viernes, 22 de mayo de 2020

22.05.2020 - Santa Misa presidida por el P. Félix Castedo






22.05.2020 - Santa Misa presidida por el P. Félix Castedo




Camino Católico

22 de mayo de 2020. - (Camino Católico). Celebración de la Santa Misa de hoy, viernes de la 6ª semana de Pascua, presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.






Inicio de la Santa Misa y Dedicación


CIUDADANOS DEL CIELO,
MORADORES DE LA CASA DE DIOS,
CAMINAMOS HACIA EL PADRE,
EN EL SEÑOR, POR EL ESPÍRITU.

1.  Caminamos hacia el monte de Sión,
a la ciudad del Dios viviente,
a la Jerusalén celestial.

2.  Caminamos hacia las miríadas
de ángeles, a la fiesta universal,
a la asamblea de primogénitos
inscritos en el cielo.

3.  Caminamos hacia un Dios,
Juez universal, hacia los espíritus
de los justos perfectos,
hacia Jesús, mediador
de la Nueva Alianza.

00:55
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  En el Nombre del  Padre, y del  Hijo, y del  Espíritu Santo.

℟.  Amen.

01:00
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  El Dios de la vida
que ha resucitado a Jesucristo
liberando lo de las ataduras

de la muerte.
Estén con todos vosotros.

℟.  Y con tu espíritu.

01:09
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

En este día en el que por primera vez después de mucho tiempo puedo Celebrar la Eucaristía teniendo delante a mis hermanos en la Fe. Se me ocurre decirle al Señor o decirnos a nosotros, «qué alegría cuando me dijeron vamos a la Casa del Señor». Quizá la ausencia, hemos tenido que tener obligatoria, de poder asistir a la Celebración del Culto. Nos pueda hacer comprender mejor lo grande que es, este podernos reunir a Celebrar la misericordia del Señor. Que sintamos en nuestro corazón la alegría, de la que Cristo nos quiere hacer partícipes, aunque sea en medio de penas y sobre todo la pena de no ser Santos, de no ser perfectos.

01:57
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Una vez más reconocemos ante el Señor nuestros pecados.

02:08
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Señor, Ten Misericordia de Nosotros,
℟.  porque hemos Pecado contra Ti.

℣.  Muestranos Señor Tu Misericordia
℟.  y Danos Tu Salvación

℣.  Dios Todopoderoso
Tenga Misericordia de Nosotros
Perdone Nuestros Pecados
y Nos Lleve a la Vida Eterna.

℟.  Amen.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

02:37
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Oremos.
Escucha Señor nuestras Oraciones
para que se complete
en todo lugar por la fuerza

del Evangelio lo que fue
prometido como fruto de la acción
Santificadora de Tu Verbo
y lo anunciado por la predicación

de la verdad, nos obtenga
la plenitud de la Adopción
Filial.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo
que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

03:14
Primera Lectura:


Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles, 18, 9-18 1ª lectura: Tengo un pueblo numeroso en esta ciudad.

03:17
Primera Lectura:

Cuando estaba Pablo en Corinto una noche le dijo el Señor en una visión: «no temas, sigue hablando y no te calles. Pues yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño. Porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad. Se quedó pues allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios». Pero siendo Galión procónsul Acaya, los judíos se abalanzaron de común acuerdo contra Pablo. Y lo condujeron al tribunal diciendo: «Este induce a la gente a dar culto, un culto contrario a la ley a Dios».

03:57
Primera Lectura:

Iba Pablo a tomar la palabra cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave sería razón escucharos con paciencia. Pero si discutiís de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros yo no quiero ser juez de esos asuntos. Y les ordenó despejar el tribunal, entonces agarraron a Sostenes jefe de la sinagoga y le dieron una paliza delante del tribunal. Sin que Galión se preocupara de ello. Pablo se quedó allí todavía bastantes días, luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscilla y Aquila.

04:44
Primera Lectura:

En Tencreas se había hecho rapar la cabeza porque había hecho un voto.

℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

04:53
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 46 Dios es el rey del mundo.

05:41
Lectora de los Salmos:

℣.  Dios es el rey del mundo.
℟.  Dios es el rey del mundo.

℣.  Pueblos todos batid palmas
aclamad a Dios con gritos
de júbilo, porque el Señor
Altísimo es terrible
emperador de toda la tierra.  ℟.

℣.  Él no somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones
Él nos escogió por heredad suya
gloria de Jacob su amado.  ℟.

℣.  Dios asciende entre aclamaciones
el Señor al son de trompetas
tocad para Dios, tocad
tocad para nuestro rey, tocad.  ℟.

05:37
Aclamación del Evangelio:


Aleluya xxx Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Era necesario que el Mesías
padeciera y resucitará
de entre los muertos y entrará
así en su gloria.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

06:06
Rvrndo.: D. Félix Castedo:


  Lectura del Santo Evangelio según San Juan 16, 20-23a. Evangelio: Nadie os quitará vuestra alegría.

06:06
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Juan
℟.  Gloria a ti, Señor.

06:18
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

En aquel tiempo Jesús siguió diciendo a sus discípulos: «en verdad en verdad os digo, vosotros lloraréis y os lamentaréis mientras el mundo estará alegre. Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora. Pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría, ese día no me preguntaréis nada».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús.


HOMILIA

07:31
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

«Nadie os quitará vuestra alegría», podría parecer que Jesús está hablando en un contexto en el que las cosas marchan muy bien. Está muy a gusto con los Apóstoles, todo el mundo le recibe, todo el mundo le hace caso, todo va estupendamente. Pues no, esto lo dice en el contexto de la despedida, tras la Última Cena. Esa misma noche, Jesús va a ser entregado por Judas y va a empezar ya su Pasión. Y está hablando de alegría, una alegría que según escuchábamos ayer, porque ya ayer comenzó a hablar del tema. Viene de estar viendo de nuevo a Jesús.

08:21
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Un poco y me veréis, otro poco y no me veréis y otro poco y me volveréis a ver. La Contemplación del Señor es la causa de nuestra mayor alegría. Es más, cuando los Teólogos hablan de lo que será la vida en el cielo, aunque no se puede describir evidentemente con experiencias que se parezcan a las de aquí. Pero coinciden en hablar de ver, a Dios, contemplar, a Dios. San Pablo nos dice que veremos entonces no como lo vemos ahora, como en un reflejo, en un espejo, sino que lo veremos cara a cara.

09:00
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Ver, Contemplar, Disfrutar de Dios, eso es lo que llenará nuestro corazón de contento. Por lo tanto de alguna manera, la unión con Jesucristo en este mundo, es ya motivo, de esa alegría. Ver al Señor, estar con Él, a pesar de que efectivamente, pues en esta vida, sabemos muy bien que tenemos participación en la Cruz de Jesús. La estamos teniendo ahora mismo, viviendo estos momentos tan difíciles. Que seguimos viviendo y lo que nos quede. Porque esto no se arregla ni mucho menos en un momento. Pues bien, son motivos todos ellos de sufrimiento, la enfermedad o incluso la muerte, de los seres queridos.

09:50
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Pero no olvidemos, que eso incluso la muerte, es precisamente cuando se cumple el volver a ver al Señor. Y ya entonces, sí que nadie nos podrá quitar nuestra alegría. Por lo tanto, reactivemos nuestra Fe y que esa Fe sea el motor que nos ayude a vivir y enfrentarnos con los momentos difíciles de la vida. Como le ayudaron a San Pablo y a los demás Cristianos de su época. Hemos escuchado, o estamos escuchando mejor dicho, en todos estos días de Pascua. Que las Vivencias, los Viajes Misioneros de San Pablo, somos testigos de que pasó muchos momentos muy malos.

10:34
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Incluso físicamente le hicieron daño en bastantes ocasiones. Apedreándolo, azotándolo, metiéndolo en la cárcel. Los sinsabores de encontrarse con qué su gente, el pueblo Judío no querían aceptar a Jesucristo. A pesar de que Él daba testimonio de lo que Él había visto. Él que antes era como ellos, que estaban persiguiendo a los Cristianos. Pero había encontrado a Jesucristo y sabía que era verdad, que era el Mesías, el Salvador. El dolor de que a pesar de todo su testimonio, no le hicieran caso, fue muy grande.

11:11
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Aparte de que encima se confabulaban contra él, lo perseguían y lo hacían huir muchas veces, de los distintos sitios. Aquí mismo hemos visto, como en Corinto se dirigen al nuevo Pro-Cónsul de la región, para incitarlo contra Pablo. Afortunadamente aquel hombre se dio cuenta de la jugada y dijo dejadme en paz, que yo no quiero saber nada de vuestros líos, arreglaos vosotros. Y por eso San Pablo pudo seguir en Corinto donde le había asegurado el Señor: «no temas, sigue hablando y no te calles. Porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño. Porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad».

11:55
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Corinto efectivamente a pesar de las deficiencias de aquellas Comunidades, que conocemos por lo que San Pablo les decía en sus Cartas. Sin embargo fue un también un sitio de irradiación de la Fe y del Cristianismo. Dos cartas les dirigió San Pablo, por lo menos que hayamos conservado y en todas ellas pues vemos que había una fuerte vida de Fe. Y una Fe que siempre era vivida, no lo olvidemos con alegría. ¿Porqué?, pues porque sencillamente habían recibido el Evangelio como lo que es, Buena Noticia. Que eso quiere decir la palabra «Eu angelio, Buena Noticia».

12:38
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Y porque era Buena Noticia, la recibían como tal y la vivían como tal. Nosotros por algún recodo del camino, hemos perdido lo de la Buena Noticia y terminamos a veces, viviendo nuestra Fe como si fuera una carga insoportable. Como si fuera una lista interminable de obligaciones molestas. Y dónde ha quedado la alegría de ver al Señor, la alegría de la esperanza, del cumplimiento de sus promesas, tan gozosas. Como la que acabamos de escuchar hoy: «estaréis alegres y vuestra alegría no os la podrá quitar nadie».

13:19
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Las alegrías de aquí ya sabemos lo que duran, nada. La que nos ofrece Jesucristo, es para siempre. Ante eso cómo podemos pensar o vivir nuestra Fe muchas veces, como si fuera algo pesado algo triste. Creo que la Santa Teresa de Jesús, que decía: «que un Cristiano triste, es un triste Cristiano». No recuerdo porque a ella se le atribuyen tantas frases y no sé si todas son de verdad de ella. Pero sea de quien sea, es verdad, tiene razón, no puede ser. No puede ser, que teniendo en las manos y en el corazón la noticia del amor misericordioso, impresionante de Dios. No seamos capaces de ser pregoneros, en medio de nuestro mundo y de nuestro ambiente.

14:15
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

De ese don tan grande que hemos recibido, de esa promesa que estamos seguros que Dios cumple. Porque Dios siempre es fiel. Pidamos pues al Señor, ante la inminencia de la Fiesta de la Ascensión del Señor y después Pentecostés con la que acabaremos el Tiempo de Pascua. Que no se acabe esta Pascua sin que imprima en el fondo de nuestro corazón, una parte de esa alegría, que nadie nos pueda quitar. Ni en este mundo, ni en el otro.

14:46
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Elevemos nuestras súplicas
a quien puede librarnos
de la muerte eterna
y darnos eterna alegría.

℣.  Por la Iglesia
para que anuncie incansablemente
el triunfo glorioso de Jesucristo
sobre el mal y la muerte.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por los Ministros de Jesucristo
para que su ejemplo arrastre
a muchos a responder

a la Llamada del Señor
para convertirse
en pescadores de hombres.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por los Gobernantes del mundo
para que se dejen iluminar
humildemente por la sabiduría
de Dios, a la hora de servir
con honradez al bien público.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por los enfermos
y todos los que sufren
las consecuencias de esta epidemia
para que sepan que su tristeza

se convertirá en alegría
si se ponen confiadamente
en las manos de Dios.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Para que colaboremos todos
en la lenta recuperación
de los problemas que esta crisis
está ocasionando.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

℣.  Por todos nosotros
para, una vez convertida
nuestra tristeza en alegría
nadie nos la pueda quitar.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Óyenos.

16:30
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Señor Padre Todopoderoso
y lleno de misericordia
mira compasivo las necesidades
de tus hijos y acude en su socorro
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

18:50
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Al comienzo de la Celebración se me ha pasado, el recordar que tenemos más de 60 intenciones para esta Eucaristía. Entre ellas Silvano, Sonsoles, Tomás, Dori, Adelaida, Fidela, Eduardo, Carlos, Martín, Loli, Atanasia, Rodrigo, Santi, Longinos, María Consuelo. Virtudes, Judith hermanas Rufina, Maripili, hermana Espíritu Santo, Vicente Sacerdote. Juana María, Julio, Andrés, Marifé, Maximiliano, Memen, Beni, Luis Carlos, Felix, Mechi, Olga y José. Y junto a ellos todos los que no mencionamos dada la larga lista en la que también añadimos los Enfermos y Personal Sanitario. Y otros Personales de Servicios por quienes habéis pedido Oraciones.

19:37
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Orad, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

19:52
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Oh Dios qué en la Resurrección
de Jesucristo nos has dispuesto
para la Vida Eterna

acogen en Tu bondad las ofrendas
de tu familia para que bajo
Tu protección no pierdan

los Dones ya recibidos
y alcancen los eternos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amén.

20:15
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

20:25
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
glorificarse siempre Señor
pero más que nunca a exaltarse

en este tiempo glorioso
en que Cristo Nuestra Pascua
ha sido inmolado, porque demolida
nuestra antigua miseria

fue reconstruido
cuanto estaba derrumbado
y renovado en plenitud
nuestra vida en Cristo

por eso con esta Efusión
de Gozo Pascual
el mundo entero se desborda
de alegría y también

los Coros Celestiales
los Ángeles y los Arcángeles
Cantan el Himno de tu
gloria diciendo sin cesar:


Sanctus, Sanctus, Sanctus,

Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.


Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.

Santo, Santo, Santo,

Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.

¡Hosanna! en el Cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en el Cielo.



21:25
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan
para nosotros en el Cuerpo y en la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

22:27
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

23:13
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

23:21
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en Tu presencia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

23:43
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y sus Obispos Auxiliares
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo, llévala
a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
y de todos los que han muerto

en tu misericordia; admítelos
a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen,

Madre de Dios, su esposo San José
los Apostoles, y cuantos vivieron
en tu amistad a través
de los tiempos, merezcamos,

por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas:

24:37
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

24:55
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Fieles a la recomendación de Jesús y siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

25:28
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.

La Asamblea

Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

25:50
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

26:09
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Que la paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

26:16
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

27:02
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

29:12
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Oremos.
Guarda Señor con tu amor constante
a los que has salvado
para que los redimidos

por la Pasión de Tu Hijo
se alegren con su resurrección
el que vive y reina por los
siglos de los siglos.

℟.  Amen.

29:26
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

℣.  El Señor Esté Con Vosotros
℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
y os acompañe siempre.

29:39
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Vamos a concluir con la Oración del Papa para que acabe esta Pandemia.

Oh María tú resplandeces
siempre en nuestro camino
como signo de salvación
y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a Ti
Salud de los enfermos
que bajo la Cruz estuviste
asociada al dolor de Jesús

manteniendo firme tu Fe
tu salvación de todos
los pueblos, sabes
de que tenemos necesidad

y estamos seguros que proveerás
para que como en Caná de Galilea
pueda volver la alegría
y la fiesta después

de este momento de prueba
ayúdanos Madre del Divino Amor
a conformarnos a la voluntad
del Padre y a hacer

lo que nos dirá Jesús
quien ha tomado sobre Sí
nuestros sufrimientos
y ha cargado nuestros dolores

para conducirnos
a través de la Cruz
a la alegría de la Resurrección.
Bajo Tu protección

buscamos refugio
Santa Madre de Dios
no desprecies nuestras súplicas
que estamos en la prueba

y libéranos de todo pecado
Oh Virgen gloriosa y bendita.

30:44
Rvrndo.: D. Félix Castedo:

Incluimos cantando a la Virgen el Himno propio de este Tiempo de Pascua.


REINA del CIELO

℣.  Reina del cielo, alégrate, aleluya.
℟.  Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

℣.  Ha resucitado según su palabra, aleluya.
℟.  Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

℣.  Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
℟.  Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

REGINA COELI

℣.  Regina caeli, laetare, alleluia.
℟.  Quia quem meruisti portare, alleluia.


℣.  Resurrexit, sicut dixit, alleluia.
℟.  Ora pro nobis Deum, alleluia.

℣.  Gaude et laetare Virgo María, alleluia.
℟.  Quia surrexit Dominus vere, alleluia.




℣.  Podeis ir en Paz.
℟.  Demos Gracias al Señor.


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