04.02.2020 - Santa Misa en 13tv
Camino Católico
4 de febrero de 2020. - (Camino Católico / TRECE TV)
Celebración de la Santa Misa de hoy martes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
ALREDEDOR DE TU MESA:
T: E. Pascual; M: F. Palazón:
℟. Alrededor de tu mesa,
venimos a recordar,
alrededor de tu mesa,
venimos a recordar,
que tu Palabra es camino,
tu Cuerpo, fraternidad,
que tu Palabra es camino,
tu Cuerpo, fraternidad.
1. Hemos venido a tu mesa
a renovar el misterio de tu amor,
con nuestras manos manchadas,
arrepentidos buscamos tu perdón.
2. Juntos y a veces sin vernos,
celebramos tu presencia, sin sentir,
que se interrumpe el camino,
si no vamos como hermanos hacia Ti.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
00:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:51
Rvrndo.: D. José Blanco: - Hermanos buenos días, sean bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la IV Semana del Tiempo Ordinario. Como acabamos de escuchar en el Canto de Entrada nos dice: «Que recordemos y vivamos que Tu palabra es Camino, Tu cuerpo Fraternidad». Eso es lo que Celebramos, en la Palabra del Señor, es Camino y que la participación en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. Nos hace hermanos a unos de otros. Pero también tenemos que reconocer que somos pecadores, que tenemos nuestros defectos. Y por tanto al comenzar estos Sagrados Misterios pedimos perdón al Señor, por nuestros pecados.
01:55
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Tú que te hiciste pobre
para enriquecernos a todos.
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú que te entregaste a la
muerte por nuestra causa
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú que eres la misericordia
para todos los que sufren
℟. Señor, Ten Piedad
02:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
02:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Señor Dios Nuestro
concédenos adorarte
con toda el alma y
Amar a todos los hombres
con afecto espiritual
Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
03:03
Lectora de la Primera Lectura:
Primera Lectura: Segundo Libro de Samuel: Sal 18, 9-10. 14b. 24-25a. 31-19,3 Primera Lectura: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar!
03:06
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días Absalón se encontró frente a los hombres de David. Montaba un mulo y al pasar el mulo bajo el ramal de una gran encima. La cabeza se enganchó en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra. Mientras el mulo que montaba siguió adelante. Alguien lo vió y avisó a Jabad: «he visto a Absalón colgado de una encina». Cogiendo Joab tres venablos en la mano los clavó en el corazón de Absalón. David se estaba sentado entre las dos puertas, el vigía subió a la terraza del portón sobre la muralla. Alzó los ojos y vio que un hombre venía corriendo en solitario.
03:54
Lectora de la Primera Lectura: - El vigía gritó para anunciárselo al Rey. El Rey dijo: si es uno solo, trae buenas noticias en su boca. Cuando llegó el cusita dijo: «reciba una buena noticia el Rey, mi señor. El Señor te ha hecho justicia hoy, librándote de la mano de todos los que se levantaron contra ti». El Rey preguntó: «se encuentra bien el muchacho Absalón». El cusita respondió: «que a los enemigos de mi señor, el Rey, todos los que se han levantado contra ti para hacerte mal les ocurra como el muchacho.
04:28
Lectora de la Primera Lectura: - Entonces el Rey se estremeció, subió a la habitación superior del portón y se puso a llorar. Decía al subir: «hijo mío, Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón. Quien me diera haber muerto en tu lugar. Absalón hijo mío, hijo mío». Avisaron a Joáb el Rey llora y hace duelo por Absalón. Así la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo. Al oír decir que el rey estaba apenado por su hijo.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
05:03
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 85 Inclina tu oído, Señor, escúchame.
05:07
Lectora de los Salmos:
℣. Inclina tu oído,
Señor, escúchame.
℟. Inclina tu oído,
Señor, escúchame.
1. Inclina tu oído Señor
escuchame que soy un pobre
desamparado protege mi vida
que soy un fiel tuyo
salva dios mío a tu siervo
que confía en ti. ℟.
2. Piedad mi Señor
que a ti te estoy llamando
todo el día, alegra el alma
de tu siervo pues levanto
mi alma hacia Ti Señor. ℟.
3. Porque Tú Señor eres bueno
y clemente rico en misericordia
con los que te invocan
Señor escucha mi oración
atiende a la voz de mi súplica. ℟.
05:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Cf. xxx Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Cristo tomo nuestras
dolencias y cargó
con nuestras enfermedades. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-43 Evangelio: Contigo hablo, niña, levántate.
06:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos
℟. Gloria a ti, Señor
06:51
Rvrndo.: D. José Blanco: - En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla. Se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga que se llamaba Jairo y al verlo se echó a sus pies rogándole con insistencia. Mi niña está en las últimas, ven imponga su manos sobre ella para que se cure y viva. Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía 12 años.
07:31
Rvrndo.: D. José Blanco: - Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna. Pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y acercándose por detrás entre la gente le tocó el manto. Pensando con solo tocarle el manto, curaré. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús notando que había salido fuerza de Él, se volvió en seguida en medio de la gente y preguntaba: «¿quién me ha tocado el manto?» Los Discípulos le contestaban: «ves cómo te apretuja la gente y preguntas ¿quién me ha tocado?» Él seguía mirando alrededor, para ver a la que había hecho esto.
08:26
Rvrndo.: D. José Blanco: - La mujer se acercó asustada y temblorosa al comprender lo que había ocurrido. Se le echó a los pies y le confesó toda la verdad. Él le dice: «hija tu Fe te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad». Todavía estado hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «tu hija se ha muerto, para que molestar más al maestro». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «¡no temas!, basta que tengas Fe». No permitió que lo acompañará nadie más que Pedro, Santiago y Juan el hermano de Santiago.
09:15
Rvrndo.: D. José Blanco: - Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Y después de entrar les dijo: «¿que estrépito y que lloró son estos?, la niña no está muerta, está dormida». Se reían de Él pero Él los hechos fuera a todos y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña. La cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar, tenía doce años.
09:58
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase y les dijo: «que dieran de comer a la niña».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
10:14
Rvrndo.: D. José Blanco: - Sentados un momento, tres Episodios nos relata la palabra de dios de hoy. El primero de ellos, en la Primera Lectura nos habla de Absalón que era hijo del rey David. Pero que se había rebelado contra él, precisamente para quitarle el trono. Y por lo tanto le había declarado la guerra. Y la narración de hoy, es como Absalón muere atravesado por las flechas de Joab, que es uno de los lugartenientes del Rey David. Y entonces creyendo que han hecho una gran obra al matar a este muchacho, que era todavía un muchacho, el hijo de David.
11:15
Rvrndo.: D. José Blanco: - Van, digamos con alegría a comunicárselo a David, pero David no se alegra. David no se alegra, porque primero es su hijo y segundo David sabe perdonar. Entonces son como esas dos facetas, que son las que tenemos que tener en cuenta. Por una parte, David es capaz de perdonar a su enemigo, que en este caso era su hijo, pero era su enemigo a la vez. Es capaz de perdonar a su enemigo, algo que luego Jesús nos va a decir a nosotros los Cristianos. «No solo que perdonemos a los enemigos sino que Amemos a los enemigos».
11:59
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y segundo el sufrimiento y el cariño y el amor manifestado por David sobre su hijo Absalón. Son dice: «el rey se estremeció, subió a la habitación y se puso a llorar». Decía al subir: «hijo mío Absalón, hijo mío». Repite otra vez: «quien me diera haber muerto en tu lugar». Es el amor, es su hijo y por muy enemigo que sea, por mucho que se haya rebelado, contra su padre, no deja de ser su hijo.
12:41
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y David es consciente de ello, porque ama, a pesar de todo ama a su hijo. Por lo tanto dice termina la lectura de hoy: «así la victoria de aquel día», efectivamente habían el rey David había ganado la batalla, «la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo». La gente veía llorar a David y también ellos se pusieron en duelo al oír decir que el rey estaba apenado por su hijo. Perdón y amor son las dos cosas que encontramos hoy en la Primera Lectura. Los otros dos Episodios del Evangelio de San Marcos nos, en el fondo nos vienen a hablar de lo mismo.
13:37
Rvrndo.: D. José Blanco: - Hemos comentado más de una vez ya, que en el reino de Israel en aquellos pueblos más primitivos. Y además un pueblo pequeño, como era el pueblo de Israel. El no tener hijos, una mujer, era como un castigo. Era como una de las mayores desgracias que podría tener una mujer. En el Libro de Samuel hace unos días, un par de semanas, lo leíamos como la madre de Samuel pide a Dios que le conceda el favor de tener un hijo. Y de esa Oración nace precisamente Samuel. Bueno pues es que era la mentalidad que tenían en aquel momento.
14:23
Rvrndo.: D. José Blanco: - Una mujer que no tiene hijos, es una mujer muerta en vida, muerta en vida. Porque la mujer estaba sobre todo para tener la descendencia. Y hacer que el pueblo de Israel pudiera tener una mayor duración. Pueda tener siempre esas personas que continuarán la estirpe. Pues bien es el primer episodio que nos pone hoy el Evangelio de Marcos, una mujer muerta en vida. Y qué es lo que hace, simplemente se acerca a Jesús para tocarle el manto pensando que con solo tocarle el manto se podría curar.
15:10
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y efectivamente, tocándole el manto se cura. Pero Jesús es consciente, como dicen los que le acompañan en medio de los apretujones. Y en medio de que la gente está, bueno pues Él nota que alguien le ha tocado. Que ha salido fuerza de Él y la mujer entonces llega un momento en que lo confiesa. ¡He sido yo!, ha sentido la curación. Pero viene la palabra del propio Jesús «tu Fe te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad». Tu Fe te ha salvado, es la invitación del Evangelista Marcos a que los que leamos su Evangelio lleguemos a la Fe.
16:07
Rvrndo.: D. José Blanco: - Descubramos a Cristo y tengamos Fe en Él. El Segundo Episodio viene a ser lo mismo, pero de distinta manera. Si aquí decíamos, una mujer muerta en vida y al tocar a Jesús surge la vida, porque se cura. Aquí ya hablamos ahora de una niña que ha muerto físicamente, pero que dice Jesús también cuando al jefe de la sinagoga le comunican que la niña ha muerto. Jesús dice: «¡no temas!, basta que tengas Fe». Volvemos a lo mismo, la Fe genera vida. Vida en el caso de la mujer con hemorragias y vida en la niña que ha muerto físicamente.
17:07
Rvrndo.: D. José Blanco: - Son dos tipos de muerte, os decía, muerte en vida la mujer y en este caso muerte física. Bueno pues la Fe en Jesús, supera todo tipo de muerte. La Fe en Jesús genera vida, da vida. E insisto eso es lo que el Evangelista Marcos nos quiere transmitir. Tened Fe en Jesús, acogerle en vuestros corazones, aceptarle en vuestras vidas y veréis que tendréis una Vida Nueva. Que la vida que Jesús nos transmite, es una vida plena, es una vida llena de todo aquello, que cualquier ser humano anhela.
17:58
Rvrndo.: D. José Blanco: - Pues esto es lo que la Palabra de Dios de hoy nos viene a transmitir en la Primera Lectura, el amor al enemigo, el amor y el perdón al enemigo. Y en el Evangelio, el Encuentro con Jesús, la Fe en Jesús nos hace Criaturas Nuevas. Nos da vida y nos da la plenitud. Pues que ahora al Celebrar la Eucaristía, seamos conscientes de ello que la Palabra de Dios penetre en nuestros corazones. Y que la participación en la Eucaristía nos dé vida para transmitir esa misma vida a nuestros hermanos.
ORACIÓN UNIVERSAL:
U ORACIÓN DE LOS FIELES:
18:54
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Hermanos dirigamos ahora nuestra
Oración a Dios Padre
Todopoderoso que quiere
que todos los hombres
se salven y lleguen al
conocimiento de la Verdad.
19:04
PETICIONES:
℣. Por la iglesia de Dios
para que se digne custodiarla
y defenderla.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por los pueblos de toda
la tierra para que vivan
en concordia y paz.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por los que viven angustiados
por distintas necesidades
para que encuentren
ayuda en Dios.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por nosotros mismos
y por nuestra comunidad
para que el Señor nos acepte
como ofrenda agradable.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
19:40
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oh Dios refugio y fortaleza
nuestra escucha las oraciones
de tu iglesia y concédenos
por tu bondad lo que te
pedimos con Fe.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
21:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
22:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el
de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
22:16
Rvrndo.: D. José Blanco:
Presentamos Señor estas ofrendas
en tu Altar como signo de nuestro
reconocimiento concédenos
al aceptarlas con bondad
transformarlas en Sacramento
de nuestra Redención.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
22:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
22:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo darte
gracias y deber nuestro
alabarte Padre Santo
Dios todopoderoso y eterno
en todos los momentos
y circunstancias de la vida
en la salud y en la enfermedad
en el sufrimiento y en el gozo
por tu siervo Jesús
nuestro Redentor porque Él
en su vida terrena pasó
haciendo el bien y curando
a los oprimidos por el mal
también hoy como buen
samaritano se acerca a todo
hombre que sufre en su cuerpo
o en su espíritu y cura sus
heridas con el aceite del
consuelo y el vino de la
esperanza por este don
de tu gracia incluso cuando
nos vemos sumergidos en la noche
del dolor vislumbramos la luz
pascual en Tu Hijo muerto
y Resucitado por eso unidos
a los Ángeles y a los Santos
cantamos a una sola voz
el Himno de Tu gloria
diciendo sin cesar:
23:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
24:10
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y
en la Sangre de Jesucristo,
nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándo gracias,
te bendijo, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
25:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada
la cena, tomó el caliz, y,
dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
25:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
26:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue
en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
26:39
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros
hermanos que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a ... a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu Hijo
Jesucristo, compartir la
vida eterna y cantar tus alabanzas.
27:42
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
27:57
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y ahora todos juntos como hermanos y como miembros de esa gran familia de los hijos de Dios. Damos gracias al Padre con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
28:36
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo..
La Asamblea:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
29:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste
a tus apóstoles: "La paz os
dejo, mi paz os doy"; no tengas
en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
29:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Démonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
29:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
30:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la
Sangre de Cristo me guarde
para la Vida Eterna.
℟. Amen.
30:42
MÚSICA de la BASÍLICA:
ANTES DE SER LLEVADO A LA MUERTE
Autor: T. Vaquero
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
Toma en sus manos pan y les dice:
"Esto es mi cuerpo, todos comed".
Y levantó la copa de vino:
"Ésta es mi sangre que os doy a beber".
Cuerpo bendito, que se reparte,
por mil caminos, hecho manjar.
Buscas a todos para sanarlos,
Tú le devuelves al hombre la paz.
"El que se precie de ser mi amigo,
siga mi ejemplo, viva mi amor,
salga al encuentro de mis hermanos,
dando la vida lo mismo que yo".
Cuerpo de Cristo, cuerpo entregado,
muerto en la cruz por nuestra maldad,
grano de trigo resucitado,
germen de vida de la humanidad.
34:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos
Alimentados por estos dones
de nuestra redención
te suplicamos Señor que con este
auxilio de salvación eterna
crezca continuamente
la fe verdadera.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:51
Rvrndo.: D. José Blanco: - Hermanos buenos días, sean bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la IV Semana del Tiempo Ordinario. Como acabamos de escuchar en el Canto de Entrada nos dice: «Que recordemos y vivamos que Tu palabra es Camino, Tu cuerpo Fraternidad». Eso es lo que Celebramos, en la Palabra del Señor, es Camino y que la participación en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. Nos hace hermanos a unos de otros. Pero también tenemos que reconocer que somos pecadores, que tenemos nuestros defectos. Y por tanto al comenzar estos Sagrados Misterios pedimos perdón al Señor, por nuestros pecados.
01:55
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Tú que te hiciste pobre
para enriquecernos a todos.
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú que te entregaste a la
muerte por nuestra causa
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú que eres la misericordia
para todos los que sufren
℟. Señor, Ten Piedad
02:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
02:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Señor Dios Nuestro
concédenos adorarte
con toda el alma y
Amar a todos los hombres
con afecto espiritual
Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
03:03
Lectora de la Primera Lectura:
Primera Lectura: Segundo Libro de Samuel: Sal 18, 9-10. 14b. 24-25a. 31-19,3 Primera Lectura: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar!
03:06
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días Absalón se encontró frente a los hombres de David. Montaba un mulo y al pasar el mulo bajo el ramal de una gran encima. La cabeza se enganchó en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra. Mientras el mulo que montaba siguió adelante. Alguien lo vió y avisó a Jabad: «he visto a Absalón colgado de una encina». Cogiendo Joab tres venablos en la mano los clavó en el corazón de Absalón. David se estaba sentado entre las dos puertas, el vigía subió a la terraza del portón sobre la muralla. Alzó los ojos y vio que un hombre venía corriendo en solitario.
03:54
Lectora de la Primera Lectura: - El vigía gritó para anunciárselo al Rey. El Rey dijo: si es uno solo, trae buenas noticias en su boca. Cuando llegó el cusita dijo: «reciba una buena noticia el Rey, mi señor. El Señor te ha hecho justicia hoy, librándote de la mano de todos los que se levantaron contra ti». El Rey preguntó: «se encuentra bien el muchacho Absalón». El cusita respondió: «que a los enemigos de mi señor, el Rey, todos los que se han levantado contra ti para hacerte mal les ocurra como el muchacho.
04:28
Lectora de la Primera Lectura: - Entonces el Rey se estremeció, subió a la habitación superior del portón y se puso a llorar. Decía al subir: «hijo mío, Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón. Quien me diera haber muerto en tu lugar. Absalón hijo mío, hijo mío». Avisaron a Joáb el Rey llora y hace duelo por Absalón. Así la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo. Al oír decir que el rey estaba apenado por su hijo.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
05:03
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 85 Inclina tu oído, Señor, escúchame.
05:07
Lectora de los Salmos:
℣. Inclina tu oído,
Señor, escúchame.
℟. Inclina tu oído,
Señor, escúchame.
1. Inclina tu oído Señor
escuchame que soy un pobre
desamparado protege mi vida
que soy un fiel tuyo
salva dios mío a tu siervo
que confía en ti. ℟.
2. Piedad mi Señor
que a ti te estoy llamando
todo el día, alegra el alma
de tu siervo pues levanto
mi alma hacia Ti Señor. ℟.
3. Porque Tú Señor eres bueno
y clemente rico en misericordia
con los que te invocan
Señor escucha mi oración
atiende a la voz de mi súplica. ℟.
05:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Cf. xxx Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Cristo tomo nuestras
dolencias y cargó
con nuestras enfermedades. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-43 Evangelio: Contigo hablo, niña, levántate.
06:41
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos
℟. Gloria a ti, Señor
06:51
Rvrndo.: D. José Blanco: - En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla. Se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga que se llamaba Jairo y al verlo se echó a sus pies rogándole con insistencia. Mi niña está en las últimas, ven imponga su manos sobre ella para que se cure y viva. Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía 12 años.
07:31
Rvrndo.: D. José Blanco: - Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna. Pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y acercándose por detrás entre la gente le tocó el manto. Pensando con solo tocarle el manto, curaré. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús notando que había salido fuerza de Él, se volvió en seguida en medio de la gente y preguntaba: «¿quién me ha tocado el manto?» Los Discípulos le contestaban: «ves cómo te apretuja la gente y preguntas ¿quién me ha tocado?» Él seguía mirando alrededor, para ver a la que había hecho esto.
08:26
Rvrndo.: D. José Blanco: - La mujer se acercó asustada y temblorosa al comprender lo que había ocurrido. Se le echó a los pies y le confesó toda la verdad. Él le dice: «hija tu Fe te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad». Todavía estado hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «tu hija se ha muerto, para que molestar más al maestro». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «¡no temas!, basta que tengas Fe». No permitió que lo acompañará nadie más que Pedro, Santiago y Juan el hermano de Santiago.
09:15
Rvrndo.: D. José Blanco: - Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Y después de entrar les dijo: «¿que estrépito y que lloró son estos?, la niña no está muerta, está dormida». Se reían de Él pero Él los hechos fuera a todos y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña. La cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar, tenía doce años.
09:58
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase y les dijo: «que dieran de comer a la niña».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
10:14
Rvrndo.: D. José Blanco: - Sentados un momento, tres Episodios nos relata la palabra de dios de hoy. El primero de ellos, en la Primera Lectura nos habla de Absalón que era hijo del rey David. Pero que se había rebelado contra él, precisamente para quitarle el trono. Y por lo tanto le había declarado la guerra. Y la narración de hoy, es como Absalón muere atravesado por las flechas de Joab, que es uno de los lugartenientes del Rey David. Y entonces creyendo que han hecho una gran obra al matar a este muchacho, que era todavía un muchacho, el hijo de David.
11:15
Rvrndo.: D. José Blanco: - Van, digamos con alegría a comunicárselo a David, pero David no se alegra. David no se alegra, porque primero es su hijo y segundo David sabe perdonar. Entonces son como esas dos facetas, que son las que tenemos que tener en cuenta. Por una parte, David es capaz de perdonar a su enemigo, que en este caso era su hijo, pero era su enemigo a la vez. Es capaz de perdonar a su enemigo, algo que luego Jesús nos va a decir a nosotros los Cristianos. «No solo que perdonemos a los enemigos sino que Amemos a los enemigos».
11:59
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y segundo el sufrimiento y el cariño y el amor manifestado por David sobre su hijo Absalón. Son dice: «el rey se estremeció, subió a la habitación y se puso a llorar». Decía al subir: «hijo mío Absalón, hijo mío». Repite otra vez: «quien me diera haber muerto en tu lugar». Es el amor, es su hijo y por muy enemigo que sea, por mucho que se haya rebelado, contra su padre, no deja de ser su hijo.
12:41
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y David es consciente de ello, porque ama, a pesar de todo ama a su hijo. Por lo tanto dice termina la lectura de hoy: «así la victoria de aquel día», efectivamente habían el rey David había ganado la batalla, «la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo». La gente veía llorar a David y también ellos se pusieron en duelo al oír decir que el rey estaba apenado por su hijo. Perdón y amor son las dos cosas que encontramos hoy en la Primera Lectura. Los otros dos Episodios del Evangelio de San Marcos nos, en el fondo nos vienen a hablar de lo mismo.
13:37
Rvrndo.: D. José Blanco: - Hemos comentado más de una vez ya, que en el reino de Israel en aquellos pueblos más primitivos. Y además un pueblo pequeño, como era el pueblo de Israel. El no tener hijos, una mujer, era como un castigo. Era como una de las mayores desgracias que podría tener una mujer. En el Libro de Samuel hace unos días, un par de semanas, lo leíamos como la madre de Samuel pide a Dios que le conceda el favor de tener un hijo. Y de esa Oración nace precisamente Samuel. Bueno pues es que era la mentalidad que tenían en aquel momento.
14:23
Rvrndo.: D. José Blanco: - Una mujer que no tiene hijos, es una mujer muerta en vida, muerta en vida. Porque la mujer estaba sobre todo para tener la descendencia. Y hacer que el pueblo de Israel pudiera tener una mayor duración. Pueda tener siempre esas personas que continuarán la estirpe. Pues bien es el primer episodio que nos pone hoy el Evangelio de Marcos, una mujer muerta en vida. Y qué es lo que hace, simplemente se acerca a Jesús para tocarle el manto pensando que con solo tocarle el manto se podría curar.
15:10
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y efectivamente, tocándole el manto se cura. Pero Jesús es consciente, como dicen los que le acompañan en medio de los apretujones. Y en medio de que la gente está, bueno pues Él nota que alguien le ha tocado. Que ha salido fuerza de Él y la mujer entonces llega un momento en que lo confiesa. ¡He sido yo!, ha sentido la curación. Pero viene la palabra del propio Jesús «tu Fe te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad». Tu Fe te ha salvado, es la invitación del Evangelista Marcos a que los que leamos su Evangelio lleguemos a la Fe.
16:07
Rvrndo.: D. José Blanco: - Descubramos a Cristo y tengamos Fe en Él. El Segundo Episodio viene a ser lo mismo, pero de distinta manera. Si aquí decíamos, una mujer muerta en vida y al tocar a Jesús surge la vida, porque se cura. Aquí ya hablamos ahora de una niña que ha muerto físicamente, pero que dice Jesús también cuando al jefe de la sinagoga le comunican que la niña ha muerto. Jesús dice: «¡no temas!, basta que tengas Fe». Volvemos a lo mismo, la Fe genera vida. Vida en el caso de la mujer con hemorragias y vida en la niña que ha muerto físicamente.
17:07
Rvrndo.: D. José Blanco: - Son dos tipos de muerte, os decía, muerte en vida la mujer y en este caso muerte física. Bueno pues la Fe en Jesús, supera todo tipo de muerte. La Fe en Jesús genera vida, da vida. E insisto eso es lo que el Evangelista Marcos nos quiere transmitir. Tened Fe en Jesús, acogerle en vuestros corazones, aceptarle en vuestras vidas y veréis que tendréis una Vida Nueva. Que la vida que Jesús nos transmite, es una vida plena, es una vida llena de todo aquello, que cualquier ser humano anhela.
17:58
Rvrndo.: D. José Blanco: - Pues esto es lo que la Palabra de Dios de hoy nos viene a transmitir en la Primera Lectura, el amor al enemigo, el amor y el perdón al enemigo. Y en el Evangelio, el Encuentro con Jesús, la Fe en Jesús nos hace Criaturas Nuevas. Nos da vida y nos da la plenitud. Pues que ahora al Celebrar la Eucaristía, seamos conscientes de ello que la Palabra de Dios penetre en nuestros corazones. Y que la participación en la Eucaristía nos dé vida para transmitir esa misma vida a nuestros hermanos.
ORACIÓN UNIVERSAL:
U ORACIÓN DE LOS FIELES:
18:54
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Hermanos dirigamos ahora nuestra
Oración a Dios Padre
Todopoderoso que quiere
que todos los hombres
se salven y lleguen al
conocimiento de la Verdad.
19:04
PETICIONES:
℣. Por la iglesia de Dios
para que se digne custodiarla
y defenderla.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por los pueblos de toda
la tierra para que vivan
en concordia y paz.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por los que viven angustiados
por distintas necesidades
para que encuentren
ayuda en Dios.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
℣. Por nosotros mismos
y por nuestra comunidad
para que el Señor nos acepte
como ofrenda agradable.
℣. Roguemos al Señor
℟. Te Rogamos Óyenos.
19:40
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oh Dios refugio y fortaleza
nuestra escucha las oraciones
de tu iglesia y concédenos
por tu bondad lo que te
pedimos con Fe.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
21:07
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
℟. Bendito seas por siempre, Señor.
22:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el
de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
22:16
Rvrndo.: D. José Blanco:
Presentamos Señor estas ofrendas
en tu Altar como signo de nuestro
reconocimiento concédenos
al aceptarlas con bondad
transformarlas en Sacramento
de nuestra Redención.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amén.
22:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
22:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo darte
gracias y deber nuestro
alabarte Padre Santo
Dios todopoderoso y eterno
en todos los momentos
y circunstancias de la vida
en la salud y en la enfermedad
en el sufrimiento y en el gozo
por tu siervo Jesús
nuestro Redentor porque Él
en su vida terrena pasó
haciendo el bien y curando
a los oprimidos por el mal
también hoy como buen
samaritano se acerca a todo
hombre que sufre en su cuerpo
o en su espíritu y cura sus
heridas con el aceite del
consuelo y el vino de la
esperanza por este don
de tu gracia incluso cuando
nos vemos sumergidos en la noche
del dolor vislumbramos la luz
pascual en Tu Hijo muerto
y Resucitado por eso unidos
a los Ángeles y a los Santos
cantamos a una sola voz
el Himno de Tu gloria
diciendo sin cesar:
23:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
24:10
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y
en la Sangre de Jesucristo,
nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándo gracias,
te bendijo, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
25:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada
la cena, tomó el caliz, y,
dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
25:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
26:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue
en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
26:39
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros
hermanos que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a ... a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu Hijo
Jesucristo, compartir la
vida eterna y cantar tus alabanzas.
27:42
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
27:57
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y ahora todos juntos como hermanos y como miembros de esa gran familia de los hijos de Dios. Damos gracias al Padre con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
28:36
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo..
La Asamblea:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
29:01
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste
a tus apóstoles: "La paz os
dejo, mi paz os doy"; no tengas
en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
29:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Démonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
29:38
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
30:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la
Sangre de Cristo me guarde
para la Vida Eterna.
℟. Amen.
30:42
MÚSICA de la BASÍLICA:
ANTES DE SER LLEVADO A LA MUERTE
Autor: T. Vaquero
Antes de ser llevado a la muerte,
viendo Jesús su hora llegar,
manifestó su amor a los hombres,
como no hiciera nadie jamás.
Toma en sus manos pan y les dice:
"Esto es mi cuerpo, todos comed".
Y levantó la copa de vino:
"Ésta es mi sangre que os doy a beber".
Cuerpo bendito, que se reparte,
por mil caminos, hecho manjar.
Buscas a todos para sanarlos,
Tú le devuelves al hombre la paz.
"El que se precie de ser mi amigo,
siga mi ejemplo, viva mi amor,
salga al encuentro de mis hermanos,
dando la vida lo mismo que yo".
Cuerpo de Cristo, cuerpo entregado,
muerto en la cruz por nuestra maldad,
grano de trigo resucitado,
germen de vida de la humanidad.
34:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos
Alimentados por estos dones
de nuestra redención
te suplicamos Señor que con este
auxilio de salvación eterna
crezca continuamente
la fe verdadera.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
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