martes, 9 de enero de 2018

09.01.2018 - Santa Misa en 13tv






Palabra de Vida 9/1/18:
«Les enseñaba con autoridad»
Por P. Jesús Higueras




Camino Católico

Publicado el 9 ene. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 9 de enero de 2018, lunes de la 1ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 7, 1-10:

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:

« ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».

Jesús lo increpó:

«Cállate y sal de él».

El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:

«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».

Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.


Santa Misa del martes de la 1ª semana de Tiempo Ordinario, 9 de enero de 2018




Camino Católico

Publicado el 9 ene. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 1ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Inicio de la Santa Misa y Dedicación


00:58
Rvrndo.: Basilica de la Concepción de Madrid:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amen.

01:02
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

01:14
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Hermanos buenos días, sed bienvenido a la Celebración de la Eucaristía, en este martes del Tiempo Ordinario. Una vez terminada las Fiestas Navideñas volvemos a lo que llamamos el Tiempo Ordinario. Y hoy vamos a hacer memoria de un Santo Español San Eulogio de Córdoba. Vivió en el siglo IX y que se caracterizó sobre todo por medio de la invasión musulmana, por la defensa de la Fe Cristiana. Y de los Cristianos en particular.

01:51
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Fue Obispo y Mártir, fue condenado precisamente por defender a los Cristianos, fue condenado y decapitado. Pues vamos a hacer hoy memoria de él. Un saludo como siempre muy cordial y cercano a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística. Y ahora al comenzar estos Sagrados Misterios en un momento de silencio pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.

02:38
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Tú que no has venido
a condenar sino a perdonar
℟.  Señor, Ten Piedad

℣.  Tú que has dicho que hay gran
fiesta en el cielo
por un pecador
que se arrepiente
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Tú que perdonas
mucho a quien mucho ama
℟.  Señor, Ten Piedad

03:00
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.

03:04
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
Señor mío y Dios nuestro
tu que en la difícil situación
de la iglesia mozárabe
suscitaste en San Eulogio
espíritu heroico para la confesión
intrépida de la fe
concédenos superar con gozo
y energía fortalecidos
por ese mismo espíritu
todas nuestras situaciones adversas
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos

℟.  Amen.

04:00
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del primer libro de Samuel 1, 9-20 1ª lectura: El Señor se acordó de Ana, y dio a luz a Samuel

04:05
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, se levantó Ana, después de comer y beber en Siló. El sacerdote Elí estaba sentado en el sitial junto a una de las jambas del templo del Señor. Ella se puso a implorar al Señor con el ánimo amargado, y lloró copiosamente. E hizo este voto:

-«Señor del universo, si miras la aflicción de tu sierva y te acuerdas de mi y no olvidas a tu sierva, y concedes a tu sierva un retoño varón, lo ofreceré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza».

Mientras insistía implorando ante el Señor, Elí observaba su boca. Ana hablaba para sí en su corazón; solo sus labios se movían, más su voz no se oía. Elí la creyó borracha.


05:01
Lectora de la Primera Lectura: - Entonces le dijo:

-«¿Hasta cuándo vas a seguir borracha? Echa el vino, que llevas dentro» Pero Ana tomó la palabra y respondió:

-«No, mi Señor, yo soy una mujer de espíritu tenaz. No he bebido vino ni licor, solo desahogaba mi alma ante el Señor. No trates a tu sierva como a una perdida, pues he hablado así por mi gran congoja y aflicción.» Elí le dijo:

-«Vete en paz y que el Dios de Israel te conceda el favor que le has pedido.» Ella respondió:

-«Que tu sierva encuentre gracia a tus ojos.»


05:38
Lectora de la Primera Lectura: - Luego, la mujer emprendió su camino, comió y su semblante no fue ya el mismo. Se levantaron de madrugada y se postraron ante el Señor. Después se volvieron y llegaron a su casa de Ramá.

Elcaná se unió a Ana, su mujer, y el Señor se acordó de ella.

Al cabo de los días Ana concibió y dio a luz un hijo al que puso por nombre Samuel, diciendo:

-«Se lo pedí a Señor.».


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

06:10
Lectora de los Salmos:


Salmo: IS 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd Mi corazón se regocija en el Señor, mi salvador.

06:17
Lectora de la Primera Lectura:

℣.  Mi corazón se regocija
en el Señor, mi salvador.

℟.  Mi corazón se regocija
en el Señor, mi salvador.

℣.  Mi corazón se regocija
en el Señor, mi poder
se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.  ℟.

℣.  Se rompen los arcos
de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril
da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos
queda baldía.  ℟.

℣.  El Señor da la muerte
y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.  ℟.

℣.  El levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente
entre príncipes
y que herede un trono de gloria.  ℟.


07:30
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


Aleluya Cf. 1 Tes 2, 13 Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Acoged la palabra de Dios,
no como palabra humana,
sino, cual es en verdad,
como Palabra de Dios.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

08:13
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


  Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 21-28 Evangelio: Les enseñaba con autoridad

08:15
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos
℟.  Gloria a ti, Señor

08:24
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:

« ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres:

el Santo de Dios». Jesús lo increpó:

«Cállate y sal de él».

El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:

«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.


℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA

09:48
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Sentaos un momento, un momento una vez más, nos encontramos en la Lectura a una mujer estéril, que no puede tener hijos. Y que sufre y desconsoladamente como nos dice la Lectura de hoy. Desconsoladamente pide al Señor tener un hijo varón, se repite esta historia como lo hemos comentado ya más de una vez. Se repite en el Antiguo Testamento con frecuencia, lo vemos en Sara, la mujer de Abraham. Lo vemos en Raquel, lo vemos en la madre de Sansón. Hace pocas semanas leíamos el Nacimiento de Sansón también, como Obra de Dios.

10:39
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Del Espíritu de Dios, en una mujer estéril, hoy encontramos a Ana madre de Samuel. O incluso ya llegando el Nuevo Testamento, lo vamos a encontrar en Isabel la prima de la Virgen María. Es decir, se repite la historia, los Grandes Personajes del Antiguo Testamento. No todos, pero sí casi todos, vienen de una mujer estéril, el de la Obra que Dios ha hecho en esas mujeres. Y todo eso, porque el hombre cuando se reconoce impotente, cuando se reconoce que no es nada, y entonces se pone en brazos de Dios. Es cuando se produce la Obra Maravillosa, cuando se produce el milagro.

11:30
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y esta mujer que es lo que hace, ponerse en manos de Dios, es el Poder de la Oración. Ella se pone en manos de Dios, con una Oración, que como vemos aquí «Señor del universo, si miras la aflicción de tu sierva». Ahí vemos el desconsuelo, la aflicción de la mujer, que como hemos dicho ya muchas veces en el pueblo de Israel. El no tener hijos era como un castigo, como una desgracia, si concedes a tu sierva un retoño que sea varón lo ofreceré al Señor. Por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza.

12:14
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - El dejarse el pelo, sin cortárselo con la navaja es la lo que llevaban los «nazires o nazarenos». Bueno, pues signo de la Consagración a Dios, pues la mujer, la madre de Samuel promete esto al Señor. Y es curioso porque ayer precisamente que empezábamos la Lectura del Primer Libro de Samuel. Ayer veíamos al marido de Ana que terminaba precisamente la lectura con un cariño y con la ternura hacia su mujer extraordinarias.

12:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Ana decía Elcaná su marido, ayer ¿Ana por qué lloras?, ¿porqué no comes?, ¿porqué está penado tu corazón?. ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos? Es decir, es el hombre que está manifestando y expresando su cariño, su ternura, su amor a su mujer. Pero ella, lo que quiere es un hijo varón, un hijo varón, que pueda consagrar al Señor, pero al mismo tiempo que pueda ser digamos transmisor de la Palabra de Dios al pueblo de Israel y este va a ser Samuel.

13:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Samuel, que va a ser uno de los Grandes Profetas, pero como os decía antes todo esto se produce, es Obra del Poder de la Oración. Una Oración que quizá nosotros estamos abandonando, la estamos perdiendo, hacemos la Oración Comunitaria, Rezamos en común en las Celebraciones qué duda cabe y eso está muy bien. Pero la Oración Personal, también es necesaria el dirigirnos a Dios, él dirigirnos a nuestro Señor Jesucristo.

14:11
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Pues eso, contándole un poco, lo que son pues eso, nuestras alegrías y nuestras penas. Contándole un poco nuestras ansias, nuestros deseos o cómo esta mujer, que está verdaderamente deshecha. Es una aflicción tremenda la que tiene y sin embargo viene ante Dios simplemente para desahogarse. Bueno pues también nosotros, tenemos que tratar en nuestra Oración al Señor, pues eso, como un hermano más y al que acudimos pues eso, también para desahogarnos.

14:53
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Porque también tenemos nosotros, nuestras aficiones, nuestros deseos, nuestras adversidades a veces. Bueno pues, en la Oración es simplemente contar al Señor, lo que nos ocurre, lo que pensamos, nuestras ansias, en algunos momentos es decir, sencillamente desahogarnos con Él. En la Oración como algo importante en la vida de un creciente. Y en el Evangelio nos encontramos con un Jesús que empieza ya la Vida Pública. Y que como buen Creyente, pues al llegar el sábado, se acerca a la Sinagoga.

15:44
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Lo curioso es, que la gente digamos desde el primer momento, capta, que en Jesús hay algo distinto. Que en Jesús hay algo importante, Él se pone a enseñar, cómo enseñaba los Escribas. Pero tiene hay un punto, un punto original, la misma gente se da cuenta. Claro los Escribas, cuando enseñaban, interpretaban digamos a los Profetas. A todo lo que era la vida de la ley de Moisés del Antiguo Testamento. Interpretaban a los Profetas, pero es que Jesús no interpreta a los Profetas.

16:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Jesús es Él, el Profeta que está ahí en medio, en medio de la Sinagoga, en medio de sus hermanos Creyentes. Y entonces enseña de forma distinta y cuando con esa autoridad, echa ese espíritu inmundo, increpándolo como dice San Marcos. Y diciendo «calleté y sal de él», con esa autoridad, la gente, es curioso que hace alusión, a las dos cosas. A la Enseñanza y al Poder que tiene para expulsar Espíritus. Porque todos se preguntaron estupefactos: «¿que es esto?». Lo lógico si han visto salir un espíritu inmundo, sería aludir precisamente a eso, que es lo más llamativo.

17:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Pero no, ellos dicen las dos cosas, una Enseñanza Nueva expuesta con Autoridad y a continuación dicen: «incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Es decir se dan cuenta de las dos cosas, de que Enseña con Autoridad y de una forma distinta. Y al mismo tiempo, que tiene ese poder para expulsar a los espíritus inmundos, y es que allí en medio de la Sinagogas está Jesús. Que va a ser el Mesías, que va a ser el que nos va a enseñar, el Reino de Dios.

18:16
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Que va a ser el que nos va a dar esa palabra de ánimo, de esperanza, de alegría. El que nos viene a decir, que Dios es nuestro Padre. Y que todos somos hermanos, todo eso, en la vida pública. Nos lo va a ir enseñando Jesús, y eso es lo que debieron ver los judíos, que estaban dentro de la Sinagoga, este, esta forma de enseñar es distinta. Efectivamente, nosotros vemos que ese Jesús que empieza a enseñando en la Sinagoga, es tan distinto que nos va a traer el Reino de Dios.

19:02
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Que nos va a acercar al Padre, que nos va a traer la salvación. Que nos va a reconciliar definitivamente con Dios. A ese Jesús nosotros les seguimos, en ese Jesús nosotros creemos, a ese Jesús nosotros Alabamos y Oramos. Cómo veíamos en la Primera Lectura, pues que la Oración, que la Alabanza, el modelo del propio Jesús nos sirva en nuestras vidas. Para vivir la Fe, defenderla como lo hizo San Eulogio de Córdoba al que hoy hemos hecho mención en la Celebración.

19:46
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Un santo, que supo en medio de la adversidad supo defender, no sólo la Fe en abstracto, sino a los Cristianos en concreto, a los Cristianos de su tierra. Hicimos o hablamos a veces de las Persecuciones del Imperio Romano, o hablamos de las Persecuciones actuales, como vemos en la Historia del Cristianismo, ha habido persecuciones. También San Eulogio fue víctima de esas Persecuciones, eran otros tiempos, era la época de la Invasión Musulmana.

20:26
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Pero también hoy, se persigue a los Cristianos en muchos lugares, para que veamos que también el camino del Cristiano. Es un camino que tiene que ir superando las adversidades y que es un camino pues con frecuencia de Persecución y de Martirio. Pues vamos a pedirle al Señor que por intercesión de San Eulogio nosotros seamos capaces también de superar cualquier adversidad, que nos encontremos en nuestra vida de Fe, vamos a pedirselo así al Señor.

21:09
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Recordando y celebrando amados hermanos, la memoria de San Eulogio que con la sangre selló su Fe en Cristo. Imploremos humildemente al Padre que con su gracia le hizo fuerte en el combate.

℣.  Por los Pastores
y Fieles de la Iglesia
para que con sus vidas
sean testimonio de Fe
y estén dispuestos
a confesar a Cristo con su sangre.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los perseguidores
de la Iglesia para que la sangre
de los Mártires les sostengan
la conversión y puedan unirse
a ellos en el reino eterno.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los sometidos a prueba
y los perseguidos
para que la fuerza del Señor
que hizo triunfar la habilidad
de los Mártires les de también
a ellos valor en su tripulación.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por los enfermos
y sus familiares y cuidadores
para que el Señor
les colme de paz y bendiciones.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por cuanto estamos aquí
reunidos para que lavados
en la sangre del cordero
seamos contados entre los elegidos
y con los Mártires participemos
del reino eterno.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.


22:31
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Escucha Dios de bondad
nuestras súplicas
y por la intercesión de tu Mártir
San Eulogio concédenos con bondad
cuánto te hemos pedido
por Jesucristo Nuestro Señor

℟.  Amen.

22:43
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

24:14
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

24:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santifica con la eficacia
de tu bendición Señor
estos dones que por tu gracia
han de encender en nosotros
aquel fuego de tu amor
que dio fuerza a san Eulogio
para vencer todos
los tormentos corporales
por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

24:54
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

25:03
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
porque la sangre
del glorioso Mártir San Eulogio
derramada como la de Cristo
para confesar tu nombre
manifiesta las maravillas de tu poder
pues en su Martirio Señor
ha sacado fuerzas de lo débil
haciendo de la fragilidad
tu propio testimonio
por Cristo Señor Nuestro
por eso con las virtudes del cielo
te aclamamos continuamente
en la tierra alabando tu gloria
sin cesar:

25:48
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

26:04
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

27:02
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

27:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

27:59
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.

28:29
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia
a nuestros hermano .. a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, San Eulogio

y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

29:34
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y ahora todos juntos como hermanos y como miembros de la Gran Familia de los Hijos de Dios. Con gozo y con la alegría nos dirigimos a Él con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO


Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

30:32
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

30:56
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

31:15
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

31:34
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

32:03
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

32:20
MÚSICA de la BASÍLICA:

℣.  Mi Alma está Sedienta de Ti,
Señor Dios Mío.

℟.  Mi Alma está Sedienta de Ti,
Señor Dios Mío.

Las aves encontraron un refugio
su nido construyó la golondrina
quien pudiera Señor junto a tus atrios
tener una morada de por vida.  ℟.

Dichosos los que habitan en tu casa
y pueden alabarte noche y día
tan sólo una jornada en tus umbrales
vale más mil años de esta vida.  ℟.

Tú eres el sol que me ilumina
y el escudo que siempre me protege.
No permitas Señor que yo te deje
y evita con tu mano mi caída.  ℟.

36:33
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
reanimados por estos sacramentos
te rogamos Señor e imitando
la constancia de tu mártir
san Eulogio merezcamos recibir
de tus manos el premio prometido
a la paciencia
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor.


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