viernes, 10 de abril de 2020

10.04.2020 - Rezo del Santo Vía Crucis - Papa Francisco






10.04.2020 - Rezo del Santo Vía Crucis - Papa Francisco




Camino Católico

10 de abril de 2020. - (Vatican News / Camino Católico) En la tarde del Viernes Santo, a las 21 horas (Ciudad del Vaticano), se hará el Vía Crucis en la Plaza de San Pedro, con las estaciones a lo largo de la columnata, alrededor del obelisco y finalmente a lo largo del camino que lleva al patio de la iglesia. Habrá dos grupos de portadores de la Cruz. Habrá prisioneros de la prisión de Due Palazzi en Padua (las meditaciones fueron escritas por algunos de ellos), y médicos y enfermeras del FAS. Los médicos y las enfermeras están en primera línea al servicio de los enfermos afectados por la pandemia.


Meditaciones y Oraciones propuesta por la Capellanía de la Casa de Reclusión de "Dos Palacios" de Padua

MEDITACIONES Y VIVENCIAS
Redactadas por
 
  
IUna persona detenida, condenada a cadena perpetua.
IIDos padres, cuya hija fue asesinada.
IIIUna persona encarcelada en este momento.
IVLa Madre de una persona detenida
VUna persona detenida
VIUna Catequista de la Parroquía
VIIUna persona detenida
VIIILa hija de un hombre condenado a cadena perpetua
IXUna persona detenida
XUna Educadora que trabaja en Instituciones Penitenciaria
XIUn Sacerdote que fue falsamente acusado después de ocho años de juicios
XIIUn Juez a cargo de Administrar la Libertad Condicional
XIIIUn Fraile Voluntario
XIVUn Agente de Policia Penitenciaria
  




Inicio del Vía Crucis y Dedicación


00:17
Comentarios: Don Felipe Herrera: - «Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo». Desde los Estudios de Transmisión de Vatican Media y Radio Vaticana en la Ciudad del Vaticano, les damos un saludo muy fraterno. Soy el Padre Felipe Herrera Spalliat a nombre de todo el Equipo The Vatican News. Les damos la fraternal bienvenida a esta transmisión en directo de la Oración del Vía Crucis desde la Plaza de San Pedro en este Viernes Santo 10 de abril. Saludamos a todos los que se unen a esta transmisión a través de Radio, Televisión e Internet por medio de nuestro Canal de YouTube y por el Portal Vaticano News.va y por Facebook Live.

00:56
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Reciban un saludo muy cariñoso especialmente las personas que están padeciendo el coronavirus. Todos nos estamos cuidando y es por eso que esta Celebración del Vía Crucis es sin participación de Fieles. Solamente las mínimas personas que están allí para poder desarrollar este Acto de Devoción muy acendrado en la Iglesia Católica. Ya en los Primeros Siglos del Cristianismo, muchos Peregrinos recorrían Tierra Santa visitando los Lugares de la Pasión de Cristo. Ya en el siglo XV hay registros de esta Devoción que contempla 14 Estaciones distintas.

01:40
Comentarios: Don Felipe Herrera: - El Viacrucis de hoy estará representado por dos Grupos de cinco personas. Cada uno el primero corresponde a las Personas que están ligadas a la Casa de Reclusión Due Palaci de Padua. Es un Centro Penitenciario y la Pastoral que se desarrolla en ese lugar se ha encargado de preparar las Meditaciones por petición del Papa Francisco. El segundo grupo que recorrerá el Vía Crucis estará constituido por Personal Sanitario de la Dirección de Salud e Higiene del Vaticano. Personas que actualmente están trabajando en la primera línea de combate del coronavirus, arriesgando su vida a diario. Por salvar a aquellas personas que se baten entre la vida y la muerte, ante esta epidemia.

02:29
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Hoy el Vía Crucis comienza junto al Obelisco que está en medio de la Plaza de San Pedro y lo rodeará durante Ocho Estaciones y luego se avanza hacia el lugar de la Plaza que se llama el «Abanico». Allí habrá Cuatro Estaciones al final del «Abanico» ustedes verán está el «Crucifijo de San Marcelo» que ha Presidido todas las Celebraciones Litúrgicas de esta Semana Santa. Allí estará también la 12ª Estación en el centro de este «Abanico» está la 13ª Estación. Mientras que ya sobre la Plataforma de la Plaza de San Pedro, en el Atrio de este lugar estará la 14ª Estación.

03:17
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Todo este itinerario está marcado por antorchas en el suelo, un signo también de que el «Camino de Cruz, es un Camino de Luz en la esperanza de Jesucristo». Que vence a la muerte, porque el amor es más fuerte. Hace alrededor de una hora y media ha terminado aquí en el Vaticano la Celebración de la Liturgia de Viernes Santo. La Pasión del Señor y la Adoración de la Cruz. Una Celebración Litúrgica Presidida por el Santo Padre Francisco y en la cual participaron presencialmente muy pocas personas. Las mínimas para poder llevar a cabo esta Celebración Litúrgica.

04:01
Comentarios: Don Felipe Herrera: - El Papa así da una señal de responsabilidad, para que nos cuidemos todos de cara al coronavirus. Pero también aquella cercanía que ha querido experimentar desde hace un mes abriendo todas las Celebraciones de la Santa Sede. Para que las personas puedan seguirla desde sus hogares. Ya está todo listo aquí en la Plaza de San Pedro y en el Obelisco, al centro de la misma, están las Personas con las Antorchas Encendidas. Para comenzar esta Devoción del Vía Crucis, por medio de la Palabra de Dios y de las Meditaciones recorreremos las Estaciones de la Pasión y Muerte de Cristo.

04:44
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Cuando el reloj marca las 21:00 de la noche en Roma, nos disponemos de corazón para iniciar este Momento de Oración.


INTRODUCCIÓN


05:11
LECTOR

La Meditación del Vía Crucis, de este año son propuestas por la Capellanía de la Casa de Reclusión de "Due Palazzi" de Padua. Aceptando la invitación del Papa Francisco 14 personas meditaron sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, haciéndola actual en sus propias vidas. Entre ellos hay Cinco Prisioneros, una Familia, víctima de un crimen de asesinato, la hija de un hombre condenado a Cadena Perpetua. Una Educadora de Prisiones, un Magistrado de libertad incondicional. La Madre de una persona detenida, una Catequista, un Fraile Voluntario, un Oficial de la Policía de Prisión y un Sacerdote acusado y finalmente absuelto por la justicia, después de ocho años de juicio ordinario.

06:19
LECTOR

Acompañar a Cristo en el Camino de la Cruz con la voz ronca de las personas que habitan en el mundo de la prisión. Es una oportunidad para ser testigo del prodigioso duelo entre la vida y la muerte. Descubriendo como los hilos del bien, se entrelazan inevitablemente con los del mal. Contemplar el Calvario desde detrás de las rejas, es creer que es una vida entera puede jugarse en pocos momentos, como le pasó al Buen Ladrón. Basta con llenar esos momentos con la verdad, el arrepentimiento por el pecado cometido. La convicción de que la muerte no es para siempre, la certeza de que Cristo es el inocente injustamente burlado.

07:16
LECTOR

Todo es posible para los que creen, porque incluso en la oscuridad de las cárceles, resuena el anuncio lleno de esperanza. «Nada es imposible para Dios» (Lc 1, 37). Si alguien le da la mano el hombre que fue capaz del más horrendo crimen, puede ser el protagonista de la más inesperada resurrección. Ciertamente incluso cuando se narra el mal y el sufrimiento, se puede dejar espacio a la redención. Reconociendo en medio del mal, el dinamismo del bien y darle espacio. (cfr Mensaje del Santo Padre por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2020).

Así es como el Vía Crucis, se convierte en un Vía Lucis.

Los Textos recogidos por el Capellán Padre Marco Pozza y la Voluntaria Tatiana Mario fueron escritos en primera persona.

08:18
LECTOR

Pero se decidió no poner el nombre, los que participaron en esta Meditación quisieron prestar sus voces, a todos aquellos en el mundo que comparten la misma condición. Esta noche en el silencio de las prisiones, la voz de uno, quiere convertirse, en la voz de todos.

09:33
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Se escucha la Antífona Cantada que dice:

Te adoramos Cristo y te bendecimos
porque por tu santa cruz,
redimiste al mundo.

11:17
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

℟.  Amen.

11:22
LECTORA

Oh Dios Padre Todopoderoso
que en Tu Hijo Jesucristo asumiste
las llagas y los sufrimientos
de la humanidad hoy tengo

la valentía de suplicarte
como el ladrón arrepentido
acuérdate de mí, que estoy aquí
solo ante Ti, en la oscuridad

de esta cárcel, pobre, desnudo,
hambriento y despreciado y te pido
que derrames sobre mis heridas
el aceite del perdón

y del consuelo y el vino
de una fraternidad que reconforta
el corazón.

Sáname con Tu Gracia y enséñame
a esperar, en la desesperación
Señor mío y Dios mío yo creo
ayúdame en mi incredulidad.

Padre Misericordioso, sigue confiando
en mí, dándome siempre una nueva
oportunidad, abrazándome
en Tu Amor Infinito.

Con tu ayuda y el Don del
Espíritu Santo yo también seré
capaz de reconocerte y de
servirte en mis hermanos.

℟.  Amen.


11:34
I ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


Del Evangelio según San Lucas, Lc 23, 20-25

13:01
LECTOR

Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo soltar a Jesús. Pero ellos seguían gritando: «Crucifícalo», «Crucifícalo». Por tercera vez les dijo: «pues qué mal ha hecho este hombre, no he encontrado en Él ninguna culpa, que merezca la muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré». Pero ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo «Crucificara», e iba creciendo su griterío. Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían. Soltó al que la reclamaban, al que había estado en cárcel por revuelta y homicidio y a Jesús se lo entregó a su voluntad.

Meditación de la I Estación

13:52
LECTOR

Muchas veces en los tribunales y en los periódicos resuena ese grito: «Crucifícalo, Crucifica». Es un grito que también escuché referido a mí. Fui condenado, junto con mi padre a la pena de cadena perpetua. Mi Crucifixión comenzó cuando era niño. Si pienso en ello me veo acurrucado en el autobús que me llevaba a la escuela. Marginado por mi tartamudez, sin relacionarme con nadie. Comencé a trabajar desde pequeño, sin tener posibilidad de estudiar. La ignorancia pudo más que mi ingenuidad. Después el acoso le robó destellos de infancia, a aquel niño nacido en Calabria en los años 70.

14:53
LECTOR

Me parezco más a Barrabás que a Cristo y sin embargo la condena más feroz sigue siendo la de mi propia conciencia. De noche abro los ojos y buscó desesperadamente una luz que ilumine mi historia. Cuando estoy encerrado en la celda y releo las páginas de la pasión de Cristo, comienzo a llorar. Después de 29 años en la cárcel, aún no he perdido la capacidad de llorar. De avergonzarme de mi historia pasada, del mal cometido. Me siento Barrabás, Pedro y Judas en una única persona. Me da asco el pasado, aun sabiendo que es mi propia historia.

15:55
LECTOR

Viví años sometido al Régimen de Aislamiento previsto por el Artículo 41 bis de la Ley del Sistema Penitenciario Italiano. Y mi padre murió bajo esas mismas condiciones. Muchas veces de noche, lo oía llorar en la celda, lo hacía a escondidas, pero yo me daba cuenta. Ambos estábamos en una oscuridad profunda, pero en esa no vida siempre busque algo que fuera vida. Es extraño decirlo, pero la cárcel fue mi salvación. No me enfado si soy todavía Barrabás, para alguien. Percibo en el corazón que ese hombre inocente, condenado como yo, vino a buscarme a la cárcel para educarme a la vida.

16:57
LECTOR

Es el testimonio de un hombre condenado a cadena perpetua. Señor Jesús a pesar de los fuertes gritos que nos distraen, Te vislumbramos entre la multitud de cuantos vociferan, que debes ser Crucificado. Y tal vez entre ellos, estamos también nosotros inconscientes del mal que podemos llegar a ser capaces. Desde nuestras celdas, queremos pedir a Tu Padre, por quienes como Tú están condenados a muerte. Y por cuantos quieren reemplazar todavía tu Juicio Supremo.

17:44
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios que amas la vida
siempre nos das una nueva oportunidad
a través de la reconciliación

para que gustemos tu infinita
misericordia te suplicamos
que infundas en nosotros el Don
de la Sabiduría para que consideremos

a cada hombre y a cada mujer
como Templo de Tu Espíritu
y respetemos su dignidad inviolable.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

18:23
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
18:23
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


19:10
Comentarios: Don Felipe Herrera: - La Cruz es llevada en este momento por Mikele un ex detenido de la cárcel de «Dos Palacios».


19:20
II ESTACIÓN
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTA




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


19:32
Comentarios: Don Felipe Herrera: - En esta II Estación escucharemos la Meditación preparada por dos padres cuya hija fue asesinada.

Del Evangelio según San Marcos Mc 15, 16-20

19:42
LECTORA

Los soldados se lo llevaron al interior del palacio, al pretorio y convocaron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas que habían trenzado. Y después comenzaron a hacerle el saludo: «¡Salve Rey de los Judíos!». Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y doblando las rodillas se postraban ante Él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa y los sacaron afuera para crucificarlo.

Memoria de la II Estación

20:26
LECTOR

En ese verano horrible, nuestra vida de padres murió junto a la de nuestras dos hijas. Una fue asesinada con su mejor amiga, por la violencia ciega de un hombre sin piedad. La otra que sobrevivió de milagro, fue privada para siempre de su sonrisa. Nuestra vida ha sido una vida de sacrificios, cimentada en el trabajo y la familia. Enseñamos a nuestros hijos el respeto por el otro y el valor del servicio hacia el que es más pobre. A menudo nos preguntamos ¿por qué a nosotros, este mal, que nos ha devastado? no encontramos paz.

21:24
LECTOR

Tampoco la justicia, en la que siempre hemos creído, fue capaz de curar las heridas más profundas. Nuestra condena al sufrimiento durará toda la vida, hasta el final. El tiempo no ha aliviado el peso de la cruz, que nos pusieron sobre los hombros. No logramos olvidar a quien hoy ya no está. Somos ancianos, cada vez más desvalidos y somos víctimas del peor dolor que puede existir, sobrevivir a la muerte de una hija. Es difícil decirlo, pero en el momento en que parece que la desesperación toma el control, el Señor nos sale al encuentro de diferentes maneras.

22:20
LECTOR

Dándonos la gracia de amarnos como esposos, sosteniéndonos el uno al otro a pesar de las dificultades. Él nos invita a tener abierta la puerta de nuestra casa al más débil, al desesperado. Acogiendo a quien llama aunque sólo sea para un plato de sopa. A derecho de la caridad nuestro Mandamiento es para nosotros una forma de salvación. No queremos rendirnos ante el mal, en efecto el Amor de Dios es capaz de regenerar la vida porque antes que nosotros, Su Hijo Jesús experimentó el dolor humano para poder sentir, ante el mismo la justa compasión.

23:17
LECTOR

Señor Jesús, nos hace tanto mal verte golpeado, despreciado y despojado. Víctima inocente de una crueldad inhumana, en esta noche de dolor. Nos dirigimos suplicantes a Tu Padre, para confiarle a todos los que han sufrido, violencias e injusticias.

23:46
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios justicia y redención nuestra
que nos diste a Tu Único Hijo
glorificándolo en el Trono de la Cruz

infunde Tu esperanza en nuestros
corazones para reconocerte presente
en los momentos oscuros de nuestra
vida consuélanos en toda aflicción

y sosténnos en las pruebas mientras
esperamos Tu Reino.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

24:23
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
24:23
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.



25:16
III ESTACIÓN
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.



25:21
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Y el testimonio será el que escucharemos de una persona encarcelada en este momento.

Del Libro del Profeta Isaías Is 53, 4-6

25:42
LECTORA

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores. Nosotros lo estimabamos leproso, herido de Dios y humillado. Pero Él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturados por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable, cayó sobre Él, sus heridas nos han salvado. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino y el Señor cargó sobre Él todos nuestros crímenes.

Memoria de la III Estación

26:25
LECTOR

Fue la primera vez que caí, pero esa caída fue para mí la muerte. Le quite la vida a una persona, un día fue suficiente, para pasar de una vida irreprochable, a cumplir un gesto que encierra, la violación de todos los mandamientos. Me siento la versión moderna del ladrón que implora Cristo: «acuérdate de mí». Más que arrepentido lo imagino como uno que es consciente de estar en el camino equivocado. De mi infancia, recuerdo el ambiente frío y hostil en el que crecí. Bastaba descubrir una fragilidad en el otro, para traducirla en una forma de diversión.

27:27
LECTOR

Buscaba amigos sinceros, buscaba ser aceptado tal como era, sin poder lograrlo. Sufría por la felicidad de los demás, sentía que todo eran obstáculos. Me pedían solo sacrificios y reglas que respetar. Me he sentido un extraño para todos y he buscado a cualquier precio, mi venganza. No me di cuenta que el mal, lentamente crecía dentro de mí. Hasta que una tarde sobrevino mi hora de las tinieblas, en un momento, como una avalancha. Se desencadenaron dentro de mí los recuerdos de todas las injusticias sufridas en la vida.

28:16
LECTOR

La rabia, asesinó a la amabilidad, cometió el mal inmensamente mayor a todos los que había recibido. Después en la cárcel, el insulto de los demás, se convirtió en desprecio hacia mí mismo. Bastaba poco para acabar con todo, estaba al límite. También condujo a mi familia al precipicio, por mi causa perdieron su apellido, el honor. Se convirtieron solamente en la familia del asesino. No busco excusas ni rebajas, expiaré mi pena hasta el último día. Porque en la cárcel he encontrado gente que me ha devuelto la confianza que perdí.

29:13
LECTOR

Mi primera caída fue pensar que en el mundo no existiese la bondad. La segunda el homicidio, fue casi una consecuencia. Yo ya estaba muerto por dentro. Señor Jesús, Tú también caíste por tierra, la primera vez, es quizás la más dura porque todo es nuevo. El golpe es fuerte y prevalece el desconcierto. Confiamos a Tu Padre a quienes se cierran en sus propias razones y no logran reconocer las culpas cometidas.

30:03
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios que levantaste al hombre
de su caída, te suplicamos
ven en ayuda de nuestra debilidad

y concédenos ojos capaces
de contemplar los signos
de Tu Amor que están diseminados
en nuestra vida cotidiana.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

30:33
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
30:33
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


31:17
Comentarios: Don Felipe Herrera: - La Cruz la toma una Trabajadora del Servicio Sanitario de la Santa Sede.


31:23
IV ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


31:34
Comentarios: Don Felipe Herrera: - La Meditación que escucharemos corresponde a la de la Madre de una persona detenida.

Del Evangelio según San Juan J 19, 25-27

31:49
LECTOR

Junto a la Cruz de Jesús, estaban su Madre, la hermana de su Madre María la de Cleofás y María la Magdalena. Jesús al ver a su Madre y junto a ella al Discípulo al que Amaba. Él dijo a su Madre: «Mujer ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al Discípulo: «Ahí tienes a tu Madre». Y desde aquella hora el Discípulo la recibió como algo propio.

Memoria de la IV Estación

32:30
LECTORA

Cuando condenaron a mi hijo, ni siquiera por un instante tuve la tentación de abandonarlo. El día que lo arrestaron, toda nuestra vida cambió. Toda la Familia entró con Él en la prisión y todavía hoy el juicio de la gente no se aplaca, es un cuchillo afilado. Los dedos que nos señalan, aumentan el sufrimiento, que ya llevamos en el corazón. Las heridas empeoran con el pasar de los días, quitándonos hasta la respiración. Percibo la cercanía de la Virgen, me ayuda a no dejarme vencer por la desesperación. A soportar la malicia, encomendé a mi hijo a María.

33:19
LECTORA

Solamente a Ella le puedo confiar mis miedos, puesto que Ella misma, los experimentó mientras subía al Calvario. En su corazón, sabía que su hijo no podría escapar de la crueldad del hombre, pero no lo abandonó. Estaba allí, compartiendo su dolor, haciéndole compañía con su presencia. Imagino que Jesús levantando la mirada encontró sus ojos llenos de amor y no se sintió nunca solo. Y también quiero hacer eso yo, cargué con las culpas de mi hijo, también pedí perdón, por mi ser responsabilidades. Imploro para mí, la misericordia que sólo una madre, puede experimentar.

34:08
LECTORA

Para que mi hijo pueda volver a vivir después de haber expiado su pena. Rezo continuamente por él, para que día tras día, pueda convertirse en un hombre distinto. Capaz de amar nuevamente a sí mismo y a los demás. Señor Jesús, el encuentro con Tu Madre en el Camino de la Cruz es quizás el más conmovedor y doloroso. Entre Su mirada y la tuya, ponemos la de todos los familiares y amigos que se sienten destrozados e impotentes, por la suerte de sus seres queridos.

34:51
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh María, Madre de Dios
y de la Iglesia, Fiel Discípula
de Tu Hijo nos dirigimos a Ti

para confiar a Tu mirada Amorosa
y al cuidado de Tu Corazón Maternal
el grito de la humanidad que gime
y sufre mientras espera el día

en que se enjugarán todas
las lágrimas de nuestros rostros
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

35:22
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
35:22
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.



36:14
V ESTACIÓN
EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


36:38
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escuchamos el testimonio de una persona detenida.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23-26

36:42
LECTORA

Mientras lo conducía echaron mano de un cierto Simón de Cirene que volvía del campo. Y le cargaron la Cruz para que la llevase detrás de Jesús.

Memoria de la V Estación

36:57
LECTOR

Con mi trabajo ayude a generaciones de niños a caminar erguidos. Después un día me encontré tirado por tierra, fue como si me hubieran roto la columna. Mi trabajo, se volvió el pretexto de una acusación infamante. entré en la cárcel y la cárcel entró en mi casa. Desde entonces me convertí en un vagabundo por la ciudad, perdí mi nombre me llaman con el nombre del delito por el que la justicia me acusa. Ya no soy el dueño de mi vida, cuando lo pienso me vuelve a la mente ese niño con los zapatos rotos, los pies mojados, la ropa usada. Una vez yo era ese niño, después un día el arresto.

38:03
LECTOR

Tres hombres uniformados, un rígido protocolo, la cárcel que me traga vivo en su cemento. La Cruz que me cargaron en la espalda es pesada. Con el pasar del tiempo, aprendí a convivir con ella, a mirarla a la cara, a llamarla por su nombre. Pasamos noches enteras, haciéndonos compañía mutuamente. Dentro de las cárceles, a Simón de Cirene lo conocen todos. Es el segundo nombre de los Voluntarios, de quien sube a este Calvario para ayudar a cargar una Cruz. Es gente que rechaza las leyes de la manada, poniéndose a la escucha de la conciencia.

38:56
LECTOR

Además Simón de Cirene, es mi compañero de celda, lo conocí la primera noche que pasé en la cárcel. Era un hombre que había vivido durante años, en un banco sin afectos, ni ingresos. Su única riqueza era una caja de dulces, él aun cuando era goloso insistió que se la llevase a mi mujer. La primera vez que vino a verme, ella comenzó a llorar por ese gesto tan inesperado, como afectuoso. Estoy envejeciendo en la cárcel, sueño con volver a confiar en el hombre algún día. Con convertirme en un Cirineo de la alegría para alguien.

39:56
LECTOR

Señor Jesús, desde el momento de Tu Nacimiento, hasta el encuentro con un Desconocido que te Llevó la Cruz. Hiciste tener necesidad de nuestra ayuda, también nosotros como el Cireneo queremos hacernos prójimos de nuestros hermanos y hermanas. Y colaborar con la misericordia del Padre para aliviar el yugo del mal que los oprime.

40:32
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios defensor de los pobres
y consuelo de los afligidos
protégenos con tu presencia

y ayúdanos a llevar cada día
el dulce yugo de Tú Mandamiento
del Amor.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

40:55
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
40:55
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


41:49
VI ESTACIÓN
VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


41:54
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Y escucharemos el testimonio de una Catequista.

Del Libro de los Salmos: Sal 27, 8-9

42:17
LECTORA

Oigo en mi corazón: «Buscad mi Rostro, Tu Rostro buscaré Señor, no me escondas Tu Rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que Tú eres mi auxilio. No me deseches, no me abandones Dios de mi salvación.

Memoria de la VI Estación

42:35
LECTOR

Como Catequista, enjugó muchas lágrimas, dejándolas correr. No se puede encausar el desbordamiento de los corazones desgarrados. Muchas veces encuentro hombres desesperados, que en la seguridad de la prisión, buscan un porque al mal que les parece infinito. Esas lágrimas tienen el sabor del fracaso y de la soledad, del remordimiento y de la falta de comprensión. Con frecuencia imagino a Jesús en la cárcel, en mi lugar, ¿cómo enjugaría Él esas lágrimas? ¿Cómo calmaría, la angustia de esos hombres que no encuentran una salida, a aquello en lo que se han convertido?, sucumbiendo al mal.

43:35
LECTOR

Encontrar una respuesta, es un ejercicio arduo, a menudo incomprensible para nuestras pequeñas y limitadas lógicas humanas. El camino que me sugiere Cristo, es contemplar esos rostros desfigurados, por el sufrimiento, sin tener miedo. Me pide quedarme allí, a su lado, respetando sus silencios, escuchando su dolor, buscando mirar más allá de los prejuicios. Exactamente como Cristo mira nuestras fragilidades y nuestros límites. Con ojos llenos de amor, a cada uno, también a las personas que están recluidas. Se nos ofrece cada día la posibilidad de convertirnos en personas nuevas, gracias a esa mirada que no juzga, sino que infunde vida y esperanza.

44:43
LECTOR

Y de ese modo las lágrimas derramadas, pueden transformarse en el germen de una belleza que era incluso difícil imaginar. Señor Jesús, la Verónica tuvo compasión de Ti. Encontró un hombre que estaba sufriendo y descubrió el Rostro de Dios. En la Oración, confiamos a Tu Padre, a los hombres y mujeres de nuestro tiempo que siguen enjugando las lágrimas de muchos hermanos nuestros.

45:26
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios, Luz Verdadera
y Fuente de la Luz, que en la debilidad
revelas la Omnipotencia

y la radicalidad del Amor
imprime Tu Rostro en nuestros
corazones para que sepamos

reconocerte en los padecimientos
de la humanidad.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

45:56
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
45:56
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


46:45
VII ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


46:52
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escucharemos el Testimonio de una persona encarcelada.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 24

47:09
LECTORA

Jesús decía: «Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen», después dividieron sus Vestidos y los echaron a suertes.

Memoria de la VII Estación

47:32
LECTOR

Cuando pasaba delante de una cárcel, miraba para el otro lado. Bueno, yo no acabaré nunca ahí dentro, me decía a mí mismo. Las veces que la miraba, respiraba tristeza y oscuridad. Me parecía que pasaba junto a un cementerio de muertos vivientes. Un día después, acabé entre las rejas, junto con mi hermano. Como si no fuera suficiente, también conduje allí dentro a mi padre y a mi madre. La cárcel que era para mí como un país extranjero, se convirtió en nuestra casa. En una celda, estábamos nosotros, los hombres, en otra nuestra madre.

48:23
LECTOR

Los miraba, sentía vergüenza de mí mismo. Ya no me siento de poder llamarme hombre. Están envejeciendo en la prisión por mi culpa. Caí en tierra dos veces, la primera cuando el mal me cautivó y yo sucumbí. Traficar drogas en mi opinión, valían más que el trabajo de mi padre que se deslomaba, diez horas al día. La segunda fue cuando después de haber arruinado a la familia, empecé a preguntarme «¿quién soy yo, para que Cristo muera por mí?» El grito de Jesús: «Padre perdónalos porque no saben lo que hacen». Lo leo en los ojos de mi madre, que asumió la vergüenza de todos los hombres de la casa para salvar a la familia.

49:29
LECTOR

Y tiene el rostro de mi padre, que se desesperaba de manera escondida en la celda. Solo ahora, soy capaz de admitirlo. En aquellos años no sabía lo que hacía, ahora que lo sé con la ayuda de Dios estoy intentando reconstruir mi vida. Se lo debo a mis padres, que años atrás subastaron nuestras cosas más queridas, porque no querían que estuviese en la calle. Lo debo sobre todo a mí mismo, pues la idea, de que el mal siga controlando mi vida es insoportable. Esto se ha convertido, en mi Vía Crucis.

50:21
LECTOR

Señor Jesús, estás otra vez caído por tierra. Fatigado por mi apego al mal, por mi miedo a no lograr ser una persona mejor. Con Fe nos dirigimos a Tu Padre y le pedimos por todos los que todavía no han podido huir del poder de satanás. Y del atractivo de sus obras, y de sus mil formas de seducción.

50:55
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios que no nos abandonas
en las tinieblas y en las sombras
de la muerte sostiene nuestra debilidad

líbranos de las cadenas del mal
y protégenos con el escudo de Tu Poder
para que podamos cantar
eternamente tu misericordia
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

51:24
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
51:24
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


51:20
VIII ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A LAS MADRES DE JERUSALÉN




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


52:08
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Un Trabajador de Prisiones traspasa la Cruz, a un Operario de la Salud. Escucharemos el Testimonio de la hija de un hombre condenado a cadena perpetua.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 27-30

52:41
LECTOR

Lo seguía un gran gentío del pueblo y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por Él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos. Porque mirad que vienen días en los que se dirán, bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz. Y los pechos que no han criado, entonces empezarán a decirles a los montes: "caed sobre nosotros y a las colinas cubrirnos".

Memoria de la VIII Estación

53:32
LECTORA

Como hija de una persona detenida, en algunas ocasiones me preguntaron: «¿usted siente gran afecto por su papá?, ¿piensa alguna vez en el dolor que su padre causó a las víctimas?» En todos estos años, jamás eludí la respuesta, les digo: «cierto, es imposible dejar de pensar en ello». Después yo también les hago otra pregunta: «¿habéis pensado alguna vez, que entre todas las víctimas de las acciones de mi padre, yo fui la primera?» Hace 28 años estoy cumpliendo la condena de crecer sin padre. Durante todos estos años viví con rabia, inquietud, tristeza.

54:15
LECTORA

Su ausencia es cada vez más dura de soportar. Crucé Italia de sur a norte, para estar a su lado. Conozco las ciudades, no por sus monumentos sino por las cárceles que visité. Me parece que soy como Telémaco, cuando busca a su padre Ulises. Lo mío es un giro de Italia de cárceles y de afectos. Hace años perdí el amor, porque soy la hija de un hombre detenido. Mi madre cayó víctima de la depresión, la familia se derrumbó. Quedé yo, con mi salario escaso, para sostener el peso de esta historia hecha trizas. La vida me obligó a convertirme en mujer, sin dejarme tiempo para ser niña.

55:03
LECTORA

En nuestra casa todo es un Viacrucis, papá es uno de esos condenados a cadena perpetua. El día que me casé, soñaba con tenerlo a mi lado, también él pensó en mí, en ese momento, a cientos de kilómetros de distancia. Es la vida, me repito para darme ánimo, es verdad. Hay padres que por amor aprenden a esperar que los hijos maduren. Yo por amor tengo que esperar el regreso de papá. Para gente como nosotros la esperanza es una obligación.

55:38
LECTORA

Señor Jesús, el reproche a las mujeres de Jerusalén los sentimos como una advertencia para cada uno de nosotros. Nos invita a la conversión, pasando de una religión sentimentalista a una fe arraigada en tu palabra. Te pedimos por quienes están obligados a soportar el peso de la vergüenza, el sufrimiento del abandono. El vacío de una presencia y por cada uno de nosotros, para que no permitamos que las culpas de los padres, recaigan sobre los hijos.

56:19
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios Padre de toda bondad
que no abandonas a tus hijos
en las pruebas de la vida

concédenos la gracia de poder
descansar en Tu Amor y de gozar
siempre del consuelo
de Tu presencia.
Por Cristo nuestro Señor.

℟.  Amén.

56:46
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
56:46
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.



57:36
IX ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


57:42
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Y escucharemos el Testimonio de una persona que está en la cárcel.

Del Libro de las Lamentaciones: Lam 3, 27-32

58:03
LECTORA

Es bueno que el hombre cargue con el yugo desde su juventud. Siéntese solo y silencioso cuando el Señor se lo impone. Ponga su boca en el polvo, quizás haya esperanza, ponga la mejilla al que lo maltrata y se harte de oprobios. Porque el Señor no rechaza para siempre y si hace sufrir se compadece conforme a su inmenso Amor.

58:33
LECTOR

Caerse al suelo no es nunca agradable. Pero hacerlo varias veces en repetidas ocasiones, además de no ser agradable, se convierte incluso en una especie de condena. Como si ya no se fuera capaz de permanecer en pie. Como hombre, caí demasiadas veces, y otras tantas me levante. En la cárcel pienso a menudo «¿cuántas veces, un niño se cae al suelo, antes de aprender a caminar?» Me estoy convenciendo de que esos son ensayos para los momentos en qué caeremos cuando seamos mayores. Desde pequeño experimenté la cárcel dentro de mi casa.

59:25
LECTOR

Vivía en la angustia del castigo, alternaba la tristeza de los adultos, con la despreocupación de los niños. De esos años, recuerdo la hermana Gabriela, la única imagen alegre. Fue la única que percibió en mí, lo mejor, dentro de lo peor. Como Pedro busqué y encontré mil excusas, a mis errores. Lo raro es que un fragmento de bien, siempre permaneció encendido dentro de mí. En la cárcel me convertí en abuelo, me perdí el embarazo de mi hija. Un día a mi nieta no le comentaré el mal que cometí, sino solamente el bien que encontré.

01:00:22
LECTOR

Le hablaré de quién, cuando estaba caído, me llevó la misericordia de Dios. En la cárcel, la verdadera desesperación, es sentir que ya nada de tu vida tiene sentido. En la cumbre del sufrimiento, te sientes, el más solo de todos los solitarios del mundo. Es verdad que me rompí en mil pedazos, pero lo más hermoso es que esos pedazos todavía se pueden recomponer. No es fácil, pero es lo único que aquí dentro todavía tiene un sentido.

01:01:08
LECTOR

Señor Jesús por tercera vez caes por tierra y cuando todos piensan que es el final, una vez más te levantas. Con confianza nos ponemos en las manos de tu padre y le encomendamos, a quienes se sienten atrapados en los abismos de los propios errores. Para que tengan la fuerza de levantarse y la valentía de dejarse ayudar.

01:01:40
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios Fortaleza de quien en Tí
espera, que concedes vivir
en paz a quien sigue Tus

Enseñanzas sostén nuestros pasos
temerosos levantanos de las caídas
de nuestra infidelidad y derrama
sobre nuestras heridas, el aceite

del consuelo y el vino
de la esperanza.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:02:13
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:02:13
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


01:02:56
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Toma la Cruz la Vice-Comisario de la Policia Penitenciaria.


01:03:02
X ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


01:03:11
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escucharemos el Testimonio de una Educadora que trabaja en Instituciones Penitenciaria.

Del Evangelio según San Juan Jn 19, 23-24

01:03:32
LECTOR

Los soldados cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes. Una para cada soldado y apartaron la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «no la rasguemos, sino echémosla a suerte a ver a quien le toca». Así se cumplió la Escritura: «se repartieron mis ropas y echaron a suertes mi túnica».

Memoria de la X Estación

01:04:16
LECTORA

Como Educadora de Instituciones Penitenciarias, veo entrar en la cárcel a hombres privados de todo. Despojados de toda dignidad, como consecuencia de las culpas cometidas. De todo respeto en relación a sí mismos y a los demás. Cada día me doy cuenta de que su autonomía disminuye detrás de las rejas. Necesitan de mí, incluso para escribir una carta, estas son las criaturas suspendidas, que me confían. Unos hombres indefensos, exasperados en su fragilidad, a menudo privados de lo necesario. Para comprender el mal cometido, sin embargo por momentos se parecen a unos niños recién nacidos que todavía pueden moldearse.

01:05:01
LECTORA

Percibo que sus vidas pueden volver a comenzar en otra dirección, dando definitivamente la espalda al mal. Pero mis fuerzas disminuyen día a día. Ser un embudo de rabia, de dolor y de rencores, rumiados, acaba por desgastar incluso al hombre y a la mujer más preparados. Elegí este trabajo, después de que un joven que estaba bajo los efectos de estupefacientes, matara a mi madre, en un choque frontal. Enseguida decidí responder a ese mal, con el bien, pero aún amando este trabajo, en ocasiones me cuesta encontrar la fuerza, para llevarlo adelante.

01:05:44
LECTORA

Necesitamos sentirnos acompañados, en este servicio tan delicado. Para poder sostener las numerosas vidas que se nos confían y que cada día corren el riesgo de naufragar.

01:05:58
LECTORA

Señor Jesús, al contemplarte despojado de Tus Vestiduras, experimentamos incomodidad y vergüenza. En efecto, ante la verdad desnuda ya desde el primer hombre comenzamos a escapar. Nos escondemos detrás de máscaras de respetabilidad y tejemos ropas de mentiras, a menudo con los jirones deshilachados de los pobres. Usados por nuestra avidez de dinero y de poder. Que Tu Padre tenga piedad de nosotros y nos ayude con paciencia a ser más sencillos, más transparentes, más auténticos. Capaces de abandonar definitivamente las armas de la hipocresía.

01:06:48
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios que nos haces libres
con Tu Verdad despójanos
del hombre viejo, que pone resistencia

en nuestro interior y revistenos
con Tu Luz, para hacer en el mundo
el reflejo de tu gloria.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:07:12
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:07:12
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


01:08:03
XI ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


01:08:11
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escucharemos EL Testimonio de un Sacerdote que fue falsamente acusado después de ocho años de juicios.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 33-43

01:08:31
LECTORA

Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo Crucificaron allí a Él y a los malhechores uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre perdónalos porque no saben lo que hacen». Hicieron lotes con sus ropas y los echaron a suerte. El pueblo estaba mirando, pero los magistrados le hacían muecas diciendo: «a otros a salvados, que se salve a sí mismo. Si Él es el Mesías de Dios, el Elegido». Se burlaban de Él, también los soldados que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: «si eres Tú el Rey de los Judíos, Salvaste a Ti mismo». Había también por encima de Él un letrero: «Éste es el Rey de los Judíos».

01:09:22
LECTORA

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: «no eres Tú el Mesías, salvate a Ti mismo y a nosotros». Pero el otro respondiéndole e increpándole le decía: «ni siquiera temes tu a Dios estando en la misma condena. Nosotros en verdad lo estamos justamente porque recibimos el justo pago de lo que hicimos, en cambio Éste no ha hecho nada malo. Y decía: «Jesús acuérdate de mí, cuando llegues a Tu Reino». Jesús le dijo: «en verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.

01:10:03
LECTOR

Cristo Clavado en la Cruz, como Sacerdote muchas veces medité esta página del Evangelio. Y cuando un día, me pusieron en una Cruz, sentí todo el peso de aquel madero. La acusación estaba hecha de palabras duras, como clavos, se me hizo muy cuesta arriba. El padecimiento se me grabó en la piel, el momento más oscuro, fue ver mi nombre colgado fuera de la sala del tribunal. En ese instante comprendí que era un hombre que estaba obligado a demostrar su inocencia, sin ser culpable. Estuve colgado en la Cruz durante diez años, fue mi Vía Crucis.

01:11:03
LECTOR

Lleno de legajos, sospechas, acusaciones, injurias. Cada vez que iba a los tribunales, buscaba el Crucifijo allí colgado. Lo miraba fijamente, mientras la ley investigaba mi historia. La vergüenza me llevó por un instante a la idea de pensar que era mejor acabar con todo. Pero luego decidí seguir siendo el Sacerdote que siempre había sido. Nunca pensé en aligerar la Cruz, ni siquiera cuando la ley me lo concedía. Elegí someterme al juicio ordinario, lo debía a mí mismo, a los jóvenes que eduqué durante los años de seminarios, a sus familias.

01:11:57
LECTOR

Mientras subía mi Calvario, los encontré a todos a lo largo del camino. Se convirtieron en mis Cireneos, soportaron conmigo el peso de la Cruz me enjugaron muchas lágrimas. Junto a mí, muchos de ellos rezaron por el joven que me acusó. Nunca dejaremos de hacerlo, el día que fui absuelto de todos los cargos, descubrí que era más feliz que diez años atrás. Pude tocar con mi mano la Acción de Dios en mi vida, colgado en la Cruz, mi Sacerdocio se iluminó.

01:12:48
LECTOR

Señor Jesús, Tú Amor sin límites por nosotros, te llevó a la Cruz. Estás muriendo, pero no te cansas de perdonarnos y de darnos vida. Confiamos a Tu Padre, a los inocentes de la historia que sufrieron una condena injusta. Que resuene en sus corazones el eco de Tu Palabra: «hoy estarás conmigo en el paraíso».

01:13:26
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios Fuente de Misericordia
y de perdón que Te revelas
en los sufrimientos de la humanidad

ilumínanos con la gracia que brota
de las Llagas del Crucificado
y concédenos perseverar en la fe
durante la noche oscura de la prueba.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:13:52
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:13:52
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


01:14:44
XII ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


01:14:36
Comentarios: Don Felipe Herrera: - La Cruz la recibe en estos momentos un Trabajador del Servicio Sanitario de la Santa Sede. Escucharemos el Testimonio de un Juez a cargo de Administrar la Libertad Condicional.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 44-46

01:15:11
LECTORA

Era ya como la hora sexta y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora nona. Porque se oscureció el Sol, el Velo del Templo se rasgó por medio. Y Jesús clamando con voz potente dijo: «Padre en Tus Manos, encomiendo Mi Espíritu» y dicho esto expiró.

Memoria de la XII Estación

01:17:37
LECTOR

Como Juez de Vigilancia Penitenciaria, no puedo clavar a un hombre, a cualquier hombre en su condena. Sería condenarlo por segunda vez, es necesario que el hombre expíe el mal que cometió. No hacerlo sería banalizar sus delitos y justificar las acciones intolerables que realizó. Causando a otros, sufrimiento físico y moral. Pero una verdadera justicia sólo es posible a través de la misericordia, que no clava al hombre en la Cruz para siempre. Sino que se ofrece como guía, para ayudarlo a levantarse, enseñándole a captar el bien que no obstante el mal cometido nunca se apaga totalmente, en su corazón.

01:18:40
LECTOR

Solo recobrando su propia humanidad, la persona condenada podrá reconocer esa humanidad en el otro, en la víctima a la que provocó dolor. Este recorrido de recuperación, es tortuoso y el riesgo de volver a caer en el mal, está siempre al acecho. Pero no existen otros caminos, para tratar de reconstruir una historia personal y colectiva. La rigidez del Juicio pone a dura prueba, la esperanza del hombre. Ayudarlo a reflexionar y a preguntarse por las motivaciones de sus acciones. Podría convertirse en una ocasión para admirarse desde otra perspectiva.

01:19:34
LECTOR

Pero para hacer esto, sin embargo, es necesario aprender a reconocer a la persona que está escondida de la culpa cometida. Así en acciones, se logra entrever un horizonte que puede infundir esperanza a las personas condenadas. Y una vez expirada la pena, devolverlas a la sociedad. Invitando a los hombres a volver a acogerlas, después de haberlas quizás por un tiempo rechazado. Porque todos, aun siendo condenados, somos hijos de la misma humanidad.

01:20:20
LECTOR

Señor Jesús, muere por una sentencia corrompida, pronunciada por jueces inicuos y atemorizados por la fuerza impetuosa de la verdad. A Tu Padre confiamos a los Magistrados, a los Jueces y a los Abogados para que se mantengan con rectitud en el servicio que ejercen a favor del Estado y de sus ciudadanos. Sobre todo, de los que sufren por una situación de pobreza.

01:21:01
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios, Rey de Justicia y de Paz
que en el grito de Tu Hijo acogiste

el grito de toda la humanidad
enséñanos a no identificar
a las personas con el mal

que cometieron y ayúdanos a percibir
en cada uno la Llama Viva
de Tu Espíritu.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:21:33
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:21:33
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


01:22:24
XIII ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.


01:22:32
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escucharemos el Testimonio escrito por un Fraile Voluntario en la Cárcel.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 50-53

01:22:54
LECTORA

Había un hombre llamado José que era Miembro del Sanedrín, hombre bueno y justo. Este no había dado su asentimiento, ni a la decisión ni a la acusación de ellos. Era natural de Arimatea, ciudad de los Judíos y aguardaba el reino de Dios. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús y bajándolo lo envolvió en una sábana. Y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde nadie había sido puesto todavía.

Memoria de la XIII Estación

01:23:29
LECTOR

Las personas detenidas son desde siempre mis maestros. Hace 60 años, que entro en las cárceles como Fraile Voluntario y siempre Bendije el día que por primera vez encontré este mundo escondido. Esas miradas, en ellas comprendí con claridad que yo mismo, si mi vida hubiera tomado otra dirección, hubiera podido estar en su lugar. Nosotros Cristianos caemos a menudo en la ilusión de sentirnos mejores que los demás. Como si el hecho de poder ocuparnos de los pobres nos diera una superioridad tal que nos convierte en jueces de los demás.

01:24:22
LECTOR

Condenándolos todas las veces que queramos, sin dar oportunidad de defensa. Cristo en su Vida eligió y quiso estar con los últimos. Recorrió las periferias olvidadas del mundo, rodeado de ladrones, leprosos, prostitutas y estafadores. Quiso compartir la miseria, la soledad y la turbación. Siempre pensé que este era el verdadero sentido de sus palabras. «Estuve en la cárcel y vinisteis a verme», pasando de una celda a otra, veo la muerte que habita en su interior. La cárcel sigue sepultando a hombres vivos, son historias que ya nadie quiere.

01:25:24
LECTOR

A mí Cristo me repite una y otra vez, «continúa, no te detengas, sigue cargándolos en tus brazos». No puedo dejar de escucharlo. Él está siempre aún en el interior del peor, de los hombres, por más manchado que esté su recuerdo. Sólo debo frenar mi frenesí, detenerme en silencio delante de esos rostros devastados por el mal. Y escucharlos con misericordia, es la única manera que conozco para acoger al hombre, quitando de mi mirada, el error que cometió. Solamente así podrá confiar y encontrar la fuerza para rendirse ante el bien, imaginándose distinto de cómo se ve ahora.

01:26:20
LECTOR

Señor Jesús, ahora Tu Cuerpo deformado por tanta maldad, lo envuelven en una sábana y lo entregan a la tierra desnuda. Esta es la nueva creación, confiamos a Tu Padre la Iglesia que nace de tu costado abierto para que nunca se rinda, ante el fracaso y la apariencia. Sino que siga saliendo para llevar a todo el mundo el anuncio gozoso de la salvación.

01:27:00
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios principio y fin
de todo lo Creado,
en la Pascua de Cristo redimiste

a toda la humanidad, danos
la Sabiduría de la Cruz
para poder abandonarnos

a Tu Voluntad aceptándola
con ánimo alegre y agradecido.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:27:27
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:27:27
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.


01:28:16
XIV ESTACIÓN
JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO




℣.  Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
℟.  Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

℣.  Te Adoramos, Cristo y Te Bendecimos.
℟.  Que por Tu Santa Cruz, Redimiste al Mundo.



01:28:24
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Escucharemos el Testimonio de un Agente de Policía Penitenciaria.

Del Evangelio según San Lucas Lc 23, 54-56

01:28:44
LECTORA:

Era el día de la Preparación y estaba para empezar el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, lo siguieron y vieron el sepulcro y como había sido colocado Su Cuerpo. Al regresar prepararon aromas y mirra y el sábado descansaron, de acuerdo con el precepto.
span style="color: #ffd966; font-size: 13pt;">Memoria de la XIV Estación

01:29:11
LECTOR:

En mi Misión de Agente de Policía Penitenciaria, cada día experimento el sufrimiento de quien vive recluido. No es fácil relacionarse con quien fue vencido por el mal y causó enormes heridas a otros hombres, haciendo difíciles tantas vidas. Pero la indiferencia en la cárcel crean más daños aún en la historia de quien fracasó y está pagando su deuda a la justicia. Un compañero que fue mi maestro, repetía con frecuencia, la cárcel te transforma. Un hombre bueno puede convertirse en un hombre sádico, un malvado podría llegar a ser mejor persona.

01:30:11
LECTOR:

El resultado también depende de mí y apretar los dientes es esencial para alcanzar el objetivo de nuestro trabajo. Dar otra posibilidad, a quien contribuyó al mal. Para lograr esto, no puedo limitarme a abrir y cerrar una celda, sin hacerlo con un poco de humanidad. Cada uno tiene su tiempo y las relaciones humanas pueden florecer poco a poco, incluso dentro de este mundo difícil. Esto se traduce en gestos, atenciones y palabras capaces de marcar la diferencia. Aún cuando se pronuncian en voz baja. No me avergüenzo de ejercer el Diaconado Permanente, vistiendo el uniforme que llevo con orgullo.

01:31:13
LECTOR:

Conozco el sufrimiento y la desesperación, los experimenté siendo niño. Mi pequeño deseo es ser punto de referencia para quienes encuentro detrás de las rejas. Hago todo lo que puedo por defender la esperanza de aquellas personas que se encierran en sí mismas. Que sienten temor, ante la idea de salir un día y correr el riesgo de ser rechazadas una vez más por la sociedad. En la cárcel les recuerdo que con Dios, ningún pecado tendrá jamás la última Palabra.

01:32:01
LECTOR:

Señor Jesús, una vez más te entregan a las manos del hombre, pero esta vez te acogen las manos amables de José de Arimatea. Y de algunas mujeres piadosas venidas de Galilea, que saben que Tu Cuerpo es precioso. Estas manos representan las manos de todas las personas que nunca se cansan de servirte y que hacen visible el amor del que el hombre es capaz. Este amor es el que justamente, nos hace esperar en que un mundo mejor es posible, solo basta que el hombre esté dispuesto a dejarse alcanzar por la gracia que viene de Ti.

01:32:50
LECTOR:

En la Oración confiamos a Tu Padre de modo particular, a todos los Agentes de la Policía Penitenciaria y a cuantos de una u otra manera colaboran en las cárceles.

01:33:06
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  Oremos.
Oh Dios eterna luz y día sin ocaso
colma de tus bienes
a los que se dedican a Tu Alabanza

y al Servicio del que sufre
en los innumerables lugares
de sufrimiento de la humanidad.
Por Cristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

01:33:34
PATER NOSTER

Pater noster, qui es in cælis;
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.



℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.
01:33:34
PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

℟.  Amén.

Stabat Mater dolorosa
iuxta crucem lacrimosa,
dum pendebat Filius.



01:34:31
El Santo Padre - El Papa Francisco

℣.  El Señor esté con Todos Vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Bendito sea el nombre del Señor
℟.  Ahora y por siempre.

℣.  Nuestra Ayuda está en el Nombre del Señor.
℟.  Que hizo el cielo y la tierra.

℣.  Y la bendición de Dios todopoderoso,   Padre,   Hijo, y   Espíritu Santo descienda sobre vosotros.

℟.  Amen.

01:35:22
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Y cuando cae la tarde aquí en Roma, concluimos la Oración del Vía Crucis Presidido por el Santo Padre Francisco. En esta Plaza de San Pedro, vacía. Han colaborado en la Oración, Agentes Sanitarios y personas que Trabajan en la Cárcel "Due Palazzi" de la Ciudad del norte de Italia de Padua. Allí la Pastoral Penitenciaria, preparó las Meditaciones que hemos escuchado a lo largo de las «14 Estaciones del Camino de la Cruz». Aquel Camino con que concluyó la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y llegó a su muerte.

01:36:22
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Una muerte que no vence, porque nos abrimos a la esperanza de la Resurrección.

01:41:27
Comentarios: Don Felipe Herrera: - El Santo Padre ya se ha retirado de la Plaza de San Pedro, al igual que las distintas personas que participaron en este Camino de la Cruz, el Vía Crucis. Al centro de una Plaza vacía queda la Imagen de Cristo Crucificado, pero al Centro de un mundo sediento de sentido de Salvación. Ese Cristo se transforma en Esperanza, entramos en el Silencio Santo tras la Muerte de Cristo. A la espera de que despunte la Aurora de Su Resurrección. En nombre de todo el Equipo de Vatican News que hemos llevado esta Retransmisión Especial lo saludamos Fraternalmente.

01:42:16
Comentarios: Don Felipe Herrera: - Soy el Padre Felipe Herrera Espalliat y les deseo a nombre de todo el Equipo un Bendecido Viernes Santo lleno de Esperanza. «Laudetur Iesus Christus, Alabado sea Jesucristo».

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