Palabra de Vida 3/7/18:
«¡Señor mío y Dios mío!»
Por P. Jesús Higueras
«¡Señor mío y Dios mío!»
Por P. Jesús Higueras
Camino Católico
Publicado el 3 jul. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 3 de julio de 2018, martes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, Santo Tomás, apóstol, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 20, 24-29:
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban
00:19
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «¡Señor mío y Dios mío!». Hoy celebramos la fiesta del Apóstol Santo Tomás el apóstol que dudó. ¿Porqué dudó el Apóstol? como no estaba con la Comunidad el día de la Resurrección, no pudo encontrarse con Jesucristo Resucitado. Y de hecho él como muy terco, no, diciendo: «si no veo las llagas de sus manos, si no meto la mano en su costado yo no me lo puedo creer», vosotros estáis alucinando, habéis visto un fantasma. ¿Porque Tomás no creyó el primer anuncio?, porque para creer hay que estar en Comunidad.
00:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Para creer no hay que separarse de la Iglesia. Hay mucha gente que dice hoy en día, no a mí no me hace falta ir a Misa, no me hace falta escuchar el Sermón del Cura, ni me hace falta Confesarme, ni Comulgar. Porque yo ya me relaciono con Dios directamente, al final la Fe se desdibuja. Pero qué bonito porque en cuanto Tomás vuelve al Cenáculo y vuelve a estar con los Apóstoles, efectivamente Jesús se vuelve a parecer. Y que bonito además porque Jesús no le reprocha. «Tomás ven, trae tus manos, trae tus dedos mételo en mis llagas y tu mano en mi costado no seas incrédulo sé creyente».
01:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y que bonita esa confesión tan bella que hace el Apóstol Santo Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Reconoce en la humanidad Santísima de Jesucristo a su Dios, a su Señor. Es una Jaculatoria que de hecho muchas veces decimos en la Misa. Por ejemplo hay muchas personas que en la Consagración cuando el Sacerdote hace la Elevación de la Sagrada Hostia, mucha gente por dentro dice: «¡Señor mío y Dios mío!». Como dice el Apóstol Tomás, el Apóstol que dudó. Las dudas, tener dudas pues es algo como muy humano, porque la duda es una expresión de debilidad, es una expresión de inseguridad, todos somos débiles.
01:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y por tanto no es malo tener dudas, lo malo es que teniendo dudas pues que nos quedemos atascados en ellas, que no pidamos ayuda, que no nos acerquemos a la Iglesia. Pero ¿qué hizo Santo Tomás?, qué hizo bien?, que ante sus dudas se quedó con la Iglesia. Aunque no se lo acaba de creer, aunque no lo veía claro, aunque a veces no lo comprendía. ¿Cómo va a poder resucitar este Señor?, si todo el mundo lo ha visto muerto. Aun así él perseveró, él no se marchó y después los Apóstoles dijeron oye hemos visto al Señor, no me lo creo pero quédate con nosotros.
02:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y por eso al domingo siguiente cuando se apareció Jesús Tomás ya estaba con ellos. Porque el modo de resolver sus dudas era no tanto apartarse de la Iglesia, cuanto quedarse más unido de la Iglesia. No tengas miedo de tener dudas, todos tenemos dudas a veces. Decía el Cardenal Newman que ser Creyente es vivir con dudas. El problema no es tener dudas el problemas es consentirlas y que esas dudas me aparten de la Iglesia y por tanto me aparte de Dios. Tú cuando tengas dudas, cuando tengas inseguridades tú di, Dios mío aunque yo no te comprendo, no me voy a separar de tu Iglesia. Voy a vivir la Fe, los Sacramentos, vivir todo normal.
02:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Aunque a veces no lo tenga claro, es lo que hizo el Apóstol Tomás. Entonces ten la seguridad de que un día el Espíritu Santo te visitará y te hará decir «¡Señor mío y Dios mío!».
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «¡Señor mío y Dios mío!». Hoy celebramos la fiesta del Apóstol Santo Tomás el apóstol que dudó. ¿Porqué dudó el Apóstol? como no estaba con la Comunidad el día de la Resurrección, no pudo encontrarse con Jesucristo Resucitado. Y de hecho él como muy terco, no, diciendo: «si no veo las llagas de sus manos, si no meto la mano en su costado yo no me lo puedo creer», vosotros estáis alucinando, habéis visto un fantasma. ¿Porque Tomás no creyó el primer anuncio?, porque para creer hay que estar en Comunidad.
00:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Para creer no hay que separarse de la Iglesia. Hay mucha gente que dice hoy en día, no a mí no me hace falta ir a Misa, no me hace falta escuchar el Sermón del Cura, ni me hace falta Confesarme, ni Comulgar. Porque yo ya me relaciono con Dios directamente, al final la Fe se desdibuja. Pero qué bonito porque en cuanto Tomás vuelve al Cenáculo y vuelve a estar con los Apóstoles, efectivamente Jesús se vuelve a parecer. Y que bonito además porque Jesús no le reprocha. «Tomás ven, trae tus manos, trae tus dedos mételo en mis llagas y tu mano en mi costado no seas incrédulo sé creyente».
01:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y que bonita esa confesión tan bella que hace el Apóstol Santo Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Reconoce en la humanidad Santísima de Jesucristo a su Dios, a su Señor. Es una Jaculatoria que de hecho muchas veces decimos en la Misa. Por ejemplo hay muchas personas que en la Consagración cuando el Sacerdote hace la Elevación de la Sagrada Hostia, mucha gente por dentro dice: «¡Señor mío y Dios mío!». Como dice el Apóstol Tomás, el Apóstol que dudó. Las dudas, tener dudas pues es algo como muy humano, porque la duda es una expresión de debilidad, es una expresión de inseguridad, todos somos débiles.
01:49
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y por tanto no es malo tener dudas, lo malo es que teniendo dudas pues que nos quedemos atascados en ellas, que no pidamos ayuda, que no nos acerquemos a la Iglesia. Pero ¿qué hizo Santo Tomás?, qué hizo bien?, que ante sus dudas se quedó con la Iglesia. Aunque no se lo acaba de creer, aunque no lo veía claro, aunque a veces no lo comprendía. ¿Cómo va a poder resucitar este Señor?, si todo el mundo lo ha visto muerto. Aun así él perseveró, él no se marchó y después los Apóstoles dijeron oye hemos visto al Señor, no me lo creo pero quédate con nosotros.
02:20
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y por eso al domingo siguiente cuando se apareció Jesús Tomás ya estaba con ellos. Porque el modo de resolver sus dudas era no tanto apartarse de la Iglesia, cuanto quedarse más unido de la Iglesia. No tengas miedo de tener dudas, todos tenemos dudas a veces. Decía el Cardenal Newman que ser Creyente es vivir con dudas. El problema no es tener dudas el problemas es consentirlas y que esas dudas me aparten de la Iglesia y por tanto me aparte de Dios. Tú cuando tengas dudas, cuando tengas inseguridades tú di, Dios mío aunque yo no te comprendo, no me voy a separar de tu Iglesia. Voy a vivir la Fe, los Sacramentos, vivir todo normal.
02:53
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Aunque a veces no lo tenga claro, es lo que hizo el Apóstol Tomás. Entonces ten la seguridad de que un día el Espíritu Santo te visitará y te hará decir «¡Señor mío y Dios mío!».
Santa Misa del martes 3 de julio de 2018, 13ª semana de Tiempo Ordinario, Santo Tomás, apóstol
Camino Católico
Publicado el 3 jul. 2018 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, Santo Tomás, apóstol, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Inicio de la Santa Misa y Dedicación
00:27
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:45
Rvrndo.: D. José Blanco:
Hermanos buenos días, bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía en la que hoy vamos a Celebrar la fiesta de uno de los Doce Apóstoles. De Santo Tomás, llamado el Didimo, es decir el Mellizo y los datos que tenemos de él, es los que nos proporciona el propio Evangelio. Conocido es el episodio y lo vamos a leer hoy en el Evangelio en el que en un primer momento cuando se le comunica que Jesús ha Resucitado. No se lo cree y es cuando días después aparece en el Cenáculo Jesús estando él presente. Y es cuando entonces experimenta la Resurrección de Jesucristo.
01:39
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pues un saludo también como siempre muy cordial y cercano, a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística. Y ahora en un momento de silencio pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.
02:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Tú el primogénito
de entre los muertos
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú el vencedor del pecado
y de la muerte
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú la resurrección
y la vida
℟. Señor, Ten Piedad
02:36
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
℟. Amen.
00:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.
00:45
Rvrndo.: D. José Blanco:
Hermanos buenos días, bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía en la que hoy vamos a Celebrar la fiesta de uno de los Doce Apóstoles. De Santo Tomás, llamado el Didimo, es decir el Mellizo y los datos que tenemos de él, es los que nos proporciona el propio Evangelio. Conocido es el episodio y lo vamos a leer hoy en el Evangelio en el que en un primer momento cuando se le comunica que Jesús ha Resucitado. No se lo cree y es cuando días después aparece en el Cenáculo Jesús estando él presente. Y es cuando entonces experimenta la Resurrección de Jesucristo.
01:39
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pues un saludo también como siempre muy cordial y cercano, a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión se unen a nosotros en la Celebración Eucarística. Y ahora en un momento de silencio pedimos perdón al Señor por nuestros pecados.
02:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Tú el primogénito
de entre los muertos
℟. Señor, Ten Piedad
℣. Tú el vencedor del pecado
y de la muerte
℟. Cristo, Ten Piedad
℣. Tú la resurrección
y la vida
℟. Señor, Ten Piedad
02:36
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna
℟. Amen.
02:44
Rvrndo.: D. José Blanco:
GLORIA en Latín
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.
Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter
magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi,
suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.
GLORIA en Español
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tu que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tu que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres Santo,
sólo tu Señor,
Sólo tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre. Amén
03:36
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Dios todopoderoso concédenos
celebrar con alegría la fiesta
de tu Apóstol Santo Tomás
que él nos ayude con su protección
para que tengamos en nosotros
vida abundante por la Fe
en Jesucristo tu hijo
a quien tu Apóstol reconoció
como su Señor y su Dios
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
04:24
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22 1ª lectura: Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
04:29
Lectora de la Primera Lectura: - Hermanos:
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
05:08
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 116, 1-2 Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
05:11
Lectora de los Salmos:
℣. Id al mundo entero
y proclamad el Evangelio.
℟. Id al mundo entero
y proclamad el Evangelio.
℣. Alabad al Señor,
todas las naciones, aclamadlo,
todos los pueblos. ℟.
℣. Firme es su misericordia
con nosotros, su fidelidad
dura por siempre. ℟.
05:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Jn 20, 29 Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Porque me has visto, Tomás,
has creído - dice el Señor -;
bienaventurados los que crean
sin haber visto. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 24-29 Evangelio: ¡Señor mío y Dios mío!
06:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan
℟. Gloria a ti, Señor
06:33
Rvrndo.: D. José Blanco: - Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
07:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Sentarse un momento. Una y otra vez repetimos que nuestra Fe está basada, o nuestra Iglesia está basada en el Cimiento de los Apóstoles. En primer lugar Pedro, pero luego tenemos al resto de los Doce incluido a Pablo que no conoció personalmente a Jesús. Pero que vivió, se convenció de tal manera del Mensaje de Salvación de Jesús, que luego fue el Gran Apóstol Predicador de los Gentiles. Y que predicó por toda la Cuenca del Mediterráneo. Hoy celebramos a Tomás, otro de los Apóstoles y que tenemos pocos datos, los datos que nos da el Evangelio. Tanto en Mateo, en Marcos como hoy el Evangelio que hemos leído de Juan. Y qué es lo que ocurre con Tomás, pues Tomás, digamos que es un racionalista lo quiere ver todo desde el punto de vista de la razón.
09:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y por eso cuando le dicen hemos visto a Jesús que ha Resucitado, él dice si no lo veo con mis propias manos, si no lo toco, no lo creeré. Pero Jesús es terco y por eso precisamente ocho días después, se presenta estando en medio de ellos y le dice casi las mismas palabras que él había dicho. «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos, trae tu mano métela en mi costado y no seas incrédulo sino creyente». Y ahí tenemos el Acto de Fe de Tomás, que le convierte como al resto de los Apóstoles, en Cimiento de Nuestra Fe y de Nuestra Iglesia.
09:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
Su confesión es: «Señor Mío y Dios Mío», pero Jesús le hace un reproche podríamos decirle. «Porque me has visto, has creído» y entonces nos llama a nosotros, a todos nosotros, nos llama bienaventurados. Porque lo que nos dice es bienaventurados los que crean sin haber visto y eso somos todos nosotros y esos son los que a lo largo de la historia han tenido una Fe y una Fe profunda y una Fe intensa en Jesucristo. «Bienaventurados los que crean sin haber visto». Y esa Fe que nos hacen bienaventurados a todos los que estamos aquí y a todos los que nos ven a través de la televisión.
11:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
Estos bienaventurados que somos nosotros, nos convierte en ciudadanos del reino de los cielos. En ciudadanos del reino de Dios, eso es que nos dice en la Primera Lectura la Carta de Pablo a los Efesios. «Hermanos ya no sois extranjeros, ni forasteros sino conciudadanos de los Santos» a todos los creyentes en la época de Pablo se le llamaba Santos. A los miembros de la Comunidad Cristiana, sino Conciudadanos de los Santos y Miembros de la Familia de Dios.
11:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y claro, digamos que ese título que se nos da a todos y a cada uno de nosotros por tener la Fe en Jesucristo. Ese el título de ser Conciudadanos de los Santos y Miembros de la Familia de Dios. Nos hace a nosotros vivir y conducirnos en nuestra vida de manera diferente. Ya no somos como los no Creyentes, los Creyentes y seguidores de Jesús tenemos que ser de otra pasta, diferente. Tenemos que vivir de otra forma diferente, ya no nos sirven los valores del mundo, lo que nos sirve son los valores del Evangelio.
12:43
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y si el mundo nos habla de egoísmo, si el mundo nos habla de odio, si el mundo nos habla de enfrentamientos, si el mundo nos habla de guerras y de tantas otras cosas no buenas. El Evangelio nos habla de todo lo contrario y a eso tenemos que seguir nosotros. El Evangelio nos habla de amor, que nos habla de comprensión y nos habla de tolerancia y nos habla de entendimiento y nos dice que erradiquemos de nuestros corazones todo lo que signifique odio y distanciamiento entre nosotros.
13:26
Rvrndo.: D. José Blanco:
Jesús es la Piedra Angular, estamos edificados dice Pablo sobre el cimiento de los Apóstoles y Profetas. Pero Cristo Jesús es la Piedra Angular, por Él todo el edificio queda ensamblado. Pablo dice en otra ocasión que somos esas Piedras Vivas que formamos el Nuevo Templo, el Templo de Jesucristo. Nosotros somos Templos de Dios. El edificio vuelve a usar la metáfora del edificio, el edificio queda ensamblado y se va levantando hasta formar un Templo Consagrado al Señor.
14:16
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y eso es lo que tenemos que ser nosotros, Piedras Vivas que construimos en cada momento de la historia, construimos el Templo Consagrado al Señor. Y ¿qué significa todo esto?, significa que como los Apóstoles y a lo largo de la historia tantos otros Santos han dado su vida y su sangre por la Fe en Jesucristo. Que nosotros ahora en el siglo XXI seamos también capaces de dar nuestras vidas por transmitir la Fe en Jesucristo. Claro la pregunta es hemos recogido la Herencia de los Apóstoles y nosotros ahora somos valientemente transmisores de la Fe.
15:09
Rvrndo.: D. José Blanco:
O por el contrario, pues vivimos una vida cómoda, sin compromisos, cómodo, pues bueno escuchamos la Palabra de Dios. Pero esa Palabra de Dios, no penetra del todo en nuestros corazones. Esa Palabra de Dios no nos compromete en nuestras vidas. La invitación de la Palabra de Dios, la invitación de la Escritura de hoy nos dice eso. Comprométete, sé tú también Apóstol en el mundo en que vivimos. Vete por la vida implantando semillas de amor, vete por la vida tendiendo la mano al que te necesita. Vete por la vida poniéndote en lugar del otro cuando sufre, o cuando está enfermo o cuando tienes cualquier tipo de necesidad, vete por la vida así.
16:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
De Santo Tomás tenemos la tradición de que se fue por tierras de la India a predicar el Evangelio. Nosotros estamos aquí en nuestra ciudad, en nuestra familia, en nuestro trabajo. Ahí es donde tenemos que dar testimonio, por una parte, porque como se nos dice en el Evangelio somos bienaventurados por haber creído sin ver. Pero por otra parte como dice el Apóstol San Pablo a los Efesios, porque siendo Cristo la Piedra Angular y los Cimientos los Apóstoles. Nosotros ahora somos también Conciudadanos y Miembros de la Familia de Dios.
17:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pues como tales miembros vayamos por la vida construyendo ese Templo Consagrado al Señor siendo Piedras Vivas y transmitiendo nuestra Fe a todos aquellos que nos rodean. Vamos a pedírselo así el Señor en esta Eucaristía.
17:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Pidamos amados hermanos
a Dios Padre todopoderoso
que escuche nuestra Oración
al celebrar la fiesta
del Apóstol Santo Tomás.
PETICIONES
17:49
PETICIONES DE LOS FIELES:
℣. Por la Santa Iglesia de Dios
para que sólidamente
establecida sobre el
fundamento de los Apóstoles
viva con plenitud
y predique con fidelidad
el Evangelio recibido de ellos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por el Papa Francisco
por nuestro Obispo Carlos
y por todos el Episcopado
Universal para que llenos
del Espíritu Santo transmitan
con toda fidelidad
la Palabra Apostólica.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los que gobiernan
nuestra patria y todas
las naciones del mundo
para que trabajen sin
desfallecer por la justicia
y la paz de todos los pueblos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los cristianos perseguidos
para que sean confortados
por el ejemplo de la firmeza
Apostólica y se alegren
de poder sufrir por el
nombre de Cristo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los miembros de nuestra
comunidad para que fieles
a la Doctrina Apostólica
anuncien el Evangelio
a los pueblos y trabajen
por el bien de nuestros hermanos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
18:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Escucha Dios todopoderoso
al pueblo a Ti Consagrado
y por la intercesión
de tu Apóstol Santo Tomás
concédele tu protección
en las cosas temporales
y eternas
por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amen.
20:04
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
20:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
21:02
Rvrndo.: D. José Blanco:
Te presentamos Señor
el servicio que te es debido
suplicando humildemente
que conserves tus dones
en nosotros al ofrecerte
el Sacrificio de alabanza
en la confesión de
Santo Tomás Apóstol
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
21:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
21:32
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor nuestro
porque has querido que tu iglesia
tenga por fundamento a los apóstoles
para que permanezca en la tierra
como signo perpetuo de tu santidad
y ofrezca a todos los hombres
las enseñanzas del cielo
por eso Señor con toda la multitud
de los Ángeles Te aclamamos
ahora y por siempre
diciendo con humilde Fe:
22:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
22:30
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean
para nosotros Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
23:32
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
24:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
24:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
24:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a nuestros hermanos
.. y .. a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, especialmente hoy
Santo Tomás y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu
Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
26:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
26:23
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y ahora todos juntos como hermanos, o como decía San Pablo como Miembros de la Familia de Dios. Vamos a dar gracias al Padre y le damos gracias primero por su Hijo, por Jesucristo y después por los Apóstoles que nos han transmitido la Fe. Lo hacemos con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
27:19
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
27:44
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
28:04
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Demonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
28:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
28:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
entregado por ti
sangre de cristo derramada por ti, pan de salvación caliz de ..
el pan que compartimos glorificado y forma el cuerpo de la Iglesia
quien se apartará tu eres señor nuestra unidad
31:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Oh Dios que nos has dado
realmente en este sacramento
el cuerpo de tu Hijo
concédenos te rogamos
que cuantos le hemos
confesado por la Fe
nuestro Dios y Señor
como Santo Tomás le sigamos
proclamando ante los hombres
con nuestra vida
y nuestras obras
por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
31:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Dios todopoderoso concédenos
celebrar con alegría la fiesta
de tu Apóstol Santo Tomás
que él nos ayude con su protección
para que tengamos en nosotros
vida abundante por la Fe
en Jesucristo tu hijo
a quien tu Apóstol reconoció
como su Señor y su Dios
Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos
℟. Amen.
04:24
Lectora de la Primera Lectura:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22 1ª lectura: Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
04:29
Lectora de la Primera Lectura: - Hermanos:
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
℣. Palabra de Dios
℟. Te Alabamos Señor.
05:08
Lectora de los Salmos:
Salmo: Sal 116, 1-2 Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
05:11
Lectora de los Salmos:
℣. Id al mundo entero
y proclamad el Evangelio.
℟. Id al mundo entero
y proclamad el Evangelio.
℣. Alabad al Señor,
todas las naciones, aclamadlo,
todos los pueblos. ℟.
℣. Firme es su misericordia
con nosotros, su fidelidad
dura por siempre. ℟.
05:35
Rvrndo.: D. José Blanco:
Aleluya Jn 20, 29 Aleluya, aleluya, aleluya
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
℣. Porque me has visto, Tomás,
has creído - dice el Señor -;
bienaventurados los que crean
sin haber visto. ℟.
℟. Aleluya, aleluya, aleluya.
06:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 24-29 Evangelio: ¡Señor mío y Dios mío!
06:21
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros
℟. y con tu espíritu
℣. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan
℟. Gloria a ti, Señor
06:33
Rvrndo.: D. José Blanco: - Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
℣. Palabra del Señor
℟. Gloria a Ti Señor, Jesús
HOMILIA
07:52
Rvrndo.: D. José Blanco:
Sentarse un momento. Una y otra vez repetimos que nuestra Fe está basada, o nuestra Iglesia está basada en el Cimiento de los Apóstoles. En primer lugar Pedro, pero luego tenemos al resto de los Doce incluido a Pablo que no conoció personalmente a Jesús. Pero que vivió, se convenció de tal manera del Mensaje de Salvación de Jesús, que luego fue el Gran Apóstol Predicador de los Gentiles. Y que predicó por toda la Cuenca del Mediterráneo. Hoy celebramos a Tomás, otro de los Apóstoles y que tenemos pocos datos, los datos que nos da el Evangelio. Tanto en Mateo, en Marcos como hoy el Evangelio que hemos leído de Juan. Y qué es lo que ocurre con Tomás, pues Tomás, digamos que es un racionalista lo quiere ver todo desde el punto de vista de la razón.
09:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y por eso cuando le dicen hemos visto a Jesús que ha Resucitado, él dice si no lo veo con mis propias manos, si no lo toco, no lo creeré. Pero Jesús es terco y por eso precisamente ocho días después, se presenta estando en medio de ellos y le dice casi las mismas palabras que él había dicho. «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos, trae tu mano métela en mi costado y no seas incrédulo sino creyente». Y ahí tenemos el Acto de Fe de Tomás, que le convierte como al resto de los Apóstoles, en Cimiento de Nuestra Fe y de Nuestra Iglesia.
09:59
Rvrndo.: D. José Blanco:
Su confesión es: «Señor Mío y Dios Mío», pero Jesús le hace un reproche podríamos decirle. «Porque me has visto, has creído» y entonces nos llama a nosotros, a todos nosotros, nos llama bienaventurados. Porque lo que nos dice es bienaventurados los que crean sin haber visto y eso somos todos nosotros y esos son los que a lo largo de la historia han tenido una Fe y una Fe profunda y una Fe intensa en Jesucristo. «Bienaventurados los que crean sin haber visto». Y esa Fe que nos hacen bienaventurados a todos los que estamos aquí y a todos los que nos ven a través de la televisión.
11:03
Rvrndo.: D. José Blanco:
Estos bienaventurados que somos nosotros, nos convierte en ciudadanos del reino de los cielos. En ciudadanos del reino de Dios, eso es que nos dice en la Primera Lectura la Carta de Pablo a los Efesios. «Hermanos ya no sois extranjeros, ni forasteros sino conciudadanos de los Santos» a todos los creyentes en la época de Pablo se le llamaba Santos. A los miembros de la Comunidad Cristiana, sino Conciudadanos de los Santos y Miembros de la Familia de Dios.
11:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y claro, digamos que ese título que se nos da a todos y a cada uno de nosotros por tener la Fe en Jesucristo. Ese el título de ser Conciudadanos de los Santos y Miembros de la Familia de Dios. Nos hace a nosotros vivir y conducirnos en nuestra vida de manera diferente. Ya no somos como los no Creyentes, los Creyentes y seguidores de Jesús tenemos que ser de otra pasta, diferente. Tenemos que vivir de otra forma diferente, ya no nos sirven los valores del mundo, lo que nos sirve son los valores del Evangelio.
12:43
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y si el mundo nos habla de egoísmo, si el mundo nos habla de odio, si el mundo nos habla de enfrentamientos, si el mundo nos habla de guerras y de tantas otras cosas no buenas. El Evangelio nos habla de todo lo contrario y a eso tenemos que seguir nosotros. El Evangelio nos habla de amor, que nos habla de comprensión y nos habla de tolerancia y nos habla de entendimiento y nos dice que erradiquemos de nuestros corazones todo lo que signifique odio y distanciamiento entre nosotros.
13:26
Rvrndo.: D. José Blanco:
Jesús es la Piedra Angular, estamos edificados dice Pablo sobre el cimiento de los Apóstoles y Profetas. Pero Cristo Jesús es la Piedra Angular, por Él todo el edificio queda ensamblado. Pablo dice en otra ocasión que somos esas Piedras Vivas que formamos el Nuevo Templo, el Templo de Jesucristo. Nosotros somos Templos de Dios. El edificio vuelve a usar la metáfora del edificio, el edificio queda ensamblado y se va levantando hasta formar un Templo Consagrado al Señor.
14:16
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y eso es lo que tenemos que ser nosotros, Piedras Vivas que construimos en cada momento de la historia, construimos el Templo Consagrado al Señor. Y ¿qué significa todo esto?, significa que como los Apóstoles y a lo largo de la historia tantos otros Santos han dado su vida y su sangre por la Fe en Jesucristo. Que nosotros ahora en el siglo XXI seamos también capaces de dar nuestras vidas por transmitir la Fe en Jesucristo. Claro la pregunta es hemos recogido la Herencia de los Apóstoles y nosotros ahora somos valientemente transmisores de la Fe.
15:09
Rvrndo.: D. José Blanco:
O por el contrario, pues vivimos una vida cómoda, sin compromisos, cómodo, pues bueno escuchamos la Palabra de Dios. Pero esa Palabra de Dios, no penetra del todo en nuestros corazones. Esa Palabra de Dios no nos compromete en nuestras vidas. La invitación de la Palabra de Dios, la invitación de la Escritura de hoy nos dice eso. Comprométete, sé tú también Apóstol en el mundo en que vivimos. Vete por la vida implantando semillas de amor, vete por la vida tendiendo la mano al que te necesita. Vete por la vida poniéndote en lugar del otro cuando sufre, o cuando está enfermo o cuando tienes cualquier tipo de necesidad, vete por la vida así.
16:15
Rvrndo.: D. José Blanco:
De Santo Tomás tenemos la tradición de que se fue por tierras de la India a predicar el Evangelio. Nosotros estamos aquí en nuestra ciudad, en nuestra familia, en nuestro trabajo. Ahí es donde tenemos que dar testimonio, por una parte, porque como se nos dice en el Evangelio somos bienaventurados por haber creído sin ver. Pero por otra parte como dice el Apóstol San Pablo a los Efesios, porque siendo Cristo la Piedra Angular y los Cimientos los Apóstoles. Nosotros ahora somos también Conciudadanos y Miembros de la Familia de Dios.
17:06
Rvrndo.: D. José Blanco:
Pues como tales miembros vayamos por la vida construyendo ese Templo Consagrado al Señor siendo Piedras Vivas y transmitiendo nuestra Fe a todos aquellos que nos rodean. Vamos a pedírselo así el Señor en esta Eucaristía.
17:34
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Pidamos amados hermanos
a Dios Padre todopoderoso
que escuche nuestra Oración
al celebrar la fiesta
del Apóstol Santo Tomás.
PETICIONES
17:49
PETICIONES DE LOS FIELES:
℣. Por la Santa Iglesia de Dios
para que sólidamente
establecida sobre el
fundamento de los Apóstoles
viva con plenitud
y predique con fidelidad
el Evangelio recibido de ellos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por el Papa Francisco
por nuestro Obispo Carlos
y por todos el Episcopado
Universal para que llenos
del Espíritu Santo transmitan
con toda fidelidad
la Palabra Apostólica.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los que gobiernan
nuestra patria y todas
las naciones del mundo
para que trabajen sin
desfallecer por la justicia
y la paz de todos los pueblos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los cristianos perseguidos
para que sean confortados
por el ejemplo de la firmeza
Apostólica y se alegren
de poder sufrir por el
nombre de Cristo.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
℣. Por los miembros de nuestra
comunidad para que fieles
a la Doctrina Apostólica
anuncien el Evangelio
a los pueblos y trabajen
por el bien de nuestros hermanos.
℣. Rogemos al Señor
℟. Te Rogamos Oyenos.
18:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Escucha Dios todopoderoso
al pueblo a Ti Consagrado
y por la intercesión
de tu Apóstol Santo Tomás
concédele tu protección
en las cosas temporales
y eternas
por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amen.
20:04
Rvrndo.: D. José Blanco:
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
20:46
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
℟. Amen.
21:02
Rvrndo.: D. José Blanco:
Te presentamos Señor
el servicio que te es debido
suplicando humildemente
que conserves tus dones
en nosotros al ofrecerte
el Sacrificio de alabanza
en la confesión de
Santo Tomás Apóstol
por Jesucristo nuestro Señor
℟. Amen.
21:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor esté con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
21:32
Rvrndo.: D. José Blanco:
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracia siempre
y en todo lugar Señor Padre Santo
Dios Todopoderoso y Eterno
por Cristo Señor nuestro
porque has querido que tu iglesia
tenga por fundamento a los apóstoles
para que permanezca en la tierra
como signo perpetuo de tu santidad
y ofrezca a todos los hombres
las enseñanzas del cielo
por eso Señor con toda la multitud
de los Ángeles Te aclamamos
ahora y por siempre
diciendo con humilde Fe:
22:13
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
22:30
Rvrndo.: D. José Blanco:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean
para nosotros Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
23:32
Rvrndo.: D. José Blanco:
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
24:20
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Y éste es el Sacramento de nuestra fe:
℟. Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!
24:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.
Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
24:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos
y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente
en esta Eucaristia a nuestros hermanos
.. y .. a ellos
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles, especialmente hoy
Santo Tomás y cuantos vivieron
en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu
Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
26:08
Rvrndo.: D. José Blanco:
Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
26:23
Rvrndo.: D. José Blanco:
Y ahora todos juntos como hermanos, o como decía San Pablo como Miembros de la Familia de Dios. Vamos a dar gracias al Padre y le damos gracias primero por su Hijo, por Jesucristo y después por los Apóstoles que nos han transmitido la Fe. Lo hacemos con las palabras que el propio Jesús nos enseñó:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
27:19
Rvrndo.: D. José Blanco:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.
27:44
Rvrndo.: D. José Blanco:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
℟. Amen.
28:04
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Demonos la paz como hermanos
℟. La Paz esté contigo
28:22
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. ten piedad de nosotros.
℣. Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟. danos la paz.
28:49
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟. Amen.
entregado por ti
sangre de cristo derramada por ti, pan de salvación caliz de ..
el pan que compartimos glorificado y forma el cuerpo de la Iglesia
quien se apartará tu eres señor nuestra unidad
31:28
Rvrndo.: D. José Blanco:
Oremos.
Oh Dios que nos has dado
realmente en este sacramento
el cuerpo de tu Hijo
concédenos te rogamos
que cuantos le hemos
confesado por la Fe
nuestro Dios y Señor
como Santo Tomás le sigamos
proclamando ante los hombres
con nuestra vida
y nuestras obras
por Jesucristo Nuestro Señor.
℟. Amen.
31:58
Rvrndo.: D. José Blanco:
℣. El Señor Esté Con Vosotros
℟. y Con Tu Espíritu
℣. la bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
podéis ir en Paz.
℟. Demos Gracias al Señor.
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