martes, 23 de febrero de 2021

23.02.2021 - Santa Misa de hoy, P. José Blanco - I Cuaresma






23.02.2021 - Santa Misa de hoy, P. José Blanco - I Cuaresma




Camino Católico



23 de febrero de 2021. - (TRECE TV / Vatican News Español / Camino Católico) .

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Inicio de la Santa Misa



00:36
Padre Don José Blanco:

℣.  En el Nombre del  Padre, y del  Hijo, y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
esté con todos vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

00:53
Padre Don José Blanco:

Hermanos buenos días, bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la I Semana de Cuaresma. En la que también vamos a hacer, memoria de un Santo siglo II, San Policarpo. Que según la tradición, pertenece a la primera generación, posterior a los Apóstoles, a los Discípulos, se llaman los Padres Apostólicos. Un Obispo y Mártir, que fue Obispo de Esmirna, en la actual Turquía y que también, a sus casi 90 años, fue muy longevo. A sus casi 90 años, dio la vida por Jesucristo con tal de no renegar de su Fe.

01:49
Padre Don José Blanco:

Vamos a Celebrar esta Eucaristía, como hacemos siempre, reconociendo nuestros pecados y pidiendo perdón al Señor.

02:13
Padre Don José Blanco:

Tú que borras
nuestras culpas.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

Tú que creas en nosotros
un corazón puro.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

Tú que nos devuelves
la alegría de la salvación.

℣.  Señor, Ten Piedad
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:35
Padre Don José Blanco:

℣.  Oremos.
Dios de todas las criaturas
que te has dignado agregar
a San Policarpo Obispo

al número de los Mártires
concédenos por su intercesión
que participando con él

en el Cáliz de Cristo
por el Espíritu Santo
resucitemos a la vida eterna.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.

℟.  Amén.

03:09
Lectora de la Primera Lectura:


Primera Lectura del Libro del Profeta Isaías. 1ª lectura: xxxx

03:12
Primera Lectura:

Esto dice el Señor: «cómo bajan la lluvia y la nieve desde el cielo y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra. De fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come. Así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mi vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo.

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te alabamos Señor.

03:42
Canto de los Salmos:


Salmo Responsorial: Salmo xx Dios libra a los justos de sus angustias.

℣.  Dios libra a los justos
de sus angustias.
℟.  Dios libra a los justos
de sus angustias.

1.  Proclamad conmigo
la grandeza del Señor
ensaltemos juntos su nombre

yo consulté al Señor
y me respondió, me libró
de todas mis ansias.  ℟.

2.  Contempladlo y quedaréis radiantes
vuestro rostro no se avergonzará
el afligido invoco al Señor
Él lo escuchó
y lo salvó de sus angustias.  ℟.

3.  Los ojos del Señor
miran a los justos
sus oídos escuchan sus gritos
pero el Señor se enfrenta

con los malhechores
para borrar de la tierra
su memoria.  ℟.

4.  Cuando uno grita
el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias

el Señor está cerca
de los atribulados,
salva a los abatidos.  ℟.

04:29
Canto del Evangelio:

℣.  Señor, Jesús
tu tienes palabras
de vida eterna.

℟.  No solo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios

℣.  Señor, Jesús
tu tienes palabras
de vida eterna.

05:28
Lectura del Santo Evangelio


  Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo Evangelio: xxx.

05:28
Lectura del Santo Evangelio

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  y con tu espíritu.

℣.  Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo.
℟.  Gloria a ti, Señor.

05:39
Lectura del Santo Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles. Que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros Orad así: "Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

06:31
Lectura del Santo Evangelio

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre celestial, perdonará vuestras ofensas.

℣.  Palabra del Señor.
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús.

06:54
Padre Don José Blanco:

Sentáos un momento, como sabemos y además repetimos muchas veces, «la Cuaresma tiene tres dimensiones. Que son la del Ayuno, la de la Oración y la de la Limosna». Hoy la Palabra de Dios incide sobre todo en la Oración. La Oración que es, la que nos hace relacionarnos, intimar por decirlo así con Dios. Así en la Primera Lectura que nos habla de la Palabra y la compara con esa lluvia fina, que cae en el mundo y que va calando, empapando a poco a poco la tierra. Y eso hace que fructifique, que como dice la Lectura para que de semilla al sembrador y pan al que come.

08:03
Padre Don José Blanco:

Es, esa Palabra de Dios, que en medio, como estaba el Pueblo de Israel en la época de Isaías, el pueblo que está en el destierro. Que está en la opresión, sin embargo la Palabra de Dios no le abandona. En medio de las dificultades, en medio del sufrimiento, en medio del dolor, la Palabra de Dios sigue estando presente en el Pueblo. Para que el hombre abra su corazón, a esa Palabra y pueda fructificar, pueda como dice la Palabra la Lectura de hoy empapar.

08:44
Padre Don José Blanco:

Nuestro corazón, para así dar fruto, dar semilla al sembrador y pan al que come. «Así serán mi Palabra» -dice- «el Señor, no volverá a mí vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo». El encargo es precisamente que el Pueblo no se olvide de que Dios está a su lado. En medio de la adversidad, en medio del destierro, en medio de la opresión, Dios sigue estando a su lado. Y por ahí, es por donde tiene que ir la Oración. Una Oración que en el Evangelio, vemos que es para nosotros los Cristianos, la gran Oración que nos enseñó el propio Jesús.

09:38
Padre Don José Blanco:

Dándonos ese consejo al principio, que no usemos muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que para hablar mucho se les va a hacer más caso. A nosotros nos da, esa Oración sencilla, humilde, precisa con la que podemos llegar hasta nuestro Dios y darle gracias por todo. Primero, para reconocer, nuestra Filiación Divina, llamándole «Padre Nuestro que estás en el cielo». Es el reconocimiento de que nosotros somos sus hijos y que Él como Padre nos va a tratar como hijos. Con Amor, con Ternura, con Cercanía.

10:33
Padre Don José Blanco:

Y a continuación, hacemos como tres afirmaciones: «Santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». El Santificar el Nombre, es Santificar al propio Dios, al propio Padre. El decir, «que venga a nosotros tu reino». Si recordáis el Evangelio de anteayer domingo, cuando Jesús empieza a predicar, después de las tentaciones. Nos dice: «el Reino de Dios está cerca, el Reino de Dios es Él mismo, el propio Jesucristo». Y por eso nosotros decimos: «venga a nosotros tu Reino». Que el Reino de Dios sea esté presente en medio de nosotros, en medio del mundo y que sea para nosotros, un referente continuo en nuestras vidas.

11:35
Padre Don José Blanco:

Y que se haga su voluntad, pues es natural, es que el Creyente está abierto a lo que Dios le pida. No a lo que nosotros queremos, sino a lo que Él nos pida a nosotros. Ese «venga a nosotros tu reino, el hágase tu voluntad» nos tiene que hacer a nosotros también reflexionar. Queremos de verdad, reconocer, queremos de verdad comportarnos en la vida según la voluntad del Padre o según nuestra voluntad. Nosotros, tenemos que preguntarnos: «¿Oramos bien?, ¿Oramos de corazón?».

12:25
Padre Don José Blanco:

Porque así como al principio del Evangelio de hoy, Jesús dice a los discípulos: «que no seáis como los gentiles, que hablan mucho, pero luego después, sin embargo no hacen mucho caso». Tenemos que preguntarnos también nosotros, ¿no Rezamos el Padre Nuestro en la Misa todos los días? A veces de una forma un tanto rutinaria. O lo hacemos de corazón, sintiendo lo que decimos. ¿Oramos bien? o por el contrario, nos dejamos llevar por la rutina. Y a continuación de esas «tres afirmaciones, hacemos cuatro peticiones»

13:08
Padre Don José Blanco:

«Danos hoy nuestro pan de cada día», el que nos sustente también su Palabra, pero que también en los afanes de cada día, en el devenir de cada día, también tengamos la bendición del Padre. Para que podamos ganarnos nuestro pan, para que Él nos dé el pan de cada día y para que perdone nuestras ofensas. Es verdad, somos frágiles, tenemos, somos muy vulnerables, tenemos muchos defectos. A veces tenemos muy buena voluntad, pero como somos frágiles, pues caemos en un montón de defectos y de pecados y de ofensas.

14:00
Padre Don José Blanco:

«Perdona nuestras ofensas» y ponemos una condición, «como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». ¿Perdonamos de verdad a los que nos ofenden? ¿Erradicamos de nuestro corazón, todo lo que sea rencor, odio, distanciamiento hacia los demás? Tenemos que hacernos estas preguntas, ¿perdonamos a los que nos ofenden? Y así termina el Evangelio, es como una apostilla, que hace Jesús: «porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también nos perdonará nuestro Padre celestial». Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

14:57
Padre Don José Blanco:

Volvemos a hacernos la pregunta: «¿perdonamos a los que nos ofenden?, ¿somos los Cristianos portadores de perdón, de misericordia, tal como el Padre lo es con nosotros?» En el mundo en que vivimos, son preguntas que tenemos que hacernos. «No nos dejes caer en la tentación», la tentación no es mala, el caer en ella sí, el dejarnos llevar por ella sí». Vuelvo otra vez al Evangelio del domingo, de anteayer, Jesús se va al desierto para ser tentado. Por lo tanto, Él mismo, como todos los humanos y Jesús también es humano.

15:47
Padre Don José Blanco:

En este sentido, acepta la tentación, pero no cae en ella. A nosotros, a todos, también nos viene, nos llegan momentos de tentación. Pero la fuerza, está precisamente, «en que no nos deje caer en la tentación». En que pidamos la gracia, la ayuda, el auxilio del Señor, para no caer en la tentación. Pero la tentación nos va a llegar en cualquier momento de nuestra vida y en muchos momentos de nuestra vida. Pero por eso le pedimos a Dios «que no nos deje caer en la tentación».

16:31
Padre Don José Blanco:

Y finalmente, «que nos libre del mal», es que el mal está ahí. Hay gente que piensa que el mal no existe, claro que existe. Y el mal personificado en el maligno, el satanás, en el diablo, está aquí y también entre nosotros. El mal existe, pero por eso le pedimos al Señor que nos libre del mal. Como veis, es una Oración la del Padre Nuestro sencilla, humilde, precisa. Y que al mismo tiempo, reconociendo lo que es el Reino de Dios y digo es la voluntad del Padre y abriendo nuestro corazón a ella.

17:23
Padre Don José Blanco:

Al mismo tiempo, le pedimos que nos libre del mal, que seamos capaces de perdonar, como Él también nos perdona. Y esta es la Oración que no debe convertirse en rutinaria para nosotros. Como sabemos también, esta es la Oración comunitaria, pero luego hay otro tipo de Oración, que es la Oración Personal. La Oración, en la que en el silencio quizá y lejos de todo ruido y de toda distracción, también podemos acercarnos e intimar con Dios por medio de esa Oración. Por lo tanto, en este Tiempo de Cuaresma y en esta dimensión de la Cuaresma, que hoy nos ocupa, la Oración es fundamental.

18:17
Padre Don José Blanco:

La Oración Personal, la Oración en el silencio, pero también la Oración Comunitaria. En la Fiesta, en el Aniversario digamos del Martirio de San Policarpo, ese Padre Apostólico. Que según la tradición, fue discípulo, de San Juan Evangelista. El mismo a lo largo de toda su vida, fue el que enseñó a muchos de los Fieles de Esmirna, de Turquía. Les enseñó, lo que era la Palabra de Dios, les enseñó la Oración, escribió cartas, a unos y a otros. Para que no cejarán nunca en su Fe. Para que esa Fe, les llevara a la cercanía con Dios, a la ternura de Dios, al perdón de Dios.

19:12
Padre Don José Blanco:

Pues bien, en esta Eucaristía, por intercesión de San Policarpo también, nosotros le pedimos que nos de su gracia, nos de su ayuda, nos de su auxilio. Para estar cada día, más cerca del Señor, que nos Ama y nos perdona.

19:37
Padre Don José Blanco:

℣.  Oremos al Señor, Nuestro Dios
que en Cristo muerto y resucitado
nos da el mayor signo
con que nos llama a la conversión.


Oración Universal u Oración de los Fieles

19:52
PETICIONES:

℣.  Para que los Cristianos
seamos conscientes
de la gravedad del pecado
que nos aparta de Dios.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Escuchános.

℣.  Para que conceda a todos
los Creyentes, el desear
y encaminarse a una sincera
Conversión.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Escuchános.

℣.  Para que los más alejados
del conocimiento de Cristo
y de la Iglesia, se sientan atraídos
por el amor de Dios
que busca siempre al pecador.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Escuchános.

℣.  Para que en esta Cuaresma
aumente nuestra humildad
y confianza en Dios
que quiere encontrarse
con nosotros.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Escuchános.

20:33
Padre Don José Blanco:

℣.  Señor Dios Nuestro
escúchanos y renuévanos
internamente con el don
de tu espíritu te lo pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

℣.  Señor Dios Nuestro
escúchanos y renuévanos
internamente con el don
de tu espíritu te lo pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

Bendito sea Señor
por ese Pan y ese Vino
que generoso nos distes
para caminar contigo
y será para nosotros
alimento en el camino.
Te ofrecemos el trabajo
las penas y las alegrías.

21:59
Padre Don José Blanco:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,

que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

22:49
Padre Don José Blanco:

℣.  Oremos hermanos,
para que este sacrificio,
mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos
este sacrificio, para alabanza
y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su Santa Iglesia.

℟.  Amen.

23:06
Padre Don José Blanco:

℣.  Te pedimos Señor
que los Sacramentos, nos den
esa fortaleza de espíritu
que hizo en tu Mártir

San Policarpo, Fiel
en tu servicio y victorioso
en el Martirio.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

23:26
Padre Don José Blanco:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario

23:36
Padre Don José Blanco:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre
y en todo lugar

Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
porque has establecido
generosamente este tiempo

de gracia para renovar
en santidad a tus hijos
de modo que libres
de todo afecto desordenado

mientras se ocupan
de las realidades temporales
no dejen sobretodo
de adherirse a las eternas

por eso, con los Santos
y con todos los ángeles
te alabamos diciendo sin cesar:


24:21
Padre Don José Blanco:

Sanctus, Sanctus, Sanctus,

Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.


Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.

24:21
Padre Don José Blanco:

Santo, Santo, Santo,

Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.

¡Hosanna! en el Cielos.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las Alturas.



OFRECIMIENTO DE LOS DONES:


24:37
Padre Don José Blanco:

℣.  Santo eres en verdad Señor
fuente de toda Santidad,
por eso te pedimos
que Santifique estos dones

con la efusión de tu espíritu
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo
y la Sangre de Jesucristo

Nuestro Señor el cual
cuando iba a ser entregado
a su pasión voluntariamente
aceptada tomó Pan

dando gracias te bendijo
lo partió y lo dio
a sus discípulos y diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

25:37
Padre Don José Blanco:

Del mismo modo, acabada la Cena
tomó el Cáliz, y dándote gracias
de nuevo, lo pasó
a Sus Discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ
DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA
NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

26:24
Padre Don José Blanco:

℣.  Y éste es el Sacramento de Nuestra Fe.

Anunciamos Tu muerte Señor,
proclamamos Tu Resurrección
Ven Señor Jesús.

26:33
Padre Don José Blanco:

℣.  Así pues Padre al Celebrar ahora
el Memorial de la muerte
y resurrección de tu hijo
te ofrecemos el Pan de Vida

y el Cáliz de Salvación
y te damos gracias
porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia

Celebrando esta Eucaristía
te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo
congregue en la unidad

a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre
de Cristo.

Acuérdate Señor de tu Iglesia
extendida por toda la tierra
y con el Papa Francisco
con nuestro Obispo Carlos

y todos los Pastores
que cuidan de Tu Pueblo
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también
de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección

recordamos especialmente
en esta Eucaristía
a nuestros hermanos ..,
a ellos y a cuántos murieron

en tu misericordia admítelos
a contemplar la luz
de tu rostro, Ten misericordia
de todos nosotros

y así con María, la Virgen
Madre de Dios
su esposo San José
los Apóstoles, San Policarpo

y cuantos vivieron
en tu amistad, a través
de los tiempos, merezcamos

por Tu Hijo Jesucristo
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

28:14
Padre Don José Blanco

℣.  Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amén.

28:29
Padre Don José Blanco

Y ahora como decíamos al comentar el Evangelio del Padre Nuestro. Que lo hagamos con toda sinceridad, que nos salga del corazón y que sintamos en nuestro corazón lo que decimos. Vamos a repetir una vez más el Padre Nuestro, como el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

29:24
Padre Don José Blanco

Líbranos Señor, de todos los males,
y concédenos la Paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.

La Asamblea:

Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

29:49
Padre Don José Blanco

℣.  Señor Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
"La Paz les dejo, mi Paz les doy";

no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la Fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,

concédele la Paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

30:13
Padre Don José Blanco

℣.  La Paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Nos saludamos dándonos, deseándonos la Paz, unos a otros.
℟.  La Paz esté contigo.


AGNUS DEI

℣.  Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,


℟.  Miserere nobis.

℣.  Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,


℟.  Miserere nobis.

℣.  Agnus Dei, Qui tollis peccata mundi,


℟.  Dona nobis pacem.

CORDERO DE DIOS

℣.  Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo.

℟.  ten piedad de nosotros

℣.  Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo.

℟.  ten piedad de nosotros

℣.  Cordero de Dios Tú, que quitas el pecado del mundo.

℟.  danos la Paz


30:54
Padre Don José Blanco

℣.  Éste es Jesucristo
Nuestro Señor, el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados
a esta Cena.

31:06
Padre Don José Blanco

℟.  Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.

℣.  El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo, me guarden para la vida eterna.

℟.  Amen.

Al atardecer de la vida
me examinarán del amor,
Al atardecer de la vida,
me examinarán del amor,

Al atardecer de la vida
me examinarán del amor,
Al atardecer de la vida
me examinarán del amor,

Aunque hablara miles de lengua
si no tengo amor nada soy.

Aunque realizara milagro
si no tengo amor nada soy.

34:29
Padre Don José Blanco

℣.  Oremos.
Alimentados Señor, con el precioso
Cuerpo y Sangre de tu Unigénito

concédenos en la fiesta
de tu Mártir San Policarpo
permanecer en Tí

con perseverante amor
vivir de Tí y caminar hacia Tí.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

35:01
Padre Don José Blanco

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

35:01
Padre Don José Blanco

℣.  La Bendición de Dios Todopoderoso,  Padre,  Hijo, y  Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.

℟.  Amén.

35:15
Padre Don José Blanco:

Y Rezamos la Oración del Papa ante la Pandemia.

℣.  Oh María, tú resplandeces
siempre en nuestro camino
como signo de salvación
y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti,
Salud de los enfermos
que bajo la Cruz

estuviste asociada
al dolor de Jesús
manteniendo firme tu Fe.

Tú, salvación
de todos los pueblos,
sabes de qué tenemos necesidad
estamos seguros que proveerás

para que, como en Caná de Galilea,
pueda volver la alegría
y la fiesta después de este
momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos
a la voluntad del Padre
y hacer lo que nos dirá Jesús,

quien ha tomado sobre sí
nuestros sufrimientos
y ha cargado nuestros dolores

para conducirnos,
a través de la Cruz,
a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección
buscamos refugio,
Santa Madre de Dios.

No desprecie nuestras súplicas
que estamos en la prueba
y libéranos de todo pecado
Oh Virgen gloriosa y bendita.

36:37
Padre Don José Blanco:

Así terminamos hoy la Eucaristía.

℣.  Podéis ir en paz.

℟.  Demos gracias al Señor.



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