias y lo subieron a Riblá, adonde estaba el rey de Babilonia, que lo sometió a juicio.

Sus hijos fueron degollados a su vista, y a Sedecias le sacó los ojos. Luego lo encadenaron con doble cadena de bronce y lo condujeron a Babilonia.

En el mes quinto, el día séptimo del mes, el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nabusardán, jefe de la guardia, servidor del rey de Babilonia, vino a Jerusalén. E incendió el templo del Señor y el palacio real y la totalidad de las casas de Jerusalén.

05:18
Primera Lectura

Todas las tropas caldeas que estaban con el jefe de la guardia demolieron las murallas que rodeaban Jerusalén.

En cuanto al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la gente, los deportó Nabuzardán, jefe de la guardia.

El jefe de la guardia dejó algunos de los pobres del país para viñadores y labradores.

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te Alabamos Señor.

05:48
Lectura de los Salmos:


Salmo: Sal 136, 1-2. 3. 4-5. 6 Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.

05:47
Lectura de los Salmos:

℣.  Que se me pegue
la lengua al paladar
si no me acuerdo de Ti.
℟.  Que se me pegue
la lengua al paladar
si no me acuerdo de Ti.

℣.  Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar
con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.  ℟.

℣.  Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión».  ℟.

℣.  ¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha.  ℟.

℣.  Que se me pegue la lengua
al paladar si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.  ℟.

06:50
Aclamación del Evangelio:


Aleluya Mt 8, 17b Cristo tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Cristo tomó nuestras dolencias
y cargó con nuestras enfermedades.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

07:15
Lectura del Santo Evangelio:


  Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8, 1-4 Evangelio: Si quieres, puedes limpiarme.

07:15
Lectura del Santo Evangelio:

℣.  El Señor esté con Vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟.  Gloria a ti, Señor.

07:26
Lectura del Santo Evangelio:

Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.

En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo:

«Señor, si quieres, puedes limpiarme». Extendió la mano y lo tocó, diciendo:

«Quiero, queda limpio».

Y en seguida quedó limpio de la lepra.

Jesús le dijo:

«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús.

08:14
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

El viernes pasado precisamente Celebramos la Fiesta del Sagrado Corazón. Recordando, Reconociendo y Celebrando como en esa imagen o en ese simbolismo del Corazón de Cristo. Se nos está mostrando la inmensa Misericordia de Dios. Esa Misericordia de Dios es evidente que a veces la vemos más clara, otras veces, no tanto. Por ejemplo, en el Relato del Evangelio que acabamos de escuchar, pues aparece con toda claridad, esa inmensa Misericordia del Señor, manifestada a través de la curación que realiza Cristo.

08:54
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Una doble curación, porque no es sólo en el cuerpo, en lo que le cura, de la lepra, sino también de su situación social. Recordemos cómo había normas muy duras, pero al mismo tiempo muy necesarias. Como de alguna manera, la que hemos estado viviendo y en parte seguimos viviendo también. De confinamiento, es decir, los leprosos no podían convivir con los demás. Tenían que vivir alejados de las ciudades y no podían acercarse a las personas sanas. Por eso este leproso comienza por infringir la ley, se acerca a Jesús, se arrodilla ante Él.

09:36
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Y Jesús también la infringe, porque lo toca, naturalmente Jesús sabía lo que hacía. Él sabía que no solamente no se iba a contagiar, sino que lo iba a curar. Pero, curiosamente le dice, le pide el leproso: «si quieres, puedes limpiarme». Es decir, confía en la Omnipotencia de Dios, pero piensa que Dios puede querer o no querer, su curación, su salud. Y entonces, se lo dice con esa humildad: «si quieres, sé que puedes limpiarme». Y Jesus contesta diciendo: «¡quiero!, queda limpio».

10:20
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Evidentemente la Misericordia de Dios, la vemos también muy clara, cuando perdona, los pecados. Inmenso el Corazón de Cristo, cuando estando agonizando en la Cruz, uno de los malhechores crucificado junto a Él. Simplemente le pide: «acuérdate de mí, cuando llegues a tu reino». La respuesta de Jesús es impresionante: «hoy mismo, estarás conmigo en el Paraíso». Ha bastado un simple acto de arrepentimiento, de confianza, en la Misericordia del Señor, para que aquel hombre fuera admitido al Reino de Dios.

11:02
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Pero es evidente que esa Misericordia, no siempre, como decía antes, se ve tan clara. Por ejemplo, pues podríamos preguntarnos, bien en este momento que cura al leproso, está siendo misericordioso con él. Pero ¿y todos los años, que ha estado sufriendo?, también era Dios Misericordioso con él. Cuando hay catástrofes, cuando hay Epidemias, cuando hay situaciones de dolor, ¿dónde está la misericordia de Dios? Muchos en esas situaciones, encuentran motivos, causas, para decidir que Dios no existe, porque si existiera, no lo permitiría. Algunos incluso encuentran excusa para su falta de Fe, diciendo o planteando la situación de esta manera: «si Dios quiere eliminar el mal del mundo, pero no puede hacerlo, es que no es todopoderoso».

12:04
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

«Por lo tanto no es Dios y si Dios puede y no quiere, entonces es que es malo y tampoco es Dios. Conclusión, Dios no existe o no nos sirve». Muchos se refugian en esa forma de razonar, ciertamente hay que tener en cuenta, que no es fácil descubrir al Dios Misericordioso, detrás de sus planes. Que no siempre son conformes a nuestra forma de pensar y de actuar. Es más, en sus planes entran una vez, que el ser humano, libremente, ha hecho entrar el mal en el mundo, no lo olvidemos. No ha sido Dios, quien ha creado ni la muerte, ni el mal. Ha sido el ser humano, quien al negarse a seguir los planteamientos del Señor, con su libertad ha hecho entrar el dolor, el mal y la muerte en el mundo.

13:08
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Pero el Señor, que nos ha hecho libres, respeta nuestra libertad y por lo tanto lo que viene a hacer es, a tratar, una vez que están los cacharros rotos. Viene a tratar de repararlos, es en este sentido, muy claro el Relato del Génesis, cuando después de la desobediencia de Adán y Eva. Sin embargo, empiezan las promesas de Dios, hablando a la serpiente le dice: «pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya. De la estirpe de ella, de la mujer, alguien te pisara».

13:48
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Es decir, anuncia ya la victoria del bien, sobre el mal. Pero mientras tanto, el mal, que el hombre ha introducido en el mundo, seguirá estando presente. Y Cristo lo asume cuando viene a nuestro mundo, asume el mal, sufre en el mal, lo sufre en sus carnes. Y así también sufre, el aparente abandono de su Padre. Recordemos en la Cruz como comienza a recitar el Salmo 21, que comienza con aquellas palabras: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Pero Cristo piensa realmente que el Padre le ha abandonado en aquellos momentos.

14:28
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Él sabe que no, por eso su Oración en Getsemaní, terminaría diciendo: «pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya». Porque Jesús sabe, que la voluntad del Padre es lo bueno. Los planes de Dios salvador es siempre, se realizan por designios, que a nosotros nos parecen incomprensibles. Y desde luego Él cuenta con el dolor y el mal del mundo, las líneas torcidas de la humanidad, para escribir derecho. Él cuenta con todo ello y lo utiliza, para al final salirse con la suya, que es Salvar, que es la Misericordia.

15:12
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

A lo largo de la Sagrada Escritura e incluso del Antiguo Testamento, encontramos muchos ejemplos, en los que el Pueblo de Israel, termina descubriendo la Misericordia de Dios, en los momentos más terribles de su historia. Empezando por ejemplo, por el famoso Episodio de la Esclavitud en Egipto, durante tantos años. O este que hemos escuchado hoy, de la derrota del rey Sedecías en Jerusalén por el Rey Nabucodonosor. Que va a llevarse deportados a los Israelitas a Babilonia, a sufrir una segunda época de desastre, en su Vida Nacional.

15:55
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Destruir Jerusalén, e incluso el Sagrado Templo, que después será reconstruido por Herodes el Grande poco antes de la llegada de Jesús. Pero en aquel momento, aparentemente la Misericordia de Dios, no existe, ha desaparecido, aparentemente. Sin embargo, el Pueblo de Israel reflexionará y se dará cuenta de que en definitiva, ha sido ese aparente abandono de Dios, pues una lección, para que aprendieran de sus errores. Para que aprendieran a caminar de otra manera. Y efectivamente, aprenderán la lección, luego volverán olvidarse y volverán a pecar y así sucesivamente.

16:40
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

De la misma manera, tenemos que aprender a leer hoy, nuestra vida, nuestra historia, nuestro presente, los acontecimientos que ocurren, a la luz de esa Misericordia de Dios. Nos enseñan, también en el Antiguo Testamento, por ejemplo el Libro de Job. Recordemos aquellas frases admirables, que Job dice al principio, de sus desgracias. Cuando incluso su mujer, le dice: «¿pero porque bendices a Dios, hombre, rebélate contra Él, de una vez? No te ves lo que te está haciendo». Y Job le contestará: «si recibimos de Dios los bienes, porque no vamos a recibir los males». Como diciendo: «lo que nos manda Dios, siempre es bueno, lo que nos gusta y lo que no nos gusta».

17:26
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Job probablemente piensa en como un buen padre a sus hijos, no les da siempre lo que les apetece. Incluso, les castiga, porque esos castigos son saludables, son los que ayudan a enderezar la vida de las personas. Y los que aun cuando el lo inflige con dolor propio, pero sabe que va a originar un bien. Por lo tanto, ese padre es misericordioso con su hijo, también cuando le castiga. Y así, no es tan difícil verlo en Dios, cuando permite en nuestra vida cosas que no nos gustan, que nos duelen, que nos hacen daño. Pero que pueden y deben constituir para nosotros, o en lecciones de vida, que nos ayuden a enderezar nuestras costumbres o en salvación directamente.

18:17
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Como lo fue la Cruz de Cristo, esa Cruz que cualquiera de nosotros, hubiera dicho, no no a mí no me envíes eso, yo no quiero eso. Cristo lo aceptó, porque era Salvación, para toda la humanidad. La Misericordia de Dios, por lo tanto, sí, está presente siempre, en todo momento, en toda la vida. Quien cree esto, con toda seguridad, está muy cerca de la Santidad. Así lo han visto todos los Santos, que han confiado siempre en los Planes, en la Voluntad de Dios. Siempre la han hecho suya y así lo han enseñado a los demás.

18:54
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Porque de esta manera es, como nos salvamos personalmente y como ayudamos al Señor, a salvar a nuestro mundo.

19:26
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Pidamos al Dios de la Misericordia
que nos limpie de todo aquello
que nos hace indignos
hijos suyos.


Oración Universal u Oración de los Fieles

19:32
PETICIONES:

℣.  Por la Iglesia
llamada por Cristo a ser su Voz
y sus Manos en medio
del mundo de hoy.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por el Papa, los Obispos
y demás Ministros,
para que desempeñen su Ministerio
mostrando siempre
la Misericordia de Dios.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los responsables de la política
y la economía en el mundo
para que aprendan a tomar
sus decisiones teniendo
en cuenta el bien de todos.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

20:03
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Por los fallecidos y los enfermos
a causa de esta Epidemia por los
que se han quedado sin trabajo
y sin negocio por los que
se han quedado solos
en la ancianidad.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por la humanidad de nuestros días
para que sepa descubrir las causas
últimas de lo que nos ocurre

y se decida a cambiar
los planteamientos egoístas
por otros solidarios.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por todos nosotros
para que el encuentro con Jesucristo
en la Eucaristía sea causa
de Salvación para nosotros

nos Limpie de la lepra
de nuestros pecados y nos
Comunique la vida del Espíritu.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

20:48
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Te pedimos Señor como el leproso
del Evangelio: «si quieres
puedes limpiarme».
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.


LITURGIA EUCARÍSTICA



22:34
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Orad, hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su Santa Iglesia.

℟.  Amen.

22:48
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Recibe Señor la Ofrenda
que traemos a Tu Altar
en la Conmemoración de San Josemaría
y así como a él le concedistes

la gloria por estos Santos Misterios
concédenos también a nosotros
el perdón.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

23:04
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

23:16
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor

Padre Santo Dios Todopoderoso
y Eterno, por Cristo Señor Nuestro
porque nos concedes la alegría
de Celebrar hoy la Fiesta

de San Josemaría fortaleciendo
a Tu Iglesia con el ejemplo
de su Vida Santa, instruyéndola
con su palabra y protegiéndola

con su intercesión
por eso con los Ángeles
y con la multitud de los Santos
te cantamos el Himno de Alabanza
diciendo sin cesar:

23:49
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

24:08
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Santo eres en verdad Señor
fuente de toda Santidad
por eso te pedimos que Santifiques
estos dones con la Efusión

de Tu Espíritu de manera
que se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y la Sangre

de Jesucristo Nuestro Señor
el cual cuando iba a ser entregado
a Su Pasión voluntariamente aceptada

tomó Pan, dándote gracias
lo partió y lo dio
a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

25:06
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y dándote gracias
de nuevo, lo pasó
a sus Discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

25:50
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Éste es el Sacramento de nuestra Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

25:59
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Así pues Padre, al Celebrar
ahora el Memorial de la muerte
y Resurrección de Tu Hijo, te ofrecemos
el Pan de Vida y el Cáliz de Salvación

y te damos gracias porque nos hace
ser dignos de servirte en Tu Presencia
te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue

en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate Señor de tu Iglesia
extendida por toda la tierra

y con el Papa Francisco
con nuestro Obispo Carlos
y sus Obispos Auxiliares
y todos los Pastores

que cuidan de Tu Pueblo
llevalá a su perfección
por la Caridad, acuérdate
también de nuestros hermanos

que durmieron en la esperanza
de la resurrección, de los difuntos
de la familia ... y de todos
los que han muerto en Tu Misericordia

admítelos a contemplar la Luz
de Tu Rostro, Ten Misericordia
de todos nosotros y así con María
la Virgen, Madre de Dios

su esposo San José, los Apóstoles
y cuantos vivieron en Tu Amistad
a través de los tiempos

merezcamos por Tu hijo Jesucristo
compartir la vida eterna
y cantar Tus Alabanzas.

27:11
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Por Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

27:29
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la Oración que Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

28:03
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.

Asamblea:

Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

28:25
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Señor Jesucristo, que dijiste
a tus apóstoles: "La paz
os dejo, mi paz os doy";

no tengas en cuenta
nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la Paz y la Unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

28:41
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Que la paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Intercambiad un signo de paz.
℟.  La Paz esté contigo

28:49
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

29:31
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Éste es el Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo.
Dichosos los invitados
a la Cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

30:36
MÚSICA de la BASÍLICA:

MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI
Autor: de la Canción


MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TÍ.
SEÑOR DIOS MÍO.

Mi alma está sedienta de Tí
Señor Dios mío.
Las aves encontraron un refugio
su nido construyó la golondrina

Quién pudiera Señor junto a tus Atrios
tener una morada de por vida.
Mi alma está sedienta de Tí
Señor Dios mío.

32:55
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Oremos.
Señor Dios Nuestros
que hemos recibido
en esta Celebración

de San Josemaría, fortalezcan
en nosotros el espíritu
de hijos adoptivos
para que Fielmente unidos

a tu voluntad recorramos
con alegría el Camino
de la Santidad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

33:17
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  La Bendición de Dios Todopoderoso  Padre,  Hijo y  Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

℟.  Amén.

33:29
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

Vamos a seguir insistiendo, ante nuestra Madre la Virgen, para pedirle con la Oración Compuesta por el Papa, para que acabe esta Pandemia de una vez.

33:39
Rvrndo.: P. Félix Castedo:

℣.  Oh María, Tú resplandece siempre
en nuestro camino, como signo
de salvación y de esperanza
nosotros nos confiamos a Ti

salud de los enfermos
bajo la Cruz, estuviste asociada
al dolor de Jesús manteniendo
firme tu Fe.
Tu salvación de todos los pueblos
sabes de que tenemos necesidad
y estamos seguros que proveerá
para que como en Caná de Galilea

pueda volver la Alegría
y la Fiesta después de estos
momentos de prueba
ayúdanos Madre del Divino Amor

a conformarnos a la voluntad
del Padre y hacer
lo que nos dirá Jesús
quien ha tomado sobre sí

nuestros sufrimientos
y ha cargado nuestros dolores
para conducirnos a través
de la Cruz a la alegría
de la Resurrección.

℟.  Amén.

℣.  Podéis ir en Paz.

℟.  Demos gracias a Dios.


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