martes, 26 de febrero de 2019

26.02.2019 - Santa Misa en 13tv - P. José Blanco






Palabra de Vida 26/02/19:
«El que acoge a un niño, me acoge a mí»
Por P. Jesús Higueras




Camino Católico

Publicado el 26 feb. 2019 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 26 de febrero de 2019, martes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Marcos 9, 30-37:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.

Les decía:

«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.

Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó:

«¿De qué discutíais por el camino?».

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.

Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:09
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «El que acoge a un niño, en mi nombre, ese, me acoge a Mí». Es precioso contemplar en el Evangelio la relación que tenía Jesucristo con los niños. De hecho hay otro pasaje en el que los discípulos viendo que el maestro estaba muy ocupado y que se le acercaban unos niños. «Deja al maestro que ...» y Jesús se enfadó. Y decía: «dejar que los niños se acerquen a mí». De los que son como ellos es el reino de los cielos. Y dice que los bendecía, les imponían las manos.

00:32
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Claro un niño es lo más bonito, un niño según el Plan de Dios es la encarnación del amor de un hombre y de una mujer. Un niño es un libro en blanco en que hay que escribir todo. Y por eso no hay pecado mayor, no hay pecado más grande que hacer daño a un niño. De hecho el Señor dice; «ay de aquel que escandalice uno de estos pequeños más le valdría que le ataron una piedra de molino y lo arrojaran en el mar». Como diciendo lo peor que puede hacer un ser humano es destruir a un niño. Por eso cuando vemos con pena estos pecados tan terribles no que hay en nuestra sociedad del abusos de los menores. Del daño que se hace a los niños pequeños, claro es que es una cosa para un alma sensible absolutamente insoportable.

01:10
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Es una monstruosidad el destruir por dentro a un ser humano que es todo ilusión, que es todo inocencia, que es todo limpieza. En el cielo decía algún teólogo todos seremos niños. Por tanto atacar a un niño es atacar a Cristo, destruir a un niño es destruir a Cristo. Como el pecado más grande, interrumpir la vida un niño incluso en el vientre de su madre y es una tragedia y es un drama al que nunca nos podemos acostumbrar. Es un niño, es un ser humano, que está ya viviendo y que tiene que salir adelante. Por eso tenemos que preguntarnos nosotros también hasta qué punto pues en nuestro ser Cristianos, no, aprendemos de los niños.

01:47
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Los niños confían, los niños saben dejarse amar, son esponjas que absorben amor. Y que sin hacer nada, sin hablar, sin tener méritos, sin tener cualidades, provocan el amor más grande en las personas. Pues efectivamente que son normales, que tienen un corazón medio limpio, donde hay un niño hay luz, donde hay un niño hay alegría, donde hay un niño hay ternura, hay protección. O sea, que todos estamos llamados a ser niños, sólo el que se hace como un niño, solo el que el que funciona con la confianza de un niño, con la luz de un niño, con el cariño de un niño. Solo ese es capaz de acoger el Reino de los Cielos.

02:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Por tanto este Evangelio nos podría ayudar, de algún modo.., primero como es mi relación con los niños. En el sentido de como les trato, les quiero, les atiendo, les escucho. Sabiendo que son lo más importante. Y segundo ¿soy capaz de hacerme niño?, ¿soy capaz de recuperar un corazón de niño y acoger a Dios y a los demás como se acoge un niño? Entonces estaremos siendo verdaderos Discípulos de Cristo.


Santa Misa de hoy martes, 26 de febrero de 2019, 7ª semana de Tiempo Ordinario




Camino Católico

Publicado el 26 de febrero de 2019 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa de hoy martes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.


Inicio de la Santa Misa y Dedicación


00:22
Rvrndo.: Don José Blanco:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión del
Espíritu Santo estén
con todos vosotros.

℟.  Y con tu espíritu.

00:39
Rvrndo.: D. José Blanco:

Hermanos buenos días, sed bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la 7ª Semana del Tiempo Ordinario. Como acabamos de oír en el «Canto de Entrada: Cantemos la alegría de estar en la Presencia del Señor». Cantemos la alegría aunque sea con esta voz que tengo yo hoy de constipado. Pero bueno estamos aquí para Celebrar precisamente esa alegría de sabernos queridos por el Señor. Un saludo como siempre, pues muy cercano y cordial a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración.

01:25
Rvrndo.: D. José Blanco:

Y ahora reconociendonos pecadores, comenzamos estos Sagrados Misterios pidiendo perdón al Señor por nuestros pecados.

01:52
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Tú que has sido enviado
para sanar a los contritos
de corazón.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Tú que has venido
a llamar a los pecadores.

℟.  Cristo, Ten Piedad
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Tú que estás sentado
a la derecha del Padre
para interceder por nosotros.

℟.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:14
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna.

℟.  Amen.

02:22
Rvrndo.: D. José Blanco:

Oremos.
Concédenos Dios todopoderoso
que meditando siempre
las realidades espirituales

cumplamos de Palabra
y de Obra lo que a ti
te complace

Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina
Contigo en la Unidad

del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos
de los Siglos

℟.  Amen.

03:01
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del libro del Eclesiástico 2, 1-13 1ª lectura: Prepárate para las pruebas.

03:04
Lectora de la Primera Lectura: - Hijo, si te acercas a servir al Señor, permanece firme en la justicia y en el temor y prepárate para la prueba.

Endereza tu corazón, mantente firme y no te angusties en tiempo de adversidad.

Pégate a él y no te separes para que al final seas enaltecido.

Todo lo que te sobrevenga, acéptalo y sé paciente en la adversidad y en la humillación.

Porque en el fuego se prueba el oro, y los que agradan a Dios en el horno de la humillación. Confía en Dios y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él.

Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia y no os desviéis, no sea que caigáis.

Los que teméis al Señor, confiad en él, y no sé retrasará vuestra recompensa.

Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia.

Los que teméis al Señor, amadlo, y vuestros corazones, se llenarán de luz. Fijaos en las generaciones antiguas y ved:

¿Quien confió en el Señor y quedó defraudado?, o ¿quién perseveró en su temor y fue abandonado?, o ¿quién lo invocó y fue desatendido?

Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia, y protege a aquellos que lo buscan sinceramente.


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

04:38
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40 Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.

04:38
Lectora de los Salmos:

℣.  Encomienda tu camino al Señor,
y él actuará.

℟.  Encomienda tu camino al Señor,
y él actuará.

℣.  Confía en el Señor y haz el bien,
habitarás tu tierra y reposarás
en ella en fidelidad, sea el Señor
tu delicia, y él te dará
lo que pide tu corazón.  ℟.

℣.  El Señor vela por los días
de los buenos, y su herencia
durará siempre; no se agostarán
en tiempo de sequía, en tiempo
de hambre se saciarán.  ℟.

℣.  Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.

Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados
se extinguirá.  ℟.

℣.  El Señor es quien salva
a los justos, él es su alcázar
en el peligro; el Señor
los protege y los libra,

los libra de los malvados
y los salva porque
se acogen a él.  ℟.

05:52
Rvrndo.: D. José Blanco:


Aleluya Cf. Jn 14, 23 Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Dios me libre de gloriarme
si no es en la Cruz del Señor,
por la cual el mundo está
crucificado para mí,
y yo para el mundo.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:33
Rvrndo.: D. José Blanco:


  Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37 Evangelio: El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos.

06:33
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros

℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de Nuestro Señor Jesús según San Marcos

℟.  Gloria a ti, Señor.

06:41
Rvrndo.: D. José Blanco:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.

Les decía:

«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.

Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?».

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

08:00
Rvrndo.: Don José Blanco:

Sentaos un momento, estamos leyendo estos días, desde ayer el Libro del Eclesiástico. Como sabéis es del Antiguo Testamento y ya en aquellos tiempos, había Judíos que habían abandonado la tierra de Palestina y habían ido a la Diáspora. Es decir, a la zona más de influencia Griega, influencia Helenística. Y algunos de ellos, pues se habían acomodado, vivían bien y por tanto se habían ido como olvidando de Dios. Por eso el Fragmento, el Párrafo que hemos leído hoy del Libro del Eclesiástico, es como una Llamada a esas personas que se están olvidando de Dios que están dando la espalda a Dios.

09:06
Rvrndo.: Don José Blanco:

Y les invita a permanecer firmes en la justicia y en el temor de Dios. Les hace ver que efectivamente todos pasamos en algunos momentos de nuestra vida por pruebas. Pero tenemos que intentar superar la prueba. Todo lo que te sobrevenga dice el autor acéptalo y se paciente en la adversidad y en la humillación. Es decir, mantengámonos firmes no demos la espalda a Dios y aunque tengamos en la vida adversidades, mantengamos unos firmes en la Fe. Este es un defecto que quizá, en la actualidad, estamos transmitiendo a nuestras generaciones futuras.

10:06
Rvrndo.: Don José Blanco:

Estamos educando a nuestros hijos, en darles todo lo que nos pidan, en que no se sacrifiquen por nada. En que.. pues eso, todo lo que les place al momento se les da. Y cuando vengan las adversidades, los momentos difíciles, porque van a venir. Como nos vienen a todos en la vida, no van a tener las suficientes defensas para hacer frente a la adversidad. Y ya digo que la adversidad va a llegar, porque la vida es así. Entonces tenemos que educar a nuestros hijos, también en el sacrificio, en el esfuerzo y también para poder hacer frente a los momentos duros y difíciles que sin duda van a llegar.

11:01
Rvrndo.: Don José Blanco:

Y eso es lo que viene a decir el Autor del Libro del Eclesiástico, dice: «porque en el fuego se prueba el oro y los que agradan a Dios en el horno de la humillación. Confía en Él, en Dios y Él te ayudará». Y luego por cuatro veces nos dice: «los que teméis al Señor actúad de esta manera. Los que teméis al Señor a guardad su misericordia y no os desvieis. Los que teméis al Señor confíad en Él y no se retrasará vuestra recompensa. Los que teméis al Señor», dice por tercera vez «esperad bienes, gozo eterno y misericordia».

11:52
Rvrndo.: Don José Blanco:

Y finalmente: «Los que teméis al Señor Amadlo y vuestros corazones se llenarán de Luz». Qué palabras tan hermosas, nos dirige el Autor del Libro del Eclesiástico: «Amad y nuestros corazones se llenarán de Luz». Y luego sin citar a nadie en concreto, de las generaciones anteriores, sí que nos dice: «fijaos en las Generaciones Antiguas, ¿quien confió en el Señor y quedó defraudado?, ¿quien perseveró en su temor y fue abandonado?, ¿quien lo invocó y fue desatendido?».

12:44
Rvrndo.: Don José Blanco:

Hace alusión a nuestros antecesores, es decir, mirad como nunca el Señor defraudó. Como nunca el Señor abandonó a sus seguidores. Y todo eso ¿por qué? porque todos, aquellos, nosotros y los que vengan detrás de nosotros, serán pecadores. Tendrán sus limitaciones y todo eso porque el Señor no nos abandona, así termina el párrafo de hoy. «Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia y protege a aquellos que lo buscan sinceramente».

13:31
Rvrndo.: Don José Blanco:

Qué invitación tan hermosa, a que nosotros también ahora siglos después de haber escrito estas Palabras, la invitación sigue siendo la misma. «El Señor es compasivo y misericordioso, el Señor es clemente, el Señor protege a aquellos que lo buscan con sincero corazón». Y ¿qué nos encontramos en el Evangelio?, si nos hablaba el Libro del Eclesiástico de que vendrán pruebas y adversidades. La gran prueba que le va a venir a Jesús es precisamente morir en la Cruz. Y esa gran prueba la va a realizar Obedeciendo al Padre por nosotros.

14:23
Rvrndo.: Don José Blanco:

Y así se lo anuncia a sus Discípulos, pero los Discípulos están en otras cosas. No se enteran, porque les hace este anuncio: «el Hijo del Hombre va a ser entregado, morirá, a los tres días, resucitará». Pero no entendían lo que decía. Y ¿de qué iban hablando los discípulos? y no atendían a lo que Cristo les decía. Como Jesús había mostrado su intención de formar una Comunidad. Ellos iban pensando y ¿quién va a ser el más importante en esa comunidad? Ellos siguen actuando, viviendo y comportándose, con criterios puramente humanos.

15:23
Rvrndo.: Don José Blanco:

Yo quiero ser el más importante, cuando Jesús funde la Comunidad. Y entonces Jesús los reúne a todos, con cariño, comprendiendo pues eso lo que somos los humanos. Pero les da un criterio que en aquel entonces y hoy día, aunque hoy día lo repitamos muchas veces. Un criterio revolucionario: «el que quiera ser más importante, que sea el servidor de todos». Eso era incomprensible en aquellos tiempos, nosotros como lo hemos oído muchas veces, pues parece que no tiene más importancia. Pero en nuestra vida concreta también es incomprensible, porque todos aspiramos a tener lugares de privilegio.

16:15
Rvrndo.: Don José Blanco:

Somos humanos, pero el criterio que nos da Jesús sigue siendo antes y ahora revolucionario. «el que quiera ser más importante, que sea vuestro servidor». Y nos pone como ejemplo a un niño, todos sabemos que un niño necesita de todo, es digamos el indigente por naturaleza. Necesita que le visitamos, necesita que le eduquemos, necesita que le alimentemos. Un niño nos necesita para todo. Y entonces Él nos dice eso: «el que coge a un niño en mi nombre, me acoge a mí. Y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al Padre que me ha enviado».

17:10
Rvrndo.: Don José Blanco:

Nos está descubriendo, nos está desvelando, el Gran Misterio de Dios. Dios Ama tanto a la humanidad, que me manda a mi, Jesús, me manda mi, Mesías para que os lo explique. Vosotros no lo entendéis, pero esto es, así es, como actúa y como obra el Padre. Sirviéndose y poniéndose al servicio de los demás. Pues que esta palabra, que ya os digo sigue siendo hoy revolucionaria: «lo de servir a los demás» que sea el criterio que de verdad, se imponga en nuestras vidas. Que el Señor nos ayude a vivir entregándonos y sirviendo a los demás como hermanos nuestros que son y como Jesús nos enseñó. Vamos a pedírselo así al Señor.

18:27
Rvrndo.: Don José Blanco:

℣.  Hermanos cada día de nuestra vida
es una Gracia del Señor
ocasión que se nos ofrece
para hacer el bien

y construir el Reino de Dios
invoquemos al Padre del Cielo
para que nos conceda caminar
siempre según su voluntad.


PETICIONES

18:51
Peticiones de los Fieles:

℣.  Por la Santa Iglesia
para que conducida
por el Espíritu del Señor

sepa reconocer en la vida
de cada día los signos
que revelan
la presencia de Dios.

℣.  Oremos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por nuestros Pastores
para que mediante el Ministerio
y la santidad personal
sean educadores
y padres en la Fe.

℣.  Oremos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los hombres que trabajan
para que el esfuerzo cotidiano
necesario para el sustento

de la familia contribuya
a hacer más justas y cordiales
las relaciones en la sociedad.

℣.  Oremos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Para que el Espíritu del Señor
conceda salud a los enfermos
consuelo a los tristes
esperanza y paz a todo el mundo.

℣.  Oremos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por todos nosotros nacidos
en el Bautismo para que el Señor
nos preserve del pecado

y nos haga crecer
en la experiencia viva
de su Espíritu.

℣.  Oremos al Señor.
℟.  Te Rogamos Oyenos.

20:01
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Asiste Oh Padre a tus hijos
en el camino de cada día
y ayudarles a vivir con gozo

los acontecimientos
de la vida cotidiana
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

21:13
Rvrndo.: D. José Blanco:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

21:58
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

22:14
Rvrndo.: D. José Blanco:

Al Celebrar Tus Misterios
con la debida reverencia
te rogamos Señor
que los dones ofrecidos

en reconocimiento de Tu gloria
nos aprovechen para la salvación
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

22:29
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

22:41
Rvrndo.: D. José Blanco:

En en verdad es justo de darte gracias
y deber nuestro alabarte
Padre Santo Dios Todopoderoso
y eterno en todos los momentos

y circunstancias de la vida
en la salud y en la enfermedad
en el sufrimiento y en el gozo
por tu siervo Jesús

nuestro redentor porque Él
en su vida terrena pasó haciendo
el bien y curando a los oprimidos
por el mal también hoy

como buen samaritano se acerca
a todo hombre que sufre
en su cuerpo o en su espíritu
y cura sus heridas con el aceite

del consuelo y el vino de la esperanza
por este don de tu gracia
incluso cuando nos vemos sumergidos
en la noche del dolor vislumbramos

la Luz Pascual en Tu Hijo Muerto
y resucitado por eso unidos
a los Ángeles y a los Santos
cantamos a una voz

el himno de tu gloria:

23:45
Rvrndo.: D. José Blanco:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

24:01
Rvrndo.: D. José Blanco:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y en la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,

tomó pan; dando gracias, te bendijo
lo partió y lo dio
a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

25:11
Rvrndo.: D. José Blanco:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

26:01
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

26:09
Rvrndo.: D. José Blanco:

Así, pues, Padre, al Celebrar
ahora el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo te
ofrecemos el pan de vida y el

cáliz de salvación, y te damos
gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia,
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

26:38
Concelebrante:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos,

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia a nuestros
hermana ... a ella y a cuantos
murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar

la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
y Madre nuestra, su esposo San José

los Apostoles, y cuantos
vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,

merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna y cantar
tus alabanzas.

27:40
Rvrndo.: D. José Blanco:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

27:54
Rvrndo.: D. José Blanco: - Y ahora todos juntos como hermanos nos dirigimos al Padre con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

28:30
Rvrndo.: D. José Blanco:

Líbranos Señor, de todos los males,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

28:58
Rvrndo.: D. José Blanco:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:17
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

29:38
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

30:06
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta Cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

33:03
Rvrndo.: D. José Blanco:

℣.  Oremos.
Concédenos Dios todopoderoso
alcanzar el fruto de la salvación

cuyo anticipo hemos recibido
por estos Sacramentos
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  La Bendición de Dios Todopoderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor.

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