domingo, 14 de diciembre de 2025

14.12.2025 - Santa Misa desde la Basílica del Vaticano, del Jubileo del mundo Penitenciario, presidida por el Papa León XIV






14.12.2025 - Santa Misa desde la Basílica del Vaticano, del Jubileo del mundo Penitenciario, presidida por el Papa León XIV




14 de diciembre de 2025. - Hoy 14 de diciembre, en la Solemnidad del III domingo de Adviento, conocido como el domingo de la alegría, desde la Basílica de San Pedro en Roma, Santa Misa presidida por el Papa León XIV con motivo del Jubileo del mundo penitenciario.


Familia, llamada a la santidad 18/12/25
Radio María
Mª Carmen Brasa y Adolfo Sequeiros
Familia, Semilla de Santidad.
Juana Gracia, Julio Huelamo y Pablo Sequeiros
Infancia de San Juan de la Cruz


20:05
Y lo hacemos hoy con un ejemplo bien admirado por todos. El de quien ha sido reconocido como uno de los principales maestros de espiritualidad cristiana y el más importante poeta místico. Nos referimos, claro es, al gran santo abulense Juan de la Cruz. Que como es bien conocido, vino al mundo en Fontiveros, un pueblecito de Ávila, en 1542.

Quizás sea menos conocida la hermosa historia de amor que vivieron sus padres, comencemos.

20:47
Su padre, Gonzalo, natural de Yepes, una villa cercana a Toledo, era al parecer hijo de nobles y contaba con algunos familiares acaudalados que se dedicaban al comercio de la seda y a los que Gonzalo llevaba la administración. Precisamente por eso, viajaba con frecuencia a la feria de Medina del Campo, en Valladolid. En uno de estos viajes, Gonzalo pasó por Fontiveros, donde residía una viuda, también dedicada al mercado de la seda. Allí vio, por primera vez, como trabajadora en el telar, a una joven huérfana y pobre, Catalina Álvarez, que destacaba por su belleza y de la que Gonzalo se enamoró enseguida. Tanto que muy pronto le propuso matrimonio. Desde ese mismo momento, todos sus parientes, sin duda, por motivos de honra tan comunes por entonces, intentaron disuadirle de emprender tampoco ventajoso matrimonio.

21:41
Y después de revelarse inútil su empeño, por la firmeza del amor de Gonzalo, lo repudiaron hasta quedar sin trabajo y sin hacienda, esto es, en la más absoluta pobreza. Poco les importó tan dura circunstancia a Gonzalo y Catalina, que se querían deveras, con un amor tan fuerte que se unieron en Santo Matrimonio en 1529. Gonzalo decidió entonces, contra lo que habían sido hasta ese momento sus costumbres y condiciones, aceptar compartir la pequeña casita de Catalina, aprender de esta el trabajo de pañero y dedicarse con toda humildad al modesto oficio de tejer. Gonzalo, se hace así pobre por amor, una pobreza que roza la miseria y que sin embargo no impide que el hogar de ambos sea reducto privilegiado de amor y concordia. De los que fueron frutos sus tres hijos, Francisco nacido en 1530, Luis que muere muy niño y el pequeño Juan que nace en 1542.

22:54
Sin embargo, esta humilde felicidad, se quiebra poco después. El padre Gonzalo, sufre una grave enfermedad que lo postra en cama, durante dos años y que acaba al fin con su vida. Lo que convierte la pobreza de la familia en miseria, tanto que Catalina viuda con los dos pequeños y siendo, Juan todavía de muy corta edad, mendiga en un largo viaje hasta Toledo, para pedir el favor de los parientes de Gonzalo, sin éxito alguno, vuelven así pero muy aumentada a su pobre vida. A cambio, la madre a falta de dar a sus hijos buena comida, les daba mucha educación cristiana, con la palabra y el ejemplo. Baste decir, que a pesar de su extrema situación, un día Catalina recogió personalmente de la puerta de una iglesia, un niño expósito, lo llevó a casa y lo crió hasta que se le murió, como si fuera un hijo.

23:55
Abundaría en ello más tarde sor María de San Francisco, destacando cómo Catalina en medio de las tribulaciones, crió a sus hijos en grandísima cristiandad y haciéndolos muy devotos de la madre de Dios. Nada extraño pues, que con los años, Catalina acabase siendo muy querida de la otra gran santa Abulense, la madre Teresa de Jesús. Comenzaba así en efecto, un largo peregrinaje por la pobreza. Primero de regreso a Fontiveros y después a Arévalo, donde el hijo mayor, poco inclinado a los trabajos del telar, se deja rastrar a una vida azarosa y poco ejemplar, que sólo los ruegos de su madre, le hicieron capaz de abandonar. Desde entonces, se ejercitó en la oración frecuente y en la ayuda a los más necesitados. No mucho más tarde casaría con una buena muchacha, con quien compartiría su vida en el hogar familiar junto a su madre, un hogar pobre pero abierto.

24:56
Se cuenta que en cierta ocasión, y a pesar de las propias estrecheces familiares, Francisco acogió a un niño de la calle al que su joven esposa cuidó como una madre. Quien de hecho repetiría luego maternidad hasta en ocho ocasiones. Se encauzaba así hacia Dios la vida de quien más tarde Juan siempre parco en la declaración de sus afectos, pero siempre pleno de amor, diría ser la persona que más quiero en el mundo. Poco se sabe de Juan en aquellos sus primeros años, salvo que ya en Medina del Campo su madre, preocupada por no poder sostener a su pequeño, tanto como por su formación, lo envió al colegio de la doctrina, donde cuando Juan contaba apenas cinco años, vivió una onda experiencia mística, que el futuro santo contaría repetidamente en su edad adulta. Al parecer, estando con otros niños, junto a un pilón, zabuyendo una caña, cayó dentro y se un dio dentro y salió y se volvió a hundir por segunda vez, y entonces vió una Señora muy hermosa, que le pedía la mano alargándole la suya y el niño Juan no se la quería dar por no ensuciarla.

26:14
Y estando en tal ocasión, llegó un labrador y con una ijada que llevaba, lo alzó y lo saco fuera, todo lo cual se achacaba a su gran devoción a nuestra Señora. Sin duda, el fervor mariano que le había sugerido su madre, no había sido en balde. El colegio de la doctrina, era una institución de ambiente hondamente religioso, donde se daba sustento y formación a los niños más pobres que, además, en compensación, colaboraban con los artesanos de la ciudad, como aprendices de innumerables oficios. Juan, sin embargo, cuyo gusto por lo espiritual se va manifestando cada vez con más intensidad, destaca casi exclusivamente en los Servicios Religiosos. Por eso, más tarde, he requerido como recadero en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción, un centro de enfermedades venéreas donde conoce el lado más oscuro de la enfermedad y la debilidad humana, también el más necesitado de amor. Al poco tiempo, comienza sus estudios para ser Sacerdote en el Colegio de la Compañía de Jesús.

27:32
Allí Juan, demuestra la agudeza de su inteligencia y su espíritu de sacrificio. Todo parecía encauzado para que adquiriera la condición de Clérico y en cierta medida para que su familia superara así por fin, sus penalidades. Juan, sin embargo, como su padre Gonzalo, volaba mucho más alto que las pequeñas seguridades. Juan, firme siempre en sus convicciones, se siente llamado a la Vida Religiosa, para la que elige la Orden del Carmen, la Orden de María, donde pide el hábito en 1563. Todo está preparado, para que pocos años más tarde, después de matricularse en Teología y celebrar en Medina su primera Misa, junto a su madre y su hermano Francisco, tenga lugar, su encuentro providencial, con Teresa de Jesús. Puede decirse que todos sus años de infancia y adolescencia, en esa atmósfera que mezcla el sufrimiento y la pobreza, con la riqueza interior, que une la afición al estudio y el ejercicio constante del amor, fue donde Juan, siempre, bajo el amparo de su madre, alcanzó la carga humana y espiritual, que le preparó para cumplir los designios del Señor.

28:52
Atmosfera labrada en la integridad personal, la humildad y el ejemplo de amor de su padre, en la fortaleza, la bondad y la fe de su madre, en la conversión de su hermano mayor y en el dolor por la temprana muerte de su hermano Luis. Atmosfera cincelada sobre todo en la historia inicial, de ese maravilloso amor de sus padres, que como dice algún biógrafo de Juan, tenía algo del cantar de los cantares, de ese hermoso cantar que andando el tiempo, se convertiría en tema poético del gran místico. Al fin lo había interiorizado ya, en el amoroso arrullo de sus padres, como lengua materna. También en el sufrimiento por cuanto su vida adulta, estará llena y preparado estaba para afrontarlos, de ingratitudes, de sin sabores y sufrimientos. Camino de la santidad, para el que había aprendido ya desde la cuna, en su infancia y adolescencia y gracias a sus primeras vivencias familiares, la confianza en Dios a pesar de las adversidades. Y los hombres creen escribir la historia, cuando es Dios quien permite todo para nuestro bien, dirá en una carta enviada a una religiosa de gran confianza. Pero también y sobre todo, en ese clima había aprendido la preminencia de la amor en toda ocasión, como es perceptible en aquellas otras palabras que se han convertido en el lema privilegiado que se asocia a su figura. Pon amor, donde no haya amor y sacarás amor.

las Palabras del Romance de San Juan de la Cruz, que al ser inverso la poesía es la flor de la literatura, digamos así, la forma más bella que tiene nuestra lengua humana de expresar las maravillas y a través de la poesía con menos palabras se dicen mucha más realidades.


El Cielo abierto 19/12/25
P. Antonio Martínez Racionero
Fragmento del Romance de San Juan de la Cruz
Radio María


21:06
Pues en este romance o parte de este romance, describe este momento de la encarnación. San Juan de la Cruz, con esa genialidad que Dios le había dado y esa disposición que él también había tenido para con Dios, y dice así en los momentos de describir la encarnación,

Ya que el tiempo era llegado
en que hacerse convenía
el rescate de la esposa
que en duro yugo servía,
debajo de aquella ley
que Moisés dado le había
el padre con amor tierno
de esta manera decía.

Se inicia ahora, un diálogo entre el Padre y el Hijo, que nos va describiendo también, ya lo había hecho previamente, pero ahora en orden, a la salvación, el diálogo de las Divinas Personas. Es bellísimo ver cómo, de alguna manera podemos entrar en lo que el Padre le diría el Hijo, en lo que el Hijo le responde al Padre, en orden ya de realizar la salvación, en orden de nacer, de venir a este mundo, y dice el Padre.

Ya ves hijo que a tu esposa
a tu imagen he hecho había,
y en lo que a ti se parece
contigo bien convenía,
pero difiere en la carne
que en tu simple ser no había.

En los amores perfectos
esta ley se requería,
que se haga semejante
el amante a quien quería,
que la mayor semejanza
más deleite contenía,

el cual sin duda en tu esposa
grandemente crecería,
si te viere semejante
en la carne que tenía,

que bellamente pone San Juan en boca del Padre la realidad de un amor pleno. Y para eso hacía falta que no solamente nos ha creado nosotros a su imagen y semejanza, sino que él se haga semejante a nosotros, haciéndose hombre. Esa ley de amor, que requería igualdad de semejanza. Y entonces el Hijo le contesta bellamente con estas palabras.

Mi voluntad es la tuya,
el Hijo le respondía,
y la gloria que yo tengo
es tu voluntad ser mía,

lo que tu alteza decía,
porque por esta manera
tu bondad más se vería,
veréase tu gran potencia,

justicia y sabiduría,
irélo a decir al mundo
y noticia de la día
de tu belleza y dulzura
y de tu soberanía.

Iré a buscar a mi esposa
y sobre mí tomaría
sus fatigas y trabajos
en que tanto padecía,
y porque ella vida tenga,
yo por ella moriría
y sacándola del lago
a ti te la volvería.

Que bellamente expresa el Hijo, el que en todo quiere hacer la voluntad del Padre, pero aquí además en Juan de la Cruz nos hace ver como la voluntad del Padre y la voluntad del Hijo, es que vivamos plenamente, que conozcamos y vivamos plenamente su misma vida trinitaria. Y entonces después de este diálogo precioso, entre el Padre y el Hijo, es cuando la trinidad obra la encarnación, entra en la humanidad, a través del seno de María y lo expresa con estas otras expresiones del romance.

Entonces llamó a un arcángel
que san Gabriel se decía
y envió la una doncella
que se llamaba María,
de cuyo consentimiento

el misterio se hacía,
en la cual la trinidad
de carne al verbo vestía
y aunque Tres hacen la obra
en el Uno se hacía

y quedó el verbo encarnado
en el vientre de María
y el que tenía solo Padre
ya también madre tenía,
aunque no como cualquiera

que de varón concebía,
que de las entrañas de ella
él su carne recibía
por lo cual Hijo de Dios
y del hombre se decía.

Expresiones bellísimas para expresar el momento en el que la trinidad entra en la humanidad, a través de la Santísima Virgen María. Y ahí que bonito cuando dice

que en María la trinidad
de carne al Verbo vestía,

expresando claramente como es la trinidad la que obra el misterio de la encarnación, es la trinidad la que a través de este misterio, que obra por designo del Padre encarnando a Hijo por la acción del Espíritu Santo, es como quiere realizar en nosotros la salvación. Por eso podemos decir que María dio la bienvenida a la trinidad en nombre de toda la humanidad. Cuando ella escucha este plan del Padre, que le pide ser madre del Hijo y que le aclara que va a ser por obra del Espíritu Santo. Ella es desde este momento y así la llamamos con frecuencia en nuestras invocaciones, hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo y esposa de Dios Espíritu Santo. Y podemos decir así también dando un paso más o intentando profundizar y adentrarnos en lo que María vivió a partir de aquel momento. Porque claro, tenemos que situarnos en la realidad de María y de la fe de María en ese momento.


Éramos tan jóvenes 20-08-2022
dirigido por el P. Nacho Figueroa
Vida y la Espiritualidad de Santa Teresa de Jesús
Por Sor Olga de la Cruz
Radio María


03:01
Dejábamos en el programa pasado, de la mano de la Carmelita Descalza, Olga de la Cruz, a Santa Teresa con ese deseo de las hermanas de dar un cambio radical a su vida y a su Monasterio, el deseo de pasar a una vida más observante del Evangelio, menos frívola, menos superficial, Escuchamos a nuestra madre.

03:34
5 años después de la Fundación de San José de Ávila, estuve en él, que a lo que ahora entiendo, me parece serán, los más descansados de mi vida, cuyo sosiego y quietud hecha arto menos muchas veces mia (alma). Así, echando la vista tras con añoranza, comienza Teresa de Jesús a escribir, el libro de las Fundaciones, donde nos va contando, las mil y una peripecias de su vida andariega, Fundando Monasterios por toda o casi toda, la Geografía Española. En su querido, pequeño y pobre convento de San José, su palomarcito, del que escribió aquello de, esta casa es un cielo, si lo puede haber en la tierra, hasta que llegan las postales, pero ahora viene la frase entera. Para quien se contenta de contentar a Dios y no hace caso de contento propio, definición esta, que se extenderá pronto a todos sus Monasterios. Pues en San José de Ávila digo, pasó 5 años de soledad, silencio, pobreza y Oración, acompañada por un grupo cada vez más nutrido, aunque siempre pequeño, porque así lo quiso la Fundadora, de mujeres, animosas, que compartían sus ideales.

05:01
A estas, amigas y hermanas, como las llamaba, la que ya era la madre Teresa de Jesús, les hablaba de muchas cosas. Para enseñarlas a ser Monjas descalzas de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, que es el nombre oficial de la orden que fundó, aunque por entonces, aún no pensaba en tal cosa. Por ejemplo, les contaba que el alma era como un huerto que había que cavar, arrancar las malas hierbas y plantar las flores. Para que Cristo, se pudiera pasear por él, no se recuerda esto al Génesis, cuando Dios paseaba con Adán por el jardín del Paraíso, a la caída de la tarde. Y claro, había que regar el huerto y el agua era la Oración y las flores, ¿que eran las flores?, pues las virtudes y con estos símbolos, iba enseñando a Orar a sus Monjas.

06:03
A ver, hay cuatro grados de Oración que son cuatro maneras de regar el huerto, decía Teresa.
  1. La primera es ir al pozo y coger cubos de agua. Esto, claro, con gran trabajo nuestro.
  2. La segunda forma es con una noria y arcaduce, que es menos trabajo y se saca más agua.
  3. La tercera es de un río o arrollo, que se riega mucho mejor y es muchísimo menos trabajo del hortelano y
  4. La cuarta es cuando llueve mucho, que lo riega el Señor sin ningún trabajo nuestro y es la mejor sin comparación.

Así que, sólo al principio es el mayor trabajo, cuando hay que ir al pozo, a sacar el agua, acostumbrarse, a estar en soledad y pensar en los pecados y también mucho cuidado en las gracias recibidas y meditar la vida de Cristo. Y después de este trabajo, muchas veces, no sacar ni una gota de agua y estar distraído y con ganas de marcharse, pues, ¿qué hacer entonces? Seguir y seguir y consolarse y alegrarse de trabajar, para tan buen Amo, como es Dios. Porque dará la paga y poco a poco, siempre con su ayuda, iremos regando el huerto, hasta que, si Dios quiere, la Oración ya será sobrenatural.

07:38
Y será Dios, quien nos hará todo el trabajo y ellas, las Carmelitas Descalzas de San José, se iban corriendo a las ermitas, deseando practicar las enseñanzas de Teresa. Imaginando, que cada una de ellas, era un hermoso jardín y las flores crecían que daba gusto y el olor se expandía, por toda Ávila, pero Teresa estaba inquieta. El Espíritu Santo había empezado a hacer de las suyas y la removía por dentro. Veía tantas virtudes en sus hermanas, eran pobres, compartían lo poco que tenían, trabajaban mucho, para ganar el sustento, oraban y llevaban una vida austera que ofrecían para ayudar a Cristo en sus trabajos como soldados espirituales, en aquellos tiempos, en que la Iglesia se había roto por la herejía protestante. No olvidaban en su Oración, a los Sacerdotes, que tenían que vivir en el mundo, pero sin ser del mundo, y esto, a veces era difícil.

08:48
Y además ser los capitanes del ejército del Señor, porque si los capitanes fallaban, que sería de los soldados, que eran todos los Cristianos. Ellas no se cansaban nunca de la soledad, ni del silencio, ni de las pocas comodidades, de aquel Monasterio tan estrecho y tan pequeño, como un portalito de Belén decía Teresa, siempre contentas, luchando por el bien de las almas y el aumento de su iglesia. Pero, un Fraile Franciscano, un tanto peculiar, Fraile Alonso de Maldonado, había ido a visitarlas recién llegado de América y les había hablado de las almas que allí se perdían, por falta de doctrina y también les había dado una visión distinta de la evangelización y del descubrimiento de América. Y a Teresa se le rompía el corazón de verse mujer y ruin y por lo tanto, imposibilitada de ayudar como quisiera en ese nuevo mundo, tan sediento de Evangelio.

09:57
Muchas veces, me parecía como quien tiene un gran tesoro guardado, y desea que todos gocen de él y le atan las manos, para distribuirlo. Y un día, llorando ante el Señor por esta causa, escuchó unas misteriosas palabras, "espera un poco, hija y verás grandes cosas" y no dudó, de que aquello, habría de ser, aunque la verdad, que no se le ocurría el modo, ni la manera. Ahora, os voy a proponer un pequeño experimento, no os preocupéis, que ya tenemos práctica. Vamos a introducirnos, en una pequeña, pero muy luminosa habitación del conventito de San José. Teresa está enseñando a sus monjas, la Oración que llama de quietud. Están todas, sentadas en el suelo, alrededor de ella. Ya sabéis, que sin cansarnos, ni tener dificultad para levantarnos, podemos nosotros también ponernos ahí. Ánimo, es muy sencillo. Se trata del Padre Nuestro.

11:01
La examinación de conciencia y santiguaros, a de ser lo primero, procurar luego hija o hijo, pues estáis sola, de tener compañía. Pues ¿qué mejor compañía que la del mismo Maestro que enseñó la Oración, que vais a rezar? Representad al mismo Señor junto con vos y mirad con que amor y humildad os está enseñando y crece, mientras pudiereis, no estéis sin tan buen amigo. No os pido ahora que penséis en Él, ni que saqueéis muchos conceptos, ni que hagáis grandes y delicadas consideraciones con vuestro entendimiento. No os pido más de que le miréis. Cierra pues los ojos, haz silencio en tu interior y deja todas las preocupaciones aun lado, luego las recoge si quieres, pero ahora déjalas y mira con los ojos del alma, a Jesús. Mira sus ojos. Qué hermosos, qué piadosos, con que amor, te está mirando, Él siempre olvida sus dolores, los dolores de la pasión, fíjate, para consolar los tuyos.

12:28
Mira sus labios, te está hablando a ti, solo a ti, escucha, escucha lo que dice, Padre, Nuestro, tu padre, y su padre, deléitate con estas palabras en tu interior. Padre, Nuestro, repítelas, despacio, dentro de ti, sin mover los labios, y deja que Jesús, que está tu lado, te vaya enseñando quién es el Padre.

13:58
Las palabras del Señor se cumplen, y de ello tuvo artos experiencia nuestra Teresa, medio año, más o menos, después de oír aquello de: "espera un poco hija y verás grandes cosas", comenzó la gran aventura Teresiana, que no cesaría hasta su muerte, o mejor dicho, que no ha cesado aun. Juan Bautista Rubeo general de la Orden del Carmen, visitó España, algo totalmente excepcional y más en aquellos tiempos de viajes dificilísimos, y no digamos, venir desde Roma. Y mira por donde pasó por Ávila, Teresa de Jesús, se llevó un gran susto, porque, y si le hacía volver a la Encarnación, y si se enfadaba, porque había fundado bajo la autoridad del Obispo de Ávila, pero a pesar de todos sus temores, le rogó que visitase San José. De cierto, que su conventito no era más que, una casa de experiencia, sin más pretensiones, como si habían hecho otras, reformas incluidas, fuera de España.

14:04
Yo le di cuenta, con toda verdad, y llaneza, él me consoló mucho y me aseguró que no me mandaría salir de allí. Alegróse de ver la manera de vivir y un retrato, aunque imperfecto, del principio de nuestra orden. Total, que le conquistó de tal manera, que le dio patentes para que fundase más Monasterios como aquel, tanto como pelos tenía en la cabeza, le dijo. Entendiendo que era el Señor quien ponía en Teresa, aquellos grandes deseos. Su deseo era, ser parte, ella, para que algún alma, se llegase más a Dios. Bueno, era para estar contenta, ¿no os parece? Pues no, Teresa, no, porque ella no se conformaba, con los futuros Conventos de Monjas que iba a fundar. Su secreto deseo, era poder fundar también de Frailes, Frailes Descalzos de la primera regla, que viviesen igual, igual que las Monjas de San José.

15:07
Y además pudiesen hacer, lo que Teresa y sus compañeras, no podían, por aquello de que eran, mujeres y ruines, es decir, predicar y convertir almas, incluso en aquella lejana América, que tanta falta hacía. Así que, el padre Rubeo, venciendo algunas dificultades, le otorgó la licencia, para fundar dos Monasterios de Frailes. Y es que claro, no era nada fácil de tragar en aquella sociedad, que una mujer, fundara una rama masculina. Al revés sí, claro, eso era lo habitual, pero Teresa de Jesús, es la fundadora de las Monjas y de los Frailes Descalzos, una pionera, como lo fue en tantas cosas. Y además, con muy buen ojo, eh, porque conquistó a San Juan de la Cruz, para ser el primer Fraile Descalzos, y le enseñó, la manera de vivir de las Monjas. Y el bendito Fray Juan, lo aprendió muy bien y la amó y la respetó, como una madre durante toda su vida.

16:14
¿Y ahora qué? Decía Teresa. Pues ya tengo las licencias, pero no hay Fraile, ni Seglar, que quiera hacer la experiencia, porque a ver, se tienen que fiar, de una mujer y una mujer sin letras, sin dinero, sin una casa para hacer Monasterio. Ve la aquí, una pobre Monja descalza, sin ayuda de ninguna parte, sino del Señor, cargada de patentes y buenos deseos y sin ninguna posibilidad para ponerlo por obra. El ánimo no desfallecía, ni la esperanza, que pues el Señor me había dado lo uno, daría lo otro. Ya todo me parecía muy posible y así lo comencé a poner por obra y comenzó por Medina del Campo, con la ayuda de los Jesuitas, confesores y grandes amigos, y siguió Malagón, Valladolid, Turuelo, que era un pueblo que nadie sabía dónde estaba. Ahí hizo la de los Frailes, en una pequeñísima casa del labor, que le cedieron.

17:18
Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos. 16 Fundaciones, en 20 años, 17, si contamos San José de Ávila. Ay, se acabó la tranquilidad, para Teresa. Desde ahora su vida estará llena de caminos, arrieros, carros, mulas, lluvia, frío y sol abrazador, casas medio derruidas, que tiene que transformar en Conventos, antes de que se haga de día. Aventuras de todo tipo y personas, muchas personas, nobles señoras, comerciantes amigos, Obispos y Religiosos, a veces amistosos y a veces no tanto. Estudiantes, burgueses y pobres de solemnidad, Monjas intrépidas y críticas y diatribas sin fin, para la pobre Fundadora. Y todo, ¿para que? Pues para compensar las Iglesias arruinadas, por los Luteranos, en realidad los Calvinistas, que así le llegaba a ella, la propaganda del rey Felipe II.

18:33
Sagrarios mancillados y Iglesias quemadas, el Señor sin casa, pues ella, abriría nuevas Iglesias donde hubiese Santísimos Sacramento, y así, de manera incruenta, ella combatiría por Dios y le ayudaría en todo lo que pudiera. No, no podía consentir de ninguna manera, la pérdida de tantas almas, sin hacer nada, ¡oh grandeza de Dios! Y cómo mostráis vuestro poder, en dar osadía a una hormiga, ¡y cómo, Señor mío!, no queda por vos, el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad. Como nunca nos determinamos, sino llenos de mil temores y prudencias humanas, así Dios mío, no obráis vos vuestras maravillas y grandezas. ¿Quién más amigo de dar, si tuviese a quién, ni de recibir servicios a su costa, en cualquier situación, en la que nos encontremos? A cualquier edad, podemos ayudar a nuestro buen Jesús y hacer por Él grandes obras, como dice Teresa.

19:45
Créetelo, y haz lo que ella, cuando estaba angustiada, o se sentía impotente, recurría siempre al Santísimos Sacramento y salía confortada y llena de fuerza. Ponte delante del Señor y repite como Teresa.

Hele aquí, compañero nuestro
en el Santísimos Sacramento.
Hele aquí, compañero nuestro.

y cada vez que comulgues, hazte cuenta, de que Jesús entra en tu casa, tan real como cuando visitaba Marta y a María. Y quédate allí, con Él, estando tan cerca de ti, como lo está, no crees que obrará, milagros, como cuando sólo tocarle curaba a los enfermos, confía.

Hele aquí, compañero nuestro
en el Santísimos Sacramento.
Hele aquí, compañero nuestro.

21:01
Vamos a hablar un poquito, de la Escritora y Maestra de Espirituales, que fue y sigue siendo Teresa de Jesús. Es evidente que no pretendo hacer, ni podría, ningún sesudo discurso, sobre el valor literario y espiritual de las obras de Santa Teresa. Pero en realidad, lo que a mí me gustaría, es que las leyerais todas o alguna, o en alguna parte, o las escucharais, porque andan para ahí también en audios. Y esto solo, porque Teresa es una buenísima guía, que conduce con su propia experiencia, a la mejor amistad, la amistad con Dios. Como estamos en confianza, os diré que yo considero a Teresa de Jesús, sobre todo Escritora de Cartas. Cada una de sus obras, puede ser leída como una carta, ya lo veréis. Cierto que a pesar de la frase famosa, nadie escribe exactamente como habla, pero ella mantiene un estilo coloquial en todos sus escritos.

22:10
Generalmente incluso tiene un interlocutor, o varios, al que en ocasiones, hasta nombra directamente y le hace preguntas o imagina las que le haría él o ella. El interlocutor, puede ser un amigo y sensor, como el padre García de Toledo, en el Libro de la Vida, o sus hijas Carmelitas, o los futuros lectores. Si abres el libro, enseguida te encuentra sumergido, en un diálogo. Esto lo podéis comprobar vosotros mismos. Dicen, que las Cartas, constituyen más de la mitad del material escrito, que se conserva de Teresa. De cartas quedan, recogidas actualmente unas 476 y se calcula que puede escribir alrededor de 25.000, imaginaos. Y eso, con la dificultad de escribir, con tintero, con plumas de ave y que había que afilar, el papel que era carísimo, a la luz de las velas.

23:15
Y no digamos, la dificultad de encontrar también, alguna persona de confianza que te llevase las cartas, pues no sé, desde Ávila a Sevilla, por ejemplo. O si eran en los correos reales, pues también eran algunos inseguros y la verdad que costaban bastante dinero. Pero, era la única manera de comunicarse con sus Conventos, con sus Frailes, con los amigos, con los Fundadores de sus Monasterios y hasta con el Rey. Y así, consiguió llevar la Reforma a buen puerto. El primer libro que escribió, fue, según dice ella, por mandato de sus Confesores, una especie de relato, relación de cosas de conciencia, para ellos, para los Confesores, que eran los que la discernían y que la ayudaban, y donde ella, en realidad, pretendía contar su ruín vida y pecados.

24:11
Y todo lo que el Señor había hecho por ella. Para animar a los demás, a que también, por muchos pecados que hubieran cometido, podían seguir adelante y tener la Gracia y las grandes Mercedes, que Dios hacía, a todos. A mí me parece, que en realidad este Libro, es una larga carta a Dios. Porque ella, Teresa, que siempre dice que era muy agradecida, necesitaba agradecerle sus misericordias, para con ella. Recordando, como ya desde su infancia, la favoreció, para ser buena, así lo escribe, y aquellos padres tan virtuosos y sus hermanos, que ninguna cosa, dice, la desayudaban para servir a Dios, y también quiso pedirle perdón por sus distracciones e infidelidades, dividida como estaba, entre Dios y el mundo. Devaneos, que siempre eran pagados por Dios, con grandes regalos y mercedes, con regalos grandes, castigabais mis delitos.

25:18
Era una carta, de mujer enamorada, que al volver la vista atrás, cae rendida ante aquel fiel amante, que la ama, desde hace tanto tiempo. Y es entonces, cuando experimenta, esa extraña sensación, de ver por primera vez, a quien se ha visto, sin verle, tantas veces. Sólo, porque ahora, le ve, con ojos nuevos.

O benignidad admirable de Dios,
que así os dejáis mirar de unos ojos
que tan mal admirado como los de mi alma,
queden ya Señor de esta vista acostumbrados
en no mirar cosas bajas,
ni que les contente ninguna fuera de vos.

Esta hermosa carta, fue bautizada como el Libro de la Vida. Muy poco tiempo después, considero necesario poner por escrito, una serie de avisos y consejos, para sus hijas, las Carmelitas Descalzas de San José. En una larga carta, que al más puro estilo de San Pablo, se leía de comunidad, en comunidad. Práctica que ha permanecido hasta el día de hoy. Se publicó siguiendo los gustos de la época, bajo el nombre de Camino de Perfección, aunque el nombre que ella le había dado, era ese, Avisos y Consejos. Y leído desde ese título, es otra cosa. También recibió ella, una bellísima carta de amor, como respuesta a la que ella había escrito, que nos transmitió por entero, para que la considerásemos como nuestra. A esta carta le llamaron Castillo Interior o Moradas, y quien la lea, debe comprometerse, a dar la respuesta que Teresa de Jesús pide. Escríbale un gran recaudo por mí. Yo imagino que nadie estará pensando, que esto es un invento piadoso romántico, que se me acaba medio ocurrido, pero si alguien piensa eso, si es escéptico, le ruego que escucha atentamente a la propia Teresa.

27:30
Acordados que es de esta Morada Interior a donde está Dios en nuestra alma y alabarle de mucho, porque, cierto es suyo, aquel recaudo billete escrito con tanto amor, y de manera que solo vos quiere entendáis aquella letra y lo que por ella os pide, en ninguna manera, dejéis de responder a su majestad. ¿Veis? Este libro, es una carta de Dios para ti, a la que debes responder, personalmente, porque nadie lo puede hacer por ti. Y Teresa de Jesús te lo ruega, en ninguna manera, dejéis de responder a su majestad. ¿Y cómo responderás? Con tu vida, desde luego, pero también, hablando con Él, en ese trato de amistad, que llamamos Oración, donde Él, Cristo en persona, te dirá lo que necesita de ti, cómo puedes ayudarle, en su obra redentora, cómo amar más y mejor y siempre, en ninguna manera, dejéis de responder a su majestad.