viernes, 6 de agosto de 2021

06.08.2021 - Santa Misa de hoy, viernes, la Transfiguración del Señor






06.08.2021 - Santa Misa de hoy, viernes, la Transfiguración del Señor




Camino Católico

06 de agosto de 2021. - (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, viernes de la 18ª semana de Tiempo Ordinario, la Transfiguración del Señor, presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.







Inicio de la Santa Misa



UNIDOS POR LA FE Y POR EL AMOR
Autor: Francisco Palazón

UNIDOS POR LA FE Y POR EL AMOR
SINTIENDO TU PRESENCIA ENTRE NOSOTROS
VENIMOS COMO HERMANOS, FORMANDO UN SOLO CUERPO
A CELEBRAR EL DÍA DEL SEÑOR

1.  TU PALABRA ES FUENTE DE AGUA VIVA
Y LUZ PARA EL QUE BUSCA LA VERDAD,
Y TU CUERPO ENTREGADO POR NOSOTROS
NOS SIRVE DE ALIMENTO EN NUESTRO CAMINAR

01:17
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  En el nombre del  Padre, y del  Hijo, y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Paz esté con Ustedes.
℟.  Y con tu espíritu.

01:21
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
y la Comunión del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

01:28
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Este día 6 de agosto, Celebramos la Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo manifestó su gloria, ante los discípulos Pedro, Santiago y Juan. Con el testimonio de la ley y los profetas, para evitar que se sintieran escandalizados, porque Él iba a ser crucificado. También nosotros hemos sido convocados aquí para ser testigos de Cristo y de su gloria. Empecemos por situarnos humildemente ante Él, reconociendo nuestros pecados.

02:11
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Por tu Pasión y tu Gloria.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Por tu Muerte y Resurrección.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Por tu descenso
al lugar de los muertos
y tu exaltación
a la derecha del Padre.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:48
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.



02:55
Rvrndo.: Don Félix Castedo

GLORIA en Latín

Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.

Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.


Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.



GLORIA en Español

Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.

Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén



03:48
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Oremos
Oh Dios que en la gloriosa
transfiguración de Tu Unigénito

confirmaste los Misterios de la Fe
con el testimonio de los que
lo precedieron y prefigurastes

maravillosamente la perfecta
adopción de los hijos
concede a tus siervos

que escuchando la voz
de Tu Hijo amado
merezcamos ser sus coherederos.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.

℟.  Amén.

04:26
Primera Lectura:


Lectura de la Segunda Carta del Apóstol San Pedro 1ª lectura: XXX

04:31
Primera Lectura:

Queridos hermanos, no nos fundábamos en fábulas fantasiosas, cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo. Sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Porque él recibió de Dios Padre, honor y gloria cuando desde la sublime gloria se le transmitió aquella voz. «Este es mi hijo amado, en quien me he complacido». Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él, en la montaña sagrada. Así tenemos, más confirmada, la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla, en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca, en vuestros corazones.

℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

05:34
Lectura de los Salmos:


Salmo: El Señor Reina Altísimo sobre toda la Tierra.

05:37
Lectora de los Salmos:

℣.  El Señor Reina Altísimo
sobre toda la Tierra.

℟.  El Señor Reina Altísimo
sobre toda la Tierra.

El Señor Reina, la Tierra goza
se alegran las islas innumerables
tiniebla y nube lo rodean
justicia y derecho
sostienen su trono.  ℟.

℣.  Los montes se derriten como cera
ante el Señor, ante el Señor
de toda la tierra, los cielos pregonan
su justicia todos los pueblos
contemplan su gloria.  ℟.

℣.  Porque tú eres Señor Altísimo
sobre toda la tierra
encumbrado sobre todos los dioses.  ℟.

06:27
Rvrndo.: Don Félix Castedo


Aleluya Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Este es Mi Hijo el Amado
en quien me complazco, escuchadlo.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

07:12
Rvrndo.: Don Félix Castedo


  Lectura del Santo Evangelio según San Marcos Evangelio: xxx

07:12
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
℟.  Gloria a ti, Señor.

07:24
Rvrndo.: Don Félix Castedo

En aquel tiempo Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Subió aparte con ellos solos a un monte alto y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús. «maestro, que bueno es que estemos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabían qué decir, pues estaban asustados, se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: «este es mi hijo, el amado, escuchadlo».

08:16
Rvrndo.: Don Félix Castedo

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban del monte, les ordeno que no contasen a nadie lo que habían visto, hasta que el hijo del hombre, resucitara de entre los muertos. Esto se les quedó grabado y discutían ¿qué quería decir aquello, de resucitar de entre los muertos?

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

08:59
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Este relato del Evangelio de San Marcos, está al comienzo del Capítulo 9 de su Evangelio. Al final del Capítulo anterior, Marcos había narrado aquellas palabras de Jesús, por la que nos invita a negarnos a nosotros mismos. A seguirle con la Cruz, a hablar de la necesidad de tomar la cruz y por lo tanto, de ese sufrimiento que tanto rehusamos. Y después de esto dice el Evangelista, después al cabo de seis días y entonces toma este relato. Tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, etcétera. Antes, al final del párrafo anterior, había dicho: «os aseguro que algunos de esta generación, verán la gloria del Reino de Dios con poder antes de morir.

09:55
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Y justamente eso es, lo que quiere narrar nos Marcos, es lo que él ha entendido, que tenía la finalidad de este encuentro con el Señor glorificado. Que vieran, la Gloria del Reino de Dios, precisamente para prepararlos ante los acontecimientos que se avecinaban. Y que no entendían, ni ellos, ni nosotros. Nosotros estamos acostumbrados ya, conocemos perfectamente la historia de Jesús y sabemos cómo terminó en este mundo. Crucifixión por un lado y luego Resurrección. La Resurrección la entendemos, no nos resulta demasiado difícil, porque todo lo que suponga honores y gloria, nos gusta y lo entendemos, y nos parece lo más adecuado, para el Hijo de Dio.

10:44
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Lo que seguimos sin entender, porque si lo entendiéramos le seguiríamos a Jesús por el Camino de la Cruz, es su Pasión, Muerte y Dolor. En definitiva, no lo entendemos, nuestra naturaleza sigue rehusando eso. Por eso por el escándalo, que podría suponer, el aparente fracaso de Jesús, en este mundo, es por lo que Jesús, en aquel Monte Tabor, según todos los indicios. Se dejó ver, de alguna manera y por unos instantes, en su gloria. Pero además, de esa fortaleza que necesitaba la Fe de los Discípulos, es la misma fortaleza, que también necesita nuestra Fe.

11:37
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Necesitamos comprender, el triunfo de Jesús, porque además, se nos ha anunciado, que será también nuestro propio triunfo. Es decir, tanto la Transfiguración de Jesús, como su Resurrección, a nosotros nos afecta. No es solamente, la Resurrección de Jesús, es anuncio de la nuestra. Y así lo repite Jesús hasta la saciedad. Es la promesa de Dios, Cristo ha venido a salvarnos y no precisamente, su salvación consiste en que en este mundo las cosas nos vayan bien, no. Al contrario, si algo nos ha prometido para este mundo, son persecuciones y dificultades.

12:22
Rvrndo.: Don Félix Castedo

No, no, lo que nos promete Jesús, es para el final definitivo. De la misma manera, que para Él, en este mundo tampoco hubo, muchas glorias que digamos. Todo lo contrario, terminó mal, humanamente hablando. Pero así es como llega, a la Gloria de la Resurrección. Y así por ese mismo camino, llegaremos nosotros. Pero Jesús, ha querido mostrarnos y enseñarnos ese camino. Por dos veces, nos cuentan los Evangelistas, que el Padre interviene, para mostrar a Jesús como su Hijo y para pedirnos que le escuchemos. Una cuando Jesús se dispone a comenzar su Ministerio público, en el Bautismo en el Jordan, cuando unánimemente los Evangelistas, nos muestran, cómo se abrió el cielo, se oyó la voz del Padre, mientras el Espíritu descendía en forma como de paloma sobre Jesús.

13:25
Rvrndo.: Don Félix Castedo

«Este es mi hijo muy amado, escuchadle». Prácticamente las mismas palabras, que ahora desde la nube, aquí, cuando Jesús se dispone a culminar su Misión en este mundo, vuelve a decirnos lo mismo, «escuchadle». Es por lo tanto una palabra muy importante del Padre, que debemos atender, en nuestra relación, con Jesús, «escuchadle». Naturalmente cuando Él dice , «escuchadlo», no se está refiriendo simplemente, a que realicemos el gesto físico, de aplicar el oído, a lo que nos dice.

14:03
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Santiago en su Carta, dirá que somos unos estúpidos, cuando escuchamos lo que el Señor nos dice y a continuación nos olvidamos de lo que nos ha dicho. Porque si Jesús habla, es para que nosotros encontremos el camino y la salida, a nuestros problemas. Digamos que a veces, somos más capaces de escuchar y hacer caso a los gurús de esta vida, que nos muestran caminos de éxito, en distintos campos de la vida. Y los escuchamos con gusto y les hacemos caso y sin embargo al Señor, a veces solo le oímos, le oímos, porque las palabras nos llegan hasta nuestro oído y el sonido se transmite hasta el cerebro.

14:58
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Pero otra cosa muy distinta es escuchar, hay una sutil diferencia en nuestro idioma, entre oír y escuchar. El oír, es el hecho físico de que los sonidos llegan hasta nosotros. Escuchar requiere, un poner atención, un poner interés y sobre todo en el caso de la escucha, a lo que Dios nos dice, lleva consigo también la docilidad, a lo que escuchamos. Porque si no escuchamos, si no ponemos en práctica lo que nos dice, Jesús mismo dirá en una de sus comparaciones: «nos pareceremos al hombre estúpido, que construye su casa sobre arena. Cuando viene la riada, esa casa se hunde, en cambio, el que escucha y pone en práctica se parece al hombre prudente, que edifica sobre roca.

15:55
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Un cimiento sólido y cuando vienen las lluvias y las riadas, que llegan, en esta vida, de una manera o de otra. Aquella casa, aquel hogar, se mantiene sólido. Escuchar pues al Señor, lleva consigo el poner verdadero interés por su palabra. Estimulamos en nosotros el interés, por comprender cada vez más y mejor, la Palabra que Jesús nos dice. Y en general, toda la Palabra de Dios, contenida en la Sagrada Escritura, ponemos interés en comprender, en estudiar, en asistir a grupos, cursos, de en los que se nos enseña, a comprender mejor, la Palabra de Dios. O a comentarla, la usamos en nuestra Oración, en lugar de estar continuamente en nosotros aturdiendo al Señor, con nuestras palabras propias.

16:50
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Porque no buscamos en la Oración, ratos de Meditación acerca de sus Palabras, dejando que sea Él, el que nos hable al corazón y por lo tanto nos estimule, nos mueva, nos exhorte, nos cambie, nos convierta. Si algo no lo entendemos, ponemos interés en buscar la respuesta, que ya sea preguntándo, ya sea estudiando, o nos quedamos igual. Con el riesgo de no atender, ni entender, cosas que el Señor, nos quiere decir y que ha juzgado que son importantes para nosotros. Y sobre todo, nos esforzamos por ser dóciles, por poner cada día en práctica lo que escuchamos al Señor.

17:39
Rvrndo.: Don Félix Castedo

O lo que nos dice lo ponemos entre paréntesis, diciendo o pensando, bueno eso es algo, eso es muy difícil, eso no hay quien lo haga. Por lo tanto, yo a lo mío, yo a lo de siempre. Ahí podemos encontrar la clave, de por qué no mejoramos, de porque no hay una verdadera, transformación, en nuestras vidas. Porque falta probablemente ese esfuerzo, por poner en práctica, lo que escuchamos. Es posiblemente uno de nuestros peores pecados, pero uno de los pecados de los que casi nadie se confiesa. Porque no lo reconoce como tal, no somos conscientes, de que estamos ofendiendo al Señor, si no nos esforzamos, en dejarnos guiar, con plena confianza en su palabra.

18:29
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Porque evidentemente, el esfuerzo en hacer su Palabra, viene dado por la absoluta Fe y Confianza de que Él es el Hijo glorioso de Dios. Y por lo tanto, tiene razón, y por lo tanto sólo Él conoce la respuesta a los problemas grandes de nuestra vida. Y por lo tanto, merece la pena escucharle, a Él sí.

19:14
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Porque Jesús
es el Hijo Amado del Padre
presentemos a través de Él
nuestras súplicas.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por la Iglesia
para que como los Apóstoles
sea fortalecida en la Fe
a pesar de su debilidad.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por el Papa, los Obispos
y demás Ministros Sagrados
para que no dejen de contar al mundo
la gozosa realidad

de la muerte redentora
y la resurrección gloriosa
de Jesucristo.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los Gobernantes de las naciones
que caen en la tentación
de olvidarse de Dios
para que aprendan pronto

que solo progresarán hacia el bien
quienes construyen siguiendo
los caminos del Señor.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los que se sienten abrumados
por el peso de la Cruz
para que levanten su mirada
hasta Jesús transfigurado

se sientan fortalecidos
para seguir adelante
con la certeza
de la victoria final.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los bautizados
que no han llegado a convertirse
porque no se han encontrado

con el hijo del hombre
para que meditando
en la Palabra de Dios

oigan también en su interior
la voz del Padre
este es mi Hijo Amado, escuchadle.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por todos nosotros
para que la contemplación de Jesús
glorificado, nos anime
en nuestro camino
hacia la vida eterna.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

20:54
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Ten compasión
de nuestra debilidad Señor
y fortalécenos con la seguridad

de poder alcanzar
tu promesa de salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

22:29
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

22:45
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Te Rogamos Señor
que Santifiques la ofrenda
que te presentamos

en la gloriosa Transfiguración
de Tu Unigénito
y que con los resplandores de Su Luz

nos limpies de las manchas
de los pecados.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

23:00
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

23:12
Rvrndo.: Don Félix Castedo

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo

Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor nuestro
el cual manifestó su gloria
delante de unos testigos predilectos

y revistió con gran esplendor
la figura de su cuerpo
semejante al nuestro
para arrancar del corazón

de los discípulos
el escándalo de la Cruz
y manifestar que en el cuerpo
de la Iglesia entera, se cumplirá

lo que de modo maravilloso
se realizó en su cabeza
por eso con las virtudes

del cielo que ha clamamos
continuamente en la tierra
alabando tu gloria sin cesar:

23:55
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

24:51
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y en la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

25:53
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

26:39
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

26:48
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

27:11
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y sus Obispos Auxiliares
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección

por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección, ... y de todos

los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos viviero

en tu amistad a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

28:06
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

28:28
Rvrndo.: D. José Blanco: - Llenos de alegría por ser hijos de Dios digamos confiadamente la oración que Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

29:02
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

29:25
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:42
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Que la Paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

29:49
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

30:46
Rvrndo.: Don Félix Castedo

℣.  Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo.
℟.  Amen.

31:13
MÚSICA de la BASÍLICA:

MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TÍ
SALMO 62

MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI.
SEÑOR, DIOS MIO
MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI.
SEÑOR, DIOS MÍO

Las aves encontraron un refugio
su nido construyó la golondrina.
quien pudiera Señor junto a tus atrios.
tener una morada de por vida.

MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI.
SEÑOR, DIOS MIO

Porque tu eres el sol que me ilumina
y el escudo que siempre me protege
no permita Señor que yo te deje
y evita con Tu Mano mi cariño.

MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI.
SEÑOR, DIOS MIO

34:27
Rvrndo.: Don Félix Castedo

Oremos.
El alimento celestial
que hemos recibido Señor
nos transforme en imagen de tu hijo

cuya claridad has querido
manifestarnos
en su gloriosa transfiguración.
Por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  La Bendición de Dios todo poderoso
 Padre,  Hijo y  Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
y os acompañe siempre.

℣.  Podéis ir en Paz.
℟.  Demos Gracias al Señor.


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