martes, 21 de noviembre de 2017

21.11.2017 - Santa Misa en 13tv






Palabra de Vida 21/11/17:
«Ha venido a salvar lo que estaba perdido»
Por Rvrdo. Don: Jesús Higueras Esteban




Camino Católico

Publicado el 21 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 21 de noviembre de 2017, martes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 19, 1-10:

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad.

En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura.

Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:

«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».

Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:

«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».

Pero Zaqueo, de pie, y dijo al Señor:

«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».

Jesús le dijo:

«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


00:18
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - «El hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido», hoy vamos a contemplar este Evangelio de Zaqueo, en el que claro, efectivamente, el Señor va a buscar a la misma casa donde estaban los pecadores. Y bueno, porque tenía como muchísimo interés. Claro, algunos se escandalizan, «este come con pecadores», «éste se junta con ellos», «estas gentuzas». Que siempre nos ha odiado, que siempre nos ha tratado mal. Bueno, pues debería alegrarte. Piensa por un momento, esas personas que a lo mejor de la publica o de tu familia.

00:50
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - O de tus vecinos, que te caen fatal, que te caen y que bueno cada vez que los veos me pongo nerviosos. Bueno, a ti no te gustaría, que se convirtiera su corazón, a ti no te gustaría, que el Señor pues pudiera iluminarles, hacerles ver pues que efectivamente, eres un bruto, que eres un mal educado, que estás maltratando a las gentes. Por eso cuando alguien nos caiga mal, cuando alguien nos haga daño, cuando alguien nos resulte, antipatico a nosotros mismos. Claro que lo lógico Señor, ojalá, que tu pudiera llegar hasta el centro de su corazón iluminarle y convencerle.

01:26
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - En definitiva, lo que tenemos que hacer es pedir la Conversión, la Conversión del Corazón. De todos aquellos que nos resultan, pues, fastidiosos, porque son, pecadores públicos, en el sentido más amplio de la palabra. Y por otro lado no ser hipócritas, es decir, Señor si pido la Conversión del Corazón de los otros, tengo que pedir la mia. Porque si tu has venido a llamar a los pecadores, el pecador más grande soy yo, o que pasa que yo no te necesito. Que yo lo hago todo bien, que yo soy superior porque me creo, que porque ese me caiga mal, es peor que yo.

01:56
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Y esto también es muy importante, si pido la Conversión de los demás, tengo que pedir por mi propia Conversión, o ¿es que soy mejor? ¿O es que tengo más valor o que mi vida es más importante? Creo que esto, pues me lo podríamos pensar mucho, y efectivamente, cuando veamos que las gentes se equivoca, las gentes es bruta, que las gentes hace trastadas. Decir, bueno Señor, que yo no puedo ponerme en el palco de los buenesitos y decir, que yo no te necesito. Que Jesús ha venido a buscar y a sanar a los pecadores, de los cuales yo el primero, como es lógico.

02:32
Padre Don: Jesús Higueras Esteban: - Porque el día que diga que no soy pecador, es el día que más pecador soy. Porque se me ha metido tanta soberbia en mi vida, que no soy capaz de reconocer ni mis limitaciones. Por lo tanto Señor, ojalá que nos de a todos los hombres, especialmente a mi que tanto lo necesito la Conversión del Corazón.


Santa Misa del martes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario, 21 de noviembre de 2017




Camino Católico

Publicado el 21 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Celebración de la Santa Misa del martes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.


Inicio de la Santa Misa y Dedicación


01:23
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

℟.  Amen.

01:31
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
el Amor del Padre y la Comunión
del Espíritu Santo,
estén con Todos Vosotros.

01:39
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Hermanos buenos días y bienvenidos a la Celebración de la Eucaristía de este martes de la trigésimo tercera semana del tiempo ordinario. Penúltima semana ya del tiempo ordinario y que en el día de hoy Celebramos la Fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María. Es una fiesta cuyos datos no tenemos, cuando fue presentada María en el Templo, pero de la misma manera que Celebramos la Presentación de Jesús en el Templo.

02:18
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Para hacer un paralelo también Celebramos hoy esa Fiesta de la Presentación de María. Es una Fiesta de Origen Oriental y bueno pues con motivo de la Inauguración de una Basílica, llamada de Santa María la Nueva, en Jerusalén en el siglo IV. Se empezó a Celebrar esta Fiesta luego llegó a la Iglesia Latina y se extendió ya por toda la Iglesia Universal. Vamos a Celebrar por lo tanto esa fiesta de la Presentación de María en el Templo.

02:56
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Un saludo como siempre cercano y cordial, a todos aquellos hermanos nuestros que a través de Canal 13 Televisión, se unen a nosotros en la Celebración Eucarística y ahora en un momento de silencio nos preparamos para Celebrar la Eucarístia, pidiendo perdón al Señor por nuestros pecados.

03:29
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Hijo de Dios, que nacido de María
te hiciste nuestro hermano.
℟.  Señor, Ten Piedad

℣.  Hijo del hombre, que conoces y comprendes
nuestra debilidad
℟.  Cristo, Ten Piedad

℣.  Hijo Primogénito del Padre
que hace de nosotros
una sola familia
℟.  Señor, Ten Piedad

03:56
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna

℟.  Amen.

04:05
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
Te Rogamos Señor
que a cuantos hoy honramos
en la Gloriosa Memoria

de la Santísima Virgen María
nos concedas por su intercesión
participar como ella
de la plenitud de tu gracia

Por Nuestro Señor Jesucristo
Tu Hijo, que Vive y Reina Contigo
en la Unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los Siglos de los Siglos

℟.  Amen.

04:40
Lectora de la Primera Lectura:


Lectura del segundo libro de los Macabeos 6, 18-31 Legaré un noble ejemplo para que aprendan a arrostrar una muerte noble, por amor a nuestra Ley


04:40
Lectora de la Primera Lectura: - En aquellos días, Eleazar era uno de los principales maestros de la Ley, hombre de edad avanzada y semblante muy digno. Le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo.

Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.


05:10
Lectora de la Primera Lectura: - Quienes presidían este impío banquete, viejos amigos de Eleazar, movidos por una compasión ilegítima, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera haciendo como que comía la carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración. Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa dada por Dios, respondió coherentemente, diciendo enseguida:

05:56
Lectora de la Primera Lectura: - «¡Enviadme al sepulcro! No es digno de mi edad ese engaño. Van a creer los jóvenes que Eleazar a los noventa años ha apostatado y si miento por un poco de vida que me queda se van a extraviar con mi mal ejemplo.

Eso seria manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no me libraría de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable ley». Dicho esto, se fue enseguida al suplicio.


06:42
Lectora de la Primera Lectura: - Los que lo llevaban, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en dureza su actitud benévola de poco antes.

Pero él, a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros:

«Bien sabe el Señor, dueño de la ciencia santa, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y que en mi alma los sufro con gusto por temor de él».

De esta manera terminó su vida, dejando no sólo a los jóvenes, sino a la mayoría de la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.


℣.  Palabra de Dios
℟.  Te Alabamos Señor.

07:29
Lectora de los Salmos:


Salmo: Sal 3, 2-3. 4-5. 6-7 El Señor me sostiene.

℣.  El Señor me sostiene.
El Señor me sostiene.  ℟.

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios».  ℟.

Pero tú, Señor,
eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor,
él me escucha
desde su monte santo.  ℟.

Puedo acostarme
y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.
Levántate, Señor;
sálvame, Dios mío.  ℟.


08:22
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


Aleluya 1Jn 4, 10b Aleluya, aleluya, aleluya

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

℣.  Dios nos amó
y nos envió a su Hijo
como víctima de propiciación
por nuestros pecados.  ℟.

℟.  Aleluya, aleluya, aleluya.

09:00
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:


  Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10 El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.


09:01
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros
℟.  y con tu espíritu

℣.  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
℟.  Gloria a ti, Señor

08:44
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.

En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:


09:47
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - «Zaqueo, date prisa, baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:

«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, y dijo al Señor:

«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo:


10:25
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

℣.  Palabra del Señor
℟.  Gloria a Ti Señor, Jesús


HOMILIA


10:08
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - En estos últimos días del Año Litúrgico, la Palabra de Dios nos hace pensar y nos invita a reflexionar sobre nuestro mundo, sobre nuestro estar en el mundo, nuestro ser en el mundo, y el Reino de Dios. Que es lo que verdaderamente merece la pena, es decir, todo lo que hay en el mundo va a ser caduco y perecedero. Sin embargo el Reino de Dios, el que nos trae Jesucristo ese es el Reino Perenne al que todos y cada uno de nosotros, debemos tender con nuestra conducta, con nuestra vida, con nuestra forma de relacionarnos con el propio Dios.

10:50
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Estamos leyendo el Segundo Libro de los Macabeos, en el que hoy nos pone una lectura ejemplar, de un hombre ejemplar se trata de Eleazar. Que es un Maestro de la Ley y que por fidelidad a la Ley, prefiere incluso morir antes que digamos traicionar la Ley. Era una cosa que a nosotros hoy nos puede parecer una tontería, porque se trataba de comer carne de cerdo. Por eso digo que nosotros pues no nos dice nada actualmente, pero en el mundo judío, en el mundo árabe también, el comer carne de cerdo o la carne de cerdo, está considerada como una comida impura.

11:46
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y así lo mandaba la Ley, la Ley de Moisés y entonces Eleazar a pesar de que le dicen las posibilidades que tiene de salvarse. Él desde luego dice no, no, yo he estado toda mi vida siendo fiel a la Ley y ahora 90 años no voy a traicionar esa Ley. No voy a pasarlo por encima, porque además, si yo he estado toda mi vida enseñando la Ley, como ahora puedo decir esto, como ejemplo para los jóvenes. Dos veces lo dice, que él quiere ser ejemplo para los jóvenes y bueno pues esa ejemplaridad, esa fidelidad a la ley.

12:38
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Es también algo que digamos está, de alguna manera ha dirigido a nosotros, no por este motivo, naturalmente, pero la fidelidad y la ejemplaridad son dos criterios, o dos conceptos, que sí que tienen que ver también con nuestra vida diaria. La fidelidad en nuestro caso al Evangelio, la Fidelidad a la Palabra de Dios. El ser coherente en nuestra vida y de esa manera dar ejemplo a los que vienen detrás de nosotros. Porque muchas veces los jóvenes, nos dicen, que no tienen nada que ver con lo que nosotros proclamamos, con lo que nosotros defendemos, con lo que nosotros predicamos.

13:27
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Porque muchas veces, con demasiada frecuencia, ven que no somos coherentes y venimos a Celebrar la Eucaristía que tenemos otro tipo de Devociones. Pero que luego nuestra vida no responde a eso, nuestra vida se deja llevar pues eso, por los valores del mundo. Como son el dinero, el prestigio, el consumismo y llevamos quizá una Fe o una práctica de la Fe un tanto individualista, egoísta. Podríamos decir entonces no somos ejemplo, no somos ejemplo, para los que vienen detrás de nosotros. Y esa digamos, que es el mensaje de la lectura de hoy, es el que tiene que calar en nuestros corazones.

14:24
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Somos Fieles al Evangelio, no sólo con las palabras, sino también con las obras. Somos de verdad ejemplo para las generaciones que vienen detrás de nosotros, somos coherentes con nuestra vida de Fe, anteayer que como sabéis, el Papa Instituyó esa primera Jornada Mundial de los Pobres. El lema del Mensaje del Papa era precisamente la cita de la Primera Carta de San Juan: «No Amemos de Palabra, sino con Obras». Ahí es donde está la ejemplaridad, por eso en la lectura de hoy, ya digo que por dos veces dice el propio Eleazar: «cómo voy yo a dar ejemplo a los jóvenes, si ahora, por no morir, voy a hacer o voy a traicionar mí Ley y mi Fe». Terminaba así precisamente la Lectura: «de esta manera terminó su vida, dejando no sólo a los jóvenes, sino a la mayoría de la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud». Él es coherente en todo momento y aún ahora con 90 años dice: «no quiero mancha e infamar mi vejez».

16:03
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y este es el mensaje que nos deja, nosotros ahora que hemos conocido a Jesucristo, hemos conocido la salvación. Nos vamos al Evangelio y vemos como Jesús toma la iniciativa, es verdad que Zaqueo es un hombre curioso, que ha oído hablar de Jesús. Que quiere verlo y nos dice el Evangelio como era bajito y había mucha gente, pues era difícil de verlo. Se sube a una higuera a un sicomoro y desde allí le ve. Pero en él todavía no hay nada más que eso, su curiosidad, pero la iniciativa la toma Jesús y le dice baja que hoy me quiero hospedar en tu casa.

16:55
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - El encuentro con Jesús, de Zaqueo transforma por completo toda su vida. Hombre rico, hombre jefe de publicanos, por lo tanto, no es raro que la gente murmuraba o murmurara, diciendo: «éste entra a comer a casa de un pecador», ya sabeis de los publicanos, tenían fama de estorsionadores, de especuladores, de explotadores. En definitiva, de pecadores, pero Jesús no, Jesús le dice: «ven, baja que quiero entrar hoy en tu casa y comer allí».

17:42
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y entonces Zaqueo, se transforma por completo, el encuentro con Jesús le transforma. Le hace, un ser nuevo, un hombre nuevo: «mira Señor la mitad de mis bienes, se lo doy a los pobres». Ahí tenemos la aplicación, que se decía antes: «no Amemos sólo de palabra, sino con obras». «La mitad de mis bienes se lo doy a los pobres y si he desfraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Es un hombre nuevo, Zaqueo, el encuentro con Jesús le ha transformado, el encuentro con Jesús, le ha hecho ver que los bienes materiales, no son lo principal en su vida.

18:32
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Que hasta ahora sí lo eran, pero ahora se da cuenta, de que los bienes materiales no son lo principal. Lo principal es, que al encontrar a Jesús, ha encontrado la salvación, y por eso Jesús dice: «hoy ha sido la salvación de esta casa». Y termina el Evangelio diciendo, aquello por lo que ha venido Jesús hasta nosotros. Todos somos pecadores, porque el hijo del hombre, ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.

19:08
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Nosotros afortunadamente en nuestras vidas, nos hemos encontrado con Jesús y Él viene a ofrecernos esa palabra de salvación a todo aquello que estaba perdido. Ya digo, todos somos pecadores, pero Él, nos coge de la mano y nos levantan. Nos levanta de nuestra miseria, del estar hundido en el fango. Él dice, levántate, sígueme, transforma tu vida, se otro y defendemos como decía la primera lectura, ejemplo a las generaciones que nos sucedan. Vivimos así nuestra Fe, somos lo suficientemente coherentes para transformar nuestras vidas, para valorar de verdad el Evangelio y lo que nos transmite Jesús.

20:09
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - ¿O valoramos más los bienes de este mundo?, esa pregunta, se la tiene uno que responder en lo más íntimo de su ser. Eso es personal e intransferible, ¿cómo respondo yo al Evangelio?, ¿Amo de Palabra? o también ¿Amo con Obras? Pues esas preguntas que queden ahí un poco, en nuestro corazón y que ahora al participar en la Eucaristía pues le pidamos al Señor que nos de valentía, que nos de coraje, que nos dé la gracia, que nos dé su don, para ser capaces de testimoniar en este mundo en que vivimos que lo principal es amar y entregarse a los hermanos.

21:01
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Que lo principal es seguir a Jesús y que lo principal por tanto no es valorar los valores de este mundo. Sino que valorando de verdad y viviendo de verdad, los Valores Evangélicos, demos testimonio, a todos nuestros hermanos y especialmente a los que jóvenes, no sucedan el día de mañana. Vamos a pedírselo así al Señor y que Él por Intercesión de la Santísima Virgen María, cuya Fiesta hoy también Celebramos que nos dé todo aquello que le pedimos con Fe.

21:41
Las Peticiones de los Fieles: - Al Celebrar las Maravillas que Dios todopoderoso realizó en Santa María Madre de Dios y Madre nuestra, presentemosle por su intercesión nuestras humildes Súplicas.


PETICIONES


℣.  Por la Santa Iglesia de Dios
para que acierte a proclamar
cada vez con mayor Pureza
y Fuerza el Evangelio de Jesucristo.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Por los que tienen los Poderes Efectivo
en nuestra sociedad
y en todos los Pueblos del Mundo
para que faciliten la venida
a nosotros del reino de Dios.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Por todos los que sufren en su cuerpo
o en su espíritu
para que sientan la presencia
Maternal de María
consuelo de los afligidos.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

Por todos los aquí presentes
para que alcancemos
por mediación de María
la abundancia, la alegría,
la salud y la paz.

℣.  Roguemos al Señor
℟.  Te Rogamos, Oyenos.

22:52
Lectora de la Primera Lectura:

Dios todopoderoso
que constituiste a María
Madre de Jesucristo y Madre nuestra
concédenos experimentar

el poder de tan excelsa intercesora
te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor

℟.  Amen.

23:55
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor,
Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora te presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.

24:39
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Oremos, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

℟.  El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

℟.  Amen.

24:54
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Gozosos al venerar la memoria
de la Madre de tu Hijo
te ofrecemos Señor
el sacrificio de alabanza
y te pedimos por este sagrado
intercambio que se acreciente en nosotros
los frutos de la redención eterna
por Jesucristo nuestro Señor

℟.  Amen.

25:14
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  El Señor esté con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Levantemos el corazón.
℟.  Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣.  Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟.  Es justo y necesario.

25:25
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias Señor
y proclamar tus maravillas

en la perfección de tus Santos
y a conmemorar
a la Bienaventurada Virgen María
exaltar especialmente tu generosidad

inspirándonos en su mismo
Cántico de Alabanza
en verdad hiciste obras grandes
en favor de todos los pueblos

y has mantenido tu misericordia
de generación en generación
cuando al mirar
la humildad de tu esclava

por ella nos diste al autor
de la salvación humana
Jesucristo hijo tuyo
y Señor nuestro

por Él, los coros de los ángeles
adoran tu gloria eternamente
gozosos en tu presencia
permítenos asociarnos
a sus gozos cantando humildemente
su alabanza:

26:26
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

26:42
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
por eso te pedimos
que santifiques estos dones

con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba
a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan; dándote gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y COMED TODOS DE EL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

27:43
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el caliz, y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE EL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

28:28
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Y éste es el Sacramento de nuestra fe:

℟.  Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
!Ven, Señor Jesús!

28:35
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida

y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de estar aquí en tu presencia.
celebrando esta Eucarístia.

Te pedimos, humildemente,
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.

29:04
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco,
con nuestro Obispo Carlos

y todos los pastores
que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección
por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron
en la esperanza de la resurrección,
recordamos especialmente

en esta Eucaristia
a nuestra hermana .. a ella
y a cuantos murieron en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen, Madre de Dios,
su esposo San José
los Apostoles,

y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.

30:04
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Por Cristo, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

30:22
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid: - Y ahora todos juntos como hermanos alegres y gozosos por sabernos hijos de Dios vamos a dar gracias al Padre con la Oración que el propio Jesús nos enseñó:


PADRE NUESTRO


Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

31:05
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder
y la gloria, por siempre, Señor.

31:27
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

℟.  Amen.

31:48
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  La paz del Señor sea siempre con vosotros.
℟.  Y con tu espíritu.

℣.  Demonos la paz como hermanos
℟.  La Paz esté contigo

32:08
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  ten piedad de nosotros.

℣.  Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
℟.  danos la paz.

32:38
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

℣.  Éste es Jesucristo Nuestro Señor,
el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a esta cena.

℟.  Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo y la Sangre de Cristo.
℟.  Amen.

33:02
MÚSICA de la BASÍLICA:

EL PAN QUE COMPARTIMOS EN ESTA EUCARISTÍA

El pan que compartimos en esta Eucaristía
es signo permanente de amor y de unidad.
En él se nos ofrece en forma de comida
aquel con su muerte nos devolvió la vida
y nos dio la libertad.

Unidos como hermanos,
formando un solo cuerpo,
con gozo celebremos la Pascua del Señor.
Él es para nosotros el pan que da la vida,
la víctima elegida que derramó su sangre
por nuestra salvación.

Que suene eternamente un canto de alabanza,
que todas las naciones conozcan su bondad,
que sea proclamado por todas las edades,
que no tiene medida ni su misericordia,
ni su fidelidad.

37:56
Rvrdo.: Basílica de la Concepción de Madrid:

Oremos
al recibir estos sacramentos
Señor, imploramos de tu misericordia
que cuantos nos gozamos
en la festividad de María

siempre Virgen
nos entreguemos como ella
al servicio de tu plan de salvación
sobre los hombres
por Jesucristo nuestro Señor.

℟.  Amen.

℣.  El Señor Esté Con Vosotros

℟.  y Con Tu Espíritu

℣.  La bendición de Dios todo poderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros
Podéis ir en Paz.

℟.  Demos Gracias al Señor


domingo, 19 de noviembre de 2017

19.11.2017 - Santa Misa - Jornada Mundial de los Pobres






Palabra de Vida 19/11/17:
«Entra en el gozo de tu señor»
Por Rvrdo. Don: Jesús Higueras Esteban




Camino Católico

Publicado el 19 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) Espacio "Palabra de Vida" de 13 TV del 19 de noviembre de 2017, domingo de la 33ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras, en el cual se comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Mateo 25, 14-30:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Un hombre, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.

Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.

Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.

Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo’. Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes’».


Padre Don: Jesús Higueras Esteban


19.11.2017 - Santa Misa con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres




The Vatican - Español

Publicado el 19 nov. 2017 (13 TV / caminocatolico.org/home/) El papa Francisco preside la celebración de la Santa Misa con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres.

Libreto de la Misa

Inicio de la Santa Misa y Dedicación


CANTO DE INTRODUCCIÓN
00:00 - 04:02



RITI DI INTRODUZIONE

Canto d'ingresso

BENEDICIAMO IL SIGNORE


La schola e l'assemblea

Benediciamo il Signore a
lui onoree gloria ne secoli.  ℟.

La schola e successivamente l’assemblea:    Cfr. Dan 3, 57-87

1. Angeli del Signore,
E voi, o cieli,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Acque sopra il cielo,
Potenze del Signore,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Sole e luna,
Astri del cielo,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Piogge e rugiada,
O venti tutti,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
℟.
 
2. Fuoco e calore,
Freddo e rigore,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Rugiade e brine,
Gelo e freddo,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Ghiaccio e nevi,
Notti e giorni,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Luce e tenebre,
Lampi e nuvole,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
℟.
 
3. Tuttala terra,
Monti e colli,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Ogni vivente,
Acque e fonti,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Mari e fiumi,
Cetacei e pesci,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Uccelli del cielo,
Belve e armenti,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
℟.
 
4. Figli degli uomini,
Popolo di Dio,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Sacerdoti del Signore,
Servi del Signore,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Anime dei giusti,
Umili di cuore,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
 
  Santi di Dio,
Ora e per sempre,
 
benedite il Signore!
benedite il Signore!
℟.