jueves, 1 de noviembre de 2018

01.11.2018 - Santa Misa en 13tv - Todos los Santos






Palabra de Vida 1/11/18:
«Vuestra recompensa será grande en el cielo»
Por P. Jesús Higueras




Camino Católico

Publicado el 1 nov. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 1 de noviembre de 2018, jueves de la 30ª semana de Tiempo Ordinario, Todos los Santos, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: san Mateo 5, 1-12a:

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».


Santa Misa de hoy jueves 1 de noviembre de 2018, Todos los Santos




Camino Católico

Publicado el 1 nov. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa de hoy jueves de la 30ª semana de Tiempo Ordinario, Todos los Santos, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.


Inicio de la Santa Misa y Dedicación


01:02
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amén.

℣.  La Gracia y la Paz de Dios
de parte de Dios Nuestro Padre
y de Jesucristo el Señor
estén con todos vosotros.

℟.  Y con tu espíritu.

01:14
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Hermanos para participar
directamente en estos Sagrados
Misterios en el que Dios la

Santísima Trinidad, el Santo
el Tres Veces Santo, nos ha
dejado lo más Santo que tenemos

en la tierra a Su Propio Hijo
y toda Su Gracia para nuestra
Santificación.

01:37
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Comencemos reconociendo humildemente nuestros pecados. Dejándonos abrazar así por su perdón.

℣.  Tú eres el Santo de Dios.

℣.  Señor, Ten Piedad.
℟.  Señor, Ten Piedad.

℣.  Tú los llamas a la Santidad.

℣.  Cristo, Ten Piedad.
℟.  Cristo, Ten Piedad.

℣.  Tú eres la recompensa de todos los Santos.

℣.  Señor, Ten Piedad de nosotros
℟.  Señor, Ten Piedad de nosotros.

03:01
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Dios Todopoderoso
Tenga Misericordia de Nosotros
Perdone Nuestros Pecados
y Nos Lleve a la Vida Eterna.

℟.  Amen.



03:08
El Coro de la Basilica - Gloria:

Gloria en Latín

Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.

Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.


Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris.



℟.  Amén.


Gloria en Español

Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.

Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.

℟.  Amén.




05:46
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Oremos.
Dios Todopoderoso y Eterno
y nos has otorgado a venerar

en una misma Celebración los
Méritos de todos los Santos
concédenos por esta multitud

de intercesores la deseada
abundancia de tu misericordia
por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo

que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.

℟.  Amén.


Lectura del Libro del Apocalipsis 1ª lectura: El pueblo se arremolinó en torno a Jeremías en el templo del Señor.

06:35
Lectora de la Primera Lectura: - Yo Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar diciéndoles: «no dañes a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que sellemos en la frente a los Siervos de Nuestro Dios. Oí también el número de los sellados, 144.000 de todas las tribus de Israel. Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar. De todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del Trono y delante del Cordero.

07:27
Lectora de la Primera Lectura: - Vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con voz potente: «la victoria es de nuestro Dios que está sentado en el Trono y del Cordero. Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del Trono y de los Ancianos y de los cuatro Vivientes cayeron rostro a tierra ante el Trono y adoraron a Dios diciendo: «Amén, la Alabanza y la Gloria y la Sabiduría y la Acción de Gracias y el Honor y el Poder y la Fuerza son de Nuestro Dios por los siglos de los siglos, Amén».

08:11
Lectora de la Primera Lectura: - Y uno de los Ancianos me dijo: «estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás». Él me respondió: «estos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado y blanqueado sus vestiduras, en la sangre del cordero».

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te alabamos, Señor.

08:49
Lector del Salmo Responsorial:


Salmo: Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34 En el día de la gracia, escúchame, Señor.

℣.  Esta es la Generación que
busca tu Rostro Señor.

℟.  Esta es la Generación que
busca tu Rostro Señor.

℣.  Es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes,
Él la fundó sobre los mares,
Él la fianza sobre los ríos.  ℟.

℣.  Quien puede subir al monte
del Señor quién puede estar en
el Recinto Sacro. El hombre de manos
inocentes y puro corazón
que no confía en los ídolos.  ℟.

℣.  Ese recibirá la bendición
del Señor le hará justicia
el Dios de Salvación. Esta es
la generación que busca al Señor
que busca tu Rostro, Dios de Jacob.  ℟.

11:09
2ª Lectura: Segunda Lectura:


Lectura de la Primera Carta del Apostol San Juan 2ª Lectura: xxx

11:14
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Queridos hermanos mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios. Pues los somos, el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual Es. Todo el que tiene está esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro.

℣.  Palabra de Dios.
℟.  Te alabamos, Señor.

11:51
Canto del Aleluya:


  Aleluya xxx Alabad al Señor todas las Naciones, pregonad sus Alabanzas Pueblos Todos.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Alabad al Señor todas
las Naciones, pregonad sus
Alabanzas Pueblos Todos.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

12:51
2ª Lectura: Segunda Lectura:


  Lectura del Santo Evangelio según San Mateo Evangelio: Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús

℣.  El Señor esté con Todos Vosotros.
℟.  y con tu espíritu

℣.  Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
℟.  Gloria a ti Señor Jesús.

13:15
Lectura del Santo Evangelio:

En aquel tiempo al ver Jesús el gentío subió al Monte se sentó y se acercaron sus Discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba diciendo:

«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos, Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra, Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados, Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados, Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia, Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios, Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios, Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos, Bienaventurados vosotros cuando se insulten y os persigan y os calumnian de cualquier modo por mi causa alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

℣.  Palabra del Señor.
℟.  Gloria a Ti, Señor, Jesús.


HOMILIA

14:52
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

La Bienaventuranza, la felicidad es el fin para el que hemos sido creados por Dios. Y felices son ya pues los que han llegado a Él. Los que están en Él, estos son los Santos, los conocidos y los no conocidos. Por conocidos por Dios, qué es lo que importa. También los Ángeles son Bienaventurados, los Santos gozan de la Eterna Compañía de Dios, y de los Ángeles de Dios. La fórmula para para llegar ahí, para tener también nosotros lo mismo. Pues es en principio sencilla, si queremos ser felices, seamos Santos. Pero hemos de reconocer que nuestro deseo de felicidad, pues no siempre va paralelo a nuestro deseo de Santidad.

15:54
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Digamos ahora desde el fondo de nuestro corazón: «Amén, Así sea, Señor, Así sea». Que todo el deseo que yo tengo de felicidad, vaya siempre paralelo, corra parejo, a mi deseo de Santidad. Porque en esa pequeña palabra, aunque parezca que no: «Amen, Sea, Hágase». Se encuentra la clave de una Vida Santa. Santo son pues, los que han dado su Fiat a Dios, en cada pequeña cosa. Los que han hecho de todo en su vida, un Fiat, un Amen, a Dios.

16:40
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Fórmula Teórica, podríamos decir, como veis, en principio es sencilla. No tanto verdad, ponerla en práctica. Muchas veces resulta difícil decir: «Amén». Por eso necesitamos aprender a decir «Amén». Necesitamos que nos enseñen a decir «Amén». Por eso recurrimos a mejor Maestra, a la Virgen para que ella nos enseñe. Le cantamos muchas veces: «Madre de todos, los hombres enséñanos a decir, Amén». Que lo mismo, que pedirle que nos enseñe el camino de la Santidad. La forma de llegar a ser Santos, felices. La forma de tener para siempre a Dios.

17:35
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Después de haberlo tenido siempre, en los días que dure nuestra vida aquí, en la Tierra. Jesús, el Señor, el enviado del Padre, nos traza con las Bienaventuranzas, el camino de la Santidad. Son nueve en total y en cada una de ellas, en cada una de esas nueve, se pueden distinguir con claridad tres elementos, tres componentes. El primero la Palabra: «Bienaventurado, Bienaventurados», que se repite en todas. El segundo un estado o una situación, por ejemplo, «los mansos». El tercero «un premio», por ejemplo «heredarán la tierra».

18:27
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Bienaventurados los mansos, porque ellos, los mansos heredaran la tierra. Observamos que ese estado, esa situación se refiere al tiempo presente. Y observamos también que ese premio, en esa recompensa, se refiere al tiempo futuro. Heredarán, futuro, la tierra es decir, entrarán en el Paraíso, no. Pero la Palabra: «Bienaventurados», se podría referir tanto al presente, como el futuro. De modo que esa segunda bienaventuranza que tomamos como ejemplo podríamos leerla así: «bienaventurados son ahora aquí, los mansos, porque ellos en su momento heredarán la tierra. Y también Bienaventurados serán los mansos porque ellos heredarán la tierra.

19:33
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

¿Qué significa esto?, significa que el Camino de la Santidad nos adelanta ya algo, aquí y ahora, en el presente. De lo que nos está esperando en el futuro, tras la muerte. ¿Qué significa esto también?, significa que Cristo ha sido el primero en recorrer ese Camino. El Camino de las Bienaventuranzas y que por tanto la unión con Él, es el Quid de nuestra Bienaventuranza. «Cristo el Manso» si nosotros por nuestra Mansedumbre, por nuestro Amen, a la Mansedumbre. Cuando haya que dar ese Amen, nos unimos a Él, entonces estamos ya recorriendo con Él, tras Él, el Camino de la Santidad.

20:26
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Lo que nos hace felices ahora, será lo que nos haga felices luego, en la gloria. Y ¿qué es eso?, la unión con Jesús. No nos haz de faltar en ese camino, lo sabemos bien, Él nos lo ha anunciado en la Cruz. Está el llanto, está el hambre, la sed de justicia, porque no la hay. Están los insultos, las persecuciones, las calumnias, pero está también Él. Que lo ha recorrido antes que nosotros digo y que lo está recorriendo con nosotros digo también. Por tanto si no nos falta Jesús, tampoco nos ha de faltar, ni ahora ni después, la felicidad.

21:15
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

En medio de todas esas contradicciones, podemos ser felices. La experiencia de los Santos nos lo demuestran, porque en medio de esas dificultades, vicisitudes, permanecieron unidos a Él. Viniendo al mundo como hombre, ha hecho por nosotros, ha abierto para nosotros, ese camino de gloria, ese camino hacia el cielo. Dejándonos un ejemplo para que también nosotros sigamos sus huellas. Tras Él, con Él, como la primera, como la primerísima, diría yo, entre muchos, también la Virgen, Santa María.

21:58
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

A nadie pues mejor que a ella, podemos pedir que nos guíe, que nos enseñe: «Madre de todos los hombres, Madre nuestra, enséñanos a decir Amén». Nada le va a gustar más a ella, tampoco que enseñarnos de este modo, a ser «otros Cristos, a ser el mismo Cristo, a ser Santos». «Menguar nosotros como decía San Juan Bautista, para que crezca en nosotros Él». Hasta que podamos decir, como decía también San Pablo: «ya no vivimos nosotros, ya no somos nosotros, es Cristo quien vive en nosotros».

22:44
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Y nosotros vivimos, si vivimos, por Él, con Él, en Él. Y sin Él, no somos nada, sin su amor, no somos nada. Esto es la Santidad, con Palabras de Benedicto XVI, que recoge el Santo Papa Francisco, en su reciente Exhortación Gaudette et exultate. Sobre la Santidad, esta consiste en la estatura que Cristo va alcanzando en nosotros, en el grado como, con la Fuerza del Espíritu Santo vamos modelando, toda nuestra vida según la suya. Cómo no nos va a ayudar en esto la Virgen, esposa del Espíritu Santo, Madre de Cristo. Al concebirlo en su seno y Madre de Cristo, también al concebirlo en el seno de nuestras almas.

23:41
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Le decimos Madre de todos los hombres, de todos los hombres, ¿porqué? Porque todos están llamados al Conocimiento y el Amor de Jesús. Y por ese Conocimiento, por ese Amor, a Él, a la Santidad a la Felicidad en el cielo, pero también en la tierra. La Santidad por tanto, no es un objetivo al alcance sólo de unos poquitos. Aunque es verdad que quizás deberíamos ser más, muchos más, yo diría todos. Los que aspiracemos con sinceridad, con seriedad, a la Santidad. Pero no es para unos poquitos, aunque pudiera parecer, fijaos que Jesús cuando dirige sus Bienaventuranzas, no las dirige a un grupo selecto, como a veces hace con los Apóstoles, que se los lleva aparte, para instruirlo aparte.

24:41
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

No se dirige a un gentío, que está ahí escuchándole, no y particularmente a sus Discípulos que se sientan a su lado, para escucharlo. San Juán en el Apocalipsis nos dice lo mismo: «no son unos poquitos 144.000 y más que 144.000, una multitud incontable». Por tanto que la Santidad, la Santidad de Dios, la Santidad de Dios en nosotros, en mí. Nunca nos resulte una cosa extraña, la tenemos entrañablemente cerca en los Santos. ¿Quienes son los Santos?, nuestros hermanos. ¿Quiénes somos nosotros?, hermanos suyos, hermanos de los Santos.

25:32
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Los hermanos no están lejos, por tanto lo de los Santos, su Santidad está muy cerca de nosotros, muy a nuestro alcance. Si ellos como decía el Apóstol San Juan en su Carta, tan hijos de Dios, como nosotros han llegado a ella, porque nosotros no vamos a llegar. Porque nosotros no, porque yo no, ese porque yo no, ese por qué yo no. Puso en marcha a un señor, que se llamaba «Ignacio López de Rekalde». ¿Quién es?, «San Ignacio de Loyola», o una Señora que se llamaba «Teresa de Cepeda y Ahumada».

26:17
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

La puso en marcha hacia «Santa Teresa de Jesús», escuchemos a Dios, escuchemos a Dios, es lo primero que tenemos que hacer. Fijaos que Jesús abriendo la boca, enseñaba diciendo: «por tanto a Él le corresponde enseñar, para nosotros nos corresponde escuchar». Lo primero es siempre escuchar, para que después hagamos lo que Él pide. No lo que nosotros imaginamos, nos parece que pide, no. En esta fiesta escuchamos a Dios, que nos reta, con su amor nos reta. «Oye y tú ¿por qué no?, ¿por qué no?, buscamos la felicidad, sí. ¿Queremos ir al cielo?, si. ¿Deseamos ver a Dios y a la Virgen?, sí.

27:20
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Pues entonces estamos ya en el camino de la Santidad. ¿Qué nos falta Señor?, hijos míos lo que os falta es arrancar, despegar, ese Amen y perseverar en el. Con toda la ayuda de mi gracia. Bueno pues que nuestra Devoción a los Santos, que nos esperan y su intercesión por nosotros, a quienes no dejan de cuidar que todo eso nos anime a pronunciar esa palabra, esa sencilla palabra «Amén». Pero más que pronunciarla, encarnarla, vivenciarla. «Madre de todos los hombres, Madre Nuestra enséñanos a decir Amén».

28:37
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Profesemos con amor agradecido, la Fe que profesaron con nosotros los Santos.


CREDO (Symbolum Apostolorum)

Credo in Deum
Patrem omnipotentem,
Creatorem cæli et terræ.

Et in Iesum Christum,
Filium eius unicum,
Dominum nostrum,
qui conceptus est de Spiritu Sancto,

natus ex Maria Virgine,
passus sub Pontio Pilato,
crucifixus, mortuus,
et sepultus,

descendit ad inferos,
tertia die resurrexit a mortuis,
ascendit ad cælos,


sedet ad dexteram
Dei Patris omnipotentis, inde
venturus est iudicare
vivos et mortuos.

Credo in Spiritum Sanctum,
sanctam Ecclesiam catholicam,
sanctorum communionem, remissionem
peccatorum, carnis resurrectionem,
vitam æternam.


℟.  Amén.

CREDO (Símbolo Apostólico)

Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo su único hijo
nuestro Señor
que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto
y sepultado,

descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó
de entre los muertos,
subió a los cielos

y está sentado a la derecha
de Dios Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir

a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.

℟.  Amén.



29:35
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  En Comunión con tantos
hermanos nuestros, que nos han
precedido en la Fe,
pidamos confiados al Padre.


PETICIONES

29:45
Lectora de las Súplicas:

℣.  Por la Iglesia Santificada
en la Sangre de Cristo para que
sea conducida fielmente por
sus Pastores hasta la Santidad
de su Cabeza.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por el Papa, Obispos,
Sacerdotes y Laicos para que
el gozo de conseguir el Reino

de los Cielos les infunda
valor para vivir según el
Espíritu las Bienaventuranzas.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por la justicia y la paz
del mundo, por los gobernantes
para que sean ejemplo de
honestidad ante los
demás ciudadanos.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

℣.  Por cuantos estamos reunidos
Celebrando esta Solemnidad
para que seamos hombres y

mujeres de palabra manteniendo
cada día nuestras
promesas Bautismales.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.

30:38
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Por nuestros hermanos difuntos
encomendamos especialmente
en esta Misa xx e xx por todos
nuestros queridos difuntos.

℣.  Rogemos al Señor
℟.  Te Rogamos Oyenos.


30:51
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Escucha Señor nuestras súplicas que son
la Oración de tu Iglesia Una y Santa
Por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amén.

Por los niños que empiezan la vida
por los hombres sin techos ni hogar
por los pueblos que sufren la guerra
te ofrecemos el vino y el pan

Pan y Vino sobre el Altar
son ofrendas de Amor
Pan y Vino sobre el Altar

33:02
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Orad Hermanos
para que este sacrificio mío
y vuestro sea agradable
Dios padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este Sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su Santa Iglesia.

℟.  Amen.

33:18
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Sean agradables a tus ojos, Señor,
los dones que te ofrecemos en
honor de todos los Santos, y
y haz que sintamos interceder

por nuestra salvación a los que
creemos ya seguros en la Vida Eterna.
por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

33:32
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

34:03
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, siempre y
en todo lugar, Señor Padre

Santo, Dios Todopoderoso y
eterno por que hoy nos concedes
Celebrar a la Ciudad Santa
la Jerusalén Celeste, que es

ç nuestra Madre, donde eternamente
te alaba la corona de nuestros hermanos.
Hacia ella, como peregrinos guiados
por la Fe, nos apresuramos jubilosos,

compartiendo la alegría por la
glorificación de los mejores
miembros de la Iglesia.
En las que nos concedes también

ayuda y ejemplo para nuestra
debilidad. Por eso, con la
muchedumbre de los Santos, y de

los Ángeles, proclamamos tu
grandeza, y te alabamos
clamando a una sola voz.



34:52
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Sanctus, Sanctus, Sanctus,

Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus, Sabaoth.
Pleni sunt coeli et terra gloria tua.


Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini
Hosanna in excelsis.

Santo, Santo, Santo,

Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los Ejércitos.
El cielo y la tierra están
llenos de tu gloria.

¡Hosanna! en las Alturas.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las Alturas.



35:53
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Santo eres en verdad Padre
y con razón te alaban todas
tus criaturas ya que por
Jesucristo tu hijo Señor Nuestro

con la fuerza del Espíritu Santo
das vida y Santifica todo y
congregas a tu pueblo sin cesar
para que ofrezca en tu honor

un sacrificio sin mancha desde
donde sale el sol hasta el ocaso
por eso Padre te suplicamos que
Santifiques por el mismo Espíritu

estos dones que hemos separado
para ti de manera que se conviertan
en el cuerpo y la sangre de Jesucristo

Hijo tuyo y Señor Nuestro que nos
mandó Celebrar estos Misterios porque
Él mismo la noche en que iba a ser

entregado tomó pan y dando gracias
te bendijo lo partió y lo dió
a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

37:12
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y dandote gracias,
ºde nuevo lo pasó
a sus Discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

37:57
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Éste es el Misterio de la Fe:

℟.  Anunciamos tu muerte, Señor
proclamamos tu Resurrección.
Ven Señor Jesús.

38:24
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Así pues Padre
al Celebrar ahora el memorial
de la pasión salvadora de tu hijo
de su admirable resurrección y

ascensión al cielo mientras
esperamos su venida gloriosa
te ofrecemos en esta acción
de gracias el Sacrificio Vivo

y Santo dirige tu mirada sobre
la Ofrenda de tu Iglesia y
reconoce en ella la víctima
por cuya inmolación quisiste

devolvernos tu amistad para que
fortalecidos con el cuerpo y la
sangre de tu Hijo y llenos de su
Espíritu Santo formemos en Cristo

un solo cuerpo y un solo espíritu
que Él los transforme en ofrenda
permanente para que gocemos de tu
heredad junto con tus elegidos

con María la Virgen Madre de Dios
su esposo San José
los Apóstoles y los Mártires
y todos los Santos por cuya

intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda te pedimos
Padre que esta víctima de
reconciliación traiga la paz y

la salvación al mundo entero
confirma en la fe y en la caridad
a tu iglesia peregrina en la
tierra a tu servidor el

Papa Francisco a nuestro Obispo
Carlos a sus Obispos Auxiliares
al Orden Episcopal a los
Presbíteros y Diáconos y a todo

el pueblo redimido por Ti
atiende los deseos y súplicas
de esta familia que ha congregado
en Tu presencia reúne en torno

a Ti Padre misericordioso a
todos tus hijos dispersos por
el mundo a nuestros hermanos
difuntos y a cuantos murieron

en tu amistad recibelos en tu
reino donde esperamos gozar todos
juntos de la plenitud
eterna de tu gloria por

Cristo Señor Nuestro
por quien concedes al mundo
todos los bienes.

40:11
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

40:40
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Llenos de alegría por ser hijos de Dios como los Santos, por lo tanto humanos suyos. Digamos ahora confiadamente la Oración que Cristo nos enseñó:


PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

41:16
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.


41:36
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

41:52
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  La Paz del Señor esté siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Daos Fraternalmente la Paz
℟.  La Paz esté contigo.

42:06
El Coro de la Basilica:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

43:34
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Éste es el Cordero de Dios
que quita el pecado
del mundo. Dichosos
los llamados a la Cena del Señor.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.
Señor la muerte de sus fieles
Señor yo soy tu siervo
hijo de tu esclavo

rompiste mis cadenas
el caliz que bendecimos
es la Comunión de la sangre de Cristo

46:10
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Oremos.
Te Adoramos y Admiramos
Oh Dios el solo Santo entre
todos los Santos e imploramos

Tu gracia para que realizando
nuestra Santidad en la plenitud
de Tu amor pasemos de esta mesa

de los que peregrinamos al
banquete de la patria celestial
Por Jesucristo Nuestro Señor.

℟.  Amen.

46:42
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

46:55
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

℣.  Dios gloria y felicidad
de los Santos nos ha concedido
Celebrar hoy está Solemnidad
os otorgue sus bendiciones eternas.

℟.  Amen.
℣.  Por intercesión de los Santos
os veáis libres de todo mal y
alentados por el ejemplo de su
vida persevereis constantes en
el Servicio de Dios y de los hermanos.

℟.  Amen.
℣.  Que Dios os conceda reuniros
con los Santos en la felicidad
del reino donde la Iglesia
contempla con gozo a sus hijos
entre los moradores de la
Jerusalén Celeste.

℟.  Amen.
℣.  Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

47:42
Padre Don: de la Basílica de la Asunción:

Pues hemos dicho «Amén» ahora hemos de vivir ese «Amén» con la ayuda de Dios. Así es, que paseis todo es un día muy feliz.

℣.  Podéis ir en Paz.
℟.  Demos Gracias al Señor.

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